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Mi fantasía por Firefly

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Notas del capitulo:

Emmm traigo ante ustedes un fic defo ajajajaja esto paso por culpa de SM i el MV de dream girl... lo que ocurre es que lo niños crecen i bueno jejeje se hacen hombre i terminan violando a los semes!!

apolla la causa "ningun uke es eterno"

excepto kevin de ukiss jajajajj

Pov´S Minho


¿Cómo fue que esto pasó? ¿Cómo fue que no me di cuenta de cómo había cambiado? Mi niño, mi amor, mi dulce Taemin, ahora era un hombre, a diferencia de mí, que había entrado en SHINee cuando ya había terminado de crecer, su cuerpo siguió cambiando… pocas veces se habían mostrado los abdominales de Minnie, intentando preservar su imagen, vistiéndolo de colores, incluso su altura, diría que hasta me paso en uno o dos centímetros, pero en las fotos oficiales él siempre debe salir agachado, o sentado… al igual que su ropa, tenía que ser colorida, para no perder su imagen de maknae feliz…


Pero la verdad, es que bajo ese disfraz, que en cualquier momento caería, se escondía un cuerpo de infarto, casi tan trabajado como el mío; ese que me dejaba apreciar cuando salía de la ducha con solo una toalla en la cintura… me había convertido en un pervertido, no podía sacar los ojos de mi niño, pero era de una forma distinta a como era antes. La duda seguía dando vueltas en mi cabeza, y se estaba apoderando de mis sentidos, provocando que confundiera la realidad con mi imaginación…


Sentía que las manos me sudaban y mi calor se comenzaba a enfocar en cierta parte de mi anatomía. Me era imposible no reaccionar así cada vez que daba rienda suelta a lo que ocurría en mi cabeza… Tae sobre mi… impartiendo ordenes… atándome a la cama, si mi mente lo quería… entrando en mi con violencia a veces, y con delicadeza otras, no sé cuál de las dos me excitaba mas ¿Gemiría agudo como cada vez que lo hacíamos? ¿O sería algo más grave? ¿Cómo sería el tierno maknae de dominante? Y además ¿Cómo reaccionaría yo ante ello?


—¿My Love? —Me llamó Minnie al ver que yo estaba perdido en mis pensamientos, dulces y prohibidos pensamientos.


—¿Mm? —musité sintiendo como si me hubieran echado un baldazo de agua encima.


—¿Estás bien? –preguntó desde el otro sillón.


—Sí, ¿Por qué lo preguntas? —Me sentí incomodo al notar que estábamos solos en el departamento; intenté parecer natural por lo que me acomode en el mullido asiento.


—Por esto —susurró mientras se acercaba a mí, sentándose en mi regazo, acariciando mi entrepierna por encima del pantalón.


—Mm… —escapó un jadeo, aunque podía jurar que era por ver a mi niño tomar la iniciativa que por otra cosa… por otro lado, tenía que hacer algo respecto a mi cabeza, cada vez eran más seguidos los momentos en los que perdía el control de mi mente… lo debía solucionar ya, y ¿Qué mejor momento que ese? No había nadie en el departamento, y ambos estábamos excitados.


—Love, Llévame al cuarto… —pidió mordiendo mi labio inferior, jalando de él, generando que un gemido saliera de mis labios. Lo levanté en el aire, notando la diferencia de peso que había de hace unos meses atrás; cargándolo a ciegas, andando como podía, ya que nos íbamos devorando el uno al otro. Sin pedir permiso, su lengua intrusa se coló en mi boca, buscando a la mía, exigiéndome más contacto, que gustoso le otorgué.


Como pude abrí la puerta del cuarto y lo arrojé encima de mi cama, causando que rebote un par de veces. Pero algo en él había cambiado… su mirada…. Sus ojos estaban llenos de lujuria y deseo. Era como si mis más oscuras fantasías estuvieran volviéndose realidad. Subí sobre él, volviendo a atacar sus mullidos labios, sintiendo que una de sus manos apresaba mi nuca, profundizando el beso, mientras la otra bajaba hasta el borde de mi pantalón y lo desabrochaba, tomando mi miembro sin pudor alguno… ¿Dónde había quedado el Tae tímido que perdido la virginidad conmigo? No es que ese no me gustara, solo que me preguntaba si lo habían secuestrado los aliens y me habían dejado a esta persona de un metro ochenta que parecía violarme una y otra vez con la mirada.


