El lugar era bastante grande y bastante hermoso para ser cierto, un chico peli negro resientemente había cambiando su residencia, al igual que de Universidad, solo con un objetivo: encontrar a la que él creía el amor de su vida.
Camino por varios lugares del campus, al parecer todos los alumnos lo miraban algo extrañados, a él no parecía afectarle en lo absoluto, busco por todos lados, pero no la podía encontrar.
—Ryuzaki...— Se escucho una voz a lo lejos, la pudo ver bien, ahí estaba la chica de su sueños.
—Naomi...— dijo con una sonrisa, la chica inmediatamente lo abrazo.
—Estoy tan feliz de que estés aquí, mira que no esperaba que te cambiaras e Universidad, y más que fuera a la misma que yo — decía mientras sonreía.
—Si también para mí fue un sorpresa — le mintió, él sabía perfectamente que ella estaría allí, y lo más importante estaría con ella todas las clases, era una especie de acosador, eso lo hacía sentir un poco mal consiguió mismo.
—Bien deja que te presente a algunos de mis amigos...— Caminaron por un rato, alrededor, todo en calma todos los estudiantes parecían concentrarse en sus estudios hasta que.
Ryuzaki poso su mirado en aquellas personas, ¿Qué eran? ¿Hippies? , no aunque parecían no estaban vestidos como tal.
— ¿Qué miras? — le pregunto Naomi, al mirar en la misma dirección que el pudo darse cuenta.
—Ellos, Ryuzaki será mejor que no te les acerques demasiado. —le dijo con voz suave.
— ¿Son de la facultad de arte? — le pregunto volteando a verla—
—Bueno fuera en realidad son de diferentes carreras, todos son demasiados extraños, pero lo peor es que son los peores en los estudios también...— menciono resignada — te los encontraras de vez en cuando, mas a aquel chico con la cabeza de pollo, el está en nuestra carrera.
— ¿En serio? – le dijo asombrado, jamás había visto que un joven universitario que estudiara su carrera fuera tan… tan… colorido, por decirlo de alguna forma.
—Vamos será mejor que no vean que los estamos mirando...— ambos se fueron en dirección a su facultad.
Al entrar al aula, Naomi presento a Ryuzaki con algunos de sus amigos, los cuales lo recibieron con una sonrisa, a Ryuzaki se le hizo raro, estaba acostumbrado a que lo miraran de otra forma debido a su apariencia, pero estas personas eran diferentes.
El profesor llego, dándoles la bienvenida a un nuevo año de Universidad, todos prestaban atención hasta que…
— ¿Puedo pasar?..— cierta persona había irrumpido en clase, Ryuzaki se lo quedo viendo, era él, el chico de hace un momento—
—Señor Yagami, debido a que apenas estamos iniciado el año se lo pasare, pero para la próxima tendrá problemas — le advirtió el profesor.
—Entendido – menciono con una sonrisa, se sentó justamente en el asiento junto a Ryuzaki, el era extraño, pero a su parecer el chico junto a él lo era aun mas.
La clase comenzó a hacerse algo pesada, eran tres horas seguidas, dio un vistazo a su alrededor todos parecían concentrados, esta sería una de las materias más difíciles de acreditar. Claro para el no, sería un placer ayudar de vez en cuando a Naomi, pero todo cambio cuando volteo a ver a su compañero de al lado, miro atentamente su cuaderno, ¿Qué era eso?, ¿Gatos? , ¿Desde hace cuanto que dibujaba eso? , sabía que la clase era tediosa pero no para tanto.
No pudo apartar la vista de esa libreta que al parecer no contenía ni un apunte en ella, noto como el chico arrancaba la hoja, escribía algo en ella, de pronto lo puso en su banca, cuando lo miro, observo su sonrisa, al parecer se había dado cuenta de que lo estaba mirando, pero lo que más se sorprendió fue lo que decía en aquella hoja con gatos en ella, “Los gatos son lindos“, Ahora lo entendía menos.
Al terminar la clase, quiso hablar con el chico, pero al voltearse ya no estaba ahí.
—Naomi, ¿Quién era ese chico? — se animo preguntar.
—Yagami Light, como abras visto es extremadamente extraño, tu lo ves entrar pero nunca lo vez salir, te aconsejo que no te le acerques mucho, es uno de los peores estudiantes de nuestra clase — le advirtió.
Ryuuzaki no parecía muy convencido con esa explicación, ese chico era extraño en más de un sentido eso lo sabía de sobra. Pero eso ahora no era lo importante, lo importante era estar al lado de Naomi el mayor tiempo posible, habían sido amigos desde hace algún tiempo, pero no había atrevido a conversar sus sentimientos.
