La puerta de su apartamento se cerró tras su cuerpo, se paseo por aquel lugar pulcramente limpio y decorado encendiendo luces hasta entrar en una pequeña habitación. Me quede en la puerta con el corazón acelerado, me sentía sumamente nervioso, era estúpido el no haberlo reconocerlo aunque muy en el fondo de mi cabeza aquellos ojos, aquella sonrisa y aquellas muecas eran dignas de Xiumin, pero después de darle varias ojeadas había desechado la idea por su cabello y su manera impulsiva de ser. Xiumin solo llegaba a ser así cuando había algo que realmente le molestase, no pensé que la reunión con Key hyung le resultara tremendamente molesto, realmente llegue a tal punto de pensar que estar en esa situación con alguien como Key seria de poca importancia para Xiumin.
Obligue a que mis piernas se movieran, di varios pasos jugueteando con mis manos sudadas sintiendo mi cuerpo extrañamente pesado, entre en la pequeña habitación llena de electrodomésticos avanzados para la cocina. Xiumin saco de la nevera una bebida energética y se la bebió de un trago arrugando en sus manos la lata vacía y botándola a un cesto de basura, tomo otra realizando el mismo procedimiento.
- Lo racional seria que te ahogaras en alcohol, pero supongo que prefieres hacerlo con bebidas energéticas- cruce mis brazos apoyando mi espalda en el muro.
- No tengo cervezas.- murmuro dándose la vuelta- ¿quieres una?
- No Gracias…- asintió y bajo la vista de nuevo
- Supongo que debemos hablar.
- Por eso venimos hasta aquí- disimuladamente coloque la palma de mi mano sobre aquel lugar donde claramente los latidos golpeteaban desesperados, patéticamente pensaba que con aquel acto posiblemente este dejara de portase de aquella manera… comenzaba a pensar que acabaría convulsionando en la mitad de la cocina de Minseok.
- ¿Vamos a sala?- asentí y deje que saliera primero, llegamos a la sala amplia y ambientada con los cuadros favoritos de Xiumin los cuales tenían tal valor sentimental que ningún cantidad de dinero podría comprar, un largo sofá en forma de L de cuero café oscuro y frente a esta una mesa pequeña con retratos de su pequeña familia. Xiumin suspiro y me observo de lleno, sin nerviosismo o vergüenza alguna- siento el escándalo que hice en el restaurante
- Poco importo la verdad- respondí algo decepcionado, suponía que el comenzaría con otras cosas. Un silencio incomodo se extendió por varios minutos en los que mis ojos solo se concentraba en mis muslos rodeados por la tela de Jean.
- JongDae… creo que has malinterpretado las cosas con Zico- bufe sin mirarle
- Me dabas fundamentos Minseok.
- Pero lo principal es la confianza- mi corazón se apretujo y le di la cara
- ¿Confianza?... ¿confianza de tu frialdad? ¿De las noches que me ignorabas y parecía no importante? ¿Confianza de cómo te veía compartiendo con Zico? Ya ni siquiera me notabas.
- JongDae es imposible que no te note
- Pues eso es lo que pensaba con todo lo que pasaba…
- Debías esperar por mí, eres impaciente- esas simples palabras revolvieron lo que tenia dentro, realmente no quería discutir pero no iba a dejar que se saliera con la suya. La ira se apodero de mi cuerpo y poco me importaba el controlarla.
- ¡Impaciente! ¡¿Impaciente Minseok?! ¡Todas las malditas noches esperaba a que me abrazaras y te portaras como siempre lo hacías Pero parecías fastidiado de mí! ¡¿qué carajos quería que pensara?! ¿Y en tu galería? ¡estaba frente a ti y tú parecías no tener ojos para más nadie!
- ¡Es mi alumno es mi deber apoyarle!
- ¡¿Apoyarle de tal manera que dejes cosas de lado Minseok?! ¡No supiste sobrellevar ambas cosas!
- ¡Lo que pasa es que no entiendes mi carrera!
- ¡Trabajas en la pintura y he quedado anonadado por todas las cosas esplendidas que puedes llegar a hacer!
- ¡Si lo hicieras comprenderías la relación con Zico, JongDae!
