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Mi Obsesión por Neko_Love_Kagene

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Notas del fanfic:

Pues es mi primer fanfic solo espero que les guste y que si les gusto dejen comentarios y si no les gusto o le falto algo haganmelo saber para mejorar  ya que es el primero que hago nwn

Capitulo 1

 

Desde que puedo recordar, mi hermana y yo siempre hemos estado juntas. Éramos mas que amigas inseparables, compañeras de vida. Con ninguna otra persona en mi vida he compartido tantos hermosos y divertidos recuerdos. Ella siempre fue importante en mi vida: me daba cuenta cuando me sentía feliz cuando notaba su presencia cerca de mí brindándome una sonrisa, un momento, un abrazo, un apoyo.

 

Pero a medida que pasaba el tiempo, me di cuenta que empezaba a sentir algo mas por ella. Algo que no era un simple cariño de hermanas sino que crecía más y más, a medida que los días corrían hasta que se convirtió en un sentimiento que me volvía loca, que me desquilibraba por completo, que no me dejaba dominar mi vida.

 

Eso fue algo que me tomo por sorpresa. Jamás lo había sentido en mi vida. Al principio lo confundí pensando que era un sentimiento normal, que era normal quererla mucho y querer protegerla con todo mi ser. Pero no tarde en darme cuenta que eso fue un error muy grande. Mis sentimientos iban más allá ya de un simple amor hacia una hermana. Mis deseos desenfrenados de quererla solo para mí, de que me quiera a mí y solo a mí, de no querer que nadie se acercara a ella eran ya muy grandes. Fue muy difícil aceptarlo. Jamás se cruzo en mi cabeza que algo así me estuviera pasando. Como podía estar enamorada de mi hermana? Esa persona a la que deberías querer sin irse más allá de un sentimiento por un familiar.

 

La culpabilidad por mis insanos sentimientos hacia mi hermana me ha hecho tomar medidas para tratar de evitar esos sentimientos. La evitaba, me hacia la indiferente con ella y muchas cosas mas pero ninguna salía bien. Mi hermana siempre encontraba la manera de hacerme sentir culpable de lo que le hacia y me hacia desistir de todas mis ideas. Su dulce e inocente forma de arreglar las cosas solo hizo que mis sentimientos incrementaran demasiado. Mis esfuerzos por controlarme eran más grandes que antes tantos que, a veces, esperaba a la noche para que se durmiera para robarle un beso, el beso tanto necesitaba, que tanto deseaba y nunca lo tendría por voluntad de ella.

 

Aun así, mi interior aun carga con un sentimiento de culpa, pero ya es imposible sacarla de mí. El amor por mi hermana es muy grande y no puedo, de la noche a la mañana, arrancarlo de mi corazón, de mi mente, de mi vida. Como haces para olvidar a la persona que amas si vive contigo, va al mismo colegio que vos, que comparten casa, cuarto, comida, familiares, todo? Es algo imposible. Cuando la veo es imposible pensar con claridad y estar totalmente relajada. Cada día se hace mas difícil. Como estar relajada si cada momento que la veía lo único en lo que pensaba era en hacerle cosas tan vergonzosas? Y si no podía controlarme por mucho tiempo?

 

Por eso me encantaban los momentos en los que estaba sola, aunque no eran muchos los que disponía porque siempre eran ocupados, por los menos el 80% de la presencia de mi hermana. No es que no me gustaba estar con ella, sino que era, como había dicho antes, tenia miedo de no poder controlarme si imaginaba algo con ella al lado mío. Por eso, cuando estaba sola, me sentía libre por completo. Podía sin ningún límite, sin ninguna cohibición, sin ninguna culpa todo lo que quisiera. Esos momentos, mis pensamientos eran dominados por mis típicas fantasías con mi hermana. No podía pensar en nadie más que en ella.

 

Muchas de esas fantasías, parecían infantiles o muy simples como estar tomadas de la mano o besándonos pero otras sobrepasaban lo inocente, fantaseando con el día en que ella correspondiera a mis sentimientos, que ella me mirara de la misma forma que yo y que su corazón y su cuerpo fuesen solo para mi entregándonos todo nuestro amor y pasión en una caricia, en una noche. Esas imaginaciones eran muy comunes pero eran muy tristes sabiendo que eso no me pasaba y que deseaba tanto que ocurrieran.

 

Hoy era uno de esos días que no tenía nada que hacer. Iba a disponer de mi cuarto para poder estar tranquila y en paz conmigo misma. Por eso cuando venia del colegio estaba feliz. Entre a mi casa rápidamente. Deje todas mis cosas tiradas por ahí y ni siquiera salude a mi mama de lo emocionada que estaba. Ya estaba cerca de mi cuarto y estaba a punto de abrir la puerta pensando que por fin tendría mi momento a solas pero lo que vi me arruino por completo mis planes.

