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Ojos vacíos por kallenparms

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Notas del fanfic:

Bueno, como bien lo dije en el resumen es un Alfa/Beta/Omega Dynamics, algunos ya habrán escuchado hablar de este universo que desgraciadamente es sólo popular en ingles, esperemos que se animen  y a partir de aquí creemos más historias.

 

El fic por el univesro en que se encuentra tiene bastantes Warning: Mpreg, abuso, lubricación anal, nudo, lactancia, narraciones sexuales muy descriptivas, por ahora sólo de esas me acuerdo, pero las ire agregando conforme vayan saliendo.

Notas del capitulo:

Bienvenido a este nuevo proyecto, espero y te guste la idea, pronto estaré creando una serie en la cual espero que participes, además de los warning ya explicados, debo aclarar que Itachi es casi el personaje principal, pero no por eso las demás parejas quedan relegadas, es como si no sólo existiera una pareja protagonica, si no que la responsabilidad recae en varias, si me conoces sabrás que de ley habrá Narusasu, así que acompañame y disfruta de este capitulo.

Nota: Los personajes y derivados de Naruto son propiedad de Masashi Kishimoto, no los utilizo con fines de lucro.

Con sigilo caminó hasta donde el bulto sobre la cama se mostraba, todo estaba por estallar y era muy poco el tiempo que tenia para echar andar su plan; ya había sacrificado a un inocente en el pasado y no estaba dispuesto a volver hacerlo, esta vez no se dejaría manipular por el consejo.

 

 

—Vamos Itachi – susurró moviendo el cuerpo del durmiente.

 

Un estremecimiento fue la respuesta inmediata del mencionado —¿Qué pasa? - exclamó  abriendo los ojos aun con cansancio, estaba seguro que pasaba de la media noche - ¿Obito?

 

—Shh – le mandó callar – no hay tiempo, sólo lo justo para ayudarte.

 

Itachi estaba demasiado confundido por las acciones del otro, tanto así que no podía ni moverse, y ya el mayor le jalaba fuera de la cama con un poco de fuerza.

 

—¡Basta Obito! - reprendió soltándose del agarre – no me moveré hasta saber que demonios te pasa.

 

La cara de frustración fue la respuesta del hombre de cabello corto, se obligó a tranquilizarse y agudizando el oído para asegurarse de que nadie les estaba asechando, se sentó al lado del adolecente y comenzó su relato.

 

—Tu secreto a sido develado.

 

—¿Como? - preguntó con pánico en la mirada, el cuarto estaba sólo a media luz iluminado por la gran ventana que daba a la calle y mostraba una luna llena.

 

—Sabes que luego de despertar el calor es casi imposible esconderlo, aun no entiendo como lo has logrado.

 

Itachi no era un ser que transmitiera muchas emociones, y es por eso que verlo en ese instante, tan desesperado, era bastante inverosímil.

 

—No debieron descubrirme nunca... yo tome supresores, yo...

 

—Lo sé, sé que en este clan es preferible ser un Beta desterrado que un Omega oprimido.

 

—¿Cómo puedes tu quejarte? - arremetió furioso, mirándole con ojos filosos – eres un Alfa, todo está hecho para su comodidad; a ustedes sólo les interesa utilizarnos como incubadora y ama de casa perfecta, si tenemos sueños o aspiraciones debemos tragárnoslos, es peor que ser un esclavo.

 

—Itachi – tranquilizó presionarle una mano entre las suyas, a pesar del rechazo del adolecente – yo no estoy en tu contra, si tú supieras mi historia, te aseguro que no tendrías duda de que sólo estoy aquí para ayudarte.

 

—¿Como? - inquirió a la defensiva – ¿Cómo piensas ayudarme?

 

—Puede sonarte egoísta, pero por favor déjame hablar antes de que llegues a una conclusión – a Itachi sólo le quedó morderse los labios y escuchar lo que tenia que decirle –. El consejo me a presionado para tomar pareja desde hace algunos años, sabes que a mi edad ya debería tener por lo menos dos o tres hijos, y eh  hecho todo lo posible por aplazarlo; me niego a tomar parte de esta amoral representación, si ellos no permitieron que fuera feliz y me obligaron a volver, pues yo tampoco se las dejare fácil; volví al clan sí, pero no me rendí  a sus actuales peticiones; ellos no quieren verlo, pero la actual forma de regir esta llevando al clan a la extinción, los pocos niños que nacen, lo hacen con deficiencias que apenas les permiten seguir con vida, obligar a un omega que no es tu pareja a que te de un hijo no es una buena forma de asegurar descendencia, no hay manera de que esto se salve Itachi, todo está demasiado maleado.

