Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Naruto no kokoro por Takaita Hiwatari

[Reviews - 252]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

IMPORTANTE: Este fic es la continuación de “Kitsune no kokoro” si no has leído antes ese fanfic, ¡no continúes leyendo! Sal de aquí ahora mismo y ve a leer “Kitsune no kokoro” para que así puedas entender esta historia que es la segunda parte. ¡Gracias!

 

Advertencias: Shonen ai (relaciones sentimentales entre hombres) AU y posible lime.

 

Disclaimer: Naruto y cía. pertenecen a Masashi Kishimoto. Yo sólo tomo sus personajes para crear este fanfic, sin ánimo de lucro.

 

NARUTO NO KOKORO:

 

Takaita Hiwatari

 

Capítulo 1: “El humano que soñaba con ser kitsune”:

 

 

Sus ojos negros observaron por enésima vez con gesto incrédulo al chico que dormía recostado en el futón que se hallaba en su habitación. Nunca había creído esas historias y leyendas que circulaban por la aldea desde que tenía memoria, pero dos años atrás conoció a una de esas criaturas, y pudo constatar con sus propios ojos que era cierto y realmente existían.

 

Con algo de duda, acercó una mano a la cabeza del otro, rozando apenas con un dedo una de las orejas medio ocultas por la rubia cabellera. Dos años atrás se sorprendió porque el chico tenía orejas y cola de zorro, y ahora, estaba sorprendido porque era humano. Físicamente Naruto aparentaba tener la misma edad que él y eso le emocionaba más de lo que mostraba en su tranquila expresión.

 

En cuanto acomodó a Uzumaki en el futón y le arropó con su cobertor favorito, creó un clon y le mandó a llamar a Sakura para que revisara al rubio. A simple vista parecía verse bien, pero quería asegurarse. La chica no debería tardar mucho más en llegar.

 

Se preguntó si Inari Kami-sama había cambiado sólo la apariencia física de Naruto. Quizá su mentalidad seguía siendo la de un niño, o puede que no. Aunque por las breves palabras que cruzaron hacía un momento, podía jurar que sí. ¿Seguiría conservando su personalidad? Quería pensar que sí, ya que le vio junto al cobertor que tanto le había gustado siempre. ¿Y sus sentimientos seguirían igual? Esperaba que Inari Kami-sama no hubiera decidido cambiar eso también. De momento lo único que había descubierto era que el rubio le guardaba rencor a todos como ocurrió años atrás. Aunque en esta ocasión a él le guardaba un mayor rencor que a los demás, lo sabía.

 

Pero él cambiaría eso. Y no sólo él, estaba seguro de que cuando los demás supieran que Naruto había vuelto, también ayudarían para que fuera el mismo de antes.

 

Unos suaves golpes en la puerta le sacaron de sus pensamientos. Seguro que era Sakura. Con tranquilidad se puso de pie y fue a abrir la puerta corrediza de la entrada.

 

─Hola, Sasuke-kun ─saludó alegre, y con emoción se llevó las manos al pecho. ─¿Es cierto lo que me dijo tu clon?

─Sakura ─fue todo lo que dijo a modo de saludo, haciéndose a un lado para darle paso.

 

Cerró la puerta cuando ella ingresó, y caminando delante la guió hasta su habitación aunque no fuera la primera vez que ella iba allí.

 

Haruno casi contenía la respiración con cada paso. No podía olvidar las palabras que el clon de Sasuke-kun le había dicho: “Naruto está aquí”. Y aunque le preguntó a qué se refería, el pelinegro sólo le pidió que fuera a su casa para después desaparecer en una nube de humo. ¿Qué Naruto estaba aquí? ¿Qué quería decir exactamente con eso? Comenzó a imaginar cosas que pudieran explicar aquello. Quizá después de que enterraran a Naruto, el rubio milagrosamente resucitó, excavó y salió allí. Después tapó el agujero y se marchó para no regresar hasta ahora. Sabía que era un pensamiento estúpido, pero era lo único que se le ocurría para explicar el escueto “Naruto está aquí” del clon de Sasuke.

 

Al entrar en la habitación, Sakura soltó una muda exclamación de sorpresa al ver al rubio en el futón, y también, al ver la diferente apariencia del chico.

 

─No puede ser ─susurró incrédula. ─¿Realmente es… Naruto?

─¿Por qué te mentiría? ─preguntó serio.

 

Sakura se acercó hasta arrodillarse a un lado del futón, observando minuciosamente al chico. Su rostro tenía un aire de madurez y serenidad, y aunque estaba arropado se podía apreciar el largo de su cuerpo.

 

─Pe-pero… no puede ser ─repitió, dudando entre mostrarse alegre o estupefacta. ─Naruto murió, yo lo vi. Y además, para ser un kitsune ha crecido mucho en dos años, ¿no te parece, Sasuke-kun? ─apenas dijo aquello, agregó. ─Aunque bueno, en realidad yo no sé cuánto crecería un kitsune en dos años, pero Naruto siempre decía que crecían muy despacio, así qué…

 

Uchiha caminó lentamente hasta arrodillarse al otro lado del futón, enfrente de ella.

 

─Naruto es humano.

─¿Qué? ─balbuceó.

─Él realmente murió. Pero Inari Kami-sama le ha castigado haciéndole regresar como humano ─explicó con voz suave. Bajó la mirada, observando al que dormía. ─No sé si ha regresado para quedarse o sólo de forma temporal. No he podido hablar mucho con él antes de que se desmayara. Ahora sólo duerme.