Entraron a la segunda clase, para su sorpresa ese chico estaba ahí, pero esta vez estaba con un chico de pelo rubio, el tampoco parecía “Normal”, el tampoco lo era, pero ellos hacían que el pareciera extremadamente “normal”. Se sentaron un par de asientos arriba de ellos.
Es decir el chico de cabello rubio estaba desparramado en toda la extensión de la palabra, mientras el otro comía ¿Qué comía? ¿Salami? , o algún tipo de salchicha, la estaba lamiendo y luego mordía. No había notado que en los últimos minutos se le había quedando viendo.
—Oye Mello, no deberías estar ahí sentado sin hacer nada...— le reclamaba.
—Cállate Light, lo de anoche aun me tiene muy cansado, además tú tienes la culpa. — no tenia ánimo para pelear.
—Mi culpa, es tu culpa por tenerla tan grande, la metiste con todo — Light movía la cabeza en signo de desaprobación.
—Ahí sí, es tu culpa por dejarme meterla hasta más no poder, además que a ti también te toco tu buena parte – le reclamo, todos se quedaron estáticos, ¿De qué estaban hablando?
—Aja… — fue lo único que dijo mientras seguía comiendo su salchichón— Ya recupérate, te necesito esta noche – le movía de un lado a otro.
—No, consíguete a alguien más yo estoy muy cansado – miro haciendo su mano a un lado.
—Entonces, ¿no quieres repetir? — dijo de manera picara.
Todos en el salón se estaba sofocando, ¿acaso no tenían vergüenza? , alguien iba hablar cuando…
—No ya te dije que el helado me cae pesado…— se quejo.
—Ya te digue que es tu culpa por comprarte una cuchara del tamaño del bote de helado, además la metiste como cuatro veces, te comiste la mitad y era un bote de 10 kilos...— le reclamo, todos miraron hacia otro lado, les daba vergüenza ajan a ver pensado mal. Pero enserio la forma en la que lo decían… Ryuzaki se sintió aun mas intrigado.
Al finalizar la clase, todos salieron, pero cuando menos se dio cuenta el chico ya habían salido el salón.
—Vamos Ryuzaki, tenemos que comer...— Ambos junto con sus amigos salieron rumbo a la cafetería.
Al llegar logro divisar de nuevo a ese par, mas fue su sorpresa al ver la cantidad de comida, realmente esperaba que estuvieran esperando a más personas, sus dudas se despejaron cuando vio a otras sentarse a su lado, eso lo alivio.
Cuando al fin término el día Ryuzaki al fin se decido a confesarse era ahora o nunca, tal vez no tendría otra oportunidad, no la había seguido desde Inglaterra a Japón solo para quedarse como su amigo.
—Naomi tengo algo que decirte – se animo, hablo con su singular tono de voz.
—Yo también,..— hiso una pausa— escucha Ryuzaki, tengo que presentarte a alguien que es muy especial para mí, esta noche habrá una fiesta, quiero que lo conozcas...— le menciono con una gran sonrisa en su rostro.
— ¿Acaso tu novio? — Por favor di que no, por favor di que no, se decía a sí mismo.
—Si veras él es increíble, —Ryuzaki perdió el hilo de la conversación, ya no supo lo que decía. —… entonces me acompañarías...— dijo emocionada.
—Claro...— fue lo único que dijo.
—Gracias... ¿ahora qué tenias que decirme?..— le pregunto.
—Nada... ya lo olvide — miro hacia otro lado.
—Bien te veo en la noche...— la chica se despidió, Ryuzaki quedo ahí solo, decido comenzar a caminar, hasta llegar a un lugar donde creía no había nadie. No estaba muy bien pero el siempre supo guardar sus sentimientos, pero ahora…
—Si vas a llorar porque te rompieron el corazón hazlo en otra parte...— la voz vino de atrás al darse la vuelta.
— ¿Tu?..Pero...— ¿Era enserio? , se pregunto.
—Mmmm… mmmm…— Se reía mientras comía Yakitori. — Bueno, te dejo llorar...— se alejo.
—Ya se me quitaron las ganas. — al ver alejarse a ese chico, se le fueron todas sus intenciones de sentirse mal por lo que había sucedió. Dio un gran suspiro, siguió su camino como si nada hubiera pasado.
A lo lejos el castaño sonreír mientras saboreaba su Yakitori.
—Una fiesta ¿eh? , suena divertido — dio una leve risita.