- ¡¿La relación que tienes con el donde sales “a trabajar” y terminan cenando, en cine o comiendo helado?! – mis ojos comenzaron a llenarse de lagrimas, el dolor en mi pecho se volvió más grande y sentía mi mentón temblar vergonzosamente.
- No entiendes JongDae
- ¡Que no entiendo Minseok!- la desesperación comenzó a sentirse en mi voz, no quería perderlo, lo amaba pero necesitaba encontrar una respuesta.
- ¡No sabes porque salgo con él!
- ¡Porque es Minseok!
- No… no puedo decirlo- Bufe y me levante dispuesto a irme, necesitaba relajarme, no quería que esta situación acabara peor.
Su mano tomo de mi muñeca reteniéndome y jalándome hacia él
- Si no vas a responder nada suéltame
- ¡Tú no has respondido las preguntas que tengo!
- ¡Pues hazlas entonces! ¡Qué esperas!
- ¡¿Por qué te fuiste a cenar con Key?! ¡¿por qué dejaste que te besara?!- gruño apretando su mandíbula y su agarre
- ¡Eres un descarado! –me solté y le empuje – ¡¿pretendes decirme eso después de lo que haces Minseok?!
- ¡¿Y el beso?!
- Yo…- realmente ni yo mismo entendía el porqué lo había aceptado, solo vi su rostro acercarse y me descoloque por completo. – no fue intencional…el
- ¡Si no hubiese sido tu intención no lo hubieses respondido!- gruño Xiumin
- ¡Estaba en estado de shock Minseok! ¡No sabía que carajos pasaba!
- ¡Si… todos dicen lo mismo!
- ¡¿De qué estás hablando?!
- Te gusta Key- sus palabras fueron dirigidas a mí, no como una duda o algo que sonase negativo o simplemente poco creíble; aquel tono que adopto fue de seguridad, total aclaración. Mi mano se alzo y se estrello contra la mejilla pálida de Minseok, su rostro quedo ladeado, mi vista comenzaba a nublarse, la humedad en mis mejillas comenzaba a delatar mi estado quebrado, mi palma picaba quedando totalmente rojiza por el contacto de hace un rato.
Era como en esos momentos donde llevabas un conteo lento y pausado que controlase tus impulsos… 4…3…2 obviamente el 1 era donde todo explotaba
- ¡eres un idiota!- le grite con fuerza sintiendo un poco de ardor en mi garganta- ¡se supone que eres mi novio! ¡¿Por qué debería gustarme alguien más?!- mis puños se cerraron con fuerza, nudillos blancos abandonados de sangre y cosquilleos que viajaban por mis dedos, golpes desesperados pero débiles, lagrimas desbordándose, palpitaciones dolorosos, sollozos altos- te odio…- golpes más fuertes, empujones iracundos- ¡Te odio Minseok… Te odio! – sollozos llenos de lamentos haciendo eco en las paredes, su cuerpo tenso recibiendo golpes y empujones- ¡eres un hijo de puta por no entender que te amo! – segundos silenciosos, forcejeos furiosos, sus manos amarrando mis muñecas, sus labios buscando los míos- ¡suéltame! ¡Suéltame mierda! – pasos torpes y espalda impactando contra el duro muro que nos separaba de su habitación, ladeaba mi rostro cerrando los ojos con fuerza evitando que sus labios tomasen los míos y me fundiera en ellos, varios dedos apretaron mis mejillas evitando que siguiese esquivándolo, mi cuerpo se hallaba preso entre su impotencia, su ojos conectaban con los míos y aun se me hacía difícil el observarlo a través de mi vista nublosa y cansada.
- Mírame JongDae…- mordí mis labios impaciente, quería desaparecen en aquellos momentos, descubrirme con los ojos hinchados bajo las sabanas lejos de Minseok, lejos de la inseguridad que sentía a su lado. – JongDae- llamo suavemente de nuevo, mis labios se hallaban sellados… ahora no quería responder
- Tengo que irme- susurre adolorido
- No vas a irte, esta noche no
- Tú no decides por mí, aparta- mi mano retiro la suya de mi rostro, empujando su cuerpo sintiendo el frio de la habitación, se hizo a un lado dejando que caminara hacia la puerta.
Tal vez el lo sabia… tal vez el sabía que no llegaríamos a ninguna parte siendo ambos orgullosos, negándonos a pedir disculpas por el dolor causado.
