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Eres mi amo y siempre lo serás por Azalea tsuki

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Notas del capitulo:

Azalea: no pensaba en darle una continuación pero la inspiración me llego espero les guste 

Paso un par de semanas  desde que Yami accidentalmente descubrió su regalo de cumpleaños, que resultó ser una linda combinación de gato y humano.

 

El tierno gatito de mirada amatista se había adecuado muy bien y sí que sabía cómo complacer a su amo Yami.

 

El pequeño minino se estaba ocultando de su amo, a este le encantaba que Yami le buscara ya que cuando le encontrase lo iba a llenar de besos y mimos. 

 

 

-¡Te encontré mi pequeño!- decía Yami mientras acariciaba la mejilla de su neko.

 

 

Yugi empezó a ronronear por las tiernas caricias que su amo le daba.

 

Atem los observaba, en ocasiones le molestaba el comportamiento tan meloso entre esos dos, o tal vez sentía un poco de celos. El decidió  que se daría un obsequio y pediría otro de esos hermosos gatitos, recordó que su madre se había emocionado al ver a Yugi, de antemano sabía que no sería un problema el tener otro.

 

Atem dejo que ese par siguiera con lo suyo mientras él se dirigía a su habitación,  al llegar prendió su computadora y se sentó en frente del monitor.

 

Se escuchaban sonidos del exterior.

 

 

-Awww Yu..gi-

 

 

-Mi…aa..uuu …awww Yamii-

 

 

Atem mejor puso música de su computadora para ya no escuchar aquellos sonidos.

 

 

-Por Ra será que esos dos siempre van a terminar en la cama cada vez que juegan a las escondidas- dijo con algo de fastidio.

 

 

Dejando eso de lado fijo su mirada en el monitor, ingreso en la página de compra.

 

 

-El modelo 03 está lindo, se parece un poco a Yugi pero en su perfil de personalidad se ve que es muy diferente-

 

 

Y si pensarlo mucho dio click  a comprar.

 

 

-Es una suerte que los nekoboy no sean tan conocidos, de ser así ya me habrían ganado a este hermoso gatito-

 

 

Lo único que tenía que hacer Atem era esperar por lo general no tardaba mucho la entrega

 

 

………un par de días después……..

 

 

Yami y Atem habían tenido un día agitado y estaban muy cansados, apenas llegaron a casa ambos dejaron sus mochilas a un lado y se sentaron en el sofá.

 

 

-Mi amo se ve cansado, no podrá jugar conmigo- dijo Yugi mientras se sentó en el regazo de Yami.

 

 

-Espérense hasta que me retire y empiezan con sus cosas- dijo Atem en tono de broma.

 

 

- Hoy no tengo la suficiente energía, lo siento mi hikari-

 

 

-No tiene importancia amo- dijo mientras le dio un beso corto a su koi – Por cierto en la mañana llego un paquete y se ha estado moviendo mucho-

 

 

-Espero que no lo hayas abierto, ese paquete es para mí-

 

 

-Tranquilo no lo abrí-

 

 

-¿Dónde está?-

 

 

-Como estaba algo pesado lo deje en el comedor-

 

 

Atem se fue rápido a la cocina ya había esperado demasiado. Observo aquella caja la tomo y se fue con ella a su habitación.

 

 

-Si me lo hubieras dicho te compraba uno-

 

 

-Yami, andas corto de efectivo por gastarlo en tu mascota-

 

 

-¿Es otro nekoboy?- dijo Yugi viendo de manera insistente aquel paquete.

 

 

-Si lo es, no quiero que irrumpan en mi habitación, estaré ocupado-

 

 

-Tranquilo no vamos a molestar, iremos más tarde a conocer a tu mascota- dijo Yami viendo a su hermano pero este no le presto la más mínima atención y siguió caminando.

 

 

Atem puso el paquete sobre la cama, agarro una chaveta de su escritorio y lo abrió con cuidado. Vio con algo de asombro al pequeño   gatito que se había acomodado y dormía plácidamente dentro de la caja, cuidadosamente lo saco y lo puso sobre la cama.

