Cuando cayeron a la hierva, Loki quedó recostado en el colchón improvisado, abriendo los brazos para recibir el cuerpo de Thor entregando la vida, se sintió seguro de estar con el alemán, con aquel hombre… con su pareja, su contraparte se fusionaría con él más allá de un abrazo y él lo sabía, sabía también que le dolería y mucho, el instinto casto se lo hacía saber poniéndolo aún más nervioso de lo que ya estaba, sin saber cómo continuar ni qué hacer… bendita inexperiencia que el ser humano ya casi ni posee.
Nacemos condenados a morir, vivimos pensando en que mañana o durante el día moriremos, vivimos rápido, perdonamos poco, cargamos pesos ajenos, no miramos al lado y vivimos un mundo solos, caminamos tristes por el mundo olvidando que durante un tiempo fuimos seres perfectos y que aún podemos lograr ser perfectos… el secreto es aprender a amar. Loki lo sabía, Thor lo sabía, ambos se amaban a su manera, muchos podrían decir: Pero son pocos días, nadie se enamora en un par de días. Si Dios existe según se sabe nos hizo llenos de amor, ya como lo maneje el ser humano es la disposición de aquel, para eso existe el raciocinio… Loki razonó que su amor sería recompensado con alguien del mismo sexo, que el amor es amor.
La noche estaba lisa y negra, la luna iluminaba hermosamente el río, la motocicleta iluminaba como las luces al actor de un teatro. Gracias a la cantidad magnifica de besos hablaban casi poco, entre beso y beso no había tiempo para perderlo en pláticas, estaban en otro mundo, un mundo anexo a toda la mierda actual, ninguno pertenecía a religión alguna, país alguno, no pertenecían si quiera a este planeta. Thor abrazaba el cuello de Loki y con la mano libre le acariciaba la cadera por encima de la ropa, el polaco era tan delgado, siempre que le abrazaba le encontraba delgadez en demasía, pero era suyo, los ojos se miraban cuando los pulmones clamaban por aire, la temperatura corporal subía a cada roce de pieles.
Loki dejó de pensar, se dejó llevar por el alemán cuando este bajo por su boca al cuello haciéndole el favor de levantar la cabeza para que este tuviera más espacio para trabajar. Thor tuvo cuidado de no pasar a llevar fuerte las marcas del flagelo de Loki cuando comenzó a desabrochar con lentitud los botones del uniforme de enfermero, lo hacía por inercia y Loki se dejaba. El azabache se sentía tan confuso, no podía entender como podía desligarse de su mente cuando ocurrían cosas con otras personas y su cuerpo ardía con el roce, con el tacto, con su voz, con sus labios… era un sentimiento que lo sentía fuera de lugar, pero agradable y libre. Respiraba agitado mientras Thor bajaba por su pecho, tocando con cuidado, besando suave y tibio, Loki recorrió la hierba que les abrazaba con la palma de las manos, comenzando a sudar por el calor de pronto sentía en sus mejillas y ya sentía recorrerle desde los pies hasta la punta del cabello.
El sabor de la sangre, el calor del cuerpo y el olor del nerviosismo de Loki a Thor le estaba comenzando a afectar más de lo que pensó, tanto así que con prisa y sin pena su miembro estaba erecto bajo la ropa, se comía la piel del polaco a besos y este comenzaba a responder con leves gemidos tímidos. Dejo de besar y le miro desde su ángulo, el rostro del enemigo alemán se veía tan exquisitamente expuesto, frágil, digerible, pero cauteloso y arriesgado. Loki abrió los ojos y el ellos y gracias a la luna y el foco del BMW que habían robado del campamento el destello de los esmeralda hicieron que la vista total fuera hermosa, en ellos aún había orgullo, obstinación y fuerza… no temor, no rencor, no había nada contra aquel alemán.
-Si no quieres… lo dejamos hasta aquí –Susurró el gran general, mientras se apoyaba con un brazo en el pasto y subía hasta quedar de frente al polaco, siempre encima.
Pero en los ojos de Thor había deseo y preocupación, culpa, deber, lucha, obstinación, perseverancia y un sentimiento supremo que reflejaba solo para el azabache, que guardaba sólo para ese amante y esperaba a que ese amante le aceptara para desintoxicarse de todo lo anterior y crear un futuro distinto, solo… ese futuro que siempre se escribe de dos.