Gemí ante la imagen mental que eso me provoco, llamando la atención de mi niño, que se acercó a mi oído, y luego de lamerlo un par de veces susurro:


—¿Qué ocurre Minho? —pronunció mi nombre en un suspiro que logro ponerme los pelos de la nuca de punta— Estas sensible hoy… —Sin pensarlo mucho más lo obligué a que se recostara, y le quité la remera, rebelando un pecho pálido bien trabajado, que lamí, desde las clavículas hasta el hueso de la cadera que recientemente se había comenzado a marcar. Desabroché el botón del jean que traía puesto y se lo arranqué junto al bóxer, si alguien me veía, creería que estaba desesperado, pues bien, lo estaba.


Besé la parte interna de sus muslos, provocando que varios jadeos de satisfacción escaparan de su boca, sus ojos claros se habían posado en mí, incitándome a que mis manos subieran, o lo imaginaba, estaba tan perdido en mi propia mente, que no sabía que ocurría fuera de ella.


—Minho... hazlo de una vez —mandó a lo que obediente tome su erección sin rechistar, acción poco común en mi... Y Tae se dio cuenta de eso, por lo que me dedicó una mirada acusadora, como intentando descubrir que me traía entre manos... ni se lo imaginaba, de seguro que no.  Di una cuantas lamidas en el glande y luego introduje su miembro entero en mi boca, cosa que se consideraría un logro... no solo los músculos de Minnie habían crecido— Ah... Min, que bien lo haces —alagó; y no pude más que ruborizarme, ese tipo de comentarios los solía hacer yo. Una mano se posó sobre mi cabeza, acelerando los vaivenes, alcanzando el ritmo que más placer le causaba.


Luego de unos minutos sintiendo como mi boca era penetrada por él mismo, junté el valor suficiente y me corrí de esa posición, nunca lo admitiría, pero me gustaba el Tae dominante. Tomé una de sus muñecas y llevé tres de sus dedos a mis labios, ensalivándolos bien. Mi niño me miraba atentamente, intentando adivinar que le pediría o que planeaba. Cuando termine me vio alzando una de sus finas cejas.


—¿Quieres que me prepare solo Amor? —preguntó seductor intentando crear un juego en el que no estaba interesado. Por lo que solo negué con energía, para luego ruborizarme y mirar a otro lado, sintiendo como él inhalaba con fuerza dándose cuenta de lo que yo quería— ¿Tú quieres...? Yo... —balbuceo no pudiendo creer lo que le pedía— ¿Estás seguro? —preguntó al ver que no respondía. Solo asentí, sintiendo al instante como mi boca era devorada por la de él, su lengua entró impaciente en mí, sacándome el aire, lentamente giró, quedando sobre mí.


Mi cuerpo entero temblaba por la expectativa, el estar a su entera disposición me daba escalofríos, pero al mismo tiempo me encantaba, era la sensación más rara que había experimentado. Dejó en paz mis labios, bajando por mi cuello, seguramente dejando marcas que se notarían en unas horas.


—Ah... —No pudé reprimir el gemido que escapo de mi al sentir como mordía uno de mis morenos pezones. Pero no había sido el que comúnmente dejaba salir, grave y profundo, este era agudo, el placer me había sobre pasado y no pude más que dejarlo salir. Mis ojos y los de Tae se encontraron, y pude ver  como una sonrisa malvada se formaba en su cara. Era mi fin, no me había detenido a pensar en que pasaría… y seria devorado por mi niño, al que ilusamente creí la personificación de la inocencia…


—Me gusta cuando gimes así… —ronroneó ante de morder con más fuerza mi tetilla, causándome dolor, pero uno dulce y adictivo.


—Ah… Tae… ¡Ah! —Una de sus manos se había colado en mi bóxer, masturbándome con lentitud. Apreté los ojos avergonzado; los de mi amante se habían tornado oscuros, pero de lujuria, y lo podía leer en ellos, podía ver como ansiaba partirme en dos, y temía acabar con solo pensarlo.


—Min… Love, levanta las caderas —pidió con voz dulce, a lo que obediente alce un poco la  pelvis. Taemin, sin perder un segundo, me sacó el pantalón y la ropa interior de una sola vez, quemando con su mirada mi piel morena al recorrer mi cuerpo de punta a punta— Ahora date vuelta… —Hice lo que ordenaba, dejando alzadas mis partes traseras, escondiendo la cara en una almohada, avergonzado como nunca en mi vida lo había estado— No, quiero verte… —susurró mientras se apoyaba sobre mí, dejando que sintiera en mi espalda su corazón— Quiero ver tu rostro cuando sientes que me vengo en tu interior —dijo mientras lamia mi oreja derecha.


—Eres un pervertido —chillé inflando mis mejillas, girando a un lado para mirarle.


—Y tu hermoso —confesó antes de meter uno de sus dedos en mi interior.


