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Destino Incierto por Aquarius No Kari

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Tus Besos en mi


Yami no podía creer lo que estaba pasando, estaba parado en un la oficina de Seto Kaiba besando apasionada mente al CEO, sus manos estaban en su rostro, mientras que él estaba abrazándolo por la cintura y acariciando su espalda…

Flash Back

Todo había comenzado por Joey; esa tarde, saliendo de la escuela, había tenido una horrible pelea con Kaiba donde salieron a relucir muchas cosas sobre la familia de cada quién; Seto dijo cosas muchísimo más ofensivas para el chico rubio, que las que decía siempre; el grupo de amigos de este último estaban todavía en la escuela, Yami había prometido a Yugi pasar por él, más su sorpresa al llegar fue que Seto gritaba una sarta de idioteces mientras Joey le miraba con odio, al final Wheeler salió corriendo, el antiguo faraón miró a Kaiba, este le devolvió la mirada y se dio la vuelta dispuesto a marcharse mientras el chico se quedaba pensando en detrás de quien debía ir.

La respuesta era sencilla pero confusa para Yami, así que salió detrás de Joey en dirección a un parque que estaba cerca. Su amigo estaba sentado en una banca, con los brazos recargados en las rodillas y tapando su cara, parecía desesperado, muy desesperado…

- “¿Joey?”- Le habló acercándose a él, en realidad no sabía nada de lo ocurrido ya que siempre se peleaban; pero para que el chico rubio estuviera tan afectado… Debió ser algo muy malo…
- “¡OH!, Hola viejo”- Saludo levantando su rostro y frotándose los ojos
- “¿Estas bien?”
- “Perfectamente”- Respondió fingiendo una sonrisa, más sus ganas de llorar aumentaron y volvió a esconderse mientras seguía sollozando. Yami no pudo hacer otra cosa que sentarse a su lado y poner una mano en su hombro
- “Vamos Joey, soy tu amigo, puedes contarme lo que sea, ¿Qué fue lo que sucedió con Kaiba?”
- “¡Ese maldito Gusano! ¡Lo detesto! ¡Es una basura! ¿Cómo pude yo…?”- Dejo de hablar y siguió todavía llorando
- “Si, yo sé que es todo ese; pero ¿Por qué estas así?”
- “Lo hubieras oído, dijo cosas horribles de mis padres, de mi hermana y de mí…”
- “Seguro sólo lo dijo para ponerte así…”
-“¡Dijo que tenia pruebas!”- Le gritó Joey quitándose las manos de la cara –“¡Ese bastardo dice que Serenity no es mi hermana!”
- “Pero Joey…”
-“¡Déjame solo!”- Volvió a gritarle y salió corriendo.

Yami se quedo solo y sentado en aquella banca, no entendía muy bien las cosas, puesto que su amigo no las había dicho con la claridad necesaria para entenderlas, así que el antiguo faraón se puso de pie en marcha a Corporación Kaiba… las cosas no se iban a quedar así.

Camino unas cuantas calles furioso, nadie trataba así a sus amigos, mucho menos un arrogante parásito como Kaiba; llegó a la recepción, enseguida subió al elevador y bajó en el piso donde el chico de cabello castaño tenia su oficina

-“Se le ofrece algo...”- Preguntó la secretaria, Yami no le hizo caso y siguió como si nada, abrió la puerta mientras la muchacha le decía que no podía pasar sin autorización
-“¡Kaiba!”- Gritó al entrar, este lo miró fríamente y luego a la secretaria
- “Le dije que o podía pasar...”
-“¡Quiero saber que le hiciste a Joey!”- Reclamó el antiguo faraón
-“Déjanos solos Kaori”- Respondió Seto sin dejar de mirar a Yami y sonriendo con placer. La chica salió murmurando algo así como que necesitaba un nuevo empleo y cerró la puerta. Cuando se quedaron solos, el castaño se levantó de su silla y fue directo a su enemigo con una sonrisa que demostraba bastante suficiencia, mientras que el antiguo faraón lo miraba fríamente –“Así que, vienes a defender al perro de Wheeler”
-“Mide tus palabras Kaiba”- Amenazó Yami, este se hecho a reír
-“Mido mis palabras o tú… ¿Qué?”- Reto el CEO
-“Te lo advierto”-Al antiguo faraón no le quedaba mucha paciencia, estaba tan furioso que de poder enviarlo al reino de las sombras lo haría
-“¿Crees que me asustas cierto?”
-“Claro que si, no eres más que un parásito, siempre pavoneándote por ahí como si fueras el amo y señor de todo… me causas repulsión”- La cara de Seto cambio de forma radical, su sonrisa se borró
-“¿¡De modo que te causo repulsión?!”- Gritó Seto fuera de sí y tomando a Yami de la cintura
-“¡Suéltame cerdo!”- Gritó el antiguo faraón poniendo sus manos en el pecho de su enemigo, haciendo esfuerzos por zafarse
-“¡Veamos si esto también te causa repulsión!”- Volvió a gritar el castaño, entonces se acercó a Yami y lo besó en los labios. Al Principio, el poseedor del rompecabezas del milenio trato de oponerse haciéndose para atrás o empujando a Kaiba, más cuando los besos de él fueron profundos y apasionados, dejó de luchar y al contrario, con las palpitaciones de su corazón a mil por hora y sus manos temblando de nervios y/o emoción, se dejó guiar por Seto mientras acariciaba el rostro de su enemigo y su a su vez este le acariciaba la espalda con pasión”