 

                -Hola Vi-chan!-me saludo mi hermana con su sonrisa peculiar y su gran abrazo. Siempre lo hacia cuando me veía.

               

                -Hola-conteste desganadamente triste de que mi plan se hubiese arruinado. Lo único que hice fue sentarme en el piso echando suspiros de disgusto.

 

Mi hermana me miro preocupada, al ver mi cara desalentadora. Pude notar que se acerco hacia mí. Se sentó frente mío acercando cada vez mas su cara dejándonos poco espacio entre la cara de una y de la otra.

                

                -Te pasa algo?- me miro con su carita angelical que se mostraba un poco preocupada.

 

No pude evitar sonrojarme. Se veía muy linda cuando se preocupaba. Pude notar sus largas pestañas y sus hermosos ojos color celeste a los que siempre admire solo por formar parte de su rostro. Sentí como nuestros labios estaban cerca casi rozando. Eran preciosos. Eran rojos y gordos. Me encantaba ver esos hermosos labios. Tuve que contenerme para no besarlos aunque fue un esfuerzo muy grande.

 

Mi hermana retiro su cara, lo que me relajo ya que tenia miedo de no poder contenerme a hacerle algo. Se alejo lentamente, se levanto y luego se sentó en mi cama. Mi hermana solo se quedo viéndome.

                  

                    -Porque no me contestas, Vi-Chan?-dijo mi hermana haciendo un puchero.

                   

                    -Uh, lo…siento-dije casi tartamudeando. No me había dado cuenta de que no le dije nada en todo este tiempo. -es que me sorprendiste. Eso es todo.

                   

                     -Jaja, eres fácil de sorprender. Siempre te sucede cuando me vez. La verdad que no te entiendo-dijo mi hermana riéndose levantándose de la cama y agarrando un peine que estaba arriba de nuestro escritorio. Luego volvió a mi cama y se sentó.

 

No conteste a su “chiste”. La verdad que no tenía ganas de hacerlo. Solo me quede en silencio contemplando a mi hermana cepillar su hermosa cabellera. Era tan suave y larga de un hermoso color castaño. Igual que el de mi mama. Era igualito. Yo en cambio herede el color de mi papa que es negro. El color más insulso y menos especial que existe para un cabello, por lo menos para mí.

 

Cuando se termino de cepillar su cabello, se levanto de mi cama y se fue directo hacia mí. Se sentó en frente mío mirándome fijamente.

                   

                    -No estés tan silenciosa. Que te pasa que estas tan callada?

  

No conteste. No tenia ganas de decirle que el motivo por el cual estaba así era porque ella fue la que me arruino todos mis planes. Así que solo me levante y le dije que no se tenia que preocuparse. Que todo estaba bien. Mi hermana me miro no muy convencida de lo que dije.

                   

                    -No te creo nada-dijo enojada levantándose-porque no me quieres decir? Que acaso es algo muy privado que no me lo podes decir? Si siempre nos decimos todo.

   

Me quede mirándola. Lo que decía era cierto. Nosotras nos contábamos todo, sin importar lo malo, lo vergonzoso o lo desagradable del asunto. Bueno casi todo. Lo de mis sentimientos por ella, claro no se lo podia decir. Sin embargo, sacando ese detalle, nosotras nos decimos todo. Somos como las mejores amigas. Ambas sabíamos que entre nosotras podíamos encontrar un tipo de apoyo y comprensión que no lo encontrábamos con ninguna otra persona. Era genial contar con mi hermana para que me ayude con mis problemas y así solucionarlos lo mejor posible. Realmente me encantaba eso.

 

Sin embargo, sentía que esto no le podía decir. Claramente no le podía decir mis verdaderos planes: que yo quería estar sola, sin nadie porque eso la ofendería. Ella es una persona muy sensible. Creería que no quiero estar con ella y eso es justo lo que no es. Amo todos los momentos que paso con ella, aunque no pase nada del otro mundo. Pero todo el mundo necesita tiempo a solas para poder pensar mejor sus cosas y no creo que con ella pudiera pensar con claridad más si es ella la dueña de mis pensamientos e imaginaciones. Siento que si yo imagino cosas con ella estando yo con ella en el mismo bien, no creo ser capaz de dominar mis actos.

 

Mi hermana seguía mirándome dispuesta a esperar todo el tiempo que sea hasta que le contestara. Quería mentirle pero no soy buena mintiendo, se me notaba en enseguida cuando la mentira salía de mis labios. Decidí decirle la verdad aunque estaba segura que algo malo iba a pasar si le decía la verdad.

