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Colina melancólica por Tierna Kikyo

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Notas del fanfic:

Este fanfic tiene tanto mío como de Sou-chan, mientras que yo domino los personajes de Noodle y 2D ella se hace cargo de Murdoc y Russel, el manejo de los personajes secundarios es repartido así como la trama, no olviden agradecerle su incondicional colaboración, ya que la mitad de todo esto le pertenece. Su cuenta en amor yaoi es: Tsukino Sakura.

 

Agradecimientos a mis fieles lectoras: Zuli, Karelin, Monz y todas esas chicas que he conocido gracias a esta bella aventura. Espero de corazón que sea de su agrado. :)

Notas del capitulo:

Como saben, todos los derechos reservados a sus respectivos autores, los personajes no nos pertenecen pero son maravillosos...

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Los nombres "reales" que se van a manejar para los personajes son: 

  • Damon Hewlett “2-D”
  • Haruka Hatori “Noodle”
  • Alec Murdoch “Murdoc Niccals”
  • (Representante: Larry)


Los nombres con los que se les conoce en la banda serán utilizados como "nombres artísticos". Y sí, no tienen fundamento ni bases específicas, sólo puedo poner como pretexto, la imaginación. El nombre de Russ: 

  • Russell Hobbs "Russel"

Es el único que se mantiene tal y como lo presentan las fuentes originales.

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**FLASH BACK**

Noodle había estado muy misteriosa en un “proyecto musical” que de repente se le había ocurrido, ella no era nada tonta, tenía todo previsto, a los integrantes de Gorillaz muy bien vigilados, era costumbre para ella invadir su privacidad cibernética sin decírselos, claro, y así saber todo de ellos, tarde o temprano caían en hacer algo que le dieran señales de vida, Murdoc  nunca hablaba con ella y 2-D era demasiado adorable como para preocuparla con sus problemas diarios existenciales. Por eso es que había caído en espiarlos de ese modo, vigilaba sobre todo a Murdoc, nunca le había dado buena espina. Un día navegando en los archivos de Murdoc y 2-D mientras dormían encontró un archivo en la papelera de reciclaje de nombre “Confesiones estúpidas” Le pareció bastante curioso, sus ojos oscuros destellaron ante la idea de que pudiera ser algo importante y no dudó en rescatarlo de la papelera entes de que Murdoc recordara vaciarla. Al leerlo todos los buenos conceptos que pudo tener alguna vez respecto a este personaje se fueron a la basura… Jamás sería la misma con él después de aquello…

Tuvo que prevenirse antes de que pasara lo inevitable, que vinieran por Murdoc y a ella se la llevara “entre las patas” tal y como él mismo lo había descrito en ese archivo que afortunadamente pudo leer antes de su perdición.

Preparó un cyborg de sí misma, tenía que hacer algo que le dolería en el ama a 2-D, le dolía en el alma hacerle daño, pero tenía que hacerlo… era por el bien de todos, tenía que desenmascarar a ese infeliz y sacarlo de su tablero.

Cuando destruyeron el molino que tanto le gustaba tuvo que huir a arreglar sus asuntos pendientes en Japón, vamos, tenía que entretenerse en algo y como que sólo vagar y esconderse era sumamente aburrido. Sólo Russel sabía sus planes reales, su único confidente, el único en quien podía confiar desde el comienzo de la banda, estaba segura que él cuidaría bien de 2-D 

-Tengo que pedirte un favor… ¿Puedo hacer “algo” con tu imagen?... Te aseguro que te encantará, sólo dime que sí- Recordaba esa sonrisa en su amigo, esa con la que concedía todos sus caprichos… así es como hizo un “Russel gigante”, un cyborg que tenía la apariencia de Russel y la protegía tanto como él, el que tuviera algo de su ADN en su programación ayudaba muchísimo a sus expectativas de “protector incondicional”.

**FIN DEL FLASH BACK**

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Russel y él estaban en casa, tranquilos de su última presentación, habían quedado muy cansados porque tenían que estar haciendo que el cyborg funcionara como debiera, era claro que Murdoc no sabía mucho de tecnología y la había hecho como pudo, esa cosa de metal no era ni el 10% de lo que era su amiga Noodle, pero debía conformarse mientras “volvía del hospital”, tal y como Murdoc les había dicho. Él quería ir a verla, llevarle flores y decirle que todo estaría bien pero Murdoc no les dejó “Debía descansar y además no quiere que la vean en ese estado. Sería inútil de todas formas, el hospital es muy exclusivo, no dejan entrar a cualquiera.” 2-D entendió y no insistió más, le mandó un par de correos electrónicos deseándole lo mejor y esperando con todas ansias que los leyera, Russel también hizo lo mismo para estar más tranquilo. Pero nunca hubo respuesta, de repente un: 

-¡Dam! ¡Corre! ¡Ya está Murdoc en televisión!-

Ellos no habían ido a la entrevista iban a rechazar la oferta pero Murdoc insistió en que él iría solo y ayudaría con eso. Encendió un cigarro y se sentó en el sillón a lado de Russel para mirar la entrevista. Una declaración partió su corazón en más pedazos de los que ya estaba, lo hizo polvo… 

"-¡Eso es basura que dije para apaciguar las cosas! ¿No lo entienden? Realmente no sé donde está…pero seguramente bien muerta, eso no lo duden, no la he visto desde ese día…al parecer, fue la única que no vio “El mañana” ¡jajaja! ¿Entienden? ¡El mañana!…-"

¿Hacía chistes después de declarar que les había mentido? ¿¡Qué Noodle estaba muerta?!...

2-D Había estado organizando el funeral de Noodle, todo había quedado perfecto y al estilo oriental que ella nunca abandonó por ser sus raíces, lo que tanto le gustaba… había llorado tanto que se salió de lo habitual, siempre estaba en un estado depresivo pero esta vez se había pasado de la raya. No salir de su cuarto en días, no hablar con absolutamente nadie y por su puesto perder el interés de la única cosa que lo mantenía vivo del todo, la banda, pero… ¿Qué era de ella sin Noodle? ¡Nada! ¡No existía! No podía contemplar que una de sus amigas más queridas faltara… Todo había sido culpa de Murdoc por meterlos en sus juegos y él ya no podía más con eso, no lo aceptaría más… La última vez que había ido a buscarlo lo llevaría en su conciencia pero era mejor a saber que careció de lealtad con ella, que siempre estuvo a su lado en los momentos más extraños del proceso, los más difíciles, siempre estaba ahí.

Tocó su puerta y dijo con todo descaro “-No puedes seguir tirado ahí ¡Hay que seguir las presentaciones de la banda!-” Eso era todo lo que le interesaba, el dinero ¡El maldito dinero! ¿Quería dinero? ¡Podía hacer lo que quisiera con él!

-¿Eso es todo lo que tienes que decir? ¡Ni siquiera estuviste en el funeral! ¡No puedo creer que tengas el descaro de venirme con estas idioteces!-

“-Venga ya, ni siquiera velaban un cuerpo real, tú lo sabes. Te engañas con eso de que su alma descansará en paz con eso-”

-¡Ah, ya entiendo!- Una risa amarga de esas que 2-D no acostumbraba se hizo presente –Como has perdido su cuerpo, mejor ni presentarte…- Dijo conteniendo un sollozo, prosiguió con algo muy parecido al valor en sus palabras, firmeza en su corazón le hacían mandarlo al carajo -Lárgate de mi vista Murdoc, si lo que quieres es dinero llévate el que creas necesario de la cuenta del banco para no volver jamás… porque yo ya no seguiré en la banda si tengo que seguir tratando contigo, esto se acabó. Esta vez no, no te perdonaré como siempre, ¡Eres un maldito asesino! ¡Mentiroso! ¡Psicópata!...- Pronunció mientras sentía que aquello se quedaría para siempre dentro suyo como cargo de conciencia, siempre le había seguido, a pesar de todo, con pesar de todo, pero esto era demasiado.

Para su suerte Russel iba subiendo las escaleras a su habitación, había respetado el luto de 2-D, admirable y considerado como era él, pero cuando vio a Murdoc en su puerta, escuchó quizá lo último que él tuvo que decirle, notó seguramente que su voz se apagó con aquel último insulto totalmente inundado, poseído por la tristeza en ese mismo instante… sus ojos parecieron incendiarse en ira, Russel tomó de las ropas a Murdoc totalmente furioso, con brusquedad que aterraba y lo sacó a patadas de la casa entre amenazas y reproches.

2-D cerró los ojos con pesar desviando ligeramente la cabeza por un momento, sosteniéndose de la puerta por un instante que pareció eterno, le pesaba tanto todo eso… después de poder moverse nuevamente, se metió a su habitación a tirarse como objeto sin  vida en su cama una vez más. “Noodle, Noodle…” No había nada más en esa cabeza peliazul.

