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The Legend Of SHINee: The Hero Of Light. por Akira Halakti Motou

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Notas del fanfic:

Las ideas y los personajes (aunque quisiera) no me pertenecen. La trama tampoco sólo algunos 

Notas del capitulo:

¡Hola! *llega con un Poni volador* soy FuckingThe... Okno... Soy Akira... (Soy chica)... Soy una amante de Zelda... Me encanta ese vídeojuego y bueno, me puse a pensar... ¿Qué pasaría si pongo a todos en esos papeles?, claro, cambiando casi unas que otras cosas y haciendolo a mi modo... Espero que les guste... Sin más preámbulos, los deje leer esta locura(?)... 

 

 

 

Era un día normal, el sol había salido, los árboles soltaban sus hojas, Choi Minho, cual campesino normal en el pequeño pueblo de Seúl del gran campo del Reino de Corea, el príncipe Young Min. Él vive una vida normal.. ¿Vida normal?, ¡qué va esto está a punto de cambiar!... 


—¡Minho!... —gritó un chico un poco chaparrito que él, con carita de perrito, llegó corriendo hacía él. 


—Oh... Jonghyun, ¿pasó algo?... ¿Onew se volvió a perder en el bosque de la fuente de las diosas?... ¿O algún trabajo qué hacer?... 



—Sí, no y sí —dijo el otro muchacho, el castaño se quedó pensando, hasta que el otro habló. 


—Tienes que ir al rancho de la familia Kibum, se les ha escapado el ganado otra vez, después tienes que entrenar tu caballo, claro, si quieres entregar el pedido que te dejó tu padre encargado para la familia real. 


—Oh... Sí, y no tenías por qué recordármelo —dijo rascándose la mejilla, el otro sólo río. 


—¡Hey Minho!, apúrate y llama a Ankira rápido... —dijo Onew mientras venía con su caballo. 


—¿No se supone que el trabajo era sólo para mí?... ¡Con trabajo y gano apenas 60 Won!... —bufó llamando a su yegua mientras silbaba... Ésta llegó rápido.


—Sé que no querías pero es hora de trabajar... ¡Arre! —dijo el de ojos grandes mientras se montaba en su yegua, siguió el camino de tierra para llegar al rancho de los Jo, pronto después de recibir las instrucciones del rubio, Key, empezó a arrear las reces en el establo. 


—¡Vamos Minho sé que puedes batir tu récord!... —dijo mientras lo animaba. Minho era de las personas competitivas, nunca se dejaba ganar, si era así, pedía revancha logrando la victoria, rara vez pasaba. Éste era reconocido por todo el pueblo por lo competitivo que era. Pero igualmente era adorado por todos. 


—¡Oppa, Oppa! —una muchachita gritó, Young Min fue a recibirla, mientras ésta entraba, con un semblante no muy contento, tiró al muchacho que montaba a la yegua. 


—¿¡Cómo te atreves a llamar a Ankira en medio de su baño!?... ¡Ahora tendré que bañarla!... —gritó, el rubio se fue alejando poco a poco... No quería presenciar la escena, pero era inevitable. 


—Sully, por favor... Para... 


—¿Parar?... ¡Cómo quieres que pare!... JUM!... Vamos Ankira... —dijo mientras agarraba las riendas de la yegua y se la llevaba, Key sólo negó, mientras su sonrisa no desaparecía, por lo menos había terminado de arrear las reces, ¿no?... Merecía su paga. 


—Toma, aquí tienes, 100 Won, espero que te sea útil —dijo mientras sonreía.


—Gracias, enserio, ¿de dónde sacas tanto dinero?... —dijo algo extrañado. 


—Haciendo trabajos, anda, ya vete a casa, se está haciendo tarde y creo que mañana no pinta para un buen día —dijo empujándolo hacia la salida, éste se fue corriendo mientras se despedía de su amigo haciendo un adiós con la mano. 


