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Nunca olvides cuánto te amamos por Yukio x Rin-Cest

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Notas del fanfic:

 

Mucho que actualizar y tengo solo esto, tengo muchas cosas empezadas por todos lados. Mis libretas tienen muchas notas LOL

En fin, espero que les guste...

 

Notas Importantes:

*Historia alterna a partir del primer reencuentro de Sasuke y Naruto en Shippuden, 100% SasuNaru -Mención de Mpreg-*

 *Contiene:

Sasuke x Naruto

Minato x Kakashi

Itachi x Deidara

Y muchas más~

 

Capítulo 1

 

“—Yo no necesito tu amistad— murmuró lleno de rabia el azabache

El rubio sintió como una daga era clavada en su pecho, mientras que el otro lanzaba un nuevo golpe que el blondo regresó con la misma velocidad.

— ¿Por qué?...—cuestionó el mayor, el otro bajo un poco la mirada al sentirse fijamente observado— ¿Por qué, Naruto?... —repitió

—Sasuke…

— ¿Por qué te arriesgas tanto por mí?—preguntó con voz desesperada, sin lograr entender el motivo del menor.

El chico levantó la mirada lentamente, mientras que su voz susurraba:

—Porque tú eres mi lazo más importante, Sasuke.

Los golpes regresaron, y por más que la fuerza aumentaba no era nada fácil adivinar quién es el que ganaría. Un chidori y un rasengan amenazaron con acabar la vida de su oponente, la prueba final de que aquello iba en serio.

Ambos chicos corrieron contra su mejor amigo, dispuesto a matarlo.

“No” pensó Naruto, sintiendo que su velocidad disminuía “Yo no puedo hacer esto…” Ambos se miraron a los ojos desde la poca distancia que los separaba ya.

“No puedo matarle”

Una gran explosión hizo eco por gran parte de los alrededores. Ambos chicos habían caído al instante, con grandes heridas que bien podrían causar la muerte.

Ambos habían fallado a propósito… Por poco.

Sasuke fue el primero en recuperar la consciencia gracias a la fuerza que le daba el sello maldito. Naruto, por su parte, solo lograba sentir como la cabeza le daba vueltas a velocidad increíble, y, por más que luchaba, nada salía de sus labios.

—Naruto

Escuchó su nombre siendo pronunciado por s mejor amigo, y luego de ello, solo silencio. A duras penas logró entender algo, pero al forzarse a leer sus labios con ayuda de sus ojos semi-abiertos…

—Perd…”

 

— ¡NARUTO!

El inesperado grito, seguido de los insistentes golpes a la puerta le obligó a despertarse. Se quedó inmóvil en su cama sintiendo algo húmedo en las mejillas.

— ¡Naruto!—gritó de nueva cuenta Sakura, al otro lado de la puerta

El chico rubio se llevó una mano al rostro, limpiando las lágrimas.

“¿Q…? ¿Qué es esto?” se preguntó, sorprendido al encontrarse llorando

Desde unas semanas atrás había comenzado a tener el mismo sueño, pero era en momentos como ese, donde casi escuchaba a Sasuke decir algo, que terminaba llorando sin notarlo. No podía recordar nada de esto, y sin embargo sabía que había soñado lo mismo… Sabía que había soñado con él.

—Argh—gruñó la peli-rosa al otro lado de la puerta, para luego darle un golpe a la pared— Te daré una hora—advirtió— Si llegas tarde, ¡TE MATARÉ!

Naruto no le prestó mucha atención a la chica, se sentó en la cama mientras trataba de recordar el sueño que había tenido pero, como cada vez, no pudo recordarlo.

Miró el despertador, que se encontraba a unos pasos de la cama, este marcaba las 9:30 A.M., pero Naruto no le tomó la menor atención al ver el portarretratos que se encontraba a un lado de este.

“Sasuke”

La foto del marco era lo único que le quedaba como recuerdo de lo que alguna vez fue el equipo 7. El solo nombre de aquel chico de cabellos azabache lo hacía sentir incómodo, y lo dejaba extrañando esos días donde discutían por todo, solo para terminar él riendo y el otro sonriendo de manera casi imperceptible (cosa que él siempre notaba)

Sonrió un poco al pensar en aquellos días, pero pronto esa sonrisa se volvió una mueca de disgusto, pues había recordado como unos papeles simples habían arruinado su pasado, y todos los buenos momentos de este.

Se levantó con brusquedad de la cama y fue directo a darse una ducha, rezando porque esta le relajase lo suficiente como para que nadie notara su repentino mal genio. Salió a los minutos con una toalla al cuello, y los pantalones puestos.

Caminó a la cocina casi arrastrando los pies, pero al ver una de las repisas una nueva sonrisa se instaló en su rostro. Probablemente debía de quitar las fotos pronto, o terminarían pensando que era un bipolar.