 

La chica parpadeaba incrédula, todo eso parecía sacado de un sueño. Además la información era muy contradictoria, castigar a Naruto regresándole a la vida. Si no supiera que hasta su último aliento Naruto todavía guardaba cierto resentimiento hacia los humanos, aunque no a todos, diría que el castigo de Inari fue bastante estúpido. Pero vivir siendo algo que odias no debe de ser muy agradable. Al reparar en que había dicho que se desmayó, Sakura asintió y comenzó a revisarle mientras el chico volvía a hablar.

 

─Naruto ha perdido la noción del tiempo, él creía que murió ayer. Es más, pensaba que la invasión del Sonido todavía no había comenzado.

─¡Pero si han pasado dos años! –respondió totalmente sorprendida.

─Eso no es todo. Naruto es igual que era cuando le conocimos, quiero decir, odia a todos los humanos otra vez y se ha vuelto desconfiado.

─¿Otra vez? ¿Por qué?

 

Sasuke soltó un breve suspiro y se dispuso a contar lo ocurrido el día que Naruto murió. Las dañinas palabras que le dijo en un intento de alejarle del peligro.

 

Sakura se preguntó si el chico se había dado cuenta, pero los ojos negros a cada momento observaban a Naruto con detalle mientras relataba todo, seguramente deseando que despertara cuanto antes. Por otra parte, le sorprendió escuchar todo aquello.

 

─Sasuke-kun, eso fue… cruel ─atinó a decir. ─Al principio sólo quisiste utilizar a Naruto como un arma, a pesar de que él era un niño ─estuvo tentada a corregirse y hablar en presente al no estar segura de si actualmente el rubio continuaba siendo un niño a pesar de su nueva apariencia.

─Lo sé. Fue un gran error ─admitió.

─Entonces… todos esos rumores que afirmaron que Naruto y tú fuisteis amantes durante un tiempo…

─Ya te lo dije una vez, es mentira.

─Y vuestra amistad también lo fue, al menos en un principio.

 

El pelinegro dejó escapar otro suspiro como única respuesta. No quería hablar más del pasado. Ahora que tenía un nuevo presente y un futuro prometedor, quería dejar el pasado donde debía estar, en el pasado. A pesar de su fachada de tranquilidad, por dentro se sentía muy inquieto, deseando contemplar otra vez los ojos azules.

 

Esta vez no era un sueño. Naruto estaba ahí.

 

Inevitablemente se transportó al día en que salvó al rubio del incendio. Uzumaki ahora llevaba una ropa muy semejante a la de aquella vez, adaptada a su nueva estatura; el futón estaba colocado en el mismo lugar, incluso Sakura y él estaban arrodillados justamente donde estuvieron en aquella ocasión.

 

A veces el destino podía ser muy curioso, o retorcido. No sabía cómo calificarlo.

 

─¿Sabes, Sasuke-kun? ─volvió a hablar ella, ahora más tranquila y esbozando una suave sonrisa. ─Este momento me trae recuerdos. La primera vez que vi a Naruto me impactó tanto como ahora ─alargó un poco un brazo hasta posar la mano en una de las bronceadas mejillas. Pudo sentir la calidez y la suavidad de la piel, nada que ver con lo ocurrido hacía dos años, donde la piel del chico estaba fría y teñida de sangre. ─Este momento se parece tanto a aquel, sólo que… ─despacio retiró la mano y estudió los ojos negros. ─aquella vez no deseabas que Naruto despertara tanto como lo haces ahora, ¿me equivoco? ─finalizó ampliando su sonrisa.

 

Sasuke apartó la mirada con cierta incomodidad. ¿Tanto se le notaba? Y eso que él juraría que su expresión en ese momento era una inmutable. Casualmente ambos estaban pensando lo mismo en ese momento.

 

La chica sonrió nuevamente. Conocía demasiado a Sasuke-kun como para adivinar que ese pequeño gesto de desviar la mirada quería decir que ella estaba en lo cierto.

 

─No puedo esperar a que los demás se enteren de esto. Tampoco se lo van a poder creer. Quiero ver la cara que pondrá tu hermano cuando vea a Naruto.

─Llegas tarde. Itachi fue quien recibió a Naruto.

─Oh, ¿y dónde está ahora?

─No lo sé. Se marchó sin decirme nada.

 

El chico que yacía en el futón apretó levemente los párpados al escuchar unas voces conocidas a su lado, y segundos después abrió despacio los ojos. Nada más enfocar el techo, con resignación se hizo a la idea de dónde estaba. La habitación de Sasuke, esa que durante algún tiempo también consideró como propia.

 

─¡Mira, Sasuke-kun! ─habló animada. ─¡Ha despertado!

 

Naruto parpadeó al reconocer la voz de la chica y en el fondo se sintió contento de escucharla. Pero se obligó a ignorarla. Despacio se incorporó hasta sentarse, lo mejor sería marcharse de allí cuanto antes llevándose su querido cobertor.

 

Eso era lo que pretendía hacer, pero no tuvo tiempo de intentar siquiera ponerse de pie, porque inesperadamente sintió un abrazo que le derribó sobre el futón nuevamente, ahora con un peso extra.