Llegó a la entrada del lago, quiso abrirla, pero no pudo, encontró a una Sully enojada al otro lado con la llave del portón de madera, buscó las maneras posibles para poder pasar, la pelicafé se había volteado para terminar de limpiar a la yegua. Entró en el pequeño hueco, y comenzó a gatear para ir al lago, una vez hecho, y se sacudió su pantalón café, seguido de una camiseta blanca algo manchada, se quitó sus huaraches(1) y los sacudió sacandole la tierra, se los puso otra vez, y vio a una Sully muy enojada, apunto de darle un zape, pero se detuvo, dio un sonoro suspiro y dijo: 


—Oppa, no me puedo enojar contigo. Sé que aveces haces que Ankira trabaje demás, pero enoja que no les descanso —dijo algo enojada y frustrada. Minho sonrío y le contestó: 


—Tranquila, prometo que hoy descasará, además, tengo que ir con el herrero a que me de la espada para entregársela al Rey, tu sabes que la insignia del león no es nada fácil de forjar, aparte tengo clases para controlar la espada y poder protegerte. ¿Está bien?... 


—¡Me enoja que quieras imitar a nuestro padre!, no tienes que agarrar una espada y mancharte con sangre, ¡sabes que es inhumano!, ¿te da satisfacción matar?... 


—No, pero si es para proteger o ayudar, entonces sí. 




Mientras Minho hablaba, en otro mundo, llamado "El Crepúsculo", un chico de 16 años, se encontraba escapando, éste había sido destronado y desterrado de su tierra, herido, se encontraba corriendo por el bosque, el ambiente era más pesado de lo normal, a pesar de que se encontraba herido, aún podía defenderse, unos mounstruos con cabezas parecidas de escudos, grandes casi de dos metros, perseguían al príncipe de ese mundo. 


—¡Déjenme en paz! —dijo mientras lanzaba una bola de energía rojiza, a lo que el mounstruo esquivó con facilidad. 


—¡Mierda! —gritó, sin más, no tuvo alternativa, tuvo que levitar, se concentró lo mejor que pudo y una mano gigante salió de la tierra, haciendo que se abriera en dos, y así, llevándose al interior con ello a los atacantes. Suspiró pesadamente, se agarró el brazo lastimado, de las sombras, apareció una muchacha, el castaño rojizo volteó, no negó que tuvo un poco de miedo, pero se contuvo. 


—Vaya, vaya Taemin... ¿Todavía sigues vivo?, debí matarte cuando pude... Pero no lo haré ahora. Por ahorita me servirá que sigas vivo, te propongo un trato. Hagamos las pases, pásame el cargo de "Guardián del Mundo Oscuro", y dejaré que vuelvas a tu trono —dijo la muchacha, a lo que el más joven gritó: 


—¡De ninguna manera!, ¿sabes lo que pasará con el Mundo de la Luz si te paso el cargo?... ¡Estás loca Jessica! —la pelirroja achinó la mirada, el muchacho dio un paso atrás, después volvió a correr, la muchacha llamó a más mounstruos, a los que persiguieron junto con ella al muchacho, llegó a un acantilado, pero no había agua, era un líquido verde, espeso, volteó y vio que se acercaban esos mounstruos, "¿Será mi fin?, sin haber hecho nada..." cayó de rodillas, Jessica se acercó a él a velocidad, una flecha de luz llegó a los pies de la muchacha, un muchacho pelinegro con ojos azules, alto, llamado Kwang Min, de 19 años, volvió a lanzar más flechas, a lo que el castaño rojizo sonrío, se concentró y la mano salió de la tierra, aventándola muy lejos. El pelinegro manifestó un escudo invisible. Dos, tres, cuatro, cinco manos más aparecieron de la tierra. 