               

                 -Es que quería estar sola. Pero vos estas aquí. Entonces eso me puso de mal humor y por eso…-pare cuando me di cuenta de algo. Mi hermana estaba llorando.

 

Yo sabía que eso iba a pasar si le decía la verdad. Todo porque lo malentiende. Seguro va a decir que yo no la quiero, que es un estorbo y cosas por el estilo.  Me parecía un poco tonto que llorara por eso; parecía una niña pequeña. Pero en el fondo me destruía por dentro el saber que mi linda hermana lloraba por mi culpa. Tenia ganas de golpearme por eso. Una lágrima rodó por mi cara. Se que suena exagerado pero me sentía muy mal cuando ella lloraba. No me gustaba para nada.

  

Me acerque a donde estaba. Intente darle un abrazo pero ella me lo esquivo. De verdad la había ofendido.

                 

                  -Lo sabia-dijo entre sollozos-soy un estorbo. No me quieres cerca. Debo ser una molestia verdad?-y lloro mas fuerte.

   

Me sentí culpable. Cualquiera se pondría mal si le dijera eso y ademas de esa forma tan directa. Como yo la voy a querer cerca? Ella es el amor de mi vida. Que cuando la tengo cerca me siento tan feliz, que cuando la veo mi mundo se vuelve más especial. Si eso ella supiera estoy segura que no diría esas cosas tan dolorosas para ella y aun mas para mi.

                

                          -Lu-dije con la voz entrecortada a punto de llorar-como se te puede ocurrir eso? Eres tonta? Pero si a mi me encanta que estés conmigo. Siempre la pasamos bien juntas. Somos como las mejores amigas. Yo te…quiero mucho-le iba a decir te amo pero menos mal me detuve-eres especial en mi vida-empecé a llorar- como podes decir algo así?

   

No pude contenerme más. Mis lagrimas salieron fugazmente sin que las pudiera evitar y ya no podía controlarlas de ninguna manera. Mi hermana paro inmediatamente de llorar y se me quedo viendo con los ojos hinchados y rojos ya de llorar. Me miro con tristeza y con culpa. Odiara que me mirara así. Me puse a llorar más que antes. Dios mío, estaba podrida de llorar. Ya quería parar. Me veía ridícula llorando de esa manera.

   

Mientras lloraba como una niña, mi hermana acerco una de sus delicadas manos y suavemente se dedico a secar las lágrimas que tenia en mi rostro. Cuando mi cara estuvo completamente seca, sonrío y me dijo que no llore más. Me sorprendió y me conmovió su acción que hice todo lo contrario.

   

Ella me miro con una mirada que expresaba tristeza, como se sintiera culpable de todo lo que paso. Sin esperarlo, me abrazo fuertemente y llorando me dijo

                         

                 -Perdóname-empezó a llorar-perdón no volveré a decir esas cosas.

   

Después de eso, la abrase fuertemente. Nos quedamos así un momento. Ojala se detuviera el tiempo y yo me quedara así: abrazada con mi hermana, a la que tanto amaba así por toda mi vida. Me sentía feliz por el abrazo que me dio pero no lo disfrutaba como lo pensaba. No puedo disfrutar nada que ella me da si veo que ella se encuentra mal. Realmente no puedo.

   

Nos separamos. Mi hermana aun lloraba, menos que antes eso si. Dios mío hubiera dado cualquier cosa para que dejara de llorar, para que me dedicara otra vez su linda sonrisa, perfecta y llena de belleza como el rayo del sol.

  

 Agarre sus manos. Ella me miro sorprendida de mi acción. Apreté con fuerza sus manos y la mire con ternura.

                         

                            -Tranquila. No te preocupes ya. Pero por favor: no me llores. Te lo suplico. Vuelve a sonreír- me acerque a su cara y le limpie la cara con la misma suavidad y ternura con la que me había hecho a mi.

   

No paso mucho cuando una gran sonrisa apareció en la cara de mi hermana. No pueden ni imaginar la felicidad que me invadió cuando la vi feliz, sonriendo como lo hacia siempre.

                            

                            -Gracias hermana-dijo aun sonriendo-te quiero mucho-y de repente me da un beso en la mejilla.

    

Enseguida, me invadió un sentimiento muy calido. Me puse roja de inmediato. No pude evitarlo. Ese beso venia cargada de tanta ternura e inocencia que nunca jamás había sentido. El momento era tan maravilloso y perfecto, que sentí un enorme deseo de querer besarla. Acerque su cara junto a la mía. Estábamos tan cerca que podía sentir sus labios rozando los míos pero cuando estaba a punto de besarla un ruido molesto proveniente de la puerta de mi cuarto vino a interrumpir mi momento mágico.