 

Aquel minino vestía con unos shorts pequeños que se veían apretados, una camiseta roja cubría su pecho, una mordaza cubría aquella boquita y una venda cubría sus ojos.

 

 

-Su piel, es tan blanca y suave- dijo al pasar su mano por el brazo del gatito –Tu nombre es Heba, interesante- decía mientras en sus manos sujetaba el brazalete que tenía su neko.

 

 

Con suavidad le quito primero la venda de su boca y luego la de sus ojos, empujo en forma leve al minino para que despertara. Heba empezó a despertar, abrió sus grandes ojos y observo a quien sería su amo.

 

 

-Lindo gatito, hoy aprenderás muchas cosas-

 

 

Atem se puso encima de Heba, sus labios lo hipnotizaban, en definitiva ansiaba y necesitaba probar aquellos labios,  a tan solo milímetros de llegar a su objetivo la puerta de su habitación se abrió de golpe.

 

 

-Mierda, te dije que no vinieras- dijo Atem muy molesto.

 

 

-La curiosidad hermanito pero tú no pierdes el tiempo recién llega y ya lo quieres marcar como tuyo-

 

 

-Te pareces mucho a mi amo- decía Heba mientras se incorporaba y se acercaba a Yami.

 

 

-Me parece mucho al imbécil de Atem pero yo soy mucho mejor que el-dijo a manera de burla.

 

 

Con toda la curiosidad de un minino Heba comenzó a pasar sus manos por el rostro de Yami. Yugi al ver eso tiro del brazo de Yami para así  apartarlo de quien creía que se lo iba a quitar.

 

 

-Tranquilo mi gatito, no te pongas celoso- dijo mientras le dio una palmadita en la cabeza a Yugi.

 

 

-No estoy celoso pero hasta que mi amo se presente a la mascota de su hermano, será mejor que yo me retire- dijo Yugi saliendo de allí muy enojado.

 

 

-Mi hikari, no te pongas así- dijo mientras iba detrás de Yugi.

 

 

Atem miro con algo de diversión lo que había pasado.

 

 

-Amo-dijo Heba de una manera suave

 

 

-¿Qué quieres pequeño?-

 

 

-Amo, yo quiero que me bese- dijo a la vez que en su carita aparecía un ligero sonrojo.

 

 

-Sera un deleite hacerlo-

 

 

Atem puso sus manos en las caderas de Heba y lo atrajo para sentir aquel calor que emanaba de ese cuerpo pequeño. Heba puso sus manos en el cuello de Atem, de un atrevido movimiento por parte de ambos sus labios se vieron unidos en un beso, no era exigente o desenfrenado, era suave y lleno de cariño.

 

El tricolor más alto guio al más bajo hasta estar al borde de la cama y con un sutil movimiento lo recostó sobre ella. Las manos de ambos buscaban tocar la piel del contrario.

 

 

-A…..mo…awww- gimio Heba al sentir las manos del otro colarse por debajo de su camiseta y apretar sus sensibles tetillas.

 

 

Mientras Atem hacia aquello empezó a pasar su lengua por la extensión del cuello de Heba, a la vez daba unas cuantas mordidas para dejar una muestra clara que Heba le pertenecía.

 

Poco a poco tras besos y suaves caricias la ropa de ambos fue quedando por algún lugar de la habitación.

 

Lo que Atem experimentaba en esos momentos era único, no era solo sexo, era algo mucho más profundo que eso.

 

El tricolor más alto se encontraba sentado contra el respaldo de su cama. Heba estaba entre las piernas de este estimulando con sus dos manos el miembro de su amo.

 

 

-mmmm…….He…ba….para-dijo Atem entre gemidos.

 

 

-¿Acaso lo hice mal?-

 

 

-No es eso mi angelito, es solo que ya estoy impaciente por poseerte, así que date la vuelta-

 

 

Heba obedeció entonces Atem se puso de rodillas, extendió su brazo para agarrar una botella de lubricante que se encontraba encima de la mesita de noche que tenía cerca de su cama.