El pomo de la puerta en mi mano parecía quemar ¿realmente quería irme? ¿Realmente quería dejarlo atrás? ¿Sin solución?
- JongDae- su voz se quebró siendo consumida por el silencio de nuevo, mi cuerpo se quedo estático recibiendo la iluminación y la vista de un pasillo largo – quédate esta noche por favor… no te vayas - ignore el momento en el que se había acercado hasta mi y rodeaba mi cintura con sus brazos cálidamente apretándome con fuerza a él, jalo de mi y la puerta se cerró lentamente dejándome de nuevo entre aquellas paredes frías.
Con desesperación me estrello de lleno contra la pared, busco mis labios, deje de poner resistencia y sentí sus mordiscos rudos, mis jadeos saliendo desesperadamente, sus manos dentro de mi camisa arañando mientras la separaba de mi cuerpo, ambas lenguas jugueteando de manera salvaje dejando escapar sonidos eróticos que calentaban más la situación. Era eufórico el sentir que perteneces a alguien por minutos e incluso horas.
Jale el cabello de su nuca profundizando mas el beso, dientes chocando por la magnitud del beso, sus manos apretaban mis muslos ejerciendo fuerza y levantándome del suelo dejando que mis piernas se cerrasen a su alrededor, con jalones de mi parte su camisa termino arrugada y arrojada lejos de ambos cuerpos, su pecho se pego al mío y la sensación de calor era indescriptible, podía sentir mis pantalones apretados; su aliento estrello contra mis labios mientras bajaba la mano entre amos cuerpo apretando mi erección.
- Chenchen no hemos empezado y ya estas duro
- Cierra la maldita boca Minseok- jadee cuando sus dedos se cerraron con más fuerza
- Cuida tu boca recuerda que sigo siendo mayor que tu Chenchen – sus dientes hincaron en la piel delicada de mi cuello, mordí mis labios con fuera, mi cintura por inercia se balanceaba contra la mano que seguía sobre mi miembro, mi cabeza recayó contra la pared y mis labios entre abiertos ardían por tantos mordiscos que había dejado sobre ellos.
Su lengua se deslizo de mi cuello hasta mi mentón mordisqueando para seguir su camino y meter su lengua en mi boca recorriendo cada rincón dejando salir un poco de quejidos por la brusquedad con la que sus labios necesitaban los míos. Mis ojos permanecieron cerrados hasta sentir mi cuerpo abandonar el de Xiumin cayendo contra el colchón suave de su cama, no tardo en posarse sobre mi y comerme con su mirada.
- Chen… me conoces más que nadie, ¿cierto?- su lengua jugueteo con mi botón rosa dejando que me revolcase en su cama
- Hmm…a…aja - sus manos bruscas desataron el botón de mi pantalón y en segundos desapareció de mi cuerpo junto a mi prenda interior– Mi…Minseok - mordió mi botón rosa y apretó el otro entre sus dedos, gemí con fuerza mientras su lengua bajaba deslizándose por mi torso hasta llegar a mi miembro erecto.
- ¿Reconoces entonces que soy una persona sumamente celosa?- abrí mis ojos y baje mi vista encontrándome con su sonrisa torcida y sensual, admire como sus labios se abrían para luego cerrarse sobre mi punta
- ¡Ah joder!- gruñí enredado mis dedos en el cabello de Xiumin, no me quede atrás y empuje con fuerza al recordar el ardor de mis labios y la brusquedad de sus caricias. Empuje mis caderas embistiendo su boca, sus uñas se enterraron en mis muslos succionando con más fuerza. – ¡Xiumin!- gemí apretando mi agarre, lo aparte de mi miembro al sentir como se avecinaba mi orgasmo. Sus labios capturaron los míos, jale la ropa que quedaba sobre su cuerpo, el calor abordo mis mejillas al verlo desnudo…era estúpido parecía la primera vez que viese su cuerpo sin nada encima… pero es que era difícil no enamorarme de las pequeñas marcas que componían su abdomen marcándolo, o de sus lunares decorando su piel pálida.