 

—Obito estas divagando, entiendo parte de lo que dices, pero no sé como eso se liga con lo que me está pasando a mi,  te enteraste de mi secreto, sí, soy un Omega y descubrí a mi pareja si lo e ocultado hasta ahora es porque...

 

—Ellos también lo hicieron – interrumpió dedicándole una mirada dolorida.

 

Itachi tragó en seco, porque la expresión del adulto no decía nada bueno

 

—¿Y?

 

—Por tus habilidades y atributos, todos pensamos que llegarías a ser un Alfa, el mejor de todos, Fugaku alardeaba de eso todo el tiempo y eh de confesar que yo también te veía como un Alfa; si tu pareja no estuviera en la aldea, pudiste vivir como uno, aunque sólo por un tiempo, pues tarde o temprano la verdad habría salido a la luz, al menos por tu incapacidad de procreador.

 

Itachi asintió digiriendo todo lo que su acompañante contaba, aun no sabía a donde quería llegar con ello, pero algo le decía que era importante.

 

—Obito me estas poniendo de los nervios, será mejor que me digas de que va todo esto.

 

—Primero dime ¿Cuándo descubriste tu condición de Omega?

 

Itachi dudó un poco en contestar la pregunta, pero finalmente lo hizo con un poco de reticencia.—Hace un año – confesó con seriedad, de nada le servía seguir negándolo – en la celebración de la creación de la aldea; caminando entre los juegos y puestos de comida; choque con él por error y cuando me quiso ayudar y tocó mi piel, algo recorrió mi espina dorsal y el calor se encendió, mi primera reacción fue correr.

 

—¿Pudiste huir luego de que tu calor se activó? - preguntó sorprendido, era la primera vez que escuchaba de ese tipo de auto control, ni siquiera él pudo resistirse a tomar a su pareja cuando su calor se activó por primera vez.

 

—Con toda mi fuerza de voluntad, pero sí, lo hice, corrí hasta llegar a casa, sabía que todos andaban en la celebración así que estaría solo, fue fácil para mi tomar los supresores que me diste aquella vez.

 

 

Obito asintió, recordando el medicamento que consiguió cuando vivió fuera del clan, los supresores estaban prohibidos en la aldea y el se las arregló para contrabandear, nunca pensó que al regalarle esa muestra a Itachi, le sería de ayuda.

 

—¿Qué hiciste después?

 

— El supresor actuó rápido, nadie se dio cuenta, estoy seguro que él tampoco, de ser así, me habría seguido y te aseguro que ahora mismo no seguiría siendo virgen – se sonrojó, pero inmediatamente volvió a su semblante frio -  hice todo lo posible para mantenerme alejado, aunque la naturaleza es mas fuerte, tú lo sabes, algo en mi me impulsaba a saber de él, lo... espiaba de lejos – susurró apenado – descubrí su nombre y otras cosas, sé también que no es como los demás Alfa, creé  en la liberación de los Omegas, los respeta, prueba de eso son las peleas que lleva con su padre por defender a su madre.

 

—Vaya – musitó asombrado – hiciste buen trabajo de investigación.

 

—Sí, me cuide de que nadie supiera la verdad ¿Cómo es que ahora lo saben?

 

—Tú padre – apostilló con amargura –, de una u otra forma, te conoce, dedujo que algo no andaba bien contigo, te mandó seguir y tus acciones le parecieron extrañas, al principio creyó que habías encontrado a tu Omega, luego se dio cuenta de que Shisui era un Alfa así que sólo le quedó darse cuenta de que el Omega eras tú.

 

—¿Cómo estaba tan seguro de que el Omega era yo? Sé que Shisui tiene más masa corporal que yo, pero eso bien podría ser por la edad.

 

—Las pruebas no miente Itachi, ya deberías saberlo, Shisui tomó el test hace dos años, cuando le hicieron tomar los disparadores su cuerpo no reaccionó, sabes que sólo un Omega reacciona al ingerirlos, como demostró capacidades anteriormente era obvio que tampoco era un Beta, así que sólo quedó tomar la prueba del Alfa y fue capaz de crear un nudo, no había duda de lo que era.