 

Atem coloco el lubricante en sus dedos y los dirigió a la entrada de su gatito, metió uno de ellos para empezar a dilatar  la entrada. Heba al sentir aquello emitió leves quejidos y mientras aumentaba un dedo más sus quejidos se hacían más audibles.

 

 

-aaah …..A…tem…haz eso de nuevo- dijo al sentir que había sentido que tocaban algo en su interior que hacía que se estremeciera del placer.

 

 

Atem siguió embistiendo a Heba con sus dedos por un rato, al detener sus acciones Heba gimió con un tono de insatisfacción.

 

 

-Tranquilo mi pequeño pronto obtendrás lo que deseas-

 

 

Heba lo entendió se dio la vuelta y le quito la botella de lubricante de las manos de su koi, vertió una buena cantidad en sus manos y la extendió a lo largo del pene de Atem.

 

El pequeño tricolor se colocó encima de su amo y  con mucho cuidado se auto penetró causando que Atem gimiera por la agradable estreches, el minino tardo un poco en acostumbrarse, al hacerlo elevo sus caderas y se dejó caer haciéndolo de una manera lenta, un ritmo suave, esa velocidad e intensidad con el pasar del tiempo se volvió poco satisfactoria para ambos entonces el ritmo aumento de una manera frenética y casi salvaje. Atem no tardo en retomar el control, sin dejar de penetrarlo puso a Heba boca arriba y lo siguió embistiendo con fuerza.

 

 

-awwww ATEM- grito sonoramente al terminar.

 

 

Atem sintió como la entrada de su koi se hacía muy estrecha y dando unas cuantas embestidas más termino con un sonoro gemido.

 

………………………

 

Mientras tanto Yami y Yugi estaban sentados en el sofá, el tricolor más pequeño estaba con sus brazos cruzados, clara muestra de estar muy enojado.

 

 

-Aibou, no te pongas así- dijo tratando de persuadirlo.

 

 

-Que no me pasa nada- dijo en tono enojado.

 

 

-Tú estás enojado conmigo por Heba, mi hikari yo solo tengo ojos para ti-

 

 

-Yo solo soy una mascota para ti, así que no es necesario darme explicaciones-

 

 

-Yugi, yo te amo, para mi eres más que una simple mascota-

 

 

-Tengo miedo que me dejes de quererme y me quieras reemplazar-

 

 

-Mi pequeño no pienses eso, yo voy a quererte y cuidare de ti, eso dalo por hecho- dijo acariciando la mejilla de Yugi – Siempre te lo demostrare con besos, caricias, mimos y al hacerte el amor-

 

-Gracias amo-

 

 

-No tienes nada de que agradecer mi hikari-

 

 

-Amo, si no le molesta quisiera hacerme amigo de Heba-

 

 

-No me molesta en lo absoluto pero por los sonidos que vienen de arriba será mejor que esperes un poco-

 

 

……..en la noche………

 

 

Los cuatro tricolores después de haber cenado se dirigieron a la sala a ver una película.

 

 

-Que sea de terror- dijeron al unisonó casi todos.

 

 

-A mí no me gustan, me asustan mucho-

 

 

-Tranquilo aibou yo estaré cerca por si te da miedo-

 

 

Durante toda la película el pobre de Yugi se la pasó de lo más aterrado mientras que los demás no les causaban mucho asombro. Para Yami le fue beneficioso que Yugi se asustara a cada momento mientras la veían ya que al asustarse este lo abrazaba como manera de protección, al terminar la película ya era un poco tarde así que todos fueron a sus respectivos cuartos.

 

Yugi ya estaba debajo de las sabanas y estaba muy asustado, Yami trataba de calmarlo.

 

 

-Mi hikari tranquilo no va a pasarte nada-dijo Yami abrazando al más pequeño.

 

 

Después de un rato Yugi se había dormido esto hizo que Yami sonriera y en definitiva para la próxima iba a escoger una película más apropiada.