Fin Del Flash Back

Ahora Yami seguía sin saber porqué no ponía resistencia y porqué él ahora era quien besaba a Seto; por fin decidió que ya era suficiente y se alejó de él

- ¿Me quieres explicar qué fue eso? – Preguntó el faraón, tanto él como su “enemigo”, tenían las respiraciones muy agitadas y su semblante ya no reflejaba disgusto, si no todo lo contrario…
- Pensé que era obvió- Respondió Seto saliendo de su trance y paseándose alrededor de él
- D-disculpa que p-para mi no l-lo se-a- dijo tartamudeando, por algo razón el que Kaiba se paseara alrededor suyo era motivo de nerviosismo. Entonces los brazos de este se enredaron en la cintura de Yami
- Te amo- Fueron las palabras que le susurro en el oído, para luego comenzar a besar su cuello, le dio la vuelta y besó sus labios de nuevo
- S-se-seto… - Nadie puede negar que algo estaba pasando; pero el faraón no sabia que era lo que sentía, porque guardaba algo para él; pero no estaba seguro si ese sentimiento era amor… Así que se hizo a un lado mirando a su rival como jamás lo había hecho, con confusión, ternura y mil sentimientos encontrados imposibles de describir- Yo no puedo darte una respuesta ahora, estoy confundido y esto que acaba de pasar fue algo inesperado, yo venía a reclamarte por lo de Joey y…- Kaiba lo cayó con otro beso
- Entonces… ¿Me amas… o no?- Preguntó entre besos, Yami no supo que contestar, ni siquiera estaba pensando en la respuesta a tal pregunta, él estaba más concentrado en sentir el calor de Kaiba…
- Yo…- Comenzó a decir, pero pensó -/ Si te amo /- Ante tal cosa se alejó del castaño igual de rojo que su cabello- Ya tengo que irme… Yugi debe estar preocupado por mi…- Hizo un ademán de querer salir; pero Seto lo detuvo del brazo
- ¿Me darás una respuesta?
- Quizá mañana- Dijo con una sonrisa nerviosa y rubor en su rostro, el CEO le dio el último beso y después Yami, salió casi corriendo de la oficina y de Corporación Kaiba.

Estaba como en trance, todavía no podía creer las palabras de Seto… y aunque fueran verdad, ¿…l que sentía?, estuvo a un paso de decirle que si lo amaba, al menos lo había pensando; caminaba por la calle tan distraído, que no se dio cuenta que pasó por una heladería donde estaban sentados, cerca de la ventana Bakura y su hikari tomando nieve, sólo pasaron unos segundos para que el profana tumbas saliera en busca de Yami.

- ¡Oye, Idiota!- Ese gritó era muy familiar para el faraón, ¿quién más que Bakura lo insultaría de aquella manera?, sonrió y se dio la vuelta- ¿Por qué sonríes? ¿Tengo algo en la cara animal?
- No sabia que estaba prohibido sonreír- Se burló ampliando su sonrisa
- No te hagas el chistoso faraón, ven, Ryou quiere saludarte- Hizo una reverencia invitando a Yami a pasar a la Heladería, este obedeció mientras seguía sonriendo; sabía que por malo que aparentara ser Bakura, en el fondo era su amigo. Ambos entraron y el ladrón lo condujo a la mesa donde estaba Ryou
- Yami, ¡Qué gusto verte!, siéntate, te traeré un helado- le sonrió y fue por lo mencionado mientras el faraón se sentaba junto a Bakura
- ¿Y bien? ¿Qué te ocurre?- Preguntó el profana tumbas- No es que me interese; pero Ryou estaba preocupado
- No me pasa nada, gracias
- Yo no estoy preocupado- Dijo con indiferencia y tomando un poco de su helado, el dueño del rompecabezas del milenio dejó caer su cabeza en la mesa, seguía pensando en los besos de Kaiba y la respuesta que estuvo apunto de darle…
- ¡OPS!- Exclamó Bakura- Perdone su alteza, no limpiamos el sillón antes que pusiera su real trasero en él, supongo que eso ameritará 50 azotes ¿No?- Yami soltó una risita y luego una sonrisa dirigida a su extraño amigo, él no le sonrió ni nada, sólo miró el techo, el faraón soltó un suspiro- Esta bien su alteza- gruñó y le sonrió de manera burlona- ¿así esta bien?
- Gracias Bakura, eres un gran amigo- Respondió riendo mientras el profana tumbas se ahogaba con su helado, ¿Lo había llamado amigo? Entonces a Yami se le ocurrió una idea- Oye, ¿Crees que podamos hablar de algo importante sin que Ryou este?
- ¿Qué?
- Anda, necesito de tu ayuda, estoy confundido respecto a una cosa que me ha pasado- El antiguo faraón dijo esto rojo y con mucha tristeza, ¿El ladrón lo ayudaría?

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