 

─¡Naruto! ─exclamó Haruno llena de alegría, estrujando al rubio entre sus brazos. ─¡Estoy tan contenta de que estés aquí…!

 

El nombrado no supo cómo reaccionar, y realmente no habría creído las palabras de la chica de no ser porque la escuchó sollozar y la sintió temblar. Sakura-chan… estaba llorando. ¿Pero era sincera? ¿Las lágrimas se podían fingir?

 

─Sakura-chan… ─musitó impresionado.

 

Y entonces recordó la última vez que vio a la chica. Cómo ella lloraba y se disculpaba con él por no poder curarle.

 

─Lo siento, Naruto ─a pesar de secarse las lágrimas, el llanto no cesaba. No puedo curarte. ¡De verdad lo siento mucho!

 

El rubio tuvo una batalla interna. Por un lado estaba esa parte de él que deseaba creerla y devolverle el abrazo, confesándole que la había extrañado a pesar de que para él la ausencia la sintió como un día. Pero también estaba esa otra parte que le susurraba que todo era mentira y esas lágrimas eran falsas, que tras toda esa actuación seguramente habría un motivo oculto.

 

Irremediablemente se sintió enojado consigo mismo por sus pensamientos anteriores. ¿De verdad estaba dudando sobre si creer o no? ¿Después de lo ocurrido se podía dar el lujo de intentar creer? No podía bajar la guardia. Al mínimo descuido de su parte, el Naruto tonto y crédulo quería salir. Ese Naruto tonto que quería pasar tiempo con Sakura, recostarse y mirar las nubes con Shikamaru, competir con Chouji para ver quién de los dos podía comer más, escuchar a Sai leyendo uno de sus raros libros, echar una carrera con Lee, pasar tiempo y aprender cosas nuevas con Iruka y Kakashi… Pero sobre todo, lo que más deseaba hacer en ese instante, era patear al teme que en ese momento le miraba fijamente y después darle un asfixiante beso… ¡y luego volver a patearle!

 

Después de todo comprendía que no era sencillo cambiar su forma de ser de un día para otro y le llevaría tiempo.

 

Se removió, consiguiendo separar a la muchacha sin ser tan brusco como una parte de él deseó. Ambos se incorporaron nuevamente, Sakura quedando arrodillada y él sentado. Después se formó un breve silencio que a Naruto se le hizo algo incómodo, hasta que la chica volvió a hablar con emoción mal contenida.

 

─Cuando Sasuke-kun me lo dijo, no pude creerlo.

 

Naruto sólo emitió un seco “Hn” mientras apartaba la mirada. La muchacha no se enojó por ello, después de saber gracias a Uchiha que el rubio odiaba nuevamente a los humanos, no esperaba una mejor respuesta. Clavó sus ojos verdes en Sasuke y al instante notó la intensa mirada que le dedicaba al otro, probablemente meditaba cómo actuar o estaba esperando que les dejara solos para poder hablar con calma. Posó una mano en uno de los hombros de Uzumaki.

 

─Entiendo que estés enojado por todo lo que te dijo Sasuke-kun, pero él me lo ha explicado todo. Sólo quería protegerte del peligro.

 

A Naruto no le extrañó que ella defendiera a Sasuke, sabiendo los sentimientos que Sakura tenía por éste.

 

Pero… un momento. Aunque él lo había sentido como un día, habían pasado dos años, ¿verdad? Inevitablemente se preguntó si los sentimientos de Sakura-chan por Sasuke seguían intactos. A lo mejor ellos dos eran pareja ahora. Sacudió la cabeza ante ese pensamiento al sentir un vuelco desagradable en el estómago y una punzada en el pecho. Pero no, no eran celos lo que sentía. ¡Claro que no! Sólo era que… estaba preocupado por ella porque conocía lo falso y mentiroso que era ese bastardo Uchiha. ¡Eso es! ¡Sólo estaba preocupado!

 

Queriendo dejar de pensar en esos dos, alzó las manos a la altura de su rostro, abriéndolas y cerrándolas. Sus manos eran tan grandes ahora… Despacio se destapó y se puso de pie. El suelo estaba más lejos ahora. Caminó unos pasos inseguros, y tras tomar una rápida confianza avanzó hacia la puerta de la habitación, dispuesto a irse. Pero fue iluso por su parte pensar que se podría marchar a su bosque como si nada, ya que como si hubiesen estado sincronizados, Sasuke retuvo a Naruto sujetándole de una muñeca al tiempo que Sakura avanzaba hasta colocarse entre él y la puerta con los brazos extendidos para evitar que saliera. No supo si le irritó más el tacto de Sasuke o que Sakura le bloqueara la salida. De un brusco movimiento se soltó del agarre y retrocedió tantos pasos que acabó chocando con la pared.

 

─Quiero ir a casa ─fue todo lo que dijo en un tono seco.

─No te dejaremos salir, Naruto ─habló la chica, sabiendo tan bien como Uchiha que si el rubio salía de allí en ese momento sería improbable que regresara.

─Esta es tu casa ─añadió el pelinegro intentando verse lo más calmado posible para no resultarle amenazante a Naruto

 

Pero no dio mucho resultado pues desde que abrió los ojos azules, Sasuke se había convertido nuevamente en una amenaza para Uzumaki.

 

─¡Esta no es mi casa! ─casi gritó. ─¡Y tampoco quiero que lo sea!

─Naruto… ─intentó decir Sasuke, todavía forzándose a conservar la calma, pero fue interrumpido por el nombrado.