 

Yami iba a cerrar sus ojos para descansar pero de repente le llegaron unas ganas inmensas de ir al baño, el baño se encontraba en la planta baja de la casa, él no tenía temor alguno de bajar en medio de la noche así que con cuidado se quitó a Yugi de encima y con mucho cuidado de no despertarlo salió de la habitación.

 

Al bajar las escaleras sintió como que era observado pero le restó importancia y siguió rápido ya que en verdad quería ir al baño.

 

Yami al terminar de lavar sus manos abrió la puerta del baño, cuando estuvo a punto de salir Atem se le apareció al frente suyo causando que pegara un grito del susto.

 

El grito de Yami despertó a los dos mininos. Heba sabía que era porque de seguro Yami se topó con Atem y eso debió asustarlo pero Yugi no sabía eso, al despertarse y no encontrar a su koi a su lado le invadió el miedo, se puso a sollozar pero al escuchar pasos acercarse a su habitación se cubrió con las sabanas a manera de protección.

Heba escucho los sollozos de Yugi y fue a revisar que se encontrara bien, entro a la habitación y vio a un pequeño bultito debajo de las sabanas.

 

 

-Yugi, soy Heba no tengas miedo-dijo acercándose.   

 

 

-Heba tengo miedo –dijo aun sin asomar su cabeza.

 

 

-Tranquilo no pasa nada- dijo Heba acercándose y sentándose a lado de Yugi.

 

 

-Seguro que no eres de esas cosas malvadas-

 

 

-Sí que estoy seguro de ello, no voy a lastimarte -  dijo mientras esbozaba una sonrisa, en verdad que le parecía tierno.

 

 

Yami y Atem subían de nuevo mientras discutían por lo recién ocurrido.

 

 

-Baka casi me matas del susto-

 

 

-Gritaste como una niña, fue tan gracioso- dijo Atem conteniendo la risa.

 

 

-Ya hablaste con nuestra madre acerca de Heba-

 

 

-Si lo hice, además que me aviso que iban a tardar unos meses más en volver –

 

 

-Que nuestros padres sean arqueólogos hizo que prácticamente nos criáramos solos-

 

 

-Es una suerte que mientras andaba navegando en internet  me encontrara con los lindos nekoboy-

 

 

-Si en verdad es una suerte-

 

 

Al haber estado conversando mientras subían ambos escucharon como desde la habitación de Yami se escuchaba una linda melodía, era una canción suave, provocaba que al escucharla se relajasen. Los dos chicos entraron a la habitación pero no fueron vistos por Heba, el tenia a Yugi recostado sobre sus piernas mientras le acariciaba la cabeza tratando de calmarlo.

 

Los tricolores más altos observaban con ternura la escena frente a ellos.

 

 

-Heba, ven vámonos a dormir, Yami se encargara del resto-

 

 

-Yugi, Yami ya está aquí él va a cuidar de ti- dijo mientras se separaba de él.

 

 

Antes de separarse de Yugi, Heba se acercó  y paso su lengua por la mejilla izquierda de Yugi  a modo de despedida, este acto capto la clara atención de Atem y Yami.

 

Heba se quedó viendo directo a los tricolores frente a él.

 

 

-¿Por qué tiene sangre bajo la nariz?-

 

 

-Eres un maldito pervertido- dijo Atem mirando directo a Yami.

 

 

-No solo he sido yo, tú también debiste haber imaginado cosas por lo que tu neko hizo-

   

 

Heba y Yugi no entendía del todo que a sus amos les había sangrado la nariz lo único que hicieron ambos eran ver con curiosidad como los dueños de ambos, a pesar de ser hermanos peleaban demasiado.

 

Ahora había un nuevo neko en casa y quizás muchas cosas podrían ocurrir en un futuro.

 

Fin.

Notas finales:

Azalea: Jajajaja enserio que se pasan de pervertidos, emocionarse por un acto tan dulce

Yami y Atem: No es nuestra culpa

Azalea: Espero les haya gustado

Besos y cuídense


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