—¿Te encuentras bien Taemin?... —lo miró, sus ropas estaban rasgadas, llevaba una túnica negra puesta, sus piernas estaban algo descubiertas, sus brazos también con sangre, el cielo estaba con un color rojizo, el sol era de colo negro, la tierra era una combinación de beige oscuro con café claro, un color raro, algo inexplicable, miró al pelinegro, a lo que éste tenía un semblante preocupado, mientras que los mounstruos intentaban romper el escudo, sonaba como cristales caían, éstos tenían un caminito de verde con rojo, en sic-sac, un portal se abrió, succionando a las criaturas, a lo que Taemin miró con horror, junto con el pelinegro. 


—Tenemos que encontrar al Héroe de la Luz, Young Min no podrá con lo que vendrá, y yo no podré sólo... Kwang Min, como tu protegido y amigo, te ordeno que vayas y protejas al príncipe de luz. ¡Ahora! —dijo decidido, a lo que el pelinegro renegó. 



—¿¡Estás loco!?, ¿y dejarte sólo?... ¡Ni que estuviera pendejo! —el castaño se levantó y le pegó un zape, mientras las manos gigantes lanzaban a los mounstruos al acantilado, a lo que éstos hacían un horrible sonido de sufrimiento, mientras eran absorbidos al líquido, era ácido. 




—¡Sully corre! —gritó el muchacho de ojos castaños, la pelicafé corría, los mismos mounstruos que atacaron anteriormente ahora lo hacían con ellos, una flecha de Luz apareció dándole de lleno en la cabeza, una mano gigante apareció, a lo que los dos muchachos se quedaron impactados, una bola rojiza salió volando mientras le daba en el pecho al mounstruo que volaba, una sombra negra apareció levitando, nada más podían ver sus ojos, que brillaban de un color castaño dándole a rubíes, pareciendo dos gemas rojas de sangre. 


—Será mejor que agarres una espada, y empieces a poner en práctica todo lo que sabes —dijo mientras un eco resonaba cuando hablaba. 


—¿Quién eres? —preguntó, a lo que Minho se puso en frente de la muchacha, —mientras esta agarraba a la yegua y se ponía a andar, a lo que el de iris rojos puso una barrera azul, mientras el pelinegro ponía otra barrera en el cielo. 


—¿¡Q-qué es esto!?... 


—¡Déjala que se vaya!, ¿¡qué quieres de nosotros!?... ¿¡Nos comerás!?... ¿¡Nos matarás!?... ¡¡Di algo!! —gritó, el pelinegro se enojó y manifestó una mano del agua del lago agarró a Minho y lo movió frente a él, a lo que el de ojos grandes miró un poco asustado, la sombra río algo divertido. 


—Kwangi, por favor, mira lo aterrado que está... Te ordeno que lo bajes —dijo la sombra mientras iba a verlo. 


—Está bien, iré a ver al príncipe, ¿sí?... Cuídate Minnie —a lo que la sombra río y asintió, el otro quitó la barrera del cielo. 


—Sully vete, refúgiate y espera a que yo regrese para... Espera... ¿Minnie?...


—Si yo fuera tú, vendrías conmigo, héroe de la luz... En cuanto a tu... 


—Hermana —dijo Minho. 


—Sí, será mejor que se quede en casa, tú vendrás conmigo, Sully... Muy pronto nos veremos, tu energía hará que más mounstruos vengan... —a lo que la muchacha asintió. 


—Oppa... Será mejor que vayas con la sombra... Una pregunta, ¿por qué ese muchacho te dijo "Minnie"?... —dijo la pelicafé con curiosidad 


—Soy Lee Taemin, y vengo del Mundo Oscuro, del Reino del Crepúsculo —dijo mientras se dejaba ver la cara, a lo que los dos muchachos se quedaron viéndolo con curiosidad.

Notas finales:

Lo sé lo sé... Muy cortito al principio... Me gustaría saber qué piensan... Cuando menos una leídita me diría si merece seguirse el fic o no... Bueno, ustedes dicen... ¡Yo espero!


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