─No quiero hablar contigo, ¡déjame en paz! ¡No quiero verte nunca más!

 

Para Sakura, que durante años había observado a Sasuke, no pasó desapercibida la fugaz expresión de ceño fruncido y mandíbula tensa que apareció en el chico. Las palabras de Naruto le habían afectado. Puso una mano sobre uno de los hombros del pelinegro, haciendo reaccionar a éste y que relajara su expresión al instante.

 

─Yo hablaré con él, Sasuke-kun. Quizá deberías esperar fuera.

 

Sasuke quiso negarse, quería estar ahí, pero comprendía que era su presencia la que más desagradaba y alteraba a Naruto. Tal vez Sakura podría convencer a Naruto de quedarse por las buenas.

 

Naruto observaba fijamente la mano de Sakura posada con confianza en el hombro de Sasuke, y cómo los ojos negros miraban fijamente los verdes. Y otra vez le golpeó esa desagradable sensación de vuelco en el estómago, incluso sintió la bilis ascendiendo por su garganta. Apretó los puños con coraje y apartó la mirada, comenzando a caminar de un lado a otro sin alejarse de la pared. Escuchó la puerta abrirse y cerrarse, y de soslayo vio que la chica le miraba confundida.

 

─¿Qué haces, Naruto? Podemos hablar sentados ─sugirió.

─Estoy bien así ─fue todo lo que respondió.

─Te vas a marear si sigues caminando así.

 

Y esta vez no recibió respuesta. Naruto continuaba caminando de izquierda a derecha sin alejarse de la pared, como si de pronto una puerta mágica fuese a abrirse y así pudiera escapar de allí. Ella esbozó una suave y tensa sonrisa, sin comprender ese comportamiento. Le recordó a la actitud de un zorro acorralado. Sasuke-kun ya se había ido, aunque estaba segura de que estaría escuchando tras la puerta.

 

Soltando un suspiro y reuniendo paciencia, Haruno se arrodilló en el suelo.

 

─Naruto, comprendo si te sientes herido por lo que Sasuke-kun te hizo. Pero él sólo quería protegerte, aunque admito que no lo hizo de la mejor forma.

 

El rubio resopló por la nariz, soltando una suave risa desganada sin dejar de caminar de un lado a otro. Obviamente no la creía.

 

─¿Protegerme? Él me hizo incluso más daño que Uchiha Madara ─su voz sonó resentida, y Sakura no pudo evitar recordar el día que conoció a Naruto, cuando también hablaba con aquel rencor palpable en su voz. ─Lo único que él quería proteger era Konoha.

 

Y por fin Naruto se detuvo y sus ojos observaron con atención la ventana. Su vía de escape. Sakura estaba más cerca de la puerta que de la ventana, ¡podría salir de allí!

 

─No tienes idea de cómo lo pasó Sasu… ─pero se vio obligada a interrumpirse al ver a Naruto correr hacia la ventana y abrirla con brusquedad. ─¡No! ¡Espera, Naruto! ─rápidamente se puso de pie y corrió hacia él, esperando poder detenerle.

─¡Hasta nunca! ─exclamó con un verdadero tono alegre, subiéndose al alféizar.

 

Y la sonrisa de Uzumaki se desvaneció al descubrir fuera a dos Sasuke observándole de brazos cruzados. ¿Clones? Permaneció quieto, sin saltar al exterior. Arrugó profundamente el entrecejo. ¡Maldito teme! Parpadeó al sentir un abrazo posesivo alrededor de su brazo derecho. Al girar la cabeza, Sakura le miraba fijamente, con los ojos brillantes por las lágrimas retenidas.

 

─¿Sakura-chan? ─musitó consternado, todavía acuclillado en el alféizar de la ventana.

─No queremos que te vayas ─su tono de voz se volvió uno suplicante. ─Sasuke-kun y yo… ¡Todos! ya te perdimos una vez, no queremos perderte de nuevo. ¡Eres nuestro amigo! Y Sasuke-kun… ¡él te quiere mucho! ─exclamó. Para todos era obvio que ellos dos fueron buenos amigos y se estimaban mucho. Aunque ahora ella conocía la verdad sobre las oscuras intenciones que en un principio tuvo Uchiha, sabía que ahora había cambiado y realmente apreciaba a Naruto.

 

Los ojos azules se abrieron sorprendidos al escucharla decir eso. Inevitablemente enfocó a los pelinegros que también la habían escuchado, y éstos, aunque intentaron sostenerle la mirada acabaron desviándola. Entrecerró los ojos en un gesto de tristeza. Antes, cuando todavía era un idiota que creía ciegamente en Sasuke, habría sido inmensamente feliz si hubiera escuchado esas palabras. Pero ahora sólo le habían provocado una desagradable sensación, le habían hecho daño, porque él sabía que eso no era verdad. Sasuke nunca le quiso, él siempre rechazó sus besos o cualquier tipo de contacto entre ellos. Probablemente Sakura se estaba refiriendo a un querer de amigos, pero hasta ese tipo de querer le parecía improbable que hubiera existido alguna vez.

 

Con desgano volvió a saltar dentro de la habitación, provocando que ella le soltara.

 

─Sakura-chan, quiero estar solo.

 

Uzumaki se refería a estar solo en la habitación, pero ella pensó que él hablaba de estar solo en el bosque, así que como respuesta negó con la cabeza.

