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Sublime condena por aoi nicole

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Notas del fanfic:

espero comentarios y si ustedes quieren hare mas extenso el fic chau y que tengan un bonito dia :)

Bien, la había cagado con óbito, tres veces se le había declarado  y tres estúpidas veces se le había negado, pero que podía decir…,¡era su sobrino!, s-o-b-r-i-n-o, y el como buen T-i-o tenia que decir, No, eso no estaba bien pero por mas que quisiera tomarse su tiempo de relajación no podía, no claro que no, el destino se lo deparaba, óbito, el, la casa vacía, solos, todos en viajes al extranjero, Dios era demasiado para su maldito aguante, se dio varias rodeadas a la casa con un cigarrillo en la mano, no se atrevía a entrar, no quería…

-maldito…kagami-claro se había llevado a shisui pero no a óbito, y lo dejo a su cargo, trato de tomar fuerza, dio varios suspiros, tocio un poco por el tabaco y luego apago el cigarrillo, trato de dar pasos firmes hasta llegar a la puerta, se escabullo con cuidado y se asomo a la sala observando  al menor sentado enfrente del televisor viendo distraídamente cualquier programa, tocio un poco para hacerse notar, óbito ladeo el rostro al sentir su presencia.

-buenos …días-trago con dificultad el mayor al notar la profunda y oscura mirada de su sobrino, óbito frunció las cejas, y sus labios formaron una fina línea, no se digno en saludarle, solo volvió a ver el programa, Madara se quedo como ido, ¿Qué había sido eso?, usualmente el menor se le trepaba a los brazos, y por lo general…al tener 18 años intentaba por medios desesperados besarle, acto con el cual no ataco esta vez, solo le había dirigido una fría mirada  y nada mas, Madara se acerco a la sala y se sentó en el sofá, óbito se removió incomodo y solo se hizo de lado, el mayor  estaba un poco nervioso, ¿Qué debía decirle?

-¿Qué tal el colegio?-óbito rodo los ojos y se levanto sin tomarle la mínima importancia, apago el televisor y subió las escaleras para su cuarto, en el trayecto se iba colocando los auriculares de su Ipod.

¡Me ignoro!

-¡hablaremos luego!-Madara trato de sonar animado, óbito subió el volumen y se encerró en su cuarto.

El uchiha mayor solo oyó el portazo, se desplomo sobre el sofá mientras que  con las manos se cubría el rostro con desespero.

¿Qué había hecho para merecer eso?

Bueno…siempre fue dulce y cariñoso con óbito pero nunca le dio un motivo para que este le viera con otros ojos, con deseo, un ligero temblor le recorrió de pie  a cabeza, el no debía ni imaginarse eso, aunque tenia que se sincero y decir  que cuando óbito fue creciendo se hizo, se hizo…, se…h…hizo…el crio se había hecho sumamente sensual, era hermoso y sabia contornear el culo como nadie y el…, ¡¡¡¿¿Por qué rayos tuvo que pensar en eso??!!!

Se dio una palmada fuerte en el rostro tratándose de quitar las imágenes libidinosas de la cabeza, no, no era correcto, eran familia, lazos de parentesco, Kagami le mataría, Izuna dejaría de hablarle...,o  ¡le llamaría maldito pedófilo incestuoso! eran muchos problemas, no quería ni imaginárselo.

Al llegar la noche el menor bajo, traía la ropa con la que estaba en la mañana, ambos se miraron levemente, óbito cruzo enfrente de el y se fue a la cocina, Madara le siguió, óbito revisaba con la mirada el refri, Madara se sentó y le cuestiono.

-¿quieres comer pizza?-óbito solo callo indiferente, levanto los hombros con desinterés y como había hecho en la mañana, evadió al mayor con suma agilidad y se fue saliendo de la cocina del mismo modo en el que entro.

Otra vez…

Madara no dijo nada, sabia que lidiar con menor le sacaría mas de un grito, no era bueno para su salud mental y física, desde que óbito se le había declarado todo iba en picada, había terminado con su novia, estaba distraído en el trabajo, todos, TODOS en la familia notaban su extrañeza y el único campante ahí era el menor, solo le faltaba tirarse de un edificio, lo había vuelto loco con cinco palabras.

-Madara te amo como hombre.