Luego de un instante muy largo en que los ojos de ambos ya estaban haciendo el amor, Loki susurró, nervioso pero con desición.
-Sí quiero… -
¿Y qué si dolía? El alemán le mostró que a pesar de todo… Vivir vale la pena.
Libre al fin de sus propios prejuicios, dejándose guiar finalmente por el canto alocado de su corazón ardiente nuevamente fue él quien beso y acarició la rasposa mejilla barbuda del general, de su general, de su amante. ¿Quién, díganme ustedes, es capaz de hacerse el sordo toda su vida a los gritos frenéticos del amor? Este siempre cala y cala hondo, sordo, mudo, ciego y tonto, todo el mundo se enamora, a Loki no le cabia duda. Hombres, mujeres, pubertos e infantes, todo tipo de amor estaba permitido, amor parental, amor de amistad, amor romántico y sensual, hombres con mujeres, mujeres con mujeres, hombres con hombres… no hay una regla que te lo impida, ni la época importaba ya para el quien que amaba a otro quien.
Abrió así las piernas para dejar al rubio acomodarse entre ellas, le desabrochaba la chaqueta que traía encima siempre mirando a los ojos al rubio sin mostrar arrepentimiento de nada, pero mostrando toda su torpeza para quitar ropa ajena entonces Thor lo amaba más, siempre haciéndose el valiente el polaco, siempre metiéndose en problemas, recordó al polaco que vio en la cocina cuando le persiguió por Cracovia, recordó cómo esos ojos le miraban con odio y su boca quizá le llenaba de groserías y los comparaba a los ojos actuales, ojos deseosos y nerviosos, ojos enamorados… Bien dicen que los ojos son la ventana del alma.
Cuando por fin el alemán estuvo con el torso libre la ropa de Loki desapareció con la rapidez de una muerte espontánea, Thor jugo un momento con la vista que daba la piel de Loki y como este cubría infantilmente con una mano su leve erección. Thor sonrió divertido y Loki le dio un pequeño golpe con la mano disponible en su brazo.
-¿Y qué esperas? –Le dijo esta vez más atrevido Thor.
Loki no dijo palabra cubriendo con las piernas su erección comenzó a desabrochar el cinturón del pantalón del general y al tomar el carril de la cremallera sintió lo duro que estaba ya el miembro de su contraparte pero no se detuvo y lo bajó por completo, para Thor eso fue suficiente y el terminó el trabajo de quitarse la ropa. Cuando Loki vio la desnudes de Thor en toda su expresión esta vez no cerro los ojos, el miedo y vergüenza ante un desconocido se habían desvanecido y sólo miraba al compañero de viaje.
¿Quién diría que la mujer de su vida se llamaría Thor? Bien Loki, mira de quién te fuiste a enamorar.
Se volvió a recostar en la hierba aceptando lo que venía con decisión y tranquilidad, dejó que Thor se acomodara nuevamente encima de él, sintiendo la calidez de su cuerpo, sintiendo cómo la piel de ambos se besaba y acariciaba mientras ellos mismos besaban sus labios con voracidad, mandando al diablo los recatos, si ambos estaban solos… no estaba Hitler, no estaban los religiosos, no habían xenofóbicos ni racistas, solamente estaban ellos. El río sonaba calmo mientras los miembros comenzaban a palpitar pidiendo mimo, Thor escuchó las plegarias ajenas cuando notó que Loki levantaba las caderas levemente por inercia, le fue acariciando por el costado del pecho bajando hasta sus nalgas tomando una, apretándola y levantándola para atraerlo más hacia él mismo ganándose un gemido de aprobación de Loki que ya respiraba dificultoso entre tanto beso y mordida del general.
¡Ah! ¡Uhmm..! ¡Ahhh!