Xiumin tomo mis piernas y las coloco sobre sus hombros, se acerco a mí causando que ambos cuerpos se juntasen sosteniendo mi rostro entre sus manos, su lengua paso por mis labios con tentación mientras simulaba embestidas rozando mi entrada volviéndome loco. El sudor perlaba ambos cuerpo, los jadeos sofocantes se estrellaban entre ambos, me calentaba cada cosa que hacia Minseok, como sostenía mi rostro obligando a que mirase su rostro contraído por el deseo y el placer, como me sometía y era brusco a tal manera de ser erótico. Sus manos obligaron a mi rostro correrse hacia atrás mientras su lengua se paseaba por mi cuello llenándolo de saliva y marcas cuando se proponía succionar con fuerza y mordisquear.
- Xiumin…- gemí al sentir como provocaba que su miembro rosase y llegase aparentar estar a punto de penetrarme…pero siempre se retiraba repitiendo la acción descolocándome completamente, mi garganta ardía pues quería gritarle que me follara de una vez. – Xiu…Xiumin por favor no aguanto- su boca repartía besos por mis mejillas y mi frente
- Que quieres Chenchen
- Tu…tú lo sabes- sentí su punta apretar entrando un poco, gemí con fuerza por el placer y el dolor combinados, pero aquel empujón seso, se había retirado. - ¡maldita sea Xiumin!
- Dime qué quieres – su voz resonó grave contra mi oído, su respiración agitada me excito aun mas, mi miembro dolía.
- Follame de una vez – gruñí mordisqueando el lóbulo de su oreja, entonces entro de golpe sin preparación, sin delicadeza; un grito Salió de mi mientras mi espalda se arqueaba estrellándose con la de Xiumin, los movimientos rápidos no se hicieron esperar, sus uñas rasguñaban mis piernas en sus hombros mientras me penetraba con un ritmo frenético, el dolor seso y el placer aumento en demasía cuando choco contra mi próstata. – ¡ahí! ¡Más…más ahí! – grite desesperado, Minseok sonreía orgulloso acelerando sus movimientos, mis manos recorrieron su espalda hasta llegar a su trasero y enterrar mis uñas empujando provocando más profundidad
- Chen…Chen eres mío – gemí mas fuerte, apretando mi agarre y cerrando los ojos, los labios de Minseok besaron los míos esta vez con suavidad, el sonido que provocaba el choque de ambos cuerpos ayudaba a encenderme mas, Xiumin se separo de mis labios dejando una fina línea de saliva uniéndonos, escondí mi rostro en su cuello mis gemidos subían igual que los de Xiumin, mis manos dejaron de apretar su trasero para abrazarlo con fuerza contra mí, no note las lagrimas humedeciendo mis mejillas, tenía miedo de que todo terminase igual, después de hacer el amor él se volteaba dándome la espalda y cubriendo su cuerpo evitándome. Fui idiota en no irme.
- JongDae- gimió Xiumin deteniendo sus movimientos llenándome por completo, sintiendo su esencia caliente entre mis paredes, siguió embistiéndome con más rapidez y menos cuidado, gritaba pues el típico cosquilleo me abarcaba, Xiumin se deslizaba con más rapidez y profundidad supongo que era porque su semilla le ayudaba a deslizarse con más facilidad en mi interior. El placer abrazo mi cuerpo y termine manchando mi abdomen y el de Xiumin, deje mis ojos cerrados esperando que saliese de mí en silencio y se quedara dormido sin decir nada más de aquel encuentro.
Se deslizo fuera cayendo a mi lado, mi mirada se perdía en el techo, solo se escuchaban la respiración acelerada de ambos, los minutos pasaron hasta empecé a creer que eran horas, ante su silencio supuse que se había quedado dormido, era hora de irme no quería terminar quebrándome más de lo que estaba y que él lo notase.
Me quede de costado dándole la espalda apretando las sabanas entre mis manos cubriéndome, mis ojos ardían y mordía mi labio con fuerza obligando a que todos los sollozos y quejidos permanecieran en mi garganta atascados. Sali lentamente de la cama buscando con mis ojos mi interior, me estire y solté un quejido bajo por la punzada dolorosa en mi trasero, aun sentado me puse mi ropa interior y sin mirar a Minseok me levante dispuesto a recoger mis pantalones, cambiarme fuera de la habitación y desaparecer.
- A donde crees que vas, quítate ese bóxer, deja esos jeans en el suelo y regresa aquí- murmuro adormilado.