 

Después de ese momento él y Russel decidieron buscar hacer algo para vivir ahora que ya no tendrían la banda, concedieron entrevistas y sesiones fotográficas para reunir algo de dinero, 2-D regresó a trabajar en la tienda de discos, amaba la música y finalmente Russel le había dicho bien que “conocía muy bien a Noodle, y que definitivamente hubiera odiado que él se dejara caer sólo por ella.” Tenía razón, debía esforzarse, días dolorosos pero tranquilos pasaron después de aquello…

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“-Miles de disparos se dejaron caer de repente sobre aquel sucio molino y así fue como pasó, como ese pequeño “estorbo” se fue a la mierda… ¡Sí! Obviamente idiota, ¡Se murió!…volaron toda la isla… ¿Cómo puedes sobrevivir a eso? Ni siquiera por ser ella…-” Explicaba el bajista de la banda “Gorillaz”, fumando, mientras subía una pierna sobre la otra; lucía muy despreocupado ante las caras pasmadas de la prensa, quienes lo estaban entrevistando para saber el paradero de Noodle la guitarrista, luego de los atentados en “el molino”, la isla flotante, durante la grabación del video musical “El mañana”.

“-Pero en declaraciones anteriores usted afirmó que Noodle había sido salvada, todo gracias a un plan premeditado por usted mismo para que utilizara el paracaídas de su enemigo… ¿Fue mentira?-“

“-¡Eso es basura que dije para apaciguar las cosas! ¿No lo entienden? Realmente no sé donde está…pero seguramente bien muerta, eso no lo duden, no la he visto desde ese día…al parecer, fue la única que no vio “El mañana” ¡jajaja! ¿Entienden? ¡El mañana!…-Nadie parecía divertido con el “áspero” chiste de Murdoc, (que se veía drogado, ebrio y terriblemente “sincero”, como siempre) Realmente todos se miraron entre sí incómodamente mientras las cámaras seguían rodando la atroz grabación, transmitiéndola en vivo a un canal de música, afortunadamente exclusivo, pero desafortunadamente al alcance de la vista de 2D y Russell, que fue como se enteraron de la verdad de lo que realmente pasó con Noodle.

Después 2D encaró a Murdoc por primera vez, con seriedad y firmeza, le aclaró que esta vez no le perdonaría como siempre, que esta vez se iría, que dejaba la banda. Murdoc declaró que no le importaba, que se largara si quería pero que no se llevaría su dinero. 2D nunca tuvo ambición alguna por él, así que le dijo que podía hacer con él lo que quisiera. Russell sin embargo, fue el más molesto y herido ante la noticia de la fallecida guitarrista y amenazó a Murdoc con, literalmente “matarlo a golpes” si no se largaba de la base sin regresar jamás. Murdoc por igual fingió que no le importaba tampoco, nadie ni nada a parte del dinero y se largó de todos modos, a empezar de nuevo.

Vagó por un tiempo, todo el dinero que tenía no le satisfacía en absoluto, al contrario como pensó que sería. Despilfarró todo en menos de un mes y terminó sin nada. Por misteriosas razones acabó convirtiéndose en aliado de una banda de yakuzas de la mafia japonesa, trabajó con ellos por un tiempo y pudo reponer su “fortuna” de esta forma. Otra vez era “rico”, sin embargo cada vez se acrecentaba más su sensación de estar vacío en su interior. Al final, tras muchos días y noches de soledad, de muerte, de vicios, de alcohol, de drogas, de “rituales” (que no quieren saber cuáles) entendió que ya nada tenía sentido. Enfrentó a su frustración y aceptó que los extrañaba, que extrañaba a la banda, la música, a sus compañeros, y que realmente nunca quiso matar a Noodle, deseaba regresar, remediar lo que había hecho pero… ¿Cómo? Lo primero que decidió, fue deshacerse de sus “demonios” internos.

Hizo un último ritual, esta vez se comunicó con el espíritu que habitaba en el cuerpo de Russell, con el cual todavía tenía deudas que saldar. Le ofreció un trato, le entregaría a toda su banda de aliados, a cambio de que él liberara el alma de Russell y así quedarían a mano. El espíritu acepto pero con una condición, no quedaría evidencia de su existencia en ningún lado, ni siquiera en los recuerdos de Murdoc, por lo que iba a llevárselos. Temeroso de perder la memoria, pero decidido a ayudar de algún modo a sus antiguos compañeros; Murdoc aceptó y cuando se consumó el ritual, despertó solo, en medio de la nada, sin poder recordar nada con claridad, nada de lo que había pasado ahí, pero sí recordaba la discusión con su banda, luego una enorme sensación de vacío, seguido por el destructor arrepentimiento...

Logró regresar al lugar donde “vivía”, o por lo menos, donde había estado viviendo durante su estancia en la mafia. No era más que un cuchitril oscuro y sucio, al que odio tener que entrar. Darse cuenta de que había estado “viviendo” ahí le repugnó, por primera vez en mucho tiempo algo así le dio repulsión. Hizo algo que no imaginó nunca que haría, comenzó a ordenar el desastre. Apartó la basura de lo que “servía”, que eran menos de la tercera parte de las cosas que inundaban por doquier el pequeño cuarto.

Encendió la luz cuando ya todo se encontraba en bolsas o en cajas, dispuestas para el basurero o para acompañarlo de regreso a la base. Sintió una mirada sobre él y al ver hacia al frente encontró su propia mirada en un trozo de espejo roto colgando en la pared. Algo no andaba bien. Observó su reflejo, se veía… ¿vivo? Sí, ya no parecía un zombie, sus ojos… ¡ambos eran oscuros! (No tenían el sello del pacto anterior marcado en rojo carmín en una de sus pupilas, claro, eso él no podía saberlo pero aquella era la explicación más adecuada) Y ya no encontró ese asomo crueldad desalmada, que hacía macabra su mirada. No sólo algo dentro de él había cambiado, sino también su aspecto, todo él lucía muy diferente, más humano…sí, tal vez era eso.

Una vez que acabó la “limpieza” (¡¡diagh!! ¿En serio? ¿¡Él?!) Buscó y rebuscó desesperadamente entre toda la basura y las pocas cosas “suyas” que había almacenado. Al fin dio con un recibo que tenía un teléfono celular escrito, al leer el nombre garabateado: “2D”, al fin respiró, ¡Sí! lo recordaba, ahora podría llamarle…sólo esperaba que contestara. Pero él era bueno, era lo que mejor sabía hacer, ser bueno con todos a pesar de…ellos, de cómo le correspondieran, y él lo sabía mejor que nadie, pues a pesar de lo mucho que siempre lo maltrataba, lo insultaba, lo torturaba…él jamás se vengaba, jamás le regresaba las agresiones…era tan noble, ¡Tan estúpido! 'su' estúpido 2D…cómo deseaba volver a verle.

Se dejó caer en el sofá despejado del cuartito, que al parecer era el único mueble ahí, hundido en su nostalgia. Contempló el techo, en medio de las penumbras, mientras recordaba su rostro, la primera vez que lo vio…lo preciosos que eran sus ojos, sí…cuando aún los tenía…eran lo más hermoso…tan bondadosos y hechizantes…habrían podido poner de rodillas a cualquiera, ponerlo a recitar sus pecados uno a uno, expiarlos y volverse al bien sólo por contemplar una aceptación en esa profunda mirada más azul que el mar soleado, más azul que el cielo sin nubes…sí, los extrañaba…también extrañaba su voz y su sonrisa de tonto…

-Damon…-Musitó mientras el sueño le ganaba.

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La japonesa había estado haciendo de las suyas, ya no era la niña traviesa, la chica caprichosa, la que era completamente ajena a los otros integrantes… había madurado en ese lapso de tiempo, había comprendido un sinnúmero de cosas que le tenían ocupada la cabeza y ahora estaba lista para volver después de dos largos años de ausencia.

–¡Russ, vamos!- Le dijo al gran cyborg que le sonrió y nadó en dirección a donde 2-D, les tenía rastreados gracias a que Russel traía consigo el localizador que ella le había enviado así que no sería difícil encontrarlos.

Al llegar a casa no sabía cómo presentarse ante 2-D… suponía que lo único que podía decir de convincente es “Sobreviví como pude” Y sobre todo fingir demencia, no podía decirle a 2-D todo lo que ella sabía ahora respecto a Murdoc, seguro que sería demasiado para él así que sólo le devolvería su alegría y quizá un par de cosas más que había estado planeando con cariño para él…

 

Cuando 2-D abrió la puerta y escuchó su voz rompió a llorar y se abrazó con tremenda fuerza a ella, tomó su cabeza con gran adoración y aspiró el suave aroma a Sakura de su cabello, no podía creer que estaba allí, que no era otro cyborg mal hecho del estupido de Murdoc. A ella misma le arrebató un par de lágrimas, a ella que ya era un solemne bonsái para esas cosas… nunca lloraba, y eso Russel lo sabía perfectamente, ambos le hicieron literalmente “fiesta”, estaban encantadísimos con su regreso y ella con verlos juntos y ahora a su lado. Los amaba como la familia que eran para ella, lo único que tenía, cada que veía a 2-D tenía tantas ganas de gritarle a la cara las terribles verdades que guardaba y liberar su alma de tal pesar pero era imposible que tuviera la fuerza de hacerle algo así. Lo mejor que podía hacer era cuidar a su amigo y guardarse aquello para su propio bien, alejarlo del idiota de Murdoc.

Ese día lo había llamado alegremente a su habitación que de nuevo estaba llena con sus artilugios electrónicos, un total desorden de los que acostumbraba creando cosas que esta vez no eran para diversión.