Dejó la nalga para comenzar a masturbar al polaco, recordando la vez que le dio sexo oral, recordando los lugares que habían sacado unos buenos gemidos de su contraparte, él había sabido que lo que había hecho en ese momento era muy arriesgado pero también era su primera experiencia sexual con alguien de su mismo género y ahora lo hacía con más entendimiento, conociendo los puntos sensibles de su amado. Apretó con la fuerza suficiente la base del miembro de Loki y cuando comenzó a mover la mano de arriba abajo este encorvo la espalda gatunamente y soltó un leve gemido distinto a los anteriores, menos suave y más exquisito y supo que iba bien encaminado.
¡Oughh! ¡Uhmm! ¡Ahhh!
Loki arañaba la hierba mientras sentía cómo la sensación que no pudo comparar a nada más que un pequeño y agradable electroshock se concentraba donde ell general le tocaba y apretaba, cuando este le apretó los testículos gimió mostrando sorpresa y gusto, ya no sentía vergüenza, ya le había tocado de esa forma con anterioridad pero ahora planeaba disfrutar todo lo que él hiciera, donde tocara y donde besara. Miraba de cuando en vez la gran luna que los observaba silenciosa desde el cielo y se preguntó si algún día podría tocarla, si con la sensación de flotar sobre la hierba que sentía mientras su amante le tocaba podría llegar a tocarla… por un momento pensó que sí.
-¡Ahhhh! –gimió más fuerte cuando sintió una cálida humedad presionando su miembro, entonces miró con un ojo y notó al general succionándole, rasguñando sus muslos internos y la sensación le vino de una maravilla extraña, le recorrió el placer desconocido por la espalda abrazándola completamente, el viento tibio de primavera le erecto los pezones haciendo que miraran al cielo, Loki deseo perderse en la noche junto con Thor y casi lo estaba logrando.
Para Thor el sabor de Loki era mucho mejor que la primera vez, el sabor de la completa entrega se sentía agradable al paladar, chupar el miembro de Loki no era tan complicado ahora, lamiendo desde la base hasta saborear el pre-seminal que soltaba la punta, succionaba, escuchaba gemido, lamía escuchaba gemido, olía como el cuerpo de Loki lo disfrutaba y su miembro propio le gritaba que ya quería estar dentro, que quería ser uno con el polaco, reírse de todo y de todos en un gemido brutal soltando toda la blasfemia.
-…Entra- se escuchó de pronto rogante la voz de Loki y a Thor se le erizaron todos los vellos del cuerpo, el calor de su amante se había transformado en una leve desinhibición, pedía lo que quería y él no sería el que se lo negase.
Recordó sexos antiguos, donde los dedos hacían gran favor en dilatar. Así que tomo sus dedos y los mojó con su lengua, mirando a Loki, avisándole con los ojos qué es lo que seguía y este otro recibiendo el mensaje decidió volver a mirar al cielo estrellado mientras Thor lenta y nerviosamente introducía un dedo en la entrada de su amado. Loki cerró levemente los ojos sintiendo con extrañeza la sensación de tener algo dentro moverse e intentó relajarse pero se sentía más nervioso imaginando cuando el general realmente entrase en él, Thor sentía apretada la entrada del polaco, la sentía húmeda y caliente y la visión que le daba su amante le hacía latir su propio miembro.
-Relájate…- le dijo Thor a Loki un poco jadeante y dio una estocada con el dedo y su polaco gimió fuerte con un poco de dolor, mordiéndose un dedo de la mano izquierda para tragar con orgullo sensual el dolor que era ser removido por dentro.
“Relájate Thor, es normal que le duela… tócalo, tócalo para que se calme” pensaba mientras pasaba saliva y volvía a masturbar con la mano que tenia disponible.
-.¡¡Ah!! ¡¡Uhhg!! – Gemía un poco más sonoro Loki, olvidando levemente la sensación en su trasero revolviéndose un poco y rasguñando la hierba sentía como todo cambiaba en sensaciones más placenteras.
Tocando, masturbando, jadeando y olvidando el nerviosismo Thor notó que los jadeos de Loki no eran de solo dolor y que ahí había algo más, que su voz le estaba entrando a sus oídos de manera más sensual, más rica y erótica y entonces supo que ya no debía seguir esperando.
¡Ahhh! ¡aaahhh! ¡Ohh! ¡Uhhhmm!