 

Ese día era hermoso, las luces de invierno asomaban junto con una suave neblina nocturna, las calles y parques estaban alumbrados mas de lo habitual, iba a cumplir un mes con Konan, todo iba viento en popa, no podía ser mas feliz, le había tomado tiempo hablar con la peli azul pero al fin estaban juntos, dejo a la peli azul en la casa sin antes despedirle con un apasionado beso en los labios, se fue y luego de ello partió a casa de kagami, debía cuidar a su par de sobrinos.

Al llegar vio a ambos niños jugando enfrente del televisor con su play2 encendido, las risas de ambos se armonizaban, shisui sonreí de un modo felino mientras óbito soltaba su ultima carcajada y regresa a verle, fue ahí donde noto lo raro, esos ojos negros que contemplo desde que óbito era niño ahora lo miraban de un modo distinto, en esas irises había una calidez que no supo describir, se sentía lleno al ver esa dulce y gentil sonrisa en el rostro de óbito, shisui fue el primero en pararse y abrazarlo con fuerza, el como buen tío lo cargo.

-¡tío Madara!-chillo el menor haciendo algarabía.

Sus ojos se posaron levemente en óbito, el menor no lo quería ver a los ojos.

-¿no me darás un abrazo?-dijo el uchiha mayor.

-no por ahora…-oyó  apenas el murmullo.

Óbito se levanto y se retiro para arriba, Madara tuvo una extraña sensación que no supo expresar, luego de un rato se retiro a la cocina y comenzó con su labor culinaria, shisui trato de ayudarle cortándose en el intento, Madara se fue al baño y cogió un poco de alcohol para limpiar la herida, dejo al pequeño alado suyo a que siguiera cortando papas, tenia que aprender aun así le doliera, el lo hizo así y pensaba que era necesario que ellos aprendieran para ser mas independientes.

-¿ya no te duele?-le regreso a ver mientras hacia probar un poco de la salsa al menor.

-pues..mnm-lo Saborío un poco para luego sonreír- nop…¿lo hago bien?-Madara asintió.

-sigue así..-le señalo y luego bajo un poco la llama de la comida.

-¡obito ven a comer!-

El otro uchiha bajo, se sentó a comer tranquilamente, al terminar óbito fue a arropar a shisui que se metió con cansancio a la cama.

Las luces andaban apagadas, termino de limpiar los trastes y ahora los acomodaba en las alacenas, se distrajo por un momento secando un plato hasta que sintió los brazos se óbito rodearle por la espalda, de un impulso soltó el plato y termino rompiéndolo en el fregadero.

La piel se le erizo, y se volteo con rapidez tratando de separar al menor que le rodeo el cuello al tenerlo frente a frente.

-Madara-su nombre fue pronunciado de manera incitante, sentía las  manos del menor sobre su pecho mientras se este se acercaba levemente a los labios del otro en un leve suspiro, a Madara se le fueron los colores de la cara, estaba mas pálido de lo normal.

- Madara te amo como hombre.

Y así se lo confeso sin pudor ni vergüenza como si fuera lo mas ordinario del mundo, había sentido apenas un piquito en sus labios, y luego solo fue peor, no había pasado ni un día y llamo a konan para cortar, no se sentía mentalmente estable, luego de ello óbito solo se volvió simplemente mas atrevido al punto que le metía mano por la camiseta y el solo lo tenia que empujar y evadir a toda costa.

Andaban en un juego que Madara no pillaba bien, óbito lo buscaba y luego lo evadía, y no podía evitar emocionarse aunque no lo demostrara y luego caer en malhumor cuando este le pasaba de largo.

¡No era normal, el no era así, óbito le había hecho un..u..n..¿pervertido?!, óbito se le trepaba, le metía mano…si era por alguna razón debía ser ello, y muchas otras cosas que por ahora no quería mencionar, pero solo una fue la que le dejo un sabor de boca horrible por que el que los había visto era Itachi…

Óbito se metió en la ducha  cuando el se estaba bañando eh hizo lo mismo que la vez en la que se le confeso, termino regresando a verle un poco atemorizado y cuando se dio cuenta el mismo se había precipitado sobre el menor y ambos terminaron cayendo al piso aunque el que recibió el impacto mas fuerte fue Madara ya que óbito cayo sobre el, y este abrazo al menor para que no se lastimara, volvió a ver estrellas y cuando se dio cuenta algunas toallas habían caído sobre ellos como cobijas, óbito reía cerca de su mejilla, el cabello mojado se le apegaba al rostro y unos mechones traviesos se revolvían en la frente del mas joven; Madara se sobo la cabeza con dolor, óbito le di un suave beso en la mejilla y susurro.

