Era de noche y Tsuzuki llevaba toda una semana en una habitación de la enfermería... La habitación no era muy grande, pero era acogedora. Aquella noche la luna llena resplandecía como nunca mientras Hisoka caminaba rápidamente por el bosque hacia la enfermería, sin hacer caso de los ruidos que oía, o las ramas que se movían solas. Pues el era una persona muy asustadiza, y la oscuridad era su peor temor. Finalmente, con el corazón a mil y la respiración agitada, llegó a la habitación de Tsuzuki. Des de que lo llevaron a la enfermería no lo había venido a ver ni una sola vez, bueno, cada noche venía pero se quedaba delante de la puerta sin entrar... Pero esta noche decidió entrar, aunque primero estuvo un buen rato mirando la puerta. No quería verlo dormido, sin saber cuando despertaría, como si estuviera muerto...pero finalmente abrió la puerta y con paso silencioso y decidido entró.
Se acercó a donde estaba Tsuzuki...
Se ve tan lindo...
Así que sin pensárselo dos veces acerco sus labios a los de Tsuzuki, rozándolos tímidamente... se separó un poco y lo observo de cerca.
¿Cuando te vas a despertar? (Pues des de el accidente que tuvo que no se había despertado)
Y empezó a llorar silenciosamente, mojando la cara de Tsuzuki con sus lágrimas...
No me dejes solo... no quiero estar solo otra vez... por favor Tsuzuki... despierta... –decía entre sollozos.
Por eso no había venido a verle hasta ahora, porque no quería verlo en ese estado, sabia que su corazón no podría asimilarlo... Cuando de pronto alguien entró por la puerta... era Tatsumi.
Hisoka... ¿estas bien?
Si...
Y con los ojos cristalinos y rojizos se marchó de aquella habitación, sin decir ni una palabra. Pues los médicos habían dicho que lo mas seguro es no se volvería a despertar jamás, y eso el no lo podía soportar... pues con el tiempo que llevaba junto a el se habían hecho íntimos amigos... para Hisoka Tsuzuki era mas importante que su propia sombra, lo necesitaba, lo quería.
Al día siguiente... a la noche...
Tsuzuki, como no se si te vas a despertar te voy a contar mi secreto más profundo...
Hisoka se sentó a un lado de la cama y le acarició la mejilla... entonces entrelazó sus dedos con los de Tsuzuki y empezó a hablar, jugueteando con ellos.
Tsuzuki... des de que nací hasta que morí no tuve ni un solo amigo, no tuve a alguien que se preocupará por mi... estaba solo, estaba atrapado en un agujero negro, no sabia que era la felicidad, ni el amor, ni la amistad. Pero cuando me morí lo supe, supe que querían decir todas aquellas palabras... tú me lo enseñaste, tú me diste todo lo que no había tenido nunca, tú me abriste tu corazón y me dejaste entrar en él. Pero si tu te vas, si tu me...
Y se puso a llorar... entonces acercó sus labios mojados a los de Tsuzuki...
Por favor, no me dejes... yo te-te quiero...
Y lo besó intensamente... cuando noto como el beso era correspondido...
¿Ts-tsuzuki?
No pensaba que me quisieras tanto Hisoka...
TSUZUKI!!!!!!
Y se lanzó sobre el, abrazándolo con fuerza, y sin dejar de llorar.
Hisoka! Que no me dejas respirar...
Ah! L-lo siento...
Y se apartó de él, temblando de la emoción...
Por cierto Tsuzuki... ¿no habrás oído todo lo que te dicho?
Si... todo...
Glups... – Y apartó la mirada de él, con la cara roja.
Y me ha hecho muy feliz... ven, acércate...
Y se acercó tímidamente... Tsuzuki le acarició la mejilla roja y mojada por las lágrimas...
Estas helado... – y lo rodeo con sus brazos para darle calor.
....
Perdona que te haya hecho llorar tanto...
Ah! ¿Me has visto llorar?
Si, pero me gustas más cuando sonríes... aunque no lo hagas nunca.
Tsuzuki, yo... he pasado mucho miedo... pensaba que no te despertarías...
Lo se... ¿pero no te dije que siempre estaríamos juntos?
Si...
Bueno creo que voy a dar una vuelta por el bosque...
Pero...
No pasa nada, estoy bien... ¿Te vienes?
Tsuzuki...
Y se fueron de aquella habitación... Era medianoche y había pocas estrellas al cielo, una brisa suave y fría chocaba contra sus cuerpos.
Cuanto tiempo sin ver la luna...
A Hisoka se le estaban helando los huesos, y aquella oscuridad que invadía el bosque le daba mucho miedo... pero el hecho de estar al lado de Tsuzuki le hacía muy feliz.
¿Estas bien Hisoka?
S-si...
Pero si estas temblando.- Y lo rodeó con sus brazos.
Tsuzuki...
¿Si? ¿Qué quieres?
Y con una voz muy flojita...
¿Quieres hacer el amor conmigo?
A Tsuzuki le pareció no oír muy bien...
¿Qué has dicho?
P-pues eso... que si... el amor... tu...
Entonces se soltó de Tsuzuki y empezó a caminar hacia el bosque...
No he dicho nada, olvídalo... v-voy a dar una vuelta... je, je, je,...
Y sin saber muy bien que hacer ni a donde ir se adentro más en el bosque...
¡¡Espera Hisoka!!
Hisoka al ver que le seguía empezó a correr.
¡No me sigas!
¿¡Pero porque!?
Hasta que Tsuzuki logró cogerle por el brazo y cayeron los dos al suelo.
¡¿Te has hecho daño Hisoka?!
No, gracias...
¿Pero porque huías?
...
No lo entiendo, primero me pides que hagamos el amor y después huyes...
Es que... no se como he sido capaz de pedirte semejante cosa...
¿Porque?
Y empezó a darle besos y caricias por el cuello...
Ah, Tsuzuki... ¿q-que haces?
¿Es que no te gusta? ¿Eh?
Si, pero no quiero que lo hagas por obligación...
Entonces Tsuzuki paró en seco y se puso de pie... cogió a Hisoka por la camiseta y con un tono duro...
¡¿Pero tú que te crees, que haría el amor con cualquiera por compasión?! Me has decepcionado...
Es que aun no me puedo creer que haya alguien que me quiera...
Pues lo hay.
Y lo empezó a besar con fuerza, con pasión... con amor.
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