 

 

Itachi estaba consciente de lo que significaba mostrar capacidades. Básicamente la población se dividía en tres condiciones. Los Alfas eran los procreadores, con masa muscular fuerte (dependiendo de la anatomía del individuo), olfato y vista muy desarrollada, velocidad sorprendente, eso entre otras capacidades que se derivaban de la familia a la que correspondían. Luego venían los Omegas, en términos crudos y retrogradas eran la hembra del Alfa, tenían las mismas capacidades que el alfa, sólo que un poco disminuidas, además de poder gestar sin importar el genero (masculino o femenino), eran un complemento de los Alfa. Y por ultimo los Betas, ellos eran conocidos como los no-validos, simples humanos,  sólo las féminas podían concebir, sus relaciones solían consistir en hombre mujer aunque no todo era siempre así, igual podía haber un Alfa/Beta, pero eso no garantizaba la descendencia, además de que las relaciones sexuales terminaban siendo incomodas y en ocasiones dolorosas.

 

En el clan Uchiha sólo estaban permitidos dos tipos de individuos, los Alfa y Omega, cuando algún individuo resultaba ser un Beta, era inmediatamente expulsado sin oportunidad de replica, era ley y no podía ser cuestionada por nadie. Este método y el racismo, pues no aceptaban miembros de otros clanes, habían llevado a la aldea casi a la extinción, los pocos alfa que nacían eran  obligados a copular con Omegas que no le correspondían (es decir, no eran su pareja de vida) y los Omega eran obligados a gestar y parir hijos producto de abusos y afrodisiacos.

 

 

La forma de clasificar era sencilla, Itachi sabía por medio de Obito, que en otras aldeas esto estaba prohibido, pues sólo tú tenias derecho de elegir con quien procrear y se te daba la libertad de buscar quien realmente era tu pareja de vida, ahí los Betas, Omegas y Alfas tenían derechos y obligaciones por igual. El clan Uchiha por el contrario, que desterraba a los Beta, suprimía a los Omega y en cierto grado a los Alfa que no tenían relación con las familias influyentes.

 

 

Alfa y Omega mostraban sus capacidades desde los trece y catorce años respectivamente, pero no era hasta los quince años, donde se les hacía tomar una prueba con la que se identificaba quien era qué cosa.

 

La iniciación (como  regularmente se le  nombrada) consistía en administrar una droga llamada disparador a todos los  adolecentes con quince años cumplidos, esto minimizaba el rango de error, pues ya los órganos reproductores alcanzaban cierto grado de madures y era mas fácil su manipulación, esta droga tenía como función desatar el calor o celo en el cuerpo de los Omega, era prácticamente inofensiva para los Alfa y ellos no reaccionaban a ella, aun así, a ellos también se les sometía a una prueba cuando no se estaba muy seguro de en que rango se encontraban, esa humillación consistía en obligarles a tocarse frente al consejo y ser capaces de formar un nudo en el pene (hinchazón en la punta del pene, algo parecido a la copula de perros y especies parecidas**).

 

 

—¡Espera Obito! - exclamó asimilando algo en la narración del otro - ¿No había duda de que era un Alfa, como que no había duda? ¿Por qué hablas en pasado? – La mueca en el rostro del mayor se deformó, mostrando pena y coraje a la vez - ¡Habla de una vez Obito!

 

—Fugaku creyó que sólo él estaba enterado de tu condición, pero no era así, los del consejo también le vigilaban a él, alguien en su circulo les delató, sabían que a pesar de todo Fugaku no te dejaría y que si tu terminaste por ser Omega, lo mas probable es que Sasuke también lo sea... – suspiró profundo, tomando valor para confesar lo que faltaba – esto no se limita a que seas Omega Itachi, ellos creen que por tus capacidades, tus hijos serán privilegiados, casi acercándose a la perfección, eso es lo que creen de ti, sin embargo Shisui no entra en sus planes, él no es digno de ti, del peso que esto conlleva...

 

 

De mas está decir que Itachi estaba atónito, su cerebro trabajaba a mil por hora y ya sabía lo que Obito estaba por confesarle, pero no quería tener razón, si eso era verdad, su vida estaría deshecha.

 

 

—¿Dónde está? - gruñó – su cuerpo ¿Dónde está? ¿Por qué no le ayudaste?

 

—No pude, créeme que hice todo lo posible por evitarlo, cuando llegamos a casa de Shisui trate de convencerlos, quise ganarle tiempo y creí haber logrado que escapara, pero no fue así, le siguieron hasta los acantilados que están a las orillas del pueblo, le vi saltar de ahí a las aguas heladas y no volver a emerger, se emplearon perros de búsqueda, pero no encontramos ningún rastro, es seguro que la corriente se lo llevó, no creo que lograra sobrevivir, lo siento mucho Itachi.

