_______________________________One-Shot
The sun and its reflections/ El sol y sus reflejos.
El resplandeciente sol aparcaba en todo el departamento, traspasando los ventanales, despertando a aquellos dos hombres que decían amarse hasta la eternidad.
Kwon Ji Yong y Choi Seung Hyun, mejor conocidos como G-Dragon & T.O.P, dos personas que desde la infancia se conocen, ahora tienen 24 y 25 años respectivamente, atravesando por altos y bajos, traspasando los celos, el enojo, la rabia, las tristezas, disfrutando cada uno de los momentos que pasan juntos, y ahora, al siguiente día de su maravillosa boda, que, aunque fue demasiado privada, la disfrutaron como si fuera el ultimo momento que estuviesen juntos.
Y ahí estaba Ji, mostrando un puchero hacia la ventana, el era una persona a la cual no se le podía despertar fácilmente.
-No le enseñes al mundo ese gesto, el sol es testigo del perfecto momento en el que estamos, deberías agradecerle por haberte podido despertar, para así poderme yo deleitar con tu dulce mirada.
Ji sabía quien le mencionaba aquellas preciosas palabras, volteando su rostro y quedando de frente de aquel personaje que lo llenaba de alegría, amor y protección, le sonrió y contestó:
-Y le agradezco, pero me ha interrumpido un hermoso sueño, tan hermoso que quisiera representarlo en este momento.-
Al terminar de decir eso junto sus labios con los del mayor, siendo correspondido con un dulce movimiento, tan sólo un roce de labios, la piel de los dos se erizaba, latían rápidamente sus corazones, cerraban los ojos para poder sentir el sabor de los labios del otro.
-Y ¿podría saber de que trata y poder complacer a mi amado esposo? - Preguntó Seung separándose lentamente de los labios del menor.
-Es que… hacíamos el amor. –Pronuncio eso con un poco de timidez y tornándose de un tono carmesí todo su rostro, ocultando su rostro bajo las sabanas.
-Oh! Pequeño –Contestó el mayor quitándole las sabanas del rostro y liberando una pequeña risa. –Claro, pero, ¿estas bien? Ayer lo hicimos varias veces, ¿no estas cansado? –Concluía.
-No, la verdad no, eres tan gentil y cuidadoso conmigo, que siempre que terminamos juntos pareciese como si yo estuviese en un paraíso. –Wow, aquello sorprendió al mayor, que no dudó y sin mas, comenzó a besar a Ji.
Y así, con palabras dulces, comenzaron con una sesión de sexo, NO, NO, CLARO QUE NO! Eso no era solo sexo, eso era hacer el amor, nunca tenían sexo, ellos HACIAN EL AMOR.
Ya que, el día anterior hicieron el amor, las ropas no estorbaban, y por las sabanas no hubo problema, fueron arrinconándolas a un lado de la cama.
Ji estaba recostado sobre la cama, mientras el mayor se posaba sobre el, con sus manos en cada lado de esa pequeña cabeza.
-Te amo Ji, no sabes cuanto . –Pronunciaba el mayor mientras besaba esos labios que tanto lo volvían loco.
-Yo también te amo hyung, demasiado, me moriría sin ti. –contestaba el menor, al separarse un poco de Seung.
Seung seguía besando a Ji por bastantes minutos, amaba esos labios, hacían que perdiera la noción del tiempo, ellos no necesitaban tocarse tanto para demostrarse el amor que sentía cada uno por el otro, con una mirada y un pequeño roce de labios sabían lo tanto que se amaban; después de dejar rojos e hinchados esos pequeños labios decidió complacer a su amado esposo, bajando los besos por todo su mentón, dando pequeñas lamidas y mordiscos a la nuez del menor, al igual que por todo su cuello, ante aquella acción, el mayor notó como la hombría de su acompañante despertaba, y sonrio ante aquello que había logrado. Después bajó los besos hasta esos pequeños botones que pedían a gritos ser atendidos, y con una mano comenzó a masajear uno y el otro decidió lamerlo, y darle un pequeño mordisco, chupándolo como un bebé a un biberón, el menor que seguía debajo de el, se retorcía, aquello que estaba haciendo su Hyung le agradaba, siempre le encantaba que le hiciera aquello.