- Tengo que ir…
- JongDae no te irás a ningún lado- en un parpadeo se levanto con la sabana en su cintura enrollada tapando su desnudes, se puso frente a mí y tiro de mi muñeca delicadamente hasta pegarme a su pecho y rodear mi cintura con su brazo libre; hundí mi rostro en su cuello mientras las lagrimas regresaban y los sollozos hacían acto de presencia, la sabana cayó al suelo y ambos brazos me rodearon con fuerza apretándome. Se inclino y me tomo en brazos dejándome en la cama, deslizo sus manos por mi cintura acariciando delicadamente la piel que exponía a medida que retiraba mi parte interior, tomo las sabanas del suelo y me tapo con ellas acurrucándose a mi cuerpo. – mi JongDae no tiene porque llorar por un estúpido como yo – murmuro limpiando mis lagrimas- lo lamento Chenchen… lo siento por ser tan idiota contigo y tratarte de aquella manera, te amo y lo sabes, no quiero pertenecerle a nadie y no quiero estar con mas nadie que no seas tú- acaricio mis labios- me he apegado mucho a ti, me he aferrado demasiado y no creo poder dejarte ir- beso mi frente- lo siento por hablarte de esa manera, estaba muy celoso por Key, tus labios son míos, tu cuerpo es mío, no quiero que nadie lo toque Chenchen- sonreí y me apreté mas a el
- De hecho solo pensaba darte celos si salía con Key Hyung, pero no quería llegar tan lejos lo siento Minseokie, sabes que también te amo- susurre sobre sus labios para fundirnos en un beso largo e intenso, su cuerpo apreso el mío de nuevo e hicimos el amor por segunda vez, más delicado, pausado. Minseok besaba todo mi rostro y repetía que me amaba con cada embestida profunda confundiéndose sus palabras con gruñidos y gemidos fuertes, jugueteaba conmigo haciéndome cosquillas, conversamos sobre cosas triviales llegando a la madrugada, uniendo nuestros labios y nuestras manos mientras entre miradas y sonrisas nos quedábamos dormidos.
Un roce suave y delicado comenzaba a fastidiarme, me revolqué en la cama y abrí los ojos perezosamente estrellándome con el rostro de Minseok pegado al mío, su nariz acariciaba mi mejilla y parecía ronronear como un gato.
- Minnie…que haces- bostece estirándome un poco
- Ya te has levantado- sonrió y se acomodo - necesito llevarte a un lado
- ¿A si?- acomode mi cuerpo sentándome y revolcándome el cabello- ¿a dónde?- su mirada bajo y se relamió los labios, le seguí la vista y vi mi cintura totalmente descubierta – ¡YAH Xiumin!- me tape la cintura con los colores abordando mis mejillas, Xiumin se burlo y tomo mi rostro con fuerza mordisqueando mis labios.
- ¿Chenchen ve a bañarte si?- asentí alejándolo sonrojado, tome un baño rápido y me puse ropa prestada de Xiumin, preparo un desayuno ligero y delicioso. Después de arreglar el pequeño apartamento y cambiar las sabanas totalmente manchadas de la cama salimos en su auto recorriendo las calles.
- ¿A dónde vamos?
- No te diré
- Quiero saber estoy curioso
- Digamos que es una justificación por mi mal comportamiento- voltee mi rostro mirándolo, parecía emocionado y la sonrisa en su rostro no lo abandonaba, iba más elegante que yo y aquello me hacía sentir incomodo.
- Porque vas tan elegante y yo tan…- mire mis ropas- casual
- Porque eres perfecto y no necesitas de ropa elegante- hice un puchero y sonreí, mi vista se perdió en la ventana, recorría las calles con mis ojos y casualmente me eran algo conocidas.
- Minseok ¿tienes una exposición de arte hoy?- asintió sonriente y aparco el auto
- ¿Vamos?- ¿que tanto quería mostrarme? La curiosidad hacia que mi corazón se acelerara y me sintiese un poco helado. Entramos al gran salón compuesto por varias pinturas y esculturas que con solo echarle una mirada comprendía que su precio era muy alto, habían varias personas alrededor con folletos en manos. – Chen espera aquí de acuerdo, cuando las puertas se abran entras con la gente- asentí de nuevo quedándome en mi lugar, entreteniéndome con las pinturas. Aun así no tenía cabeza para más nada.
