Noche en la oscuridad por towa

 
 
En una pequeña casa alejada del centro de la cuidad, un joven llamado Yuugi de cabello tricolor daba vueltas en su cama tratando de conciliar el sueño sin mucho resultado. 
 
 
 
Odiaba las noches de tormenta y esa en particular era tenebrosa. Podia sentir el ruido de las ramas de los árboles golpeando el cristal de su ventana y las sombras que estos proyectaban dentro de su cuarto le provocaban mucho miedo.
 
 
 
Siempre se pregunto el motivo de sus padres para no darle un hermano y es que en ese momento sentia que lo necesitaba màs que nunca... -papá, mamá cuando vuelvan a casa de su viaje de trabajo mas le vale hacer un hermanito para mí, no quiero seguir siendo hijo unico.- decía para sus adentros el muchacho mientras abrazaba las colchas.
 
 
 
Se habia mantenido tendido en la cama y solo abria sus hermosos ojos violáceos de vez en cuando para mirar la hora.
 
 
 
Pasadas las dos de la mañana y cansado de esperar, decidió levantarse y rápidamente se dirigió al cuarto de su abuelo.
 
Se alegro de que su abuelito dejara la puerta de su habitacion sin llave.
 
Una vez dentro corrio al cuarto de baño...-¿Donde están? ¿Donde?- Tiene que haber al menos una decía Yuugi mientras revisaba insistentemente el botiquín en busca de alguna pastilla de las que su abuelo o madre solían tomar cuando tenían insomnio.
 
 
 
-Rayos, aquí no están dijo algo enojado para luego dirigirse a su cuarto otra vez. 
 
 
 
-Si no puedo dormir, entonces haré algo productivo dijo recordando las palabras que su padre solia decir-...tomó del primer cajón su baraja y fue hasta su cama.
 
-Voy a organizar mis cartas, desde mi último duelo que no lo he hecho decía para sus adentros.
 
 
 
El tricolor comenzó a separar y ordenar su mazo sin notar que dos de sus cartas tenían un brillo peculiar.
 
Pasado un rato se levanto de su lugar y camino hasta su baño, dejando todas sus cartas sobre la cama.
 
 
 
Las dos cartas que brillaban comenzaron a flotar en el aire dejando una pequeña estela de colores a su paso.
 
 
 
Un sonido muy parecido a una pompa de jabón cuando explota se escuchó, pero este sonido fue ignorado por el ojivioleta que todavía se encontraba en el baño.
 
-¿me puedes decir por qué demonios has salido de tu carta, TÚ mago de cuarta? Decía una voz un poco grave.
 
Al otro lado de la habitación un mago de cabello violeta y largo, se daba la vuelta al reconocer la voz que le hablaba.
 
-Cállate y deja de llamarme mago de cuarta porque tú también eres mago- decía con al ceño fruncido mientras cruzaba los brazos mirando al mago del caos negro.
 
-Ok idiota pero no respondiste mi pregunta, ¿qué haces saliendo de tu carta sabiendo que nuestro amo está despierto? Decía enojado el mago de pelo negro.
 
-nada solo quise salir un rato… ¡acaso es un delito! ¿Y tú porque has salido detrás mío? Decía el peli violeta en aquella habitación un poco oscura.
 
 
 
Y así y sin darse cuenta de la situación comenzaron a palear ignorando que su querido amo había salido del baño y se encontraba de pie en al umbral de la puerta hacía ya unos minutos con los ojos como platos y la boca abierta mirando como sus dos magos discutían cual compañeros de escuela.
 
 
 
-Estee… oigan… decía Yuugi algo shockeado por la situación tan extraña en la que estaba, pero los magos estaban tan metidos en su pequeña riña que no notaron la presencia del pequeño tricolor.
 
-Hey!! Que pasa aquí… ¿acaso esto es un sueño? y si así lo fuera ¿¡porque están peleando ustedes dos!? ¡Deberían llevarse bien!- Fue lo único que se le ocurrió decir al pequeño duelista al ver a sus magos discutiendo dentro del cuarto.
 
