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Mi Primer Amor por Yukio x Rin-Cest

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Notas del capitulo:

Buenas~

Lamento muchísimo el retraso. Escribí el lemon de golpe, y luego no supe muy bien como seguirlo, así que lo dejé para poner lo "serio" del capítulo luego y nada más no.

Así que dejaré esto por mientras, actualizaré pronto, ya que estoy de vacaciones al fin *O*

Buen día~~

 

 

Lo siguiente que sintió Yuuri fue como Wolfram profundizaba el beso, al tiempo en que lo agarraba con más fuerza de la acostumbrada. Parecía tener miedo de dejarlo ir. Sus manos terminaron en algún momento alrededor del cuello del rubio, quien, a su vez, comenzaba a colar las propias bajo la ropa del Maou.

El rey no supo cómo pero ahí estaban ya un par de manos albinas recorriéndole la piel sin vergüenza alguna. Caricias suaves pero seguras en su piel terminaron causándole un estremecimiento involuntario. Cada cierto tiempo debía alejarse de los labios de su novio, debido a la falta de oxígeno. Pero, aunque era obvio que trataba de recuperar el aliento, su rubio príncipe no le daba tregua.

A duras penas Yuuri lograba coger una cantidad mínima de aire para sus pulmones.

No supo cómo, en realidad, pero para cuando el morocho lo notó ya había chocado con la cama, cayendo casi al instante en esta. Y para el rubio no fue demasiado difícil acomodarse encima de este, luego de haberse abierto la camisa azul con una velocidad increíble.

Wolfram apenas le dejó un beso antes de aventurarse de nuevo a su cuello, donde besó y succionó con galantería. Yuuri gimió bajo al sentir aquellos labios subir y bajar en su cuello. Luego de que su camisa fuera cayendo, lejos de su cuerpo, sintió esos besos también en los hombros antes de que llegaran a su pecho. Wolfram acariciaba cada centímetro a la vista, mientras que, sin que Yuuri fuera plenamente consciente de esto, le iba aflojando los pantalones.

—Wol…fram—logró suspirar el chico, luego de solo haber soltado gemidos que jamás creyó propios.

El rubio, sin embargo, no se dio tiempo para responderle. Se limitó a acariciar uno de sus pezones con una mano, mientras que con la boca estimulaba el otro. Yuuri se retorció de manera involuntaria al sentirlo. Continuó así un rato más, antes de bajar repartiendo besos en su vientre, y dejando una que otra mordida en este. Cuando Yuuri sintió que había bajado demasiado lo detuvo a duras penas, para obligarlo a regresar y besarle. Volvieron a perderse entre besos y gemidos. Durante ese lapso, el rey se las arregló para desvestir también a su acompañante. ¡Él también quería tocarlo!

Acarició la piel expuesta con deleite. ¿Cómo era posible que, siendo el rudo soldado que era, su piel fuera igual de suave que la porcelana? ¿¡Cómo?! Al rodar tanto sobre la cama, en algún punto cuando habían perdido ya hasta la última prenda de ropa, sus cuerpos desnudos terminaron perdiéndose entre las sábanas. Wolfram, quien se las había arreglado para volver a acomodarse sobre su novio, le miraba con cierta lujuria. Acercó tres dedos a la boca de Yuuri, y, al ver la cara confundida se acercó a su oído para susurrar…

—Lámelos…

El rey no necesitó escucharlo dos veces, y se apresuró a cumplir lo pedido. Chupó cada uno de los dedos, y aunque su inexperiencia era clara en sus movimientos Wolfram no pudo evitar pensar que era una visión demasiado erótica. Para cuando sintió los dedos lo suficientemente húmedos los sacó de la boca del menor y, cambiándolos por sus propios labios, dirigió la mano a la entrada ajena.

Lo besó con gula, distrayéndolo lo suficiente como para que Yuuri no se opusiera demasiado al sentirse invadido. La paciencia del príncipe en ese momento fue admirable, ya que pareció estar dispuesto a esperar todo el tiempo del mundo con tal no lastimarle, y así era.

Lo que menos deseaba era que la primera vez de su amado fuera algo demasiado doloroso.

Al cabo de un rato ya no era solo un dedo, sino los tres. Yuuri gimió fuerte al sentir que estos entraban y salían cada cierto tiempo de su cuerpo. Era doloroso, y placentero. Cuando los pequeños quejidos de dolor cesaron, Wolfram se atrevió a sacar los dedos del menor, quien soltó un pequeño gruñido al notarlo.

—Hazlo—demandó Yuuri, mirándolo con cierto enfado.

—Dolerá—advirtió Wolfram, acercándose de nuevo a su rostro para besarlo de manera corta

—Lo sé…—murmuró Yuuri, con los labios aun sobre los suyos

Fue entonces cuando el príncipe se acomodó entre sus piernas, y, aceptando que no podría esperar mucho más, le penetró. Pese a que planeaba hacerlo de manera lenta, entre cierta desesperación, Yuuri le obligó a hacerlo de golpe, soltando así una maldición debido a la punzada que sintió.