­—Buenos días—saludó alegre, mirando una fotografía muy similar a la de su antiguo equipo, donde casi podía jurarse que estaba una versión mayor de él mismo— Papá…

Aquella imagen era nada más y nada menos que la del equipo de Minato Namikaze, 4to Hokage, y padre de Naruto.

El rubio chico desayunó tranquilo para luego ir directo a arreglarse, se lavó los dientes, terminó de vestirse y regresó frente al retrato solo para decir:

—Regresaré pronto

Dicho esto salió del pequeño departamento con dirección a la torre de la Hokage, donde una malhumorada peli-rosa le esperaba. Naruto la miró con cierto recelo durante unos segundos, cosa que ella no notó debido a que estaba de espaldas.

Naruto forzó una sonrisa al saludar.

—Sakura-chan—saludó efusivo— ¿Aceptarás ya tener una cita conmigo?— “¿O seguirás diciendo que “me quieres como amigo”? completó mentalmente

Sakura se giró en su dirección solo para mirarlo con enfado. Se cruzó de brazos casi automáticamente para contestar aquella pregunta que, según ella, nunca iba a dejar de escuchar.

—Antes muerta, que te quede claro—respondió cortante— Tsunade-sama nos dará una misión, por eso es que te cité aquí…

— ¿Y dónde están los demás?—preguntó dejando pasar aquella respuesta, Sakura suspiró

—La información que nos dará Tsunade es secreta, así que no vayas por ahí gritándola a medio mundo…—contestó mientras comenzaba a avanzar con dirección al interior del edificio, Naruto no dijo nada más, se limitó a seguirla.

“Hm… ¿Información secreta?...” se preguntó el rubio algo sorprendido.

Una vez que llegaron a su destino, Tsunade ordenó a los ninjas que se encontraban con ella salir inmediatamente de la oficina, cosa que no sorprendió a los menores.

—Llegan tarde—declaró la mujer, enfadada.

—Ha sido culpa de Naruto—se excusó Sakura

El mencionado estaba a punto de protestar pero la Hokage no le dio tiempo, solo les miró seria antes de comenzar a hablar sobre lo que le interesaba.

—Encontramos el escondite de Orochimaru…

—Tsunade-sama—exclamó sorprendida la muchacha, Naruto no debía…

—Y es posible que Sasuke esté en él—agregó

La habitación se llenó de silencio al instante. La esperada bomba había sido soltada, y, aparentemente, el rubio aún no había notado la magnitud de lo dicho.

O eso pensaron ambas mujeres.

— ¿Dónde está?—preguntó Naruto finalmente

—Naruto, nosotros no debe… —quiso convencer Sakura, pero la otra interrumpió de inmediato

—La información completa está aquí, Naruto—dijo entregándole un pergamino— Yamato y Sai ya fueron informados, saldrán hoy mismo, en una hora, así que dense prisa.

—Entendido—dijo Naruto

— ¿¡Qué!?—gritó Sakura— Naruto, espera, no podemos…

El rubio ni la escuchó, simplemente dejó la habitación mientras guardaba el pergamino en su bolsillo, la peli-rosa miró por la puerta y luego a la Hokage. Era extraño.

—Deberías darte prisa Sakura, o te dejarán—bromeó la quinta, la chica suspiró rendida antes de salir en busca del rubio

Debía de convencerlo de quedarse, porque si salían de la villa…

La puerta se cerró cuando la chica salió, y justo después del sonido que esto podría causar, se escuchó un pequeño “Poof”, seguido de una pequeña nube de humo.

­—Ah~… Esto es demasiado… —exclamó el que ocupaba ahora el lugar de la Hokage

Kakashi salió de la habitación en tiempo récord, mientras que a unos metros los “ninjas” que estaban con él antes desaparecían también. Daba gracias a sus cálculos, pues si Sakura hubiera logrado llevar al rubio a la reunión a la hora acordada…

—Mejor no pensar en ello—susurró para sí, mientras se alejaba lo más posible de aquel lugar, y regresaba a su “rutina diaria”

Miró al lado contrario, observando muy de lejos como los dos chicos discutían. Suspiró sonoramente mientras que su mirada se tornaba seria.

“Perdóname Naruto, no hay nada más que pueda hacer por ahora…” pensó

El ninja copia sabía muy bien en qué se metía al fingir ser la Hokage, pero sabía también que no había otra alternativa si quería ayudar a Naruto. Por esto no le sorprendió nada que, al regresar por la tarde a casa, le esperara un ANBU dentro de esta.

—Buenas, Iruka-sensei, ¿a qué debo el honor?—comentó tratando de sonar tranquilo, pero aunque era un gran actor, era muy obvio quién habría dado la información a Naruto.

Iruka se quitó la máscara, para luego mirarle con enfado.