Perder la castidad, no sólo en cuerpo sino también en mente es difícil en guerra, Loki recordaba a uno de sus primeros amigos en el orfanato más no recordaba el nombre de aquel, niño igual que él se notaba más maduro que el resto y esa madurez logro que fuese adoptado con rapidez.
“Vivo aunque el mundo sea difícil, a pesar de todo amo mi vida y no dejaré de luchar, Loki. Todo lo facíl finalmente se vuelve con el tiempo muy frágil y simple, se torna sin importancia ni cuidado, entonces perdemos todo y no sabemos donde vamos… valora lo que puedas amar, porque los malos momentos existen para apreciar los buenos” Y el polaco aún no podía entender de dónde venía ese chico tan sabio… y porqué en ese momento no había entendido una mierda de lo que dijo hasta ahora.
Por qué lo recordaba en aquel momento tan íntimo.
-¡Ahhhh!- El gemido que soltó de sus labios al sentir el miembro del general en su entrada le hizo volver al presente, no se sintió incomodo más el líquido frío pre-seminal de la punta del glande del general estaba frio, estaba listo para él, entregarse al buen momento y lo mejor que le había traído la horrible guerra.
Thor le beso nuevamente a su polaco y le abrazo para comenzar a penetrarle lentamente. Loki se deshizo del beso para soltar un fuerte gemido mezclado entre dolor y algo de placer, encurvó la espalda y Thor paso el brazo bajo ella para acariciar y tomar mejor posición sin dejar de masturbarle con la mano disponible, su pene presionado por la entrada de su amante se sentía de otro mundo, ninguna mujer podía superar el extasis que le provocaba el polaco, moriría pegado a él en ese mismo momento.
-¡Aaah!¡ahhhg! –Gemía ronco el alemán mientras comenzaba a moverse lentamente en el interior de Loki.
-¡Uhhhg…! –Rasguñaba la espalda alemana con fuerza tratando de relajarse, lagrimas tramposas se azomaban por sus ojos y el general solo atinaba a besar los ojos susurrarle que se relajara, que estaría bien, que pronto se sentiría bien. Loki solo asentía y pronto sintió un shock potente cruzarle por toda la espalda y llegar hasta su pene apretado, Thor había dado justamente ahí… a su próstata y a cada gruesa y dolorosa estocada que daba se sentía cada vez mejor -¡Hmmm!¡Ahhh!
-¡Ahh! ¡Ahh! ¡…sí, sí! –Thor se sentía en la gloria entre aquellos brazos que arañaban su espalda, la sensación en su pelvis era tan placentera que no pudo evitar comenzar a dar estocadas más fuertes y seguidas.
Aquella espalda polaca estaba tan dulcemente arqueada, suave, perlada en sudor y con algunas hojas de pasto pegadas ya se movía sola
Gruesas, fuertes y profundas eran las estocadas del rubio, Loki se estaba llenando de un éxtasis nuevo y delicioso, sus manos recorrían ya lujuriosas toda la espalda de su amado, los gemidos aumentaban al ritmo de las embestidas, la pasión estaba llegando fuertemente a su clímax. Loki sentía una presión fuerte en su pelvis y testículos, su esencia estaba esperando ser liberada y Thor lo comprendió, lo notó en el rostro de su amante, cubierto por esa nueva fogosidad inocente que lo traía loco.
El pene de Thor estaba sensualmente apretado por la estrecha entrada de su polaco, estaba llegando más allá de la gloria divina, grito el nombre de Loki con fuerza, soltando un aullido de victoria a los cielos mientras que sus testículos llenaban el interior del azabache en una fuerte estocada.
-¡No pue… no puedo resistirlo más! –Decía a grito Loki en su lengua natal, al sentir el calor del líquido de su amante, Loki hizo lo propio al venirse entre ambos gritando aún más fuerte su placer y su libertad. Se sentía libre de hacer lo que quisiera, de surcar los cielos en sueños, de golpear a quienes le hicieron daño de niño, de hacerle un gesto obsceno al propio Hitler en la cara.
-Te amo… -Le susurró el general en alemán.
-Te amo –respondió el polaco en su lengua natal.
Thor le abrazó acomodándolo en su pecho. El abrazo fue real, sincero y con toda el alma… eso le bastó a Loki. Él ya sabía que estaban en una guerra, y nada más que amor podía esperar… amor y muerte, pero muerte había soportado demasiadas, un poco de amor no le mataría, por ahora.