Los murmullos subían y aquellas puertas al fondo se abrieron de par en par, la gente sonriente comenzaba a caminar hacia ella, habían carteles elegantes acomodados a lado y lado de las puertas “Exposición de arte- Kim Minseok” fruncí el ceño, seguí mi camino y al levantar mi vista todo pareció detenerse y dar vueltas, mi respiración se hizo dificultosa y los colores subieron a mis mejillas. Minseok me observo sonriente y se aclaro la garganta, toda la gente murmuraba entre ellas discutiendo lo hermoso de aquellas pinturas adornando las paredes, se preguntaban quien era aquel chico de cabellos oscuros cortos y mirada divertida.
- Damas y caballeros quiero agradecer de nuevo su asistencia a mi exposición. – señalo la primera pintura abajo en una pequeña placa plateada tenía el nombre de la obra… “JongDae dormido” - siempre he estado obsesionado con la perfección de mis trabajos, busco que queden admirables dando a mostrar la creatividad de mi mente y por supuesto mis dotes. Se preguntaran porque escogí a un chico como modelo de mis obras -sonrió y me observo, las personas a mi alrededor se dieron la vuelta asombradas sin dejar de repararme- últimamente él ha sido mi fuente de inspiración, sus fracciones son perfectas y en mi cabeza pinto bocetos de su rostro cada vez que suelo extrañarlo.- el dibujo de la pintura se veía delicado, su torso expuesto y un sabana cubriendo su cintura, una ventana reflejaba el sol de las mañanas acariciando los cabellos y el rostro dormido, dándole un toque angelical.
Minseok se acerco a la segunda pintura… “JongDae distraído” - siempre he escuchado de grandes personajes que las personas partimos de algo principal lo cual compone la mayoría de nuestros dibujos, el sentimiento, el pensamiento. Las pinturas muestran los secretos mas reservados de sus creadores, es una puerta de desahogo- El chico estaba apoyado en un árbol, ropas ligeras pero abrigadas, las hojas de los arboles caían en una danza delicada a sus lados y su mirada relajada se perdía a lo lejos, rasgos finos y combinaciones perfectas.- yo soy uno de ellos, relevando sus secretos sin importar la opinión de los demás, es mi arte después de todo- siguiente obra de arte “ JongDae sonriendo” , los ojos del chico entrecerrados en finas medialunas, labios estirados y dientes blancos reluciendo, cabello sobre la frente tapando un poco los ojos, su cuerpo inclinado levemente, retoques y un paisaje desquiciada mente cálido detrás.- soy precisamente un pintor que busca desahogar todo aquello que lleva dentro –
“JongDae cantando” las luces de los reflectores hacían un contraste perfecto con aquel tono de piel un poco pálida, ojos cerrados dulcemente, micrófono en mano pegado a los labios, cabello arreglado pulcramente. – la exposición de hoy trata sobre eso mismo, mi secreto llamado JongDae- mostro con sus manos las pinturas- el amor es un sentimiento muy fuerte llega a ser pasajero, duradero, doloroso o simplemente perfecto.- Me observo tiernamente- No es fácil enamorarse, no es fácil ir en contra de lo que hay en el mundo, no es fácil pasar desapercibido en mi vida- tomo aire, sus pies se movían buscándome, la gente le abría paso hasta que quedo frente a mi rostro con una sonrisa misteriosa y sus ojos nerviosos, estaba tenso. - pero a tu lado – susurro – siento que todo es liviano y llevadero, a tu lado siento que puedo respirar- su mano se coló dentro de su saco, mi corazón pálpito con fuerza, desenfrenadamente. Los minutos corrían más lentos, perezosamente. - te amo y lo hare siempre- un estuche rojizo estaba sobre la palma de su mano derecha, los murmullos se hicieron más altos, mis ojos se humedecieron y mi cuerpo comenzaba a temblar- sé que es pronto, pero…- tomo aire buscando mi mirada, se veía suplicante, aterrado por lo que fuese a responder, el estuche se abrió dejando ver un anillo plateado con piedras pequeñas y brillantes rodeándolo como una decoración sencilla pero hermosa- hemos sido tu y yo desde hace mucho tiempo atrás, fui torpe en no aprovechar el tiempo a tu lado JongDae…Te amo y… solo…solo quiero permanecer contigo- las lagrimas se deslizaron de mis mejillas y subí la vista hasta él, la gente parecía desaparecer lo veía desde un punto en el que éramos solo él y yo en aquella habitación donde me pedía un compromiso. Mi cuerpo parecía más caluroso y mi mente viajaba lejos a un futuro construyéndolo juntos. Asentí y los aplausos no tardaron en hacerse escuchar, lo abrace con fuerza y enterré mi rostro en su cuello.