-Tengo un regalo para ti… bueno tal vez sean varios… pero quiero que me dejes hacer eso por ti…- Su amigo, 2D claro que aceptó, dejó que le hiciera lo que le viniera en gana, ella había aprendido muchísimo respecto a su origen y las múltiples cosas que podía hacer a plena facilidad debido al propósito con el que había sido originada en un principio, mucho tiempo de sobra para aprovechar en capacidades difíciles de creer. Había elaborado un par de ojos artificiales para él, que pudieran dar la apariencia real que tenían antes de su accidente y que pudiera mirar como se debía desde ahora, sus avances en electrónica habían sido agigantados y ahora podía darse el lujo de experimentar si funcionaban tal y como ella lo deseaba, también completaría la dentadura de 2D que había sido tan adorable y modesto que nada de eso le importara, pero ella lo quería bien, no podían triunfar de nuevo si le mantenían incompleto, era el vocalista y tal vez eso le animara un poco más, le tuviera feliz por lo menos un tiempo… Lo mejor de su vida fue ver la expresión de 2D cuando le mostró cómo le había dejado. Sus ojos azules que tan bien hacían juego con su cabello ahora lucían como antes, todo estaba como antes y no permitiría que nada le hiciera sufrir de nuevo, Russel y ella se encargarían seriamente de ello, aunque el dinero estuviera faltando, aunque ahora fuera difícil, las cosas tenían que ir bien para quien actuaba bien.

Prueba de ello es que un día y de la nada Russel se había levantado con la buena nueva de que aquella cosa que le atormentaba se había ido de él para no molestar más, no podían confiar del todo pero ¿Acaso estaba mal tener un poco de fe? Ahora vivían en Plastic Beach, que era lo que 2D y Russel habían logrado adquirir con lo que quedaba de dinero, les quedaba una replica de la isla flotante con el molino, y con esa es como se desplazaban a Nueva York a buscar suerte, vivían tan alejados porque “temían” que Murdoc los encontrara o al menos es lo que ella, Noodle, quería aparentar para que los otros dos le siguieran el juego, no quería que los encontrara ese idiota y la verdad es que esa era la explicación de todo.

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ACTUALMENTE

Después de darle mil vueltas y de prevenirse a si mismo de que no iba a contestarle, que lo mandaría a la mierda, que le recordaría hasta a la abuela de su madre...finalmente mandó todo al carajo con tal de al menos, escuchar su voz de nuevo y llamó, dejó que diera algunos tonos mientras tragaba pesadamente.

2D estaba desayunando tranquilamente con Noodle que estaba contándole parte de sus aventuras en el oriente, cosas increíbles que sólo ella podía hacer. De repente su celular que no había sonado en todo ese tiempo le sorprendió con un nombre, palideció y se levantó sin decir nada para adentrarse en su habitación. Estaba mal, no debía, pero quería hacerlo, quería contestarle. -¿Sí?...-

Murdoc ya se estaba preparando para colgar y convertir el maldito teléfono en mil pedazos pisoteándolo un poco para desquitarse...cuando una voz...esa voz...-¿2...D?-De verdad no podía creer que estuviera hablándole, no sabía hace cuanto no se metía nada, pero debía haber quedado algo, porque definitivamente estaba drogado...o sólo era suerte.

No le debía más lealtad a Noodle, bueno sí, mucha. Pero por lo menos Murdoc ya no era el responsable de su supuesta muerte, así que ya no era tan malo ¿no?... Pobrecito ¿Qué habría sido de él todo ese tiempo? El osaba divertirse y pasarla bien pero ¿Murdoc? ¿Cómo estaba él? Diablos... ¿Por qué le preocupaba tanto alguien tan malvado? Escuchó su voz, definitivamente era la de él -¿Qué?...- "Estupido ¿Ahora ya eres monosilábico?" Se mordió el labio inferior intentando no decir nada más, se suponía que estaba molesto con Murdoc pero lo que en verdad le molestaba era no tener el coraje suficiente de mandarlo al carajo.

-...- No se le ocurría nada qué decir, ¡mierda! tanto había reconsiderado llamarle y ahora no sabía que decir.-Bueno yo... sólo quería... saber... ¿Estás... bien?- Mariqueras, que hubiera deseado poder evitarse, pero necesitaba sonar serio y callar un rato a su "alter ego" interior que no podía dejar de ser cómo era, pesimista y "psicópata".

-¿¡CÓMO?!- Preguntó jadeando de la impresión ¿Había escuchado bien? -No... Tú... Debes estar jugando una mala broma, eres un estupido, no vuelvas a llamarme si vas a hacer estas tonterías de niñato- Dijo intentando sonar molesto, si le hablaba bien así nada más sería un blando de nuevo, uno peor en realidad.

-¡No espera! Es en serio... quiero saber cómo estás... cómo están... todos... sé que todo estuvo... tan mal-Suspiró entonces -¡Mira! ¡Esto no es sencillo para mí!- Subió un poco la voz, lo notó, por lo que trató de componer su tono cuando continuó -Es sólo que... sé que no tienes porqué... querer "perdonarme"...-Paladeó con hastío aquella palabra, obligándola a salir de su boca -pero... pensé que bueno... yo... tú... ah...- Suspiró nuevamente -...lo admito, no sé qué decir... ya me puedes colgar 2D...-Se resignó, estaba muy dolido, frustrado, ¡resignado! todo a la vez, por lo que le era complicado pensar y a la vez sonar "amable".

Miró aquí y allá en su habitación, o eso parecía, en realidad estaba rebuscando en sus recuerdos algo que le pudiera hacer contestar algo cuerdo -Lo siento... yo soy el que debe disculparse, fui muy malo contigo...- Dijo lo último en un suspiro, esa había sido la verdad, había sido terrible el cómo lo había echado ese día...

-No... No digas... eso, esas... estupideces, ¿¡por qué siempre tienes que ser así?!-Exclamó, otra vez ya se estaba desquiciando, ¡es que le desquiciaba! su nobleza, su amabilidad infinita... jamás iba a poder siquiera tener un gramo de eso. Suspiró -Lo lamento... bien, lo diré con calma, no importa ya... ¿De acuerdo? escucha... tú no tienes porqué disculparte... La basura aquí soy yo... por decirlo de una forma... breve... simplemente... yo... quiero ser quien se disculpe... de frente... ¿Dónde están?- Aventuró, demasiado, con esa pregunta, ahora sí le intrigaba lo que respondería.

2D escuchó atentó y se sorprendió de aquella reacción, pero ante la pregunta no supo qué decir, no iba a hacer enojar a Noodle y Russel con eso... -No puedo decírtelo...pero, lo que sí es que te perdono, todo está perdonado ¿Vale?- Le dijo en el tono más angelical que existiera en su ser para hacerlo sentir por lo menos un poco mejor. -¿Dónde puedo verte?...- Dijo armándose de valor, tendría que mentirles para verlo, sólo sería un momento ¿no? Quería disculparse...

¡No! Definitivamente aquello no podía ser cierto, por primera vez, sí tal vez de verdad era la primera vez en toda su vida que experimentaba una alegría semejante, por algo tan simple, ¡por una estupidez semejante! Era... su oportunidad, lo haría, aunque se sintiera culpable de estarse aprovechando de él por milésima vez -Donde quieras... donde sea... cuando sea...- Ni siquiera tenía idea de donde él mismo estaba, no podía decirle un lugar aunque quisiera.

-La tienda de discos... trabajo ahí...- Musitó con cuidado asegurándose de que Noodle no le escuchara, se fue hasta el rincón de su habitación a musitar aquello -¿Temprano?... Me dan mi hora del desayuno... entro desde la madrugada pero por lo menos me ayudan con eso... no quiero que me despidan, no puedo tardarme más de una hora...- Le advirtió seriamente como si fuera el trabajo de su vida.

Murdoc tuvo que guardar silencio unos segundos para asimilar hasta que grado deseaba poder estar del otro lado del teléfono en ese momento y... ¡patearlo! ¡Por imbécil! ¿De verdad entraba en la madrugada? ¿¡Qué clase de...?! Bueno, era él... no había otra explicación. -Temprano... cuando quieras, como sea... ¿A las... 10?- No se le ocurría más, no sabía qué hora era, no sabía donde estaba ni cómo llegaría allá, ah, pero llegaría, de eso estaba seguro.

-Bien, las 10 está bien...- Musitó pintando una linda sonrisa en su rostro que se borró al decir -Debo irme...-

Casi pudo imaginárselo sonriendo, era tan torpe -¡No!... digo... bueno... está bien... te veré mañana a las 10 allá... espérame- Sabía que lo haría aunque no se lo dijera, lo dejaría que le colgara aunque tuviera un miedo extraño a ya no escuchar su voz.

2D Era feliz con la idea de que lo visitaría su amigo, así que se apuró todo lo que pudo en la tienda para poder estar con el un poco más de lo que había prometido, le preocupaba saber qué tan mal se encontraba... Se sentó tranquilamente, sin nada más que hacer, había dejado todo impecable y no había clientes a esa hora, puso un disco... su favorito “Demon Days" y esperó tranquilamente a que apareciera por ahí, le ponía nervioso verlo de nuevo... no sabría qué decir... pero está bien, haría un esfuerzo por no ser grosero.

Pasó esa noche debatiéndose internamente de si debía ir o no, ya cuando pudo reaccionar había dicho que sí a lo de la tienda de discos... hace tanto que había estado ahí... que había pasado eso ahí... habría deseado no tener que volver pero ya no podía rehusarse. Se "arregló" lo mejor que pudo, sí, eso incluyó todas las cosas generales que alguien normal hace para efectos de normas de urbanidad (lo cual había sido algo... nuevo) -Descubrió que estaba en el mismo continente que él, bueno, eso ya era un avance, pero estaba del otro lado del país así que tuvo que hacer bastantes cosas para lograr llegar allá, tarde, casi eran las once, pero llegó. Una chaqueta de cuero, estaba fumando, gafas de sol, una camisa limpia, ¡Se había peinado! definitivamente lucía renovado.