—Ah… —Otro de esos sonidos que parecían inflar su ego escapó de entre mis labios— ¡Tae! —le llamé al sentir como entraba y salía de mi— ¡Ah! ¡Por dios! —grité cuando dio con un punto en mi interior que me hizo ver las estrellas y una que otra galaxia lejana. ¿Era eso lo que yo le hacía sentir? Oh no, aun faltaba lo mejor.


—Es ahí ¿No? —preguntó rozando con sus dedos en ese lugar que me hacia delirar y olvidarme de mi vergüenza. Solo pude asentir con energía.


—Ah… Ah —Volvía a gemir con fuerza cuando el tercer dedo se sumó a los anteriores, aumentando la velocidad.


—Creo que estas listo —dijo antes de salir de adentro de mí de manera violenta, provocando que reprochara… ¿A quien quería engañar? Me había quejado porque no continuaba; vi como se enderezaba y poniendo la punta de su miembro en mi entrada se recostaba contra mi espalda, hablando en mi oído como otras tantas veces lo había hecho yo— te dolerá al principio, pero luego pasara —avisó antes de penetrarme de una sola vez, sin darme tiempo a pensar en lo que me había advertido.


—¡Ah…! —grité, mas por la sorpresa que por el dolor, no dolía tanto, pero la sensación de tenerlo dentro, tan cerca de mí, pudiendo además escuchar sus jadeos y suspiros en mi oído me excitaban más aún— Tae… muévete —ordene avergonzado intentando mirarlo, pero solo alcance a ver su expresión de asombro.


—Pero… —trató de replicar, pero moví mis caderas atrás y adelante, dándole a entender que no sedería— Como tú quieras —Se resignó antes de salir completamente de mi, y volver a enterrarse, cada vez más profundo, mas rápido, más fuerte.


—Ah! Ah! Tae… te amo —gemí al sentir como golpeaba mi próstata nuevamente.


—¿Quién hubiera dicho que el rapero de SHINee estaría a mi entera disposición? —jugó con mi mente sin dejar de embestirme con furia.


—I-idiota —chillé enfadado, pero el solo se recostó sobre mí, volviendo a jadear en mi oído.


—Yo también te amo Babo… —me dijo con tono dulce mientras realentizaba sus movimientos.


—Tae… más rápido —rogé, a lo que pude sentir como sonreía antes de enderezarse y tomar mi cintura para poder moverse mejor.


—Minho, voltea, quiero ver tu rostro —mandó, saliendo de mí. Giré y suspiré al sentirme lleno por él de nuevo— Min… Love, mírame —exigió mientras comenzaba a masturbarme. Por un momento me perdí en sus ojos, a veces parecían claros, otras oscuros, en ese momento, eran brillantes, como dos estrellas que me admiraban, todo de mi, mi piel, mis jadeos, mis labios, el goce y placer que él me brindaba, y estaba seguro que lo estaba grabando en su mente, intentando retener cada detalle.


Envolví con mis piernas su cadera, y jalé de Taemin para poder besarlo, mientras sus estocadas se hacían lentas nuevamente, al igual que su mano, que seguía un dulce vaivén en mi miembro. Intenté retenerlo, pero al final acabe manchando mi pecho y el de él; contrayendo mi entrada, causando que Minnie se viniera en mi interior… Era tan extraño sentir su esencia caliente llenar mi interior. Por un momento sentí que me desvanecía, pero al sentir a Tae caer sobre mí, agotado, no pude más que abrazarlo, hasta que su respiración se normalizo y dijo:


—te amo Minho, más que a nada en el mundo… —¿Como podía ser tan lindo y sexy a la vez, diciendo eso, cuando aún no había salido de mi?— Y tu interior se siente tan rico…—Creo que eso había estado demás, sentía como escocían mis mejillas a causa del comentario que mi ,no tan niño, había hecho— ¿Lo volveremos a repetir? —“Ah, la pregunta del millón” pensé— ¡Responde! —chillo volviendo a ser el maknae de siempre.


—Yo también te amo Lee Taemin… Me encanta sentirte dentro de mi —admití en un susurro— Y si, lo volveremos a repetir… —agregué arrancándole una sonrisa picara— Ah… —gemí por lo bajo cuando salió de mi, parándose para ir al baño que compartíamos.


—Min~ ven que me quiero duchar contigo —canturreó aun con la puerta abierta. “Ahora te toca a ti pequeño diablillo” ideé mientras caminaba hacia el baño, no sin cierta dificultad cabe destacar, pero era feliz, había podido hacer mi fantasía realidad, y no solo eso, sino que se repetiría, aunque por el momento, le daría su merecido a mi niño.

Notas finales:

ok, espero que les halla gustado, i si te sangran los ojos, no me hago cargo del oculista!!! jaajaj

besos i lamento no seguir con lo demas, pero me acabo de mudar i estoi con otras cosas!!!


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