- No quiero arruinar el momento pero te debo explicaciones… yo…yo salía mucho y trataba de ser frío contigo para que no sospecharas nada, es que eres muy suspicaz JongDae quería que fuese sorpresa- lo apreté mas – y con Zico, bueno su padre es dueño del salón y él me estaba ayudando para apartarlo solo para esta exposición de arte posponiendo otras, yo acorde en ayudarle, dándole clases. Cuando salía era para ver los anillos era muy indeciso no me gustaba ninguno hasta que vi este. – susurraba todo contra mi oído con prisa
- No importa Xiumin… vamos a estar juntos siempre después de todo.
- ¿Juras que no me va a doler?
- Estoy siendo cuidadoso…
- Está bien- sus manos apretaron mis hombros con fuerza- ¿recuérdame porque acepte ser el sometido?- sonreí besando sus mejillas rellenas, ambos cuerpos desnudos con las ropas esparcidas por toda la habitación.
- Porque soy bueno convenciéndote Minseokie- me adentre lentamente a su cavidad cálida y apretada, cerré los ojos con fuerza y tome aire bruscamente. Minseok se mordía los labios dejándolos más hinchados y rojizos, sus ojos estaban llenos de lagrimas
- Me…duele- jadeo y enterró sus uñas
- Ya…ya pasara- gemí tratando de controlar mis ansias de embestirlo de una vez por todas, se apoyo de sus codos inclinándose hacia mi besándome lentamente, aquella paciencia y ternura duro poco porque sus labios se abrieron hambrientos y desesperados, mordiendo, succionando, lamiendo, jadeando.
No había aguantado y mis caderas ya estaban chocando contra las suyas, su rostro estaba contraído en deseo puro, baje mis manos acariciando su torso sosteniendo su cintura hundiendo mis dedos en su piel, marcándolo provocando mas embestidas fuertes y profundas, los gemidos se envolvían en uno solo llenando la habitación de sonidos eróticos y un calor profundo por ambos cuerpos combinándose en uno solo. Me estremecí al escuchar el grito de Minseok y sus labios abiertos gimiendo cada vez más alto
- Toca…toca ahí de nuevo – gimió enterrando mas sus uñas, me moví buscando aquel lugar dulce, volvió a gritar mientras sus brazos donde sea apoyaba temblaban haciendo que su cuerpo cayera debilitado sobre la cama, mis labios atacaron su nuca mordiendo, dejando marcas mientras sus piernas envolvían mi cintura pegándome más a su cuerpo buscando más profundidad en cada estocada…- que…delicioso- resoplo jadeando a mi oído- mas rápido Chenchen…más rápido – rogo suavemente mordisqueando el lóbulo de mi oreja, obedecí meciéndome con mas desenfreno, más fuerza y profundidad.
Era perfecto el amarlo… era perfecto estar a su lado. Los minutos pasaban y mi cuerpo se agitaba ocasionando golpeteos más violentos, Xiumin gruñía y gemía notando que su voz comenzaba a quedar ronca. Toque aquel cielo con mis dedos explotando al sentir como contraía sus paredes rodeándome asfixiadoramente. Grito de nuevo y su pecho quedo pintado de blanco igual que el mío, me deje caer sobre el abrazándolo con fuerza. Ambas respiraciones totalmente alteradas y desiguales
- Joder…- hablo Xiumin con su voz agitada- hay que repetirlo- sonreí besando su cuello- pero no siempre seré el sometido Chenie
- Te amo Minseok- susurre uniendo mis dedos con los suyos
- Te amo JongDae
Era diferente aquella manera en cómo se aferraban el uno al otro, entre sus dedos entrelazados se podía notar un objeto sencillo pero que hacia aquella relación más fuerte demostrando cuanto se amaban desde mucho antes. Ambos anillos plateados brillando contra la luz de la luna, uniendo ambos lazos tan fuerte como aquella presión de sus manos al sentirse atrapadas.