-perdón…-Madara no dijo nada pues no había caso hablar.

Cuanto trato de levantarse se vio aprisionado con el cuerpo del mas joven, óbito también se empezó a levantar cuando Itachi abrió la puerta, con los ojos entre abiertos y un traje de dormir  que le quedaba de largo, el menor se quedo mirándolos por un rato, ninguno se movió del susto pero tampoco dijo nada, óbito apretó el hombro de Madara por los nervios, y el mayor en cambio apretó su mano a la cadera el otro, había una pequeña escalerita alado del lavabo, Itachi se trepo en ella y luego tomo un pequeño baso de agua que lleno, bebió un trago largo y luego volvió a dejarlo en su lugar, se soltó la pequeña coleta que ahora tenia y se bajo del asiento aun con los ojos entre cerrados, se fue a la puerta y antes de cerrarla menciono.

-apaguen las luces al salir…-Madara casi se muere al oír eso y óbito casi explota en risa.

Y aun así no quiso afrontar las cosas y eso era un duro golpe para su ego, mucho mas cuando óbito se encontraba tan sonriente enfrente de un peli plata que le crispaba los nervios, ¿y por que?, se preguntaran…la respuesta era simple, celos, pero como el decía, eso no era cierto, y se excuso en la manera en que el hatake miraba a óbito, cuando este entro a la casa Madara solo pudo salir para decirle autoritariamente al peli plata.

-oh te largas…o te mando a puntee patadas…-y sus ojos llenos de rabia irradiaban un color rojo.

Y claro ahora ya no le decía tío, ahora pronunciaba su nombre mientras se relamía los labios y le miraba travieso, decía Madara de un modo sensual y…encantador, también con un abismo de perversión y morbo.

Y el era tan pendejo que se dejaba mangonear por el, no podía evitarle la mirada por que óbito le buscaba con esta, semanas atrás se le trepaba a las piernas o se le abrazaba insinuantemente del cuello mientras  vacilaba de si besarle o no, ¡condenado…mocoso!, Madara apretó los puños conteniéndose, y ahora otra vez le evitaba como si nada, será cabrón, pensó colérico Madara.

Madara ceno lo que buenamente había en la casa, subió las escaleras con su maleta de ropa, el cuarto de óbito estaba cerrado, paso alado de este y se metió en el cuarto de de Shisui, paso varias horas metido ahí sin poder dormir, no tenia tanto sueño, las luces de toda la casa estaban pagadas, mañana en la noche llegarían Kagami y Shisui, eso le alegraba un poco…o tal vez no, rodo el cama hastiado, se levanto y un poco somnoliento se dirigió al cuarto continuo, quería verificar si óbito estaba dormido.

La puerta estaba entre abierta por lo que solo la empujo un poco, el silencio se percibía, fue callado y se acerco hasta notar la gran manta que cubría completamente a óbito, se quedo parado observándole levemente, la suave luz de luna le dejaba ver un poco de esos sedosos cabellos negros, los acaricio un poco y luego solo se giro, dio apenas un paso cuando sintió la mano del menor apretándole la suya, le jalo fuertemente haciendo el  quedara sobre el menor, óbito se deshizo de la manta que cubría su cuerpo y Madara solo pudo palidecer para quedarse en shock pasados unos segundos, óbito estaba…estaba, desnudo.

-Madara…-ronroneo suavemente sobre el oído del otro mientras lo abrazaba por el cuello y sus manos acariciaban lentamente la  extensa espalda del mayor, el cuerpo del menor se retorció ondulante contra el de Madara que tembló imperceptiblemente.

-o…óbito. V...vasta-¡carajo la voz le temblaba!, ¿acaso el estaba dudoso…? , se grito para sus adentros.

-no…-rio maliciosamente el otro-un uchiha obtiene lo que quiere…y yo quiero tenerte a ti-sus labios envolvieron el oído del otro que se sonrojo levemente mientras tragaba nervioso, eso se le había salido de las manos.


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