Sus ojos azules se iluminaron al verlo, le pintó una amplia sonrisa, quizá para los demás sería difícil reconocerlo pero para él nunca. Aún así no se movió de su lugar, si corriera a abrazarlo o algo así tal vez se ganaría una agresión así que era mejor evitar las efusividades.

-Es tarde...- Dijo solamente al llegar ante el escaparate -Lo s...- Se le cayó el cigarro de la boca y se quedó con los ojos muy abiertos, estupefactos, contemplándolo, ¡era! ¡Ahora sí que era como haber viajado al pasado!, lucía exactamente igual como la primera vez que lo había visto. Se paniqueó, quiso salir corriendo, quiso... ¡quiso hasta golpearlo! pero no se movió, no se movió hasta que finalmente poco a poco se recuperó un poco -Tú... tus...te ves... me... ves... ¡Tus!- Atinó a señalar sus ojos, impulsivamente una de sus manos sostuvo su mejilla para comprobar que fuese real y no estuviera alucinando por drogas otra vez.

Damon temió de las manos ajenas y tembló a su agarre, si arruinaba el regalo de Noodle quizá se enojara con él y eso sería lo realmente triste en todo aquello, escuchó su sorpresa y arqueó una ceja ¿Tan diferente te parezco?...- Le preguntó alejándose como quien no quiere la cosa.

-Y sí... es algo tarde...- Musitó después mostrándose algo decepcionado -Sabía que llegarías tarde, siempre lo haces- Dijo dándose cuenta después que eso sonaba un poco “stalker” de su parte así que desvió la mirada llevándose una mano a la boca -amm... hay una cafetería cerca de aquí... supongo que no has desayunado, yo... puedo invitarte-¡Si tú quieres!, claro...-

Se encogió de hombros -Es lo más pronto que pude llegar...- Hizo una pausa para hacer el esfuerzo monumental de masculló -Lo lamento...- Como un extraño gruñido. Lo notó distante, eso no le gustó, tampoco la forma en la que le apartó las manos, pero no podía esperar más, después de aquello... pudo ser más agresivo con él, pero no, en lugar de eso hasta le estaba invitando a tomar café, de verdad que tuvo que carraspear un poco la garganta, agachar por momentos la mirada, y contenerse de colocarse las gafas de sol nuevamente, sólo para que no viera lo azorado que se había puesto -Ok...- Aún traía dinero a pesar de toda la odisea que había pasado para llegar hasta ahí, pero dejaría al "niñito" ser feliz con sus actos de caridad, no deseaba contradecirlo en ese momento.

Su respuesta le pareció breve pero es que las cosas eran extrañas... como si hubiesen regresado el tiempo, como si nada hubiera sucedido y hubiera terminado mal, sino que volvía a empezar. Entonces tomó las llaves del negocio y el letrero de "Salí a comer" -Vamos- Dijo bajo para que lo siguiera y colocando el letrero tras la puerta de cristal dejó que Murdoc saliera y cerró con llave tranquilamente. Caminó sintiéndose extraño de que caminara a su lado y no delante de él como era su costumbre, se detuvo en el café y rió bajito cubriéndose la boca al ver que Murdoc se había seguido unos pasos de más -¡Hey! ¡Es aquí!...- Le llamó con su tono adorable para meterse al lugar y escoger una mesa, su mesa, la chica de ahí ya le conocía.

-¡Dammy!- Le saludó efusiva, al ver a Murdoc desvió la mirada algo extrañada hacia él de nuevo -Buenos días- Dijo casi por reacción, después siguió con su efusividad -¿Lo de siempre para esta mañana?- Sonrió encantado de la alegría ajena -¡Hola!... Te presento a mi amigo, Murdoc... sí, ya sabes, lo de siempre- Dijo encantado de su "buen trato desinteresado" hacia él, sí claro. Casi ni se le veía a la chica que quería con él.

-Mucho gusto ¿Para usted qué va a ser?...-

Murdoc se regresó a regañadientes cuando lo llamó, arrastrando los pies, con las manos aferradas a sus bolsillos. Casi pudo gruñirle como perro a la tipa, pero prefirió fulminarla con la mirada un poco a espaldas de 2D y fingirse amable cuando él volteó, forzó una sonrisa sumamente cómica, tan forzada, y levantó levemente el mentón en señal de saludo, ¡wow! la primera vez que Murdoc se comportaba así con un conocido de Damon, generalmente les inventaba apodos, los insultaba, los corría... cosas de ese tipo, pero que en esa ocasión se limitara solamente a eso, había sido... épico.

-Café...- Musitó con un sombrío tono tratando de ocultarse tras su menú, mirándola del mismo modo, esperaba que no hiciera más preguntas, pero sabía que eso sería inevitable, sobre todo si ya había notado su misantropía.

2D Abrió muy grandes los ojos al ver su reacción, más que darle risa mental le asustaba ese comportamiento, antes de que la chica dijera otra cosa interfirió, era por su bien, nunca lo sabría pero así era -¡Ha dicho café! Sólo eso, por favor- Dijo ahuyentándola claramente.

Después miró con preocupación a Murdoc -¿Te encuentras bien? ¿Estas enfermo?... ¿Pasó algo?... ¿Qué puedo hacer por ti, qué te pasa?...- Le preguntó visiblemente preocupado, seguro que le había pasado algo terrible para que se comportara a su lado.

Finalmente, tras haber declarado su preparación mental fallida para enfrentarse con esos ojos, luego de que lo hubieran tomado así de desprevenido, y que lo estuvieran mirando con ese rostro de "María Teresa de Calcuta" la monja piadosa con los cachorros... tuvo que dar un hondo suspiro y tratar de guardar la seriedad -Yo... he tenido cambios... cambios importantes estos días...- Comenzó a explicarle, tratando de elegir las palabras adecuadas, las suaves, entre más "maricas" sonaran, mejor era la comunicación con él, varias ocasiones antes lo había comprobado. No lo miraba, decidió que no podía hacerlo si quería poder seguir hablando con fluidez -Anoche desperté en medio de la nada... y me sentía diferente... muchas cosas... eran diferentes... afuera y en mí... adentro- Colocó una mano en su propio pecho y hasta ese tacto le pareció extraño -¡Y no estoy drogado!... tampoco estoy tramando nada... ni intentando hacerte nada- Se apresuró a aclarar por si el peliazul ya estuviera pensando en salir huyendo -Es sólo... eso... que entendí que..- Entonces cometió el error de mirarlo a los ojos y se quedó atrapado en ellos como suspendido en el tiempo por breves segundos.

Damon no podía creer lo que estaba escuchando, lo miró de abajo a arriba, podía saber perfectamente el tipo de cambios a los que se refería, los tenía en una lista mental, aquello no era normal... Desvió la mirada por un momento y suspiró -Amm... Murdoc... no sé qué decir yo... sólo puedo decirte que me duele mucho todo lo que ha pasado, contigo, con nosotros... no tienes que explicarme más, el cambio es claro...- Dijo intentando sonar "amable con él" un 1000% más porque era él, siempre era más amable con él que con los demás porque sabía que tenía problemas, la gente mala siempre los tenía, sería egoísta ignorar eso. Bajó la mirada mientras la chica colocaba la malteada de vainilla, espumosa y encantadora frente al peliazul y el café, después puso el sándwich de 2D justo a lado de la malteada y se retiró mostrando su indignación con su silencio, pero justo ahora su mente no funcionaba bien. No podía notar los traumas y detalles de los demás, todo se centraba en Murdoc

Murdoc siguió con la mirada a la mesera y se la mantuvo altaneramente hasta que dejó de mirarlo la chica, después regresó a enfocarse en 2D, de verdad tenía razón, ¿Tan distintas eran las cosas ahora? Sí, seguramente para todos. -Yo igual... lo siento...-Finalmente, la honestidad y la preocupación exagerada de su antiguo ¿Amigo? le dieron las fuerzas para mirarlo a los ojos al decir aquello -Siento mucho... lo que pasó...- No sonó tan gruñido, aquello ya era un avance, hasta se vio sumamente sincero, tal vez lo más serio y honesto que le había dicho nunca, tal vez esa mirada tan...espléndida que había recuperado, le daban todavía más impulso para querer pedirle perdón una y mil veces -Es normal que no me creas, que te esté asustando... que no confíes en mí... yo lo sé... pero... sé que ya no quieres más rodeos así que ya no se los daré...- Se acomodó mejor en la silla, tratando de recuperar un poco su compostura -Quiero una oportunidad...- Lo miró fijamente a sus ojos, aún no se acostumbraba a ellos pero el hecho de que pudiera estarlos enfrentando así hasta a él mismo lo sorprendía de sobremanera.