 

─Ninguno de nosotros te dejará estar solo nunca más. Ahora eres humano, tu lugar está aquí, con tus amigos…

─¿¡Qué amigos!? ─casi gritó, irritado. Y al instante una parte de él se arrepintió de haberla hablado así. Apartó la mirada algo avergonzado. ─Déjame solo. Con el teme vigilando no podré escapar ─dijo resignado.

─Está bien ─finalmente asintió y salió de allí, sintiéndose bastante inútil por no haber logrado nada.

 

Por un momento escuchó las voces de Sakura y Sasuke en susurros amortiguados detrás de la puerta. Pero no le interesó saber lo que hablaban. Prefirió pasear la mirada por su alrededor, hasta ver dos libros conocidos sobre la mesa de noche. Todo permanecía intacto en su lugar, incluso esos libros. Se acercó y tomó con resentimiento el libro que hablaba sobre los sentimientos.

 

─¡Todo es tu culpa! ─masculló fulminándolo con la mirada.

 

Sí, ese libro tenía la culpa de todo. Por su culpa comprendió sus sentimientos hacia Sasuke, ¡él estaba bien pensando que lo que sentía era una amistad especial! Cómo detestaba ese libro… ¡lo haría su enemigo! A pesar de sentir deseos de lanzarlo por la ventana, lo dejó junto al otro libro, y su mirada cobró un brillo de nostalgia al ver en la portada del otro libro a una madre zorro con dos cachorros. Lo cogió entre sus manos con cuidado, como si fuese un frágil objeto. Apenas llevaba unas horas como humano y lo sentía como largos años. Añoraba sus puntiagudas orejas, su larga y esponjosa cola, su fino olfato, su pelaje blanco y anaranjado, su agudo oído… ¡todo!

 

Lo abrió y leyó mentalmente unos párrafos que hablaban sobre el hábitat de los zorros y su dieta. Nada que él no supiera ya.

 

Dejó escapar un suspiro quejumbroso y sus ojos mostraron un tinte de tristeza.

 

─Ojala pudiera volver a ser un zorro ─susurró anhelante, deslizando la yema de los dedos con suavidad sobre la foto de un zorro adulto.

 

.:NARUTO no KOKORO SasukexNaruto NARUTO no KOKORO:.

 

Itachi volvió a casa después de dejar comida en el viejo templo de Inari Kami-sama como ofrenda de agradecimiento por el regreso de Naruto. Le extrañó que todo estuviera en total silencio. Esperó encontrarles hablando, o discutiendo, pero no se escuchaba el más mínimo ruido. Se encaminó a la sala y allí descubrió a Sasuke, estaba solo, de pie y de brazos cruzados observando fijamente el exterior gracias a la puerta corredera del jardín que estaba abierta de par en par.

 

─¿Dónde está Naruto-kun? ─preguntó de inmediato, pensando que quizá se había marchado.

 

El menor giró, encarando a su hermano y apoyando la espalda en la pared, junto a la puerta.

 

─En mi habitación. Dice que quiere estar solo.

─Entiendo ─se acercó unos pasos. ─¿Habéis hablado? ¿Todo ha quedado arreglado entre vosotros?

 

Sasuke negó una vez con la cabeza para responder la segunda pregunta. En el fondo a Itachi no le sorprendió, Naruto estaba muy dolido y no esperaba que todo fuese a solucionarse tan rápido. El rubio necesitaba tiempo.

 

─Hablaré con él ─dijo antes de encaminarse a la habitación. Al instante escuchó las pisadas de su hermano menor tras él, anunciándole que Sasuke le seguía. En cuanto llegó frente a la puerta, alzó una mano para indicarle al otro que se detuviera. ─Espera aquí.

 

A Sasuke no le quedó más remedio que asentir, aunque deseara entrar también y ver de nuevo a Naruto. Itachi ingresó cauteloso, viendo a Naruto con un libro en las manos, leyendo. Gracias a que el rubio flequillo le cubría los ojos no pudo verlos, por eso cuando Uzumaki alzó la cabeza le sorprendió verle tan triste, incluso tuvo la sensación de que estaba a punto de llorar.

 

─Naruto-kun ─musitó acercándose.

 

Al instante el nombrado se restregó los ojos con la manga de la camiseta para asegurarse de que no saldría una sola lágrima. El pelinegro, notando la incomodidad que sentía Uzumaki de que le viera llorar, fingió no darse cuenta de eso y se acercó con naturalidad al otro.

 

─¿Qué lees? ─preguntó con una voz serena, parándose junto a él para poder ver el contenido del libro. Lo primero que captó su atención fue la foto de un zorro adulto en la página derecha.

 

El rubio cerró el libro y con parsimonia lo dejó en su lugar.

 

─Es un libro… sobre zorros.

 

La mirada de Itachi no mostró toda la preocupación que en ese momento sentía por el otro.

 

─¿Te sientes mejor, Naruto-kun?

─No lo sé ─casi murmuró, esquivo.

 

El más alto notó nuevamente el carácter insociable del otro, pero sabía que eso era algo normal ahora.

 

─¿Te duele algo?

 

Naruto arrugó ligeramente el entrecejo, molesto por la según él, falsa preocupación de Itachi. Negó con la cabeza como respuesta. En realidad sentía unas molestas punzadas en el pecho, y se intensificaban al recordar todo lo que los humanos que consideró sus amigos le habían hecho. Pero no pensaba mostrar debilidad frente a nadie. En cuanto tuviera la menor oportunidad escaparía a su bosque.