 

El temblor en el cuerpo contrario se hizo evidente, lo que escuchaba era demasiado doloroso. Para un Omega que encontró a su pareja, era prácticamente imposible sobrevivir a su Alfa si no tenían hijos.

 

—¿Esta muerto? ¿seguro... seguro que lo está?

 

—No Itachi, completamente no, pero tampoco es factible que esté vivo, la caída... tu sabes la magnitud de esa caída...

 

—¿Y que voy hacer?

 

—Primero que nada calmarte, ellos vendrán a por ti y te obligaran a tomar otra pareja...

 

—No pueden hacerlo, mi pareja esta muerta, no tardare en estarlo también.

 

—Siento contradecirte, pero no es así, si bien es difícil que un Omega viva luego de que su pareja muere, también existe probabilidad de que lo supere aunque no vuelva a estar amorosamente con nadie mas, y tristemente en tu caso es mas factible, Shisui nunca te marco, ni se anudó a ti, como bien dices él ni siquiera se enteró de que tú eras su pareja, el vinculo nunca se creó y el consejo lo sabe, sé que no eres tonto para subestimarles, esto no fue hecho con premura, tuvo algunos meses de planeación.

 

Itachi era inteligente, a pesar del tremendo hoyo negro en que se encontraba sumergido, podía digerir lo que Obito decía y era verdad, el consejo podía hacer con él lo que le viniera en gana.

 

—No lo voy a permitir, no obtendrían de mi lo que quieren, si no muero naturalmente, entonces me asegurare de...

 

—¡No! — le interrumpió tomándole por los hombros – no puedes darte por vencido, sino es por ti, hazlo al menos por Sasuke,  el clan no tiene mas esperanzas, pero tú y Sasuke... ustedes pueden huir y formar una vida nueva, tranquila.

 

—¿Escapar? No creo que lo logremos, nos darán caza a donde vayamos.

 

El silenció inundó el lugar por unos momentos, sólo se escuchaban los cantos de las cigarras y el tenue viento que mecía las ramas de los arboles, la historia casi de terror parecía eso, sólo un cuento para no dormir.

 

—Yo me encargare de darte ventaja, por mi vida te prometo que no les seguirán, ayudare a que se vayan del pueblo, pero tiene que ser ahora mismo, despierta a Sasuke, les espero en la esquina, tiene media hora para empacar lo indispensable.

 

Sin esperar respuesta abandonó la habitación del menor, estaba seguro de que Itachi se movería, sino por él, si por Sasuke.

 

 

Itachi se tomó unos segundos para respirar, su cabeza convertida en un  mar de confusión, era casi imposible asimilarlo, se negaba a creer que Shisui estuviera muerto; era su pareja de vida, su persona afín, y aunque en un pasado viera esas uniones como simples instintos animales y perversión; luego de tomarse el tiempo de espiarlo y conocerlo, se enamoró de él, el sentimiento brotó sin poderlo detener y hubiera estado gustoso de compartir su vida, de darle hijos, porque sabía que estaría seguro a su lado, que él no le tomaría como un objeto, que tal vez en un ideal guajiro, escaparían de esa opresión y ahora de tajo todos esos sueños estaban deshechos, su corazón le decía que se diera por vencido y se dejara morir, pero su ser pensante le impulsaba a huir, a salvar a Sasuke de esa inmundicia y crear para él un futuro en el que si podría conocer a su otra mitad; su hermano pequeño siempre había sido lo mas importante para él, no tenía porque dejar de serlo ahora, al contrario, se aferraría al único bálsamo que le quedaba.

 

Con esa determinación y siendo lo mas sigiloso que sus pies y cuerpo entero le permitieran, tomó un morral y empacó un cambio de ropa, algo de dinero que tenía ahorrado y se dirigió hasta el cuarto de su hermanito.

 

 

Con el mismo cuidado entró con tiento, su corazón latía acelerado y casi deja de respirar cuando se encontró con los ojos de su padre mirándolo  fijamente.

 

—Padre – susurró asustado, tratando vanamente de esconder el morral que llevaba colgado al hombro.

 

—Te has enterado – fue mas una afirmación que una pregunta.

 

—No vas a detenerme – retó con decisión – y también me llevare a Sasuke.