-Que creas en mí... solamente otra vez, sé que no tengo el... puto derecho, ningún... derecho, de pedirte algo así, sobre todo a ti...- Ahora sí se le cayó la mirada al mantel, ante lo duras que eran consigo mismo esas palabras -Y no tienes qué hacerlo... pero...- Se tomó unos segundos para otra vez mirarlo -Quisiera... que me dejes... tratar-

Lo escuchó y se sonrojó visiblemente ante sus disculpas, era lo más lindo que había hecho en años por él, nunca había sido amable, nunca en la vida y ahora... todo era muy extraño. Subió la mirada de nuevo ante lo siguiente -¿o-portunidad?...- Pronunció con dificultad. Cuando siguió negó con la cabeza violentamente cerrando los ojos por un momento -¡Oh dios, no! ¡Por favor! ¡Por favor! No tienes que hacer esto Murdoc yo...- Se llevó una mano a la cara, iba a llorar, ¿Qué palabras había proferido? ¿Tan mal le había hecho sentir con su crueldad?, era un infeliz por eso. Corrió al baño del lugar que en realidad no era muy grande y se encerró sentándose tras la puerta dejando escuchar un sollozo. La mesera le miró sorprendida y luego le dirigió una mirada recriminatoria a Murdoc algo así como "¡Qué malo!". Esta vez no era su culpa era de él mismo, esa "culpa" que ahora traía.

Murdoc abrió los ojos grandes de sorpresa al verlo reaccionar así, de primer momento pensó que iba a pegarle por fin, o algo así, que iba a correrlo del lugar, pero no...En lugar de eso se fue a esconderse al baño y ahora la tipa se tomaba el lujo de mirarlo feo, ahora sí le gruñó procurando enseñarle los colmillos (que en serio tenía) para asustarla y que dejara de molestar. Se quedó ahí sentado unos momentos sin saber muy bien qué hacer, hasta que finalmente fue a buscarlo al baño y tocó dos veces con suavidad, dando un suspiro, demonios, aquello era taaan marica que no sabía como estaba resistiendo sin alcohol, sin cigarros...antes habría abierto la puerta de una patada, lo habría tomado de las ropas, cargado como un costal de papas y sacado de ahí entre insultos y reclamos, pero en lugar de eso, sólo dijo contra la puerta -¿2D?... ¿Qué pasó?... ¿Fue lo que dije?...- Luego de unos segundos sin obtener respuesta agregó -...¿Quieres que me vaya?...- Lo haría si se lo pedía, ¡jodido señor! ¿Él? ¿Yéndose por que Damon lo dijera? Jamás se imaginó acabar así, era sólo un miserable.

Damon intentó controlarse, era un idiota pero en verdad odiaba que todo estuviera así, ya había logrado sobrellevar sus depresiones, pero con esto sólo volvieron de golpe, no lo podía controlar. Al escuchar aquello se erizó completo ¡Demonios! ¿¡Le estaba hablando atrás de la puerta?! Se levantó como un resorte y abrió la puerta, tiró de él y lo metió en el baño, bueeeno es que si lo abrazaba no quería que más gente los viera, de por sí Murdoc no era muy dado a eso, cerró la puerta y se abrazó con fuerza a su cuello -No... No te vayas... yo... lo siento mucho... también siento abrazarte, en verdad, sé que no te gusta- Decía mientras se frotaba un poco contra su hombro.

Murdoc se tensó completamente, cada músculo de su cuerpo al sentirlo tan cerca, que de repente lo acorralara así contra la puerta, ¡jodida suerte! hacerle algo así a alguien tan mal de la cabeza como él era estar... malito, era ser subnormal como el tontito de Damon -n...ngh...2...D...- Había apretado los puños con bestialidad para calmarse un poco hasta que al fin pudo hablar y colocó suavemente su mano en su cintura -Q... Quítate...- Le pidió a regañadientes, aunque en realidad lo que estaba haciendo su mano era presionarlo contra su cuerpo, no despegarlo... y era sencillo agarrar su cintura, en realidad, demasiado... es que era tan... delgadito... tenía ese olor peculiar en su cabello, ese tono rosado en su piel blanca... No, no lo podía tener así de cerca... ¡No podía! aunque eso era lo que tanto había estado deseando -Quítate...- Murmuró de nuevo mientras se rendía a sus deseos internos y su otra mano se enredó en sus cabellos azules, hundió la nariz en ellos y cerró los ojos con fuerza.

El otro apenas le escuchaba, sus pensamientos al fin dejaron de correr frenéticos, sus voces internas cesaron, esas que gustaban de gritarle todo lo que hacía mal, pero entonces sintió algo que le hizo temblar contra él, e que oliera su cabello de esa forma le había erizado completamente -ahh...- Jadeó sin poder evitarlo, ahora que lo notaba estaba parado ligeramente de puntas por lo que fue relajando los tobillos poco a poco hasta estar bien plantado en el piso.

Sabía lo peligroso que era aquello, se conocía, una vez que alguien le daba ese tipo de "entrada" ya no podía parar hasta haber tomado: todo, tooodo lo que quisiera, así era él... al menos antes... antes de toda esa mierda que estaba pasándole pero que por alguna razón habían hecho acabar al peliazul entre sus brazos por lo que llegó a la conclusión de que... le agradaban... le agradaban las modificaciones a su viciada forma de ser. Bruscamente lo tomó de los hombros e invirtió las posiciones, dejándolo acorralado a él ahora, contra la puerta, con su acostumbrada violencia, que no pudo quitarse por lo mucho que se estaba conteniendo de, literalmente, violarlo a lo salvaje, lo observó con detenimiento y corroboró la estupidez que hacía al mirarlo, entre más lo miraba...

Más se le antojaba...

-Detenme...-Casi le suplicó, no quería hacerle daño, apoyó su frente contra la suya y se relajó un poco, sólo un poco. Sus manos se fueron hacia su cintura otra vez y buscaron tocar un poco de la piel que se asomaba bajó la corta camiseta que traía.

Cerró los ojos cuando sintió su agarre y le dio miedo pensar que lo lanzaría lejos o que lo golpearía como era lo acostumbrado pero en cambio pasó... eso. Abrió los ojos poco a poco al sentir su frente contra la suya y sus claros ojos le enfocaron como perrito agradecido de que no lo maltratara a pesar de que aún temblaba un poquito. Su corazón se aceleró, qué raro... tenía mucho que no pasaba aquello... después subió su mano con cuidado y acarició la mejilla ajena pintando una sonrisa un poco más... permisiva. Se acercó sólo los milímetros que faltaban para regalar un beso en su mentón, se iría corriendo después de ese impulso meloso y torpe pero no tenía opción, estaba acorralado y aquello había sido lindo "Tal vez siempre tuvo razón y soy sólo un maldito homosexual..."

Encontró sus ojos mirando directo a los suyos, tan de cerca...y eso si fue más de lo que pudo soportar: temblaba, lo miraba con esa cara de "fóllame por favor... fóllame mucho hasta que te canses Murdoc..." Todas esas cosas enfermas se le pasaron por la cabeza al ver sus ojos. Se relamió los labios justo antes de acercarse a besarlo, le capturó la boca con la suya de un modo tan... voraz, no sabía si aún podría parar pero no quería hacerlo, el zoquete no se veía con intenciones de detenerlo y él no podía hacerlo por cuenta propia. Ya sin importarle, sus manos le bajaron las mangas de la camiseta y tironeó de ella hasta que logró dejar expuestos sus rozados botones, estaba ardiendo, de verdad lo deseaba, quería dejar de comerle la boca para poder hacer lo mismo con su cuello y con su pecho, pero el sabor vainilla que encontró fue más que irresistible.

2D estaba algo atónito, diablos, él sólo le había dado un beso en el mentón y había recibido cosas que le hicieron tener que besarlo con más fuerza para callarse, una de sus manos se enredó en los cabellos negros y tiró de ellos con fuerza, genial, ahora su playera estaba rota y la mesera se enteraría de cosas que bien podía vender a la prensa... Se separó un poco y lamió los labios ajenos distrayéndolo con eso y deslizando su mano en la cerradura de la puerta, cuando estuvo lo suficientemente separado abrió como un loco casi dándole en las narices a Murdoc con el movimiento tan brusco y salió corriendo de allí, la mesera tenía sus cosas listas para llevar ¿Habría escuchado? ¡No le importaba! Tomó la bolsa con cosas y dejó un billete ahí. ¡¡Debía ocultarse en la tienda de discos antes de que lo alcanzara!!

De repente así de fugazmente como lo tuvo entre sus brazos, así también se fue, casi lo golpeó con la puerta. Necesitó quedarse unos segundos más ahí para, bueno, calmarse... para efectos prácticos. Ya después salió muy serio y cuando lo buscó no lo encontró, sólo estaba la mesera con una cara que evidenciaba que se había ido corriendo, seguramente, muy típico de él. Tomó su chaqueta y se fue lentamente hacia la tienda de discos, lo miró a través del escaparate pretendiendo que podía esconderse de él, ¿A quién quería engañar? Podía ver su pelo azul entre las cajas transparentes de los discos apilados. Le provocó una extensa sonrisa su acto infantil y luego suspiró para pensar qué hacer, finalmente, escribió un mensaje de texto:

"Bien... no tienes que verme si no quieres... lamento haberme puesto así, no estuvo... bien... ¿Me disculparás?..." Lo envió sin decir nada, mientras recargaba la espalda en la reja que protegía el escaparate de vidrio, para que viera que estaba ahí.

Sí, ocultito tras las cajas ahí estaba intentando hacer como que no estaba en realidad, cuando le llegó el mensaje lo leyó y saltó de donde estaba para asomarse y encontrarse directamente con su mirada, se sonrojó ampliamente y le hizo señas de que se acercara señalándole el vaso de café "...Sí, el café, claro 2D..."