Agitados, sudorosos y a pesar de haber pasado un íntimo momento de liberación homosexual viajaban de vuelta al improvisado campamento con vergüenza, sin mirarse y haciéndose los locos.
Polonia
Desde la madrugada del 13 de Septiembre de 1939
Camino a Varsovia
Antes del amanecer
La gran mayoría de los ejércitos convocados ya estaban instalados en Varsovia, panzer, artilleros, motociclistas, francotiradores, algunos aviones estaban dispuestos para arrasar con el centro polonés y punto estratégico alemán. Mientras el 8°vo ejército sur se preparaba para ponerse en marcha rauda luego del arribo del general tras su delicioso tiempo con Loki –tiempo del cual no sabrán, gracias a lo sigilosos que fueron al volver-, Aunque Balder habría aparecido dos horas después de que por fin la pareja pudiera dormir buscando con urgencia al general. Thor lo atendió fuera de su improvisado dormitorio para enterarse de que el comandante había recibido un mensaje del Fuhrer apresurando a todos los ejércitos restantes llegar a Varsovia.
Thor le agradeció a Balder su mensaje y envío a este mismo a activar la alarma para que su deshonroso y traicionero ejército, en silencio agradeció que Balder fuera alguien de confianza. Entro nuevamente y despertó a Loki besándolo en el rostro, el aludido se estiró gatunamente y le miró sólo con un ojo.
-¿Qué sucede? –Pregunto en su lengua común.
-Varsovia… - Respondió el general.
-Es tarde… -Se cubrió con las frazadas, Thor lo descubrió de ellas riendo.
-Es temprano, solo que nosotros llegamos hace un par de horas –Le volvió a besar la mejilla, se sentía un idiota baboseando por su… ¿Novio? ¿Amante?
Sin mucho entusiasmo de seguir con ninguna guerra, se levantó cuando Thor salió del dormitorio improvisado, se limpió con agua que había a un costado de la mesita de mapas para quitarse el cansancio y el olor a sexo y cuando estuvo listo con su uniforme emprendió partida hacia los camiones médicos.
Sonó la trompeta para despertar a todo el ejército y continuar el viaje a Varsovia, cuando llegó al sector de camiones médicos ahí no había más gente que el doctor al cual ayudaba y un par de polacos con los que no hablaba, se dio cuenta entonces que con los únicos que hablaba ahí era con Natasha y con el doctor del cual jamás había siquiera preguntado su nombre, tal vez tenía miedo de seguir perdiendo gente que le importara en estas guerras. Con el peso de la partida en los hombros, olvido la liberación de la noche anterior para saludar al doctor con una leve inclinación de cabeza e ingresar a su camión, el doctor le saludo con una sonrisa y sacudiendo levemente la mano derecha, ahora que él lo pensaba jamás habían tenido una conversación que no fuera nada más que órdenes y preguntas por parte del polaco.
Aprovechando que los demás polacos y enfermeros no llegaban se metió al camión donde Loki se encontraba amarrándose su cinto con provisiones medicinales, el doctor suspiró, era a pesar de todo el daño que sus compatriotas le estaban causando muy eficiente.
-Creo que no hemos tenido una charla normal desde que estas a mi cuidado en campaña… -Dijo por fin el médico en el idioma de Loki, sacando un cigarrillo, hacía días que no fumaba y tal vez esta ocasión era ideal, quizá sería su ultimo cigarrillo.
-Doctor, no fume donde hay productos que puedan estallar – le reclamó Loki, acabando de amarrar si cinto -…aunque en este lugar, hay miles de cosas que explotan.
El Doctor rio entretenido, sin apagar su cigarrillo lo miro en su mano, ahí… consumiéndose, igual que él.
-Comencé a fumar después de la muerte de mi esposa… -Dijo sin importarle si Loki le prestaba atención a sus palabras –Pero desde que comenzó esta guerra que no fumaba uno… -volvió a reir y miro a Loki notando que este realmente le prestaba atención –pero no te negaré que sigue sabiendo a rayos.