 

Después de un largo silencio, Itachi habló.

 

─Naruto-kun, te propongo algo. ¿Qué te parece si comenzamos de nuevo?

─¿Te refieres a… actuar como si nada hubiera pasado? ─preguntó con calma, pero ésta se esfumó rápidamente y sin esperar respuesta su rostro dejó ver una mueca de enojo. ─Eso es algo hipócrita. ¡Pero claro, a vosotros os conviene que actúe como si nada hubiera ocurrido! ¡Así podréis utilizarme de nuevo! ─le señaló de forma acusadora. Y entonces extendió los brazos y se observó a sí mismo como si fuese poca cosa. ─Ahora sólo soy un simple humano, no soy alguien poderoso, ¡no podréis obtener nada de mí! ¿Por qué no mejor le dices a ese teme bastardo que me deje irme a mi casa? ¡No quiero estar aquí!

 

Itachi negó con la cabeza suavemente.

 

─Nadie planea utilizarte.

─¿¡Entonces por qué el teme no me deja irme a mi casa!? ─quiso saber, exasperado.

─Ahora eres humano, ¿recuerdas? Nada será igual a partir de ahora. Llevar una vida normal y tranquila en el bosque ya no será posible para ti sin tus rasgos animales. Además, piensa esto, si Inari Kami-sama te ha devuelto como humano es porque quiere que vivas tu vida como uno.

 

Naruto resopló, dándole la razón sólo en lo último que el otro dijo.

 

─Sí, quiere que viva como un humano, pero sólo porque perdió la confianza en mí como su sirviente por culpa de mi mal comportamiento. ¡Si vuelvo al bosque y me comporto, seguro que rectifica y me vuelve a convertir en un kitsune! ─apretó los puños a la altura de su pecho y sonrió emocionado. ─¡Y entonces…!

─¿Entonces…? ─reiteró ante el silencio del rubio.

─¡Me iré a buscar a los demás kitsune!

 

El más alto le miró fijamente y en silencio breves segundos antes de dignarse a hablar.

 

─¿Y si eso no ocurre? ¿Y si Inari Kami-sama no vuelve a convertirte en kitsune nunca más y vives el resto de tus días como un simple humano? ¿Qué harás?

 

El de ojos azules se puso tenso, recordando la conversación con quien había sido su Dios hasta hacía poco. Inari Kami-sama no volvería a convertirle en kitsune, en el fondo lo sabía, porque éste le había dicho que devolverle a la tierra como kitsune nuevamente no tendría sentido y sólo alimentaría su odio hacia los humanos, le dijo que había perdido la esencia y la pureza de un sirviente de Inari:

 

─Naciste en los bosques de Konoha, eso lo convierte en tu hogar y el lugar que debes proteger ─interrumpió. ─Regresarás siendo aquello que tanto odias, un humano habitante de Konoha. Y te disculparás por todos los problemas que has causado.

 

Rápidamente Naruto levantó la cabeza, con la desesperación creciendo en su interior.

 

─No mereces continuar como uno de mis sirvientes, has perdido ese derecho.

 

Uzumaki apretó los labios con frustración. Pero después sonrió ligeramente cuando una idea llegó a su mente.

 

─No necesito a Inari Kami-sama para volver a ser un kitsune. ¡Yo mismo puedo hacerlo! ─aseguró cruzándose de brazos en actitud presumida.

─¿Qué? ─preguntó incrédulo pero con su tono de voz sereno. ─¿Cómo? ─quiso saber al instante.

─Es sencillo ─se encogió de hombros. ─Si cuando era un kitsune podía ser humano a través de un henge, ahora que soy humano puedo ser un kitsune utilizando la misma técnica ─alzó las manos para hacer los sellos. ─¡Henge!

 

Itachi parpadeó cuando la leve nube de humo se disipó y pudo contemplar a este nuevo Naruto con orejas y cola de zorro, por supuesto ahora la cola era más larga y ligeramente más peluda. Además, a la transformación había añadido una yukata naranja exactamente igual a la que siempre vistió, pero adecuada a su nueva altura.

 

─Un kitsune ─musitó el mayor.

─¡Ja! ¿Qué te parece? ─dio media vuelta, dándole la espalda para que así pudiera apreciar su querida y esponjosa cola que ondeó en señal de alegría. Volvió a girar para encarar al otro, llevándose las manos a la cintura. Estaba eufórico de alegría pensando que podría ir a buscar a los suyos y no ser rechazado por ellos por su condición humana ─¡Soy un kitsune otra vez!

 

Sasuke que escuchaba tras la puerta se asomó sigiloso, viendo primero el perfil de su hermano mayor y después el perfil del rubio. Le recorrió por completo con la mirada, resultándole extraño por un momento ver al Naruto adolescente con esos rasgos animales. Le hacían ver más infantil.

 

─Naruto-kun, está bien si quieres mostrarte así. Pero siento algo diferente en ti, y estoy seguro de que tú también te has dado cuenta.

─¿Qué cosa? ─preguntó curioso.

─Tu chakra. Es como si se hubiese reducido al menos a la mitad. ¿Por cuánto tiempo podrás aguantar con ese henge hasta regresar sin más remedio a tu forma humana?

