El escenario que presenciaba no le gustaba para nada, ¿qué debía hacer?, quería moverse, pero no podía, su cuerpo no respondía a lo que su cerebro mandaba. Pero, ¿qué era lo que estaba viendo?...
Veía escéptico el escenario que se mostraba, todo el Bosque Kokiri se quemaba, hasta que al fin pudo moverse, corrió hacía donde estaba el gran Árbol Deku muerto, ahí, estaba Saria, pero, cada paso que daba, ésta se alejaba, no lo entendía, hasta que de una vez por todas, preguntó:
—¿Qué es lo que pasa?... ¡¿Por qué se quema todo el bosque?!...
— ¡Eso deberías saberlo Link!... ¡Todos los sabios quisimos detenerte, a ti y Dark!...
—¿D-Dark?... ¿A qué te refieres con "deberías saberlo"?...
—¡No te hagas el desentendido que no te queda! —gritó la chica quien cerró los ojos para llevarse las manos a su cabeza, pronto, se vio rodeado por un aura verde, que lo encerró, como aquella vez que Ganondorf encerró a Zelda, era casi como esa vez, sólo que en diferente situación, al lado de él, apareció Dark, su oscuridad, veía todo confundido, estaba en shock, ¿qué habían hecho?...
Despertó sudado, su pecho subía y bajaba, tuvo la necesidad de ver por la ventana, vio que el bosque estaba normal, pronto sus orbes azules se posaron en el otro bulto de la cama, ahí, estaba Dark Link, su otra mitad, suspiró con alivio, y volvió a la cama, el pelinegro cambió de posición, ahora veía a Link, sudaba frío, pero decidió no preguntar, lo haría cuando los cucos cantaran, y éste se levantara.
Todo era negro, negro azabache, no veía nada, ni a él mismo, por primera vez, tenía miedo, no era ese miedo normal, si no, a la oscuridad, él siempre había vivido , en lugares lúgubres, pero nunca se había sentido tan asustado, una pequeña luz apareció, se fue acercando dando forma a una persona, era Link, pero éste tenía algo fuera de lo normal, sus ojos eran rojos, como los Sheika's, pero su rostro no tenía expresión alguna, sus orbes no tenían brillo, su piel era pálida, como la misma nieve, sacó su espada, y pronto, se vio atacado por su más preciado amor, no tenía alternativa, sacó su escudo y espada.
—¡Link, despierta!, ¿no lo vez?... ¡Ganondorf te está utilizando!...
—Chiquillo estúpido, su alma me pertenece, ahora es un fiel sirviente, no tiene sentimientos, no siente absolutamente nada, está bajo mi control, si lo cortas, no obtendrás ninguna reacción.
—¡Link despierta, este no eres tú, no te dejarías vencer por Ganondorf tan fácilmente, lo haz vencido una vez, lo harás otra vez, vamos despierta! —se lanzó encima de él, haciendo que la espada de su oponente cayera lejos, lo miró desesperadamente, no recibió respuesta alguna, un líquido corrió por sus mejillas, eran lágrimas, cerró los ojos, cuando los abrió, se levantó, sintió un líquido en sus dedos, había un charco carmesí, era sangre, sangre, de Link, de SU Link, éste tenía sus ojos cerrados, los abrió, dejando ver sus orbes azules, miró a Dark, y le dijo:
—¿Por qué?... ¿Por qué lo hiciste?... Me... Lo prometiste... Dark... ¿Por qué?...
—¡Link, vamos, resiste!...
—Dark... —cerró sus ojos, dando el último respiro, haciendo que el ojirubí cerrara los ojos de impotencia, y gritó:
—¡Te maldigo Ganondorf!...
Despertó, se dio cuenta que los cucos cantaban, Link estaba dormido, al lado suyo, el Bosque Kokiri estaba en silencio, Mido, quien apenas se levantaba, se ponía a revisar todo, como el jefe, tenía que ver que todo estuviera en orden. Pronto, Dark se dispuso a darse un baño, tomó su túnica, lo necesario para darse un buen baño para alejar el sueño, y después despertar a su compañero, para que se bañara y desayunara, e hicieran la rutina de siempre.
Después de darse un largo baño, salió, el rubio aún no se levantaba, teniendo ya 12 años, ¿cómo podía ser tan flojo?... Sonrío de lado y fue hacía él, lo movió, le oyó susurrar por lo bajo, lo movió más, haciendo que despertara, y murmurara por lo bajo miles de cosas que nadie creía escuchar salir de su boca.
—Ya levántate flojito, ya los cucos han cantado, así que sin pretextos, cámbiate, haré el desayuno.
—Pero... Dark... ¡Es temprano!, ¿me dejarías dormir más?... ¿Sí? —dijo con una voz cantarina.
—No, anda ve báñate, sucio.
—No es mi culpa, ¿sabes?, dormir hace que descanses y te olvides de todo.
—Sí sí... Vete a bañar que se hace tarde.
—¿Tarde para qué? —preguntó rubio.
—Zelda ha mandado a llamarnos, además, mañana nos iremos de aquí a vivir a otro lugar, ¿recuerdas? —alzó una ceja, mientras que el rubio, sólo asentía, y así fue a bañarse.
Cuando salió de bañarse, todo estaba silencioso, algo anda mal, se dijo, se puso su túnica verde, gorro, botas, espada y escudo, se dispuso a salir, el bosque se estaba quemando, de nuevo, pero, ¿cómo?...
—¿Pero qué?...
Mounstruos aparecieron, Link bajó, y su pequeña casa se vio quemada, varias llamaradas de fuego se esparcían, buscó a Dark, lo encontró luchando contra una Deku baba.
—¡Dark salgamos de aquí, no queda nadie vámonos!...
Dark lo vio, y de inmediato dejó su pelea, corrieron, el puente estaba punto de caer, así que tuvieron que tomar las cuerdas que amarraban a este, y cortaron lo que quedaba, treparon, y salieron del bosque, todo el campo estaba lleno de criaturas, el agua estaba totalmente roja, el cielo era negro azabache, pronto una gran bola de fuego cayó encima de Dark, haciendo que muriera al instante, mientras que a Link, luchaba, le dieron un fuerte golpe en la cabeza, así, cayó inconsciente al piso.
—¡Basta! —gritó, despertó, se revisó, estaba completamente, vio la ventana, recordó que ya no era pequeño, ahora era un adulto, vivía en otro lugar, lejos de Hyrule, más allá de lo que se puede imaginar, fue a darse una ducha rápida para quitarse el calor, Dark dormía plácidamente, ¿qué habrían sido esos sueños?, ¿por qué con fuego?, ¿quién era el causante de todo eso?, pronto, el símbolo de la trifuerza en su muñeca brilló ténuemente, luego, la parte de la "sabiduría" que correspondía a Zelda, se volvió oscura, al igual que la parte de "poder" brilló con más fuerza, tenía un leve presentimiento que buscaban la tercera parte, a él.
¿Qué haría ahora?, no lo sabía, pero debía actuar, y rápido.