                           

                            -Ludmila-pude notar que era la voz de mi mama-alguien te busca. Es una chica.

 

Quería hacer como si nada hubiese pasado. Pero era evidente que el momento se había arruinado por completo cuando vi que mi hermana se levanto, se limpio sus lagrimas y se dirigió hacia la puerta. Me puse molesta y triste y más cuando me dijo que ya volvía. Estaba tan molesta que empecé a golpear la almohada de mi hermana con mucha potencia. Mientras destruía la pobre almohada que no tenia la culpa de lo que paso, mi mama apareció en mi cuarto.

                            

                           -Hija-me dijo-necesito que vayas a comprar. Necesito cosas para hacer la cena de hoy.

                            

                           -Ufa-proteste. Detestaba ir a comprar-porque yo? No puede ir Ludmila?

                             

                           -Ludmila esta con la amiga abajo. Eso creo. Tal vez-dijo mi mama-no se.

                             

                           -Bueno pues la buscare y le preguntare si puede ir ella-dije rápidamente y salí corriendo. Debía encontrar a Ludmila si no tendría que comprar yo y la verdad que no tenía ganas.

 

Baje las escaleras tan rápido que casi me caigo pero por suerte me pude agarrar de la baranda y evite una tragedia. La busque en el comedor pero no la encontré, tampoco en la sala de estar. Ya estaba haciendo muecas de disgusto pensando que al final tenia que ir yo. La busque por todos lados pero había ninguna señal de ella. Una mueca de disgusto apareció en mi cara. Ahora tendría que ir a comprar yo.

 

Subí las escaleras y busque a mi mama para que me diera el dinero para comprar. Cuando me lo dio baje las escaleras, esta vez con cuidado. Fui al comedor, agarre las llaves que estaban arriba de la mesa y abrí la puerta.

 

Ni bien abrí la puerta, pude notar que mi hermosa hermana estaba con una chica, probablemente era la chica que había venido para verla. Un dolor en el pecho apareció de la nada Las vi abrazadas y besándose muy apasionadamente como si amaran un montón y como si no se hubieran dado cuenta que yo las estaba mirando. Estaba destrozada. Me sentía como si me hubieran arrancado el corazón y me lo hubieran partido en muchos pedacitos.

 

La plata y las llaves que tenia en mi mano se cayeron haciendo un ruido que al parecer distrajo a mi hermana y a su noviecita. Ambas giraron la cabeza mirándome sorprendidas y avergonzadas. Hubo un silencio muy grande en la que ninguna de las tres dijo absolutamente nada.

 

Después de un tiempo, mi hermana fue la que rompió ese horrible silencio. Pero lo que dijo no me tranquilizo para nada.

                    

                       -Estas bien?

 

Bien? Como me puede preguntar eso? Claro que no. Me sentía terrible. Es como morir en vida. Es una porquería.

                    

                     -S…si-fue lo único que pude decir.

                    

                     -Jaja-se río mi hermana-Vi-Chan, te ves tan rara. Perdón que te tuvieras que enterar así. Yo te iba a contar pero luego me entraba la vergüenza y me olvidaba de decirte. Ella es mi novia, Valentina.

 

Cuando mi hermana acabo de decir su nombre, la tal “Valentina” se acerco hacia mi. Yo no pude fingir que ver a esa chica me agradaba. La vi con un odio que me sorprendió hasta a mi misma. Pero al parecer la chica no se dio cuenta de mi mirada y me saludo como si nada, como si fuéramos las mejores amigas. Cuando termino de presentarse, yo estaba tan mal que lo único que quería en estos momentos era irme de ahí. Estaba al borde de las lágrimas y no quería que ninguna de las dos me viera llorar.

 

                     -Que haces afuera, Vi-chan?-me pregunto mi hermana.

                      

                     -No…es que estaba por ir a comprar-dije fingiendo una sonrisa-bueno ya me voy. Después otro día me presentas a tu novia mejor y hablamos-dije mas deseando que desaparezca en este momento y que todo lo que había visto sea solo un mal sueño. Agarre la plata y las llaves que estaban en el piso y me fui corriendo.

 

Mientras corría, agradecí con el alma que mi mama me hubiera mandado a ir a comprar. Necesitaba evitar pensar en lo que había visto aunque sea por un momento. Pero sabía que eso no iba a ser posible porque cuando llegue al supermercado lo único que hice fue llorar como una niña.

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Notas finales:

Solo espero que les haya gustado y que dejen comentarios tanto si les gusto o no nwn.

Saludos a todos: Neko_Love_Kagene :D


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