La fecha límite para abandonar el santuario había llegado por lo que los caballeros restantes tenían que marcharse tuvieran o no adonde ir. Durante todo el camino al aeropuerto Shaka, DM y Afrodita discutían sobre la apresurada decisión tomada por su diosa, Shura ya cansado compro dos boletos en el primer avión que saliera de Atenas sin indagar el destino, lo único que quería era que esos tres guardaran silencio pero piscis y virgo estaban tan concentrados discutiendo que no se dieron cuenta en qué momento se marchó Mascara Mortal ni mucho menos cuando fue que habían abordado el avión.
- ¿En dónde estamos? – Pregunto Shaka algo confundido.
- ¡Parece que ya estamos en el avión! –Dijo Afrodita mirando de un lado a otro.
- ¡¿En qué momento lo abordamos?! – Dijo Shaka sorprendido de aquel hecho.
- ¡Maldito! ¡Tomaste el mismo avión que nosotros solo para fastidiarme! – Grito Afrodita mientras señalaba al guardián de virgo.
- ¡Cállense, no dejan dormir! – Dijo Shura mientras se acomodaba mejor en su asiento.
-Pero… - dijeron el hindú y el sueco al mismo tiempo antes de ser interrumpidos.
- ¡Como un demonio, ya estoy harto! – Grito el español muy molesto - ¡En primer lugar se me callan o los bajo del avión aun cuando tenga que echarlos a patadas en pleno vuelo, en segundo lugar si fue una buena o mala decisión ya fue tomada y no hay marcha atrás, tercero y último me vuelven a armar un escándalo y les meto esta almohada por donde les quepa! ¡Quedo claro! – Grito Shura con mirada asesina y dicho objeto en manos.
- ¡S-Si señor! – Dijeron al unísono los aludidos sorprendidos y asustados por la forma en la que su compañero de armas les había hablado.
- ¡Sinvergüenzas, bandidos, leperos, groseros, jijos de… -Decía el español más dormido que despierto.
Después de que Shura les llamara la atención el vuelo se hizo más ameno para para el resto de los pasajeros dado que Shaka y Afrodita se pasaron el resto de este pensando en la forma de actuar de capricornio tan diferente a su forma de ser, pero además Shaka pensaba cómo hacer para llegar a su destino dado que Athena solo les había dado dinero para los boletos de partida y nada más. Él sueco estaba confiado en que llegarían a España, le agradecía profundamente a Shura el haberlo acogido puesto que él no tenía ningún lugar a donde ir pero sería muy difícil convivir con Shaka durante el tiempo que tardara en conseguir el dinero del boleto a la India.
-¡Shura, Shura!, ¡SHURA! – Grito Afrodita mientras sacudía violentamente al peli negro.
- ¡¿Qué quieres?, ¿Por qué me gritas?, No estoy sordo! – Dijo Shura mientras salía de su letargo.
- La azafata ha dicho llegamos a Guadalajara y algo como destino final pero tú y yo iríamos a Granada ¿O no? – Dijo el sueco algo consternado.
-¡Es igual, maña saldremos a Granada! – Dijo Shura mientras se levantaba de su asiento.
- Me temo que eso no será posible… - Dijo Shaka mientras veía por la ventana.
- ¿Por qué? – Dijo capricornio mientras tambaleante caminaba por el pasillo del avión.
- ¡Porque Granada está del otro lado del mundo! – Espeto el rubio comenzando a perder la serenidad que lo caracterizaba.
- ¡¿Cómo?! – Grito piscis sobresaltado.
Shaka y Afrodita permanecían en la sala de espera del aeropuerto internacional de Guadalajara viendo las gotas de lluvia resbalar por la ventana, Shura había ido a conseguir algo de comer y a buscar ayuda pero de eso ya habían pasado más de 15 minutos. Después de un largo tiempo de ausencia Shura llego con una sonrisa despreocupada pero sin comida, les comunico a sus compañeros que todo estaba bien porque había conseguido un lugar pero no les dijo si era para pasar la noche o viajar.