No era nada que no pudiera soportar, pero le había sorprendido.

Ambos continuaban besándose, mientras que Wolfram comenzaba a moverse en su interior. El rey soltó un gemido de puro gozo al sentir las manos tibias de su prometido nuevamente sobre uno de sus pezones. ¿En qué punto se había puesto tan sensible? No lo sabía, pero le gustaba.

Luego de un beso que le supo eterno, Wolfram volvió a lamer uno de sus pezones con deseo puro, mientras que usaba la mano libre para dirigirse a la erección de su prometido, que también demandaba atención.

— ¡Wolf…!—casi gritó al sentir el apretón en su miembro, sin embargo el rubio hizo oídos sordos, y comenzó a masturbarle, provocándole gemidos que iban sonando cada vez más altos— ¡Mmgh!

El rey tuvo que morderse los labios para no gritar a todo pulmón en ese momento, Wolfram le había dado a algo en su interior que le provocó aun más placer del que creyó. Esta reacción no pasó desapercibida por su novio, quien, con clara idea, se encargó de darle una embestida más fuerte que la anterior.

— ¡Wolfram!—gritó Yuuri, sin poder evitarlo.

El rubio no pudo evitar sonreír de satisfacción al escucharlo. Gemidos más fuertes salieron de la boca de Yuuri, mientras que bajos gruñidos se le escavan a su novio de vez en cuando. Wolfram aumentó las embestidas, al igual que la velocidad de su mano, provocando más estremecimientos en el menor.

Yuuri se aferró con fuerza a su espalda al sentir el orgasmo cerca, mientras que Wolfram devoraba sus labios con frenesí. Bastaron unos pocos segundos para que  ambos terminaran, gimiendo involuntariamente el nombre del otro, Yuuri manchando sus vientres, y Wolfram corriéndose dentro.

El menor aflojó el agarre en su prometido poco a poco, mientras que este comenzaba a salir de su cuerpo. Se acomodaron en la cama, acurrucados, mientras que trataban de recuperar el aliento. Wolfram había demostrado tener una experiencia que Yuuri no podía simplemente pasar por alto. Algo somnoliento se atrevió a acomodarse en el pecho de su amante, para luego mirarle a los ojos y exponer sus dudas.

— ¿Cómo es que…?

­—Tuve dos novias, enclenque. Aunque solo llegué a hacerlo con una… —contó relajado el rubio, Yuuri le miró frunciendo ligeramente el ceño, Wolfram le miró divertido unos segundos— No volvería con ninguna de ellas, por supuesto… Y no le dejé un hijo a esa mujer, por si te preocupa­—agregó

­—Entonces… ¿cómo supiste que…?—quiso preguntar el muchacho, aun sin saber cómo es que su amante sabía tanto del tema, Wolfram miró al techo, mientras que soltaba un sonoro bostezo.

—Como tu prometido, era mi deber informarme debidamente… Además, me daba algo de curiosidad saber cómo funcionaba esto…

Yuuri suspiró, como diciéndose “debí haberlo sabido”

— Es mejor que hacerlo con una chica, eso seguro…—agregó

El menor se sonrojó por completo al oírlo. ¡¿Qué clase de sinvergüenza era el príncipe de Bielefeld?! Wolfram bostezó de nuevo, mientras que se acomodaba mejor en la cama, con Yuuri aun sobre el pecho, el chico se removió un poco, comenzaba a sentir entumecido el cuerpo.

—Estoy cansado—confesó Yuuri, en voz baja— ¿Me dolerá todo mañana, cierto?

—Me preocuparía más por estar tantas horas firmando papeles—respondió Wolfram, haciendo referencia a una única cosa…

Por suerte para el rubio, Yuuri no lo entendió. El morocho soltó un bostezo, visiblemente cansado, para luego acurrucarse más contra el mayor, quien le envolvió en brazos de manera posesiva.

—Espero que no duela tanto—mencionó el chico, cerrando los ojos lentamente— Pero… me gustó…

Sin que Yuuri lo notara, Wolfram se avergonzó ligeramente al oírlo tan sincero. Bueno, no mentía, era su primera vez con un chico, y, de algún modo, saber que fue bueno le subía un poco el ego. Había perdido un poco de su confianza luego de que su ex novia… Era otra historia.

—Descansa, Yuuri—susurró

—Descansa… Wolfram…—contestó el muchacho, quedándose de inmediato dormido.

Wolfram le observó unos minutos más, antes de que se dejara llevar por Morfeo al mundo de los sueños.

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Siento que he perdido toda la práctica para esto (si es que alguna vez la tuve LOL) Escribir lemon, debo practicarlo XD

Espero les haya gustado, nos leemos luego :DD


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