 

Naruto inspiró hondo y contuvo la respiración unos segundos al pensar en eso. Sabía que Itachi tenía razón. A pesar de estar transformado en un kitsune, se sentía diferente. Había algo nuevo en él. Y lo peor, su fino olfato y su agudo oído se habían evaporado. Sólo era un vulgar humano transformado en kitsune con un henge. Aunque fuera a buscar a los suyos con esa apariencia, ellos se darían cuenta de que es un humano, y no soportaría ser rechazado por ellos. ¡No podría soportarlo!

 

Soltó el aire retenido y su barbilla tembló junto con su labio inferior, notando las lágrimas agolpadas en sus ojos en segundos. Contuvo un sollozo y se restregó los ojos con la manga derecha con insistencia cuando las lágrimas volvieron su vista borrosa.

 

─Naruto-kun… ─susurró preocupado.

 

Un gimoteo fue la respuesta que recibió, y antes de que Itachi pudiera decir algo, fue interrumpido.

 

─¡No estoy llorando! ─a pesar de sus palabras, su voz entrecortada le delató.

 

Después todo se mantuvo en silencio una vez más, hasta que fue roto por un nuevo sollozo del rubio que totalmente frustrado inclinó la cabeza. ¡Maldición…! Se estaba mostrando débil. Se prometió que no les daría el gusto a Inari Kami-sama y a los humanos que detesta de verle caer, y apenas unas horas después de volver a la tierra ya estaba soltando lágrimas sin parar, sintiéndose idiota y herido en su orgullo.

 

─No te escondas, no hay nada malo en desahogarse ─dijo Itachi en un suave tono de voz comprensivo.

 

Esas palabras hicieron a Naruto reaccionar con un impulso que ninguno de los dos esperaba. De pronto el rubio había corrido a los brazos de Itachi, abrazándose a él y liberando el llanto mal contenido.

 

Sasuke que continuaba observando la escena, también se sintió sorprendido por la acción del otro, y justo después le asaltó una ligera molestia en forma de punzadas en el pecho. Era inevitable que los celos surgieran al ver a Naruto abrazando a Itachi. Pero al instante se obligó a calmarse. Ese abrazo era uno necesitado de afecto, no uno con intenciones románticas. Y ver aquello le hizo entender también que a Itachi le tenía una ligera confianza mayor que a él, aunque era lógico. Justo entonces Itachi giró a verle al notar su fija mirada, y negó suavemente con la cabeza, indicándole que no entrara. A Sasuke le molestó, quería ser él quien pudiera aliviar a Naruto, quería hacerle entender que podía confiar en él de nuevo y que esta vez no le fallaría, quería volver a ver su sonrisa y sus ojos brillando de alegría. Pero entendía que de un día para otro no podría conseguirlo y tener con Naruto una relación perfecta como si nada hubiera ocurrido. Y a pesar de entenderlo, no podía evitar sentir cierta ansiedad, sabiendo que si no actuaba rápido podría perderle.

 

Sus pensamientos se cortaron abruptamente cuando vio que Uzumaki empujó a Itachi, apartándole de él todo lo que pudo y sacudiéndose la ropa como si el pelinegro tuviera alguna enfermedad contagiosa. Recordó que Naruto solía hacer eso en un principio, cuando el simple contacto con los humanos le desagradaba.

 

─Vete, Itachi ─ordenó el de ojos azules, ladeando el rostro con molestia. Estaba enojado consigo mismo por mostrar debilidad. Se irguió y alzó la cabeza. ─Quiero estar solo.

 

El más alto asintió suavemente con la cabeza.

 

─Si necesitas algo, Sasuke y yo estaremos en la sala.

─Y vigilando las salidas ─se susurró con voz imperceptible al recordar a los clones de Sasuke.

 

Cuando Naruto escuchó que la puerta se cerró, soltó un largo suspiro y su cuerpo se relajó. Caminó hasta sentarse en la cama, y al instante sus ojos captaron sobre la mesita de noche un kunai con una cinta roja atada al extremo del mango y con un cascabel atado a la cinta. Lo tomó entre sus manos para observarlo detenidamente.

 

Ah, sí, recordaba eso. Fue el regalo que le hizo a Sasuke, y ahora le parecía algo absurdo. Seguro que ese bastardo se rió de él internamente al recibir un regalo tan ridículo. Tocó el cascabel con un dedo y lo hizo sonar, preguntándose porqué el pelinegro no se había deshecho del kunai; es más, ¿por qué no se había deshecho de ninguna de sus pertenencias? Eso le resultó muy raro. Dejó el arma sobre la mesita y descubrió un papel enrollado. Con curiosidad lo cogió y lo abrió, viendo plasmado un dibujo de él mismo. Estaba dibujado el Naruto que fue antes de morir, con sus rasgos animales. El Naruto que añoraba ser de nuevo. Sintió una repentina nostalgia tan intensa que nuevamente quiso llorar, pero ahora, al estar solo no se contuvo y lloró amargamente como había querido hacer desde el momento en que despertó en el bosque. Gruesas lágrimas bajaban por sus mejillas hasta aterrizar sobre sus muslos.

 

─Inari Kami-sama… por favor… ─balbuceó en medio del llanto, agachando las peludas orejas en señal de tristeza. ─quiero ser un kitsune de nuevo. ¡Quiero volver a ser yo! ─rogó gritando en un arrebato de desesperación.