Sonrió, era tan fácil manipularlo, qué horrible persona era, seguía siendo... de verdad aquello de convertirse a la "luz" y la "bonanza" como el idiotita de su vocalista, iba a costarle más de lo que pensó. Entró con la mirada baja y tomó el café, sin decir nada le dio unos cuantos tragos y luego siguió esperando a que dijera algo, finalmente suspiró con frustración, no era el más paciente -¿¡Qué no dirás nada?!...- Entonces miró sus ojos asustados, se arrepintió y carraspeando con la garganta se apresuró a disculparse -Es decir no...Yo, yo siento... ponerme así es que... demonios...- Se desgreñó un poco con una mano, para controlarse.

Sin decir palabra aún dio un último trago a su malteada y fue a cerrar de nuevo la estupida tienda, después regresó "Masoca, amas los problemas, qué bien, qué bien..."

'Pobrecito, no hay que dejarlo con las ganas' era el pretexto más vil del mundo. Bajó la cortina del lugar para impedir que les miraran y entonces su mirada fue decidida, recordaba la primera vez que lo había visto en aquella tienda de discos... tal vez el otro no pero él lo recordaba perfectamente, esa mirada estupefacta de león deslumbrado, claro que la recordaba...

Tomó sus hombros y besó el cuello ajeno atrayéndolo con "brusquedad" que apenas si eran unos jaloncitos, pegó su cuerpo al ajeno, ya tenía permiso de hacer lo que quisiera siempre y cuando no quedara mal con la mujer del café, no iba a follar en su baño, eso era enfermo...

¿Era, era en serio?... ¿De verdad? O se había quedado en el viaje o...no, definitivamente había sido de la buena...pero, pero ¡es que! ¿A caso...se le estaba ofreciendo? ¿Ahí en la tienda? Eso no podía ser posible, por lo que se quedó quieto por unos momentos, procurando acostumbrarse a la sensación de su cuerpo reclamando el suyo...eso no podía ser posible.- ¿Tú...? Digo... ¿Estás seguro?-Tragó en seco tratando de no tocarlo todavía, con miedo de encontrar su mirada, sin embargo la buscó. Pasó justo lo que imaginó, le arrebató el aliento y los pensamientos coherentes en los que no estuviera incluido follárselo muy duro.

-Cállate- Le dijo molesto al fin frunciendo el ceño -¿Ahora resulta que no quieres o qué?- Le preguntó sonando algo agresivo en la pregunta, con la punta de su lengua recorrió el cuello ajeno hasta llegar a su oído y colarse ahí. Coló sus manos en la playera ajena, no iba a esperar, ya lo había decidido. -Si no eres tan bueno como presumes te irá muy mal, lo juro...- Musitó en su oído intentando no reírse de ello.

Murdoc arqueó una ceja ante su repentina e inesperada rebeldía-Oh-ho...oh no...¿Pero quién dijo que no quiero?-Se relamió los labios de nuevo como hacía cada vez que tenía instintos depredadores. Su lengua húmeda y tibiecita, traviesa estaba jugando con su poco, muy poco...control. -Créeme...nadie te ha follado...-Le arrancó la camiseta-te folló...-Tomó sus piernas y lo cargó-ni te follará igual...-Le contestó también, mirando directo a sus hechizantes ojos, con un tono de voz muy lascivo y provocativo. Hizo a un lado las cosas que le estorbaban sobre una mesa en la que habían dispuesto catálogos de música para buscar a tu grupo y sobre esa lo recostó (estaba pegada a la pared por lo que quedaban medio ocultos entre los escaparates con las pilas de discos) -Si es que ya te han follado...claro...-De verdad le intrigaba averiguarlo-Dilo de una vez si quieres que sea "lindo" contigo...porque no lo haré una vez haya entrado en calor...-Le advirtió con franqueza, estaba caliente, quería tomarlo y ya no le importaba guardar la "gentileza" por más tiempo. Le mordisqueó el cuello un poco, levemente, sin querer hacerle heridas. Presionaba sus muñecas fuertemente contra la mesa para que no pudiera moverse.

-Ngh...- Apretó las piernas muy juntitas cuando le puso sobre la mesa, la idea le ponía pero la verdad... es que sólo había jugado con cosas sexuales muy poco masculinas, nunca había tenido una relación real con un... hombre. Mujeres siempre había aquí y allá pero hombres ninguno se había colado a su cama, le horrorizaba hasta que... comenzó a sentir un impulso casi animal de decirle que sí a todo a Murdoc con tal de que continuara, al escucharle desvió la mirada y se sonrojó -No sé porqué lo preguntas... seguro que sabes que no...- Admitió mordiéndose el labio inferior y bajando la mirada avergonzado, su nívea piel tenía un color carmín adorable ahora. Lamió sus labios aún así como provocándolo a pesar de lo dicho -ahh... t-tengo un...condón en ese estupido cajón que está más a tu alcance que al mío...- Dijo inocentemente "Claaaro Murdoc seguro que decía -Oh sí, es verdad, lo olvidaba-"

Murdoc pudo haberse carcajeado de eso abiertamente durante horas, de no ser que tenía tantas ganas de follárselo, lo habría hecho definitivamente. En lugar de eso sólo se aseguró de que no viera su mueca de resistencia a reírse, que ponía mientras se ocultaba en su hombro-¿Condones? ¿Estás...jugando, no?...pff-Trató de no reírse tanto y prosiguió a comenzar a jugar con sus pezones para torturarlo, rodeándolos con la lengua, presionándolos entre sus labios. Con una de sus manos le separó las piernas a la fuerza y se posicionó entre ellas para frotarse descaradamente contra su entrepierna-Oh Dios...estás...duro...-Se estremeció levemente apretando los ojos, teniendo que respirar con técnica para no...Perder el control, quería disfrutar aquello. Aún más deseoso, empezó a acariciarle con su lengua con más ímpetu, volvió a su cuello y finalmente a sus labios, colaba su lengua descaradamente hasta casi asfixiarlo, mordía sus delicados labios, enrojeciéndolos, marcándolos. -¿quieres más?...-Le preguntó al oído empezando a sentirse algo agitado.

Notó su expresión y después de ese pensamiento fue imposible no reírse como pocas veces lo hacía. Desvió la mirada en medio de sus risas divertidas -Murdoc en serio... no sé qué clase de "zombie buena onda" te mordió, pero te juro que no te hizo nada bien- Le comentó ladeando la cabeza ligeramente a un lado al comenzar a sentir la lengua ajena sobre ese punto erógeno -ahh...por favor... Murdoc... mghm... - La risa obviamente se evaporó con aquellas acciones, primero le dieron miedo y después las afrontó a pesar de todo aquello. Se retorció deliciosamente sobre la mesa cuando Murdoc se frotó de ese modo contra él repitiendo su evidente estado, ahora entendía porque de repente sus pantalones eran tan molestos. Correspondió con evidente deseo a los besos ajenos, a pesar de pensar que perdería el aliento por un segundo para no recuperarlo jamás. Aferró sus manos a los cabellos azabache, después fue deslizando una mano poco a poquito por la espalda ajena, era tímido para esas cosas... en realidad jamás se imaginó que terminaría así con Murdoc... era difícil de procesar pero en verdad lo deseaba.

Encima se ponía a complacerlo suplicándole de ese modo, en realidad no entendía como era posible que no le tuviera miedo, aunque bueno, ahora lo entendía, creía que le había mordido un "zombie buena onda" tal vez no estuviera tan equivocado, como realmente no sabía que había pasado, todo era una posibilidad...pero al carajo con eso.

-¿Esto te gusta?-Por alguna razón, siempre había querido tenerlo así a su merced, hacerle esas cosas y obligarlo a que le suplicara por más...era como una fantasía que no pensó que pudiera hacerse realidad. Sus manos empezaron a acariciarlo con más descaro, le desabrochó el pantalón y se lo quitó de un jalón, luego no pudo evitar buscar sus ojos, quería ver con detenimiento su expresión mientras empezaba a masturbarlo por encima de la ropa, lentamente, su boca se fue hacia sus pezones nuevamente, luego terminó en su abdomen, haciéndole algunas marcas con los dientes, no podía resistirse a la tentación de morderlo.

Cerró los ojos intentando no moverse demasiado, aunque en realidad le era inevitable retorcerse, sus ojos llenos de pánico lo buscaron marcando consternación con la tensión de sus cejas, tembló violentamente cuando comenzó a hacer eso y se puso tan rojo que tuvo que cubrirse la cara con ambas manos sin dejar de mover ligeramente su pelvis hacia esa mano que le proporcionaba esos cosquilleos que le agitaban la respiración. Se le escapó un gemido audible y angelical con esa voz suya tan perfecta una vez que prosiguió con tal tortura -Ngh-ahh! Noh ¡ha...!- Bajó una mano a aferrar los cabellos negros mientras temblaba de esa manera tan enloquecedora que era una lucha por controlarse a sí mismo.