Los magos al escuchar la voz de su amo quedaron estáticos en el lugar, sabían muy bien que la habían cagado.
 
 
 
Al verse en apuros se miraron fijamente  por unos segundos, y al parecer una simple mirada fue suficiente para saber lo que pensaba el otro, ambos levantaron sus respectivos báculos y los apuntaron hacia donde se encontraba el joven duelista que solo pudo retroceder un paso.
 
 
 
Ambos seres empezaron a recitar el mismo conjuro al unísono. 
 
 
 
El joven tricolor empezó a sentir como su cuerpo se entumecía y la claridad en sus pensamientos lo iba abandonando poco a poco hasta el punto en que creyó estar sufriendo un desmayo. 
 
Se sentía tan débil que no hizo más que caer sentado de rodillas con la mirada algo perdida.
 
Los magos habían usado un hechizo que producía un estado de hipnotismo un tanto leve. Ya que a pesar de lo ocurrido Yuugi era importante para ellos y no querían causarle un daño a nivel psíquico.
 
-Grandísimo idiota ¿ahora qué haremos? Decía un muy enojado mago de ojos fucsia a su¨cómplice ¨.
 
- por el momento hay que acostarlo dijo algo preocupado el mago oscuro para luego acercarse y levantar a yuugi del suelo ya que este no tenía ni la fuerza ni la lucidez de poder hacerlo solo.
 
Mientras el peli violeta sujetaba firmemente al hipnotizado duelista entre sus brazos el otro se apresuraba a juntar las cartas que habían quedado esparcidas sobre la cama, Para luego dejarlas sobre la mesita de luz.
 
-listo apresúrate y acuéstalo. Le borraremos la memoria ordeno el pelinegro a su compañero que estaba embobado mirando a Yuugi y totalmente sumido en sus propios pensamientos.
 
MAGO OSCURO POV
 
 
 
Se ve tan indefenso y frágil, todavía no puedo entender como alguien así puede ser un duelista tan poderoso y respetado.
 
En este momento es tan vulnerable y solo recitamos un fragmento del hechizo. pensar en todo eso encendió una pequeña luz en los ojos del mago de ropajes violetas.
 
 
 
 
 
Una vez que acostó a su amo el mago del caos negro tomo su báculo el cual había dejado apoyado sobre el escritorio y se acercó a Yuugi, que seguía con la mirada perdida.  
 
Estaba a punto de recitar un conjuro para borrar su memoria cuando fue detenido por su amigo.
 
-¡Espera! Dijo el ojivioleta sujetando del brazo al mago de ojos fucsia para luego arrebatarle su herramienta.
 
-¿Qué haces oscuro? Hay que borrar su memoria para que todo esto que ocurrió sea solo un sueño para él- dijo esto el peli negro señalando al joven duelista. 
 
-Es que… quiero follarlo dijo esto último en un susurro casi inaudible, pero que el otro mago allí presente escucho con claridad.
 
-¿Que acabas de decir maldito pervertido? ¿Te quieres aprovechar de su estado? Te recuerdo que el es nuestro amo-  Dijo algo sonrojado el mago del caos negro.
 
-Yo seré el pervertido ¨caos¨ pero tú eres el enfermo que se está excitando tan solo de pensarlo. Ademas no niegues que te gusta la idea.
 
Ambos magos se quedaron en silencio mirando a su amo. Este intentaba moverse de su lugar pero el conjuro se lo impedía.
 
Los magos le dedicaron una sonrisa que reflejaba un deseo oculto para luego mirarse fijamente el uno al otro y compartir una mirada de complicidad por lo que estaban a punto de hacer. 
 
 
 
-Si el amo no puede dormir...- susurro el mago oscuro 
 
con un brillo de lujuria pintado en los ojos.
 
-Haremos que se canse...– completo la frase el mago del caos 
 
negro dirigiendo una mirada complice a su amigo.