 

El hombre mayor suspiró largamente, se veía cansado y sus rasgos demostraban un pesar muy grande, no se movió de su posición, parado al lado de la cama de su hijo pequeño, se cruzó de brazos y luego de mirar largamente la cara durmiente de Sasuke, volvió su atención a su hijo mayor.

 

—No pienso oponerme – habló con tranquilidad –. Itachi sé que no e hecho gran cosa para ganarme tu confianza y aunque no me lo creas, les amo, a tu madre, a ti y a tu hermano, no soy bueno demostrando sentimientos, pero tenia la esperanza de que algunas acciones hubieran servido para hacérselos notar, estoy enterado de tu condición y contrario a lo que todos crean, no estoy desilusionado, jamás inspirarías en mi ese sentimiento, al contrario, alabo tu inteligencia, ni siquiera imagino lo difícil que es para ti haber escondido tu naturaleza; en cuanto a Shisui...

 

—Él está muerto – cortó con rencor – no sé si tu habrás tenido algo que ver...

 

—No, te juro que no, no te mentiré diciéndote que no fue difícil enterarme de que el hijo en que mas esperanzas tenia, resultara Omega – negó con la cabeza – jamás haría algo para apartarte de tu verdadera pareja, yo tuve la suerte de encontrar la mía y que se me permitiera estar con ella, si ahora mismo me la arrebataran... no sobreviviría sin ella... - paró un momento y lamió sus labios en un intento de aclarar la voz, los ojos comenzaron a ponérsele vidriosos  y se le complicaba continuar - ... podrás salir adelante, tengo fe en ti, pero estoy consciente de que sólo lo lograras  lejos de aquí y no pienso ponerme a eso, también sé que si tu te vas, Sasuke no estará a salvo, la única  opción que queda es que le lleves contigo.

 

—Padre...

 

—No digas nada, prometo hacer lo imposible para darles tiempo, si cruzan las barreras de la aldea, les será más facial desaparecer del radar, por favor Itachi, cuida de tu hermano. - terminó acercándose hasta él, le dio un leve abrazo y depositó un costalito que seguramente contenía dinero – esto les servirá por un tiempo.

 

—Gracias padre, prometo cuidar de mi hermano.

 

Fugaku asintió haciéndose a un lado —  Es hora de que te vayas no debes perder mas tiempo, Sasuke esta dormido y creo que es mejor que lo lleves así, no estoy seguro de que entienda lo que esta pasando, te será mas fácil inventarle algo cuando estén lejos de aquí.

 

Itachi ya no habló mas, y tampoco es como si pudiera hacerlo, un gran nudo instalado en su garganta y un fuerte peso comprimiendo su corazón, debía enfocarse en respirar y para colmo cargar el cuerpo de su hermanito de siete años.

 

—Despideme de mamá, dile que le quiero.

 

—Yo también les quiero – irrumpió la llorosa vos, tenía poco tiempo de haber llegado hasta la habitación de Sasuke; al sentirse sola en cama, se levantó para buscar a Fugaku, al pasar por el pasillo oyó voces en susurro y se acercó hasta ahí, la puerta entreabierta no hizo sonido y ella escuchó en silencio lo que padre e hijo se decían.

 

—Mikoto – musitó Fugaku asombrado.

 

—No  –  le cortó la mujer – no digas nada, sé lo que esta pasando y estoy de acuerdo contigo, Itachi, te amamos, creemos en ti y te entregamos una de las cosas mas valiosas que tenemos para que lo cuides, sabemos que lo harás bien, no pierdas tiempo, vete ya y cumple con tu promesa.

 

El mayor de los hijos se acomodó el morral ya con ropa de Sasuke incluida y por ultimo cogió al menor entre sus brazos.

 

Ambos padres le acompañaron a la puerta, voltearon comprobando que no hubiera nada en la calle y le vieron partir hasta que dio vuelta en una esquina. Se abrazaron confiando en que todo saldría bien, era momento de crear un plan, pues cuando el consejo se diera cuenta de la huida de sus hijos, quien tendría que pagar por ella claramente serian ellos, pero valía la pena, su corazón sangraba por el futuro de Itachi, pero a Sasuke seguro que le pintaría mejor...

Notas finales:

Si te a gustado o no, agradecería tu opinión, es una retroalimentación que nos servirá a ambos, a mi para mejorar y a ti para encontrar y leer algo que te guste, cualquier duda o aclaración no dudes en hacérmela saber.

Chau y hasta otra, yo creo que a mas tardar el Martes


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