 

Pero nada ocurrió, y también sabía que nada ocurriría. Dejó caer el dibujo al suelo y se inclinó hacia delante, cubriéndose los ojos con un brazo. Esperaba que después de desahogarse pudiera reunir la fuerza suficiente para no volver a hundirse. Minato siempre dijo que él era fuerte, no le decepcionaría.

 

─¡No es justo! ─su voz sonó enronquecida por el intenso llanto.

 

Y continuó llorando por largo rato, sin sospechar siquiera que Itachi y Sasuke estaban al otro lado de la puerta. Ahora que su desarrollado olfato y oído habían desaparecido, Naruto no tenía formar de saber cuándo alguien estaba cerca de él.

 

─Itachi, voy a entrar ─advirtió con seriedad, intentando no mostrar abiertamente toda su preocupación.

 

Pero fue detenido por su hermano mayor. No quería escuchar más sollozos del rubio, era una tortura para él, sobre todo porque sabía que toda aquella situación era exclusivamente su culpa.

 

─Sasuke, escucha. Naruto-kun necesita estar solo para asimilar lo que está pasando. Y estoy seguro de que en el fondo sabes que si entras ahí, por muy buenas que sean tus intenciones, empeorarás la situación. Él otra vez no confía en nadie, y ve en ti la mayor amenaza de todas ─dijo directamente, sin rodeos o adornos que hicieran parecer la frase más agradable de lo que en realidad era la situación. ─Si quieres tener la confianza de Naruto-kun de nuevo, debes mostrarte tal y como eres, sin máscaras ─el menor asintió en silencio a sus palabras, sabiendo que tenía razón. ─Sé que no será fácil, pero si dejas tu orgullo y el miedo a un lado, todo será más sencillo para los dos. Así Naruto-kun podrá ver al verdadero Sasuke y confiará en ti de nuevo.

 

El menor sabía que su hermano tenía razón. Pero ahora no tenía miedo de tener cerca a Naruto y ser correspondido como le ocurrió en el pasado, ahora el miedo se había transformado totalmente y el único temor que le invadía era el de tener al rubio lejos de él. Aunque su orgullo sí sería un problema, pero lo dejaría a un lado al menos frente a Naruto. Lo merecía.

 

No importaba cuánto tiempo le tomara, Naruto volvería a confiar, volvería a querer estar a su lado, y sobre todo, nunca más volvería a desear ser un kitsune.

 

Era una promesa.

 

CONTINUARÁ…

Notas finales:

¡Hola a todos! Sí, lo sé, vengo muy tarde. ¿Pero qué puedo decir? Más vale tarde que nunca… ¿no? *sonríe totalmente nerviosa*

 

Lo primero de todo, y más importante, ¡GRACIAS! Mil gracias por vuestra paciencia, que no fue poca; y también por animarme con vuestros reviews y PM, gracias también por los más de cien favoritos y alertas en KnK.

 

Bueno, como varias personas saben, he pasado por un GRAN bloqueo, el primero y espero que último en mi vida. Yo pensaba que era por lo de mi pendrive que me hizo perder tooodo KnK. Pero ya estaba tan frustrada que hasta busqué ayuda por internet, y encontré mi problema: “Depresión post-cierre”: es, básicamente, cuando terminas un escrito que tuvo buena aceptación y no te crees capaz de poder escribir algo con el mismo nivel, y ahí aparece el bloqueo. Eso leí en San Google.

 

A parte de eso, he tenido un año bastante movido. Trabajo, viajes, problemas personales y una vida que atender. Pero prometí que no abandonaría este fanfic y lo mantengo. Tarde lo que tarde, este fanfic tendrá su final.

 

Bien, sobre el capítulo, lo sé, ha sido corto. El primer capítulo de KnK fue igual de corto. Es mi costumbre que los primeros capítulos sean más cortos y gradualmente ir aumentándolos hasta hacerlos de largos como siempre.

 

Adelanto del capítulo 2:

 

“Los ojos azules se entrecerraron con enojo. ¡Estúpido humano! ¡Se estaba burlando de él!

 

─¡Yo era un kitsune, idiota, y si no hubiera muerto ahora tendría ciento dieciocho años! ─gritó, apretando los puños con coraje al sentirse nostálgico y frustrado a partes iguales. ─¡Todo es culpa de Itachi y de Sasuke! ¡Es culpa de Konoha y todos sus odiosos habitantes! ¡Me engañaron, sólo querían un arma para proteger su aldea y por eso los que idearon eso eran amables conmigo! ¡Por culpa de Sasuke morí! Y ahora que he vuelto, creen que actuando como si nada hubiera pasado todo estará bien.

 

El otro, ignorando el insulto, se mostró interesado con lo que escuchó.

 

─Así que… realmente eres un kitsune.

─¿Acaso estás sordo? ¡He dicho “era”! ─exclamó haciendo énfasis en la última palabra. ─Soy un simple humano ahora. Inari Kami-sama me ha convertido en esto como castigo porque siempre odié a los humanos... entre otras cosas ─finalizó casi en un susurro para sí mismo.

─¿Especialmente a los hermanos Uchiha?

─Especialmente ─reiteró asintiendo en un enérgico movimiento de cabeza.

 

El más alto sonrió y entrecerró los ojos con un brillo malicioso, maquinando un plan.”

 

¡Nos vemos en el siguiente capítulo!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).