-Entonces doctor, creo que sería una buena excusa para dejarlo de una vez… -Loki se acercó hasta el doctor titular y le quitó el cigarrillo –El sabor no cambiará, téngalo claro… y no creo que a su esposa le hubiera gustado verle fumar.
El doctor le dejó y sin chistar vio como su enfermero asistente proveniente de polonia, el país que anexionaban, volvía a rescatar a otro alemán.
-No creo que al llamarme ‘doctor’ sea por respeto… -dijo frunciendo el entrecejo, cambiando el tema de conversación radicalmente –creo que es porque no sabes mi nombre.
Loki se sentó en uno de los costados del camión, donde estaba hecha una banca larga para llevar al resto de los enfermeros y ayudantes polacos, el azabache miro su botiquín.
-No, no lo sé… -dijo revisando el paquetito por novena vez.
-Bueno… creo que deberías saberlo –Loki levantó la mirada con rapidez –Mi nombre es Doctor Sel…
-¡No lo diga! –El doctor guardo silencio inmediato, sorprendido. Loki con el rostro serio prefirió aclararse –No es que no me interese, Doctor. Pero la guerra no es un lugar en el que se puedan hacer amigos…
Y ambos bajaron la mirada. El doctor completamente absorto en la sabiduría de su pupilo y que con él quizá jamás se podrá entablar una conversación en esta guerra, y Loki repasando sus palabras, él no solo tenía amigos sino que también tenía un amante, no sólo sabía sus nombres sino que también había pasado unos memorables momentos en medio de esta guerra. Loki suspiro pesado y de pronto comenzaron a subir al camión el resto de polacos con sus uniformes y el doctor bajó del camión sin despedirse, él iba en el camión que estaba delante de este.
Thor no paraba de escuchar el blablá de Balder, el comandante lo estaba agarrando de los cojones y lo tenía más que asqueado, estaba casi aburrido de escuchar a Balder repetir que su superior deseaba hablar con él y de repetirle que estaba ocupado moviendo el campamento completo, que estaba cumpliendo la bendita orden de una buena vez y que se dejara de imbecilidades, que sabía hacer su trabajo. Obviamente Balder se dedicaba a omitir las groserías e improperios de su general al comandante… Balder sí era de confianza en una guerra de traiciones y miedos.
Cuando Thor se enteró de la cantidad de muertos que dejaban a los bandos polacos y alemanes se escandalizaba para su adentros, esta anexión estaba causando más muertes que honores, la comida de los soldados se había reducido horrorosamente a la mitad, cuatrocientos gramos de pan al día, alguna que otra fruta de cuando en vez, cincuenta gramos de grasa y si la ocasión era favorable un poco de té sin nada con que acompañarle. Eso hacía que la moral del ejército alemán distribuido ya por toda Polonia según Fall Weiss este por los suelos y el odio hacia los polacos fuera en aumento.
Amigos, hermanos e hijos habían perecido en la anexión de un país inocente y a Thor se le apretaba el corazón de saber que en el avance se unieran a la lista el nombre de alguno de sus amigos o de su amante… ¿Y si ganaban la guerra ¿Dónde estaba el final feliz? Y si lograban todos salir con vida de esta estupidez… Dónde estaría su “Y vivieron felices por siempre”? El general alemán culpo una y mil veces los cuentos de hadas y las novelas de la época. Se les olvidaba a los escritores mencionar que amar es lo más difícil del mundo, que al final los cuentos de hadas dejan esa mala enseñanza, porque se olvidan mencionar la parte más importante, siempre dejan “Y vivieron felices para siempre (punto)”, se olvida lo que sigue después, olvidan mencionar dónde comienza el trabajo, donde se tiene que andar luchando para ser feliz porque ser feliz no es fácil ni rápido… ni menos en una guerra.
Antes de salir el sol, por fin… todos los camiones se alejaron del antiguo e improvisado campamento, el 8°vo ejército sur se dirigía al corazón de Polonia, si se acababa Varsovia moría con ella toda Polonia, acababa el matar hermanos de su amante, acababa el sufrimiento de Loki, el acongojo de sus soldados, el cansancio mental de la muerte de millones y el oír sus gritos en la noche, se acababa… quizá, su rol de general.