Al dejar erectos esos pequeños botones rosados, siguió su camino por todo el abdomen, lamiéndolo, probando nuevamente cada parte de el, besándolo, tratándolo con la delicadeza que se merecía, tomándose su tiempo, para que su amante lo disfrutara, llegó a ese pequeño ombligo, el cual penetró con la lengua, lentamente, para el eso era hacer el amor, tratar delicadamente y con amor a su acompañante, no era la primera ni la ultima vez que lo hacían, ellos no eran de los que disfrutaran el salvajismo, a ellos les encantaba lo tierno, lo romantico, lo natural, lo hecho con Amor…
Hasta llegar al abdomen terminó su viaje, ya que en ese punto, Ji lo atrajo hacia el y susurrándole al oído pronunció, -Dejame hacerte disfrutar porfavor.
Seung era una persona que daba todo por su amante, no le gustaba recibir, el prefería dar, brindar las cosas con amor, aquella era la primera vez que escuchaba aquello con un tono de melancolía, con sentimiento, el menor siempre le pedía lo mismo, pero el se negaba, pero hoy, hoy era diferente, por lo que asintió sonriendo.
Y el menor ahora tenia el control, por lo que cambio de posición con Seung, y comenzó, como lo hizo el mayor, besándolo, ahora acariciando su cuerpo, como si de aprenderse cada lugar del mayor se tratara.
Ya no se avergonzaban de estar desnudos, incluso eso los unía mas, ya que pensaban que al estar como Dios los trajo al mundo no había secretos, que se conocerían mas y dejarían ese ‘me da pena’ a un lado.
Sin querer -aún- el menor rozó la parte del mayor con sus manos, que al roce, despertó mas del normal. Por lo que soltó unas risitas.
-Hyunnie, por favor. –El mayor depues de sentir por parte del menor todo lo que él siempre le hacía no dudó ni un minuto para posarse nuevamente sobre el menor y comenzar a besar a Ji en los labios, esta vez, un poco mas rápido, pero sin dejar esa calidez y sentimiento que caracterizaba cada uno de sus encuentros.
Después de besarlo, comenzó a masajear el miembro de Ji, poco a poco, subiendo y bajando, y con un rápido movimiento, lo introdujo en su boca, por lo que el mejor soltó un gran gemido, amaba eso. Pasaba su lengua desde el tronco hasta la punta, como si de un helado se tratase, sosteniendo sus testículos con sus manos, y acariciándolos, el menor se retorcía, le encantaba eso, pero quería sentir a su hyung dentro.
-H-hyung.. P-Porfavor. –Soltó el menor como pudo
-ok, ¿Asi o te preparo? . –‘El siempre tan gentil’ pensó el pequeño Dragon.
-Asi Hyung, se que no me haras daño- y sonrió, esa sonrisa que hacia revoltijo el corazón de seung.
El mayor recostó a Ji bien sobre la cama, y alzó un poco las caderas del otro, colocando las piernas del menor a sus costados para después introducir lentamente su miembro en esa pequeña entrada.
-Ah..AH… hyunnie.. –El menor lo gozaba, no le dolia, lo deseaba, amaba sentir a Seung dentro de él.
-E-Espera Ji –Y terminando de decirlo de una estocada embistió a Ji, dándole inmediatamente en la próstata del menor..
-Ahhh!! Seung!!
-AHH.. AH.. JI ¡
Y así comenzaron un vayvén de movimientos, lentos pero precisos, con amor, con tal picardía que hacía retorcer del placer a los dos personajes que se encontraban a la luz de ese hermoso sol sobre esa gran cama.
Después de varios minutos de estar así y de cambiar un poco la posición sentían que no aguantarían mas por lo que el menor solto un gran gemido, apenado por no avisar, ya que el mayor le había estado masturbado conforme las estocadas y se corrió en su mano, al sentir la entrada de Ji contraerse, Seung se corrió en el interior de su amante, de igual, con un gemido ronco, para después, salir lentamente de él y abrazarlo, hasta que después de unos minutos, los dos comenzaron de nuevo, amaban tomarse, amaban sentir la cálida piel del otro sobre la suya, ardiendo entre ellos, el sudor en sus cuerpos, ver sus gestos, ver sus ojos brillar con ese reflejo de luz por parte del hermoso sol , besarse, TODO, todo amaban del otro. Y esos no fueron sus únicos encuentros en aquella mañana, se deseaban a mas no poder, no podían evitar esa reacción de sus cuerpos, se amaban.
Siendo El SOL y sus reflejos los únicos testigos de aquel amor, un gran amor que duraría toda una eternidad…♥