El pelinegro tuvo que tragar nuevamente y mordisquear su labio inferior hasta sacarse sangre para poder seguir haciendo aquello, podía sentirlo temblando, podía escucharlo suplicando...esa voz tan exquisita inundando sus oídos, siempre la había envidiado...Finalmente, coló su mano debajo de su ropa interior, sus manos frías y duras, no como las suyas que eran más finas y suaves que las de cualquier chica, y que por cierto no se estaban quietas, no dejaban de tironear su cabello, el que era sagrado para él aunque no lo pareciera, solamente a Dam lo dejaba tocarlo. Estaba todo rojo, no pensó que fuera tan tímido para esas cosas, eso lo puso todavía más...al límite, ya estaba respirando con dificultad pero ignoraba ello. Dejó que mirara como su mano subía y bajaba por toda su extensión blanca que estaba enrojecida e hinchada, sin ningún pudor apartó el prepucio de su glande con el pulgar y lo rozó apenas, con la punta de su lengua, sin dejar de mirarlo a los ojos fijamente en ningún momento, con esa mirada suya, maliciosa, ansiosa... como la de un depredador.

El peliazul miró aquello con la respiración cada vez más agitada, quizá había salido un poco de líquido preseminal... rayos si se corría antes de tiempo tal vez Murdoc se enojara con él, pero estaba muy excitado -¡Ahh!...- Bajó la cabeza violentamente intentando ocultar esa expresión suya tan avergonzada, el estar en ese estado le ponía muy nervioso por que era peor que sus depresiones, estaba fuera de su control y esa sensación no le gustaba. Al darse cuenta de que estaba tirando muy fuerte de los cabellos ajenos los soltó y los acarició hacia atrás descubriendo la frente ajena, regalándole una mirada cariñosa, de esas encantadoras que se habían perdido con sus ojos celestes y que ahora podían volver a hacerse presentes.

Por extraño que pareciera, ese gesto tan marica y..."cariñoso"...de 2D, provocó que se asomara un rubor leve en las mejillas de Alec, que tuvo que desviar la mirada para recomponerse un poco. Le sacó la ropa interior con mucha más calma, (al menos no se rompió como la camiseta) la tiró y luego le hizo doblar las piernas hacia su abdomen, separándolas todavía más. Sin decirle nada y ya sin buscar su mirada, cerró los ojos levemente y se metió por completo su miembro a la boca, comenzando a estimularlo con su lengua, haciendo leves presiones con sus labios, pero no usaba sus dientes, temía que pudiera lastimarlo. Sus cabellos se balanceaban acompasadamente mientras subía y bajaba su boca por toda la extensión de 2D, ahora sí subió la mirada para buscar la suya, por momentos. Sus dedos empezaron a tantear su entrada virginal, estaba un poco indeciso en hacer aquello, no podía creer que fuera a ser él quien fuera a poseerlo por primera vez, no se merecía algo así, pero era tan celoso y posesivo con él, que le enfermaba el sólo hecho de imaginarse que alguien más pudiera tocarlo de ese modo...alguien que no fuera él, porque no, jamás lo permitiría, él le pertenecía. Con esa idea en la cabeza empezó a presionar más duro con sus dedos, buscando relajarlo, hacerlo ansiar lo que seguía...

Gimió con los labios apretados en un gesto que parecía más una queja cuando comenzó a moverse así por aquella zona... punzadas cada vez más intensas le recorrían al bajar la cabeza y darse cuenta de quién se trataba, era una alucinación enfermiza, siempre lo había pensado pero obviamente jamás pensó que justo ahora fuera cierto y de repente en su estado de "zombie buena onda" llegara a complacerle así nada más. No iba soportarlo mucho tiempo y eso lo sabía, la presión contra su entrada lo enloqueció, su masoquismo era algo enfermo de lo que no podía deshacerse y es que Murdoc siempre le proporcionaba esa dosis necesaria de dolor para estar a gusto, era un enfermo, el psicópata definitivamente era él, pero nada podía hacer contra eso. Se arqueó contra la mesa cuando esos dedos comenzaron a amenazar con entrar, sólo presionaba pero no tardarían en lograr su cometido -¡Noh...! ¡ghn!- Gruñó intentando alejar la cabeza ajena de sí -Voy a... voy a correrme... A-Alec...-

Una fuerte punzada de placer y de excitación, hizo que el estómago le diera un vuelco cuando escuchó eso. Comenzó a succionar su miembro con más fuerza, para obligarlo a correrse, quería matarlo de placer y de dolor...enloquecerlo, que nada más gritara su nombre, el suyo, no el de nadie más. Presa de una ansiedad animal que le dio por penetrarlo, y de cómo su propio miembro ya estaba atrapado dentro de sus pantalones, punzándole dolorosamente, exigiéndole atención...empujó sus dedos con fuerza, haciéndolos pasar a la fuerza en aquella estrecha entrada caliente, que se contraía rítmicamente, pudo sentirlo. Apretó los ojos fuertemente y soltó un gruñido bestial mientras se sacaba todo el miembro de 2D de su boca, menos la punta, la cual seguía succionando, más que loco por que se viniera y que lo hiciera rápido.

-¡B-basta! ¡NGH!- No se quitaría de allí y eso le hizo excitarse más en lugar de calmarse un poco, jadeó pesadamente, como si estuviera agonizando, estaba muy excitado pero le daba muchísima vergüenza correrse en la boca ajena. El otro no le daría tregua, no se detenía y entonces de repente aquellos dedos traspasaron su suave y cálida entrada con tal violencia que sintió mucho dolor, aquello le arrebató un quejido dramático, y finalmente con eso se corrió violentamente, cerrando los ojos con increíble fuerza mientras un par de lagrimas acentuaron la sensación que ahora recorría cada parte de su ser -¡ALEC! ¡Ahh! ¡ngh!- Se retorcía con una respiración completamente irregular mientras su semilla se alojaba en la cálida cavidad que lo había acogido, aquello había sido delicioso pero lo que seguía prometía matarlo de placer, de su placer enfermizo. Se odiaba, era un monstruo, de lo peor por aceptarlo sólo cuando le convenía, sólo porque lo usaba para obtener lo que quería pero le daba igual, no dejaría de hacer soniditos que lo excitaran hasta marearlo para que siguiera sin compasión, enloquecerlo tanto como nadie, sólo él despertaría aquello de esa manera furiosa, fiera... Con esa idea que estaba al igual llena de posesividad seguiría con todo eso.

Murdoc sintió un estremecimiento recorrerle de pies a cabeza, hasta marearlo con el placer que le dio escucharlo quejarse así, chillar y gimotear. Pudo ver que estaba llorando y no supo porque eso lo excitó todavía más, lo enfocó de forma borrosa en sus ojos oscuros, como un par de abismos que ahora tenían un leve brillo que delataba su enorme deseo, su placer que ya estaba muy elevado y eso que todavía no se había ni tocado si quiera-¡nghh!-Se separó de su miembro, dándose unos segundos para calmarse, luego descaradamente dejó que viera como dejaba su semilla en su mano, con la otra se desabrochó el pantalón con habilidad inesperada, y luego se masturbó a si mismo con el fin de no lastimarlo cuando...lo traspasara, por lo cual estaba ya tan enfermo, no podía más. Volvió a meter sus dedos así de húmedos dentro de él con una mano mientras con la otra seguía masturbándose con fuerza, rápido, daba miedo como no le dolía hacerlo así, al contrario, le gustaba. -¿Me quieres dentro...?-Le susurró contra la boca una vez que se posicionó encima de él, había dejado de penetrarlo con sus dedos, aún lo sentía apretado pero no pudo retrasar más aquello. Con la mano con la que se masturbaba guió la punta de su miembro grueso hacia la entrada del peliazul y presionó, esa bendita presión, hizo que derramara un poco de su líquido preseminal, sólo con la idea de imaginar la sensación, la...indescriptible sensación de estar dentro de él-¿Lo quieres...?-Pero quería oírlo, necesitaba oír que se lo pidiera.

El peliazul se mordió el labio inferior para después mirar con esas orbes azules perdidas en el placer aquella escena que lo pondría duro de nuevo, tan rápido como era propio de su edad -¡Mhh!- Un quejidito se hizo presente al sentir la humedad en su entrada, aferró una mano desesperada al hombro ajeno empujando el brazo con el que se masturbaba de esa manera y se sentó sobre la mesa con cuidado posicionando una pierna sobre el mostrador para que esos dedos no fueran apresados ahí dentro. Se acercó a morder el cuello ajeno con fuerza, hasta saborear la sangre ajena y apartando la mano ajena en un deje de razón para masturbarlo él mismo intentando imitar el movimiento que había visto, no podía dejar que actuara solo, aquello era... poco considerado.

Ahora de repente se había sentado para acercarse y clavarle los dientes en el cuello, haciéndolo tensarse y soltar un jadeo forzado de la impresión-¡Agh! así que...¿nos ponemos salvajes?...-Preguntó mientras una sonrisa maliciosa y encantada se extendía en su rostro. Estaba totalmente fuera de si en esos momentos y al peliazul se le ocurría hacer algo así, ¿qué no...Se daba cuenta? de que era capaz de lastimarlo y muchísimo. Aferró a la mesa, la mano que le había apartado de su propio miembro, haciéndola crujir un poco por la fuerza con la que se sostuvo de ella para tratar de conservar un poco la razón, de soportar las caricias erráticas e inexpertas que le daba el menor, llevaba demasiado tiempo conteniéndose de no correrse y no sabía cuanto más iba a aguantar. Empezó a deslizar sus dedos dentro de él con más rapidez, con menos piedad...tratando de llegar más profundo cada vez, lográndolo a penas un poco-Mie...rda...-Maldijo entre dientes-¡Relájate!-Le ordenó, prácticamente; antes de llevar buscar su boca con la suya y darle un beso tan salvaje...lastimándole un poco la boca con sus colmillos pero no pudo evitar ello.