—Hm, eso debería preguntar yo, ¿por qué un ANBU de tu nivel traicionaría a Konoha? Eres uno de los mejores ninjas, Kakashi… Si hablas ahora, no tendré que…

Kakashi, quien se mostraba divertido, se volvió repentinamente serio.

—Aunque te lo dijera, ellos no dejarán que me libre de esta, ¿o sí? 

Iruka no respondió de inmediato, por lo que Kakashi continuó.

—No podían mantener a Naruto dentro de la villa para siempre, y lo saben. Pero eso no es mi asunto, supongo—agregó relajado, el castaño frunció el ceño

­— ¿Traicionarás a toda una villa, por ese niño?—preguntó incrédulo

El gran Hatake Kakashi era capaz de hacerle frente a cualquier ninja con tal de proteger a la aldea, a su gente… Aun no terminaba de entender por qué era que protegía tanto a Naruto.

—Ten cuidado con tus palabras, Iruka—advirtió el peli-plata viéndolo con enfado— Haré lo que sea necesario para que Naruto sea libre de esto…

El ANBU suspiró sonoramente, Kakashi había elegido su camino, y él no era nadie para tratar de detenerlo. Hizo una mueca ante el pensamiento. “Es la segunda vez” se dijo “La segunda vez que lo prefiere a él antes que a nadie… ¿Por qué?”

Aquella última pregunta sabía que era estúpida, había un gran motivo por el cual Kakashi lo rechazó dos veces, y ese mismo motivo era la causa de su actual traición a Konoha.

“Namikaze… Minato”

—Ah~—suspiró Naruto mientras cerraba tras de sí la puerta de su departamento. Las cosas se complicarían, lo tenía bastante claro.

El rubio chico miró a su alrededor mientras que apretaba ligeramente su bolsillo, donde se encontraba el pergamino que Tsunade le había dado minutos atrás.

“No… Es muy peligroso leerlo ahora.” Pensó

Se alejó de la puerta y se apresuró a buscar su mochila, saldrían en menos de 40 minutos y eso le dejaba muy poco tiempo para todo lo que debía de alistar.

Era una suerte que hubiera adelantado todo desde días antes.

En su mochila había ya varias cosas, muchas más de las que necesitaría en una misión tan corta como debería de ser aquella visita.

“Pero esta vez no voy a volver” pensó algo satisfecho, nunca se imaginó que se sentiría tan bien alejarse de la villa que tanto amó.

Guardo todo los paquetes de Ramen que encontró, y colocó hasta el fondo una copia falsa del pergamino que le dio la vieja (valía más prevenir que lamentar, supuso) A un lado de esto dejó la mitad de lo que tenía guardado en su cartera, y la mitad la guardó él a como pudo entre sus ropas, al igual que la copia del documento original.

Naruto se movía rápido guardando cosas, y tratando de que la mochila se viera lo menos sospechosa posible. Si bien deseaba llevarse todo, supo que debía llevar solo cosas básicas. Dos simples cambios de ropa, cepillo de dientes, comida, ahorros, y lo que él consideraba su mayor tesoro. La foto que le dio su profesor, la foto de su padre.

Pero antes de adelantarse a esta Naruto se decidió a guardar la del equipo 7, sacó la fotografía del portarretratos y la dejó con cuidado en la mochila.

Se dirigió a la cocina con esta en una mano, dejándola sobre la pequeña mesa para luego dirigirse a su último artículo. Con el mismo cuidado que abrió el objeto anterior fue que sacó la fotografía, encontrándose con un inesperado mensaje.

Naruto apenas y sacaba la foto del cuadro cuando un papel cayó de entre estos, había también unas cuantas palabras escritas atrás de la foto.

— ¿Eh?... ¿Qué es esto?—se preguntó en voz baja mientras levantaba el papel y regresaba su vista a la parte posterior de la fotografía.

Al leer el nombre de su sensei al inicio decidió que no era educado leer algo que no iba dirigido a él, guardó la fotografía en la mochila con prisa, al ver que dentro de 20 minutos debía de estar en la puerta de la aldea.

La nota aún se encontraba en una de sus manos, así que prefirió guardarla y salir ya de la casa. Tomó la mochila en un hombro, camino a la puerta y dudó antes de tocar la perilla.

Dio media vuelta, mirando el lugar que lo observó crecer. Había tantos recuerdos en aquellas paredes, buenos y malos. Pensó en muchas cosas, sin embargo, se convenció a si mismo que, aunque regresara, nada sería igual.

Recordó las visitas mensuales del Hokage, y su corazón se llenó de diversos sentimientos. Salió de la casa corriendo, mientras que, a lo lejos, Yamato, Sai y Sakura le esperaban.

Tan pronto como los vio, los cuatro se adelantaron a la entrada de la villa, donde se detuvieron un segundo. Yamato dio unas cuantas instrucciones, para seguidamente salir corriendo seguido de los tres jóvenes.

 

 


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