-¡Mghm!- Dejó escuchar un quejido audible cuando lo escuchó y se separó de estarlo mordiendo para lamer aquella herida como pidiendo perdón. Continuó con lo que estaba haciendo deteniéndose en su movimiento para simplemente deslizar el pulgar en círculos sobre el glande ajeno, le notaba muy inquieto, era mejor dejarlo entrar y no hacerlo esperar más. Se abrazó a él dejando escuchar un gemidito encantador cuando le hirió pero le gustó el sabor de su sangre mezclada, fue una especie de afrodisíaco, le atrajo con sus piernas y dejó lo que hacía para apartar los dedos ajenos en su interior con un quejido, se separó de aquel beso y mordió su lóbulo de forma adorable. -Hazlo de una vez... no puedo... no puedo relajarme más... creo que simplemente estoy muy estrecho...- Pronunció como preocupado de que eso estuviera mal, porque bueno, siempre lo había sabido, muchas cosas estaban mal en él.

Murdoc tembló de deseo, de placer...¡de euforia! cuando se atrevió a decir algo como eso, entonces ahora sí que ya no pudo tener control, lo perdió por completo y se metió en él en una sola estocada, dejó que su miembro resbalara hacia adentro utilizando el propio peso de 2D hasta que se empaló dentro suyo, tanto, que podía sentir la punta de su miembro siendo ahorcada por su estrecho y caliente interior...pero era diferente, nunca jamás había sentido algo así aunque no fuera la primera vez que estuviera "follándose" así a alguien, se sentía distinto...se sentía exageradamente bien como para ignorar la satisfacción que le daba, una calidez extraña le envolvía, le hacía sentir completo-ngh...¡AH! ¡¡Maldita sea!! ¡¡Sí!!-Vociferó con una mano aferrada a su cintura y la otra a la mesa, el vocalista le envolvía con sus piernas, seguía temblando...seguía estando tan putamente violable!! Realmente iba a perder la cordura si no seguía con aquello. Empezó a embestirlo, era muy sencillo entrar y salir de él gracias a la posición, su peso ayudaba, sabía que probablemente estaba lastimándolo mucho pero no podía parar-agh...mfhhh...-Respiraba con dificultad, aquello era el cielo, ¡No podía detenerse! Todo su cuerpo estaba a mil, sentía que si sentía un ápice más de placer, explotaría y sería literal porque su orgasmo estaba muy cerca, demasiado-Mier...da...voy a correrme...¡voy a correrme!...estás...tan...¡apretado!-Empezó a empujar con más fuerza, más rápido, ya no estaba conteniéndose, estaba siendo presa de su clímax, ¡Estaba en la cima! Nada podría ser mejor que aquello.

Se aferró a él con fuerza cuando entró de esa manera, sintió aquella tensión en sus paredes que amenazaban con rasgarse pero no...no le hizo daño a pesar de ello, sólo le dolía por haber entrado a la fuerza en su interior, mordió su cuello ladeando la cabeza pero esta vez no tan fuerte y subió a mordiditas hasta su maxilar, después a besarlo de nueva cuenta, tenía que acallar su locura porque él también estaba enloqueciendo en medio de eso, tal dolor sólo le excitaba cada vez más y más... una vez que se aferró muy bien contra el otro comenzó a mover la cadera sobre este arriba, abajo, arriba, abajo... cada vez más frenético, tuvo que separarse de sus labios y simplemente pegar la frente contra el hueco entre su cuello y su hombro mientras hacía ese movimiento hipnótico -La...maldita pared...- Gimió aquello anhelando que todo aquello terminara, necesitaba correrse de nuevo -Por favor...por fa-vor...¡ah!-

Le correspondió como pudo, había anhelado tanto el contacto de sus labios, le daba la sensación de que podría besarlo el resto de su vida sin cansarse jamás, estaba como adicto a su sabor, a su contacto, era exquisito, inclusive disfrutaba de como lo mordía. En ese momento ya no podía coordinar bien, pero sus suplicas le hicieron reaccionar por instinto, haría cualquier maldita cosa con tal de que no dejara de moverse así, acompasado con sus movimientos, provocando un perverso chasquido que le cortaba la respiración todavía más de lo asfixiado que estaba. Retrocedió un par de pasos jalando la mesa con su mano y luego la pateó salvajemente para hacerla a un lado. Inmediatamente después acorraló al peliazul contra la pared, haciendo que su espalda chocara contra ésta violentamente-Ahh... ¿Así? ¿Así quieres...que te folle?...-Se relamía los labios y apretaba los ojos con fuerza mientras se obligaba a resistir, a mantener su ritmo contundente y firme, entrando y saliendo de él sin cesar, cada vez más rápido-¡AGH! ¡Meh...vengo! ¡nnhh!-Le mordió el hombro con bestialidad y se vino dentro suyo, derramándose a presión en su interior, abundantemente-nhh...-Entonces relajó un poco más pero seguía respirando erráticamente, resoplando contra su piel, todavía prendido de su hombro. El orgasmo le recorrió todo el cuerpo haciéndole flaquear un poco las piernas por lo que se acercó todavía más a él como buscando que le sostuviese. Se separó de su hombro y apoyó la cabeza con pesadez sobre él, mientras seguía recuperándose. Tan intenso y...mágico fue, que casi sintió que se desmayaba, por momentos deliró, fue el mejor puto orgasmo de toda su vida. Siguió embistiendo un par de veces más en su interior, moviéndose en círculos levemente, para que Dam también pudiera correrse. Lo besó otra vez pero...esa fue más íntima, más intensa, simplemente se perdió en sus labios, fue como si el mundo, el tiempo...se hubieran pasmado en ese segundo.

Le gustó que buscara como darle gusto, al pegarlo contra la pared tembló completo, encantado de aquella sensación, había podido encontrar ese punto más fácil porque ahora la pared no se movería ante los movimientos hechos, sus paredes se contrajeron y él jadeó violentamente entremezclando soniditos delirantes -¡AHH! ¡SÍ!... ngh! Asíh... ¡ahh! ¡ah!...- Aferró sus cabellos con fuerza cuando le mordió y pudo sentir aquella semilla en su interior, se quedó jadeando, respirando agitado, aún no se corría, pero esperó a que el otro disfrutara de lo que sucedía porque él también gozaba de verle delirando así, regaló un beso en su mejilla en gesto cariñoso y de repente empezó a moverse de nuevo por lo que le arrebató un par de gemidos más por lo sorpresivo que había sido -Ohh... mgh sí!...- Se arqueó contra la pared por un momento mientras disfrutaba en largos jadeos de aquel movimiento, después capturó sus labios en un beso demandante que deseó no terminara nunca, una tonada conocida le pareció resonar en la cabeza ¡ah!... Ya la recordaba "Love forever love is free, Let’s turn forever you and me, Windmill, windmill for the land, Is everybody in?" Esa letra que sólo cantaba porque a Noodle se le había ocurrido ahora comenzaba a tener significado... para él lo tenía totalmente ahora, seguro que estaba exagerando en sus cursilerías pero estaba seguro que aquellas punzadas de excitación que el otro despertaba en él no eran nada más porque sí... -¡Mmh!- Frunció los labios con ese gemido mientras cerraba los ojos con fuerza, eso fue suficiente para que se corriera de nuevo pero esta vez contra el vientre ajeno sintiendo aquella semilla resbalar por la ropa ajena poco a poco... demonios ahora sí traía playera...

Al fin se corrió de nuevo, provocando que su entrada se contrajera de nuevo, apretando su pene acompasadamente, entre sus leves espasmos, se veía tan encantador cuando gimoteaba, cuando se retorcía y como lo miraba con cariño, lo abrazaba...le daba falsas esperanzas...no podía querer a alguien como él, era el que peor lo había maltratado y lo maltrataría en toda su vida...estaba loco y era un maniaco masoquista si en verdad sentía algo por él (lo cual aparentemente no era tan imposible aunque Alec pensara que sí). Ese pensamiento arruinó un poco lo bien que lo había hecho sentir hacer eso con él y se reflejó un poco en su mirada que agachó unos momentos, con aflicción, mientras reflexionaba esas cosas-¿Estás bien?-Le preguntó luego de que se salió de su interior, con cuidado. Abrazó su cintura con ambos brazos, con el pretexto de sostenerlo para que no fuera a caerse, pero era más bien que no deseaba soltarlo, no sabía cuando lo volvería a ver, si Noodle se enteraba de que se habían visto...seguramente se las arreglaría para alejar a 2D de él nuevamente y ello...en verdad que no le agradaba. -Si te lastimé...lo l-lamen-to-Ya podía pronunciar eso con un poco de más facilidad aunque le seguía quemando la boca esa palabra. Notó que se había derramado en su camiseta y pareció que ni siquiera le importó, antes lo hubiera "asesinado", porque si algo no soportaba era que estropearan sus cosas, pero no le dijo nada, simplemente se quedó así, quieto, abrazándolo, con su mejilla pegada a la suya.

-Sí...- Musitó bajito suspirando y cerrando los ojos, le sintió salir y jadeó bajito sin soltarse de su cuello…

Notas finales:

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