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Esa Noche por Andromeda Capricornio

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Notas del fanfic:

Hola. Aqui yo de nuevo, esta vez la inspiracion me llego para por fin concretar esta idea que me habia revoloteado por mucho tiempo. Espero les guste. 

Sus ojos se enfrentaron con un fuego inmenso, sujetando ambos el rosario de 108 cuentas que manipulaba el caballero de Virgo, el pelilila lo tomo fuertemente entre sus manos queriendo una vez más derrumbarse en llanto. Sabía que el ya no estaba, había respetado la decisión del rubio “No te entrometas, es algo que debo hacer y va más allá de la comprensión de cualquiera” Fue el mensaje que Shaka le hizo llegar mentalmente antes de que abriera la puerta de los Sales Gemelos y el con el corazón roto y las lágrimas desbordando de sus ojos asintió silenciosamente y prometió no dejar que nadie interviniera ya que él así lo quería. Fue muy duro para él, todo estaba pasando tan rápido que los sucesos no podían ser asimilados con facilidad, lo dejaban mareado, toda esa noche era como una maldita pesadilla y solo quería ver su final.

Sin embargo los ojos verdes del hombre frente a él le recordaban la mala fortuna del porque ahora estaban todos en la casa de Virgo.

 

Desde que lo vio llegar a su templo y descubrir su identidad se quedó helado, los ojos esmeraldas se enfrentaron contra los suyos de jade, por su parte el mayor de cabellos azulados lo miraba con cierto rencor, con el rencor que siempre había sentido por él, porque a pesar de no haber sido nunca afirmado ni comprobado ante nadie él era la razón por la cual no fue correspondido por la persona que quería para sí mismo, y esta vez no se contendría ante nada, le haría pagar la humillación de haber perdido ante el a la persona a la que iban siempre dirigidos sus pensamientos.

 

Al llegar a Cáncer estaba un poco preparado ya para lo inimaginable, después del encuentro que tuvo con su hermano en su propia casa que lo dejo absorto y fuera de combate, con un mar de emociones por volverlo a ver, alegrándose casi por saber que era él y la posición que había tomado en esta batalla.

Sin embargo ahora no tenía salida, si querían llegar lo más pronto posible con Atena debía atacarlo.

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No había funcionado.

 

Él lo sabía, ambos lo supieron, a pesar de los esfuerzos por encubrirse se vieron descubiertos en menos de lo pensado y ahora… estaban en ese jardín ante los Sales Gemelos, Saga sintió un escalofrió no quería hacer esto, no quería hacerle esto precisamente a él, en cuanto lo vio abrir los ojos su corazón latió con más fuerza como si de verdad hubiese recuperado la vida, pudo contemplar una vez más la figura del hombre del que estuvo prendado por años, de quien en el pasado solo obtuvo un beso, forzado y desesperado.

Shaka se enfrentó a sus ojos y sintió un aguijonazo… el mismo aguijonazo que siempre sintió cada que los ojos verdes de ese hombre se enfrentaban a sus zafiros, él entendía perfectamente lo que en el pasado le había dicho “Si fueras mío, si tan solo te dejaras llevar completamente por mi poder, que no solo me defendieras sino que ocuparas un lugar a mi lado…  mi consorte, solo a ti te dejaría”.

El más cercano a Dios, así le llamaban pero precisamente nunca busco ahondar los lazos con el que se decía patriarca y se lo dio a notar muchas veces, que no le correspondía puesto que sus ojos, su mente y su corazón estaban con el guardián de la primera casa, quien en esos momentos corría desesperado hacia su templo.  

Sin perderse la mirada el uno al otro Shaka pudo entender el dolor en los ojos de Saga, él no quería lastimarlo, su amor por él, su veneración por su persona iban más allá que el desconsuelo de no ser correspondido y él por su parte se sentía conmovido por tal acto, a pesar de todo el amor que siempre le profeso era sincero, sin embargo no hubiese podido corresponder a aquel puro sentimiento que le era ofrecido puesto que su amor fue para alguien más que le correspondió de la misma manera. Shaka decidió que era suficiente, si ellos no le dirían la verdad entonces los forzaría a actuar, y a pesar de la reticencia de los otros finalmente acudieron desesperadamente a aquella nefasta solución, mientras el espectro de Géminis sentía morirse una vez más, al acabar con sus propias manos a aquel que era casi un dios.

 

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Mientras fuera de allí, un pelilila de ojos verdeazulado impedía a costa de lo que fuera que los demás caballeros entrasen al jardín de los Sales.

 

-Por favor…- suplico con el corazón en un hilo y los ojos bañados en cristalinas lágrimas.

 

-Es un deber del cual no podemos liberarnos, querido Aries tú lo entiendes así como yo lo he hecho, pero no debes temer, es solo un paso, algo natural que debe ocurrir y cualquiera que sea su medio de llegada uno debe saber aceptarla, tan bien lo sabemos que siempre estamos preparados para esto ¿no es verdad?- le llego su voz tan calmada y relajante, pero a la vez lo llenaba de miedo y desesperanza, tan solo de pensarlo sentía un gran vacío en el.

 

-Lo sé pero… no estoy listo… no para dejarte ir- fue su confesión, si bien apenada y estúpida por su egoísmo era la verdad que nacía de su corazón, no quería perderlo.

 

-Siempre estaré contigo, también lo sabes, pronto estaremos juntos y nada ni nadie va a poder separarnos, aun si mi cuerpo no se mueve mi esencia siempre estará en ti, y tú siempre estarás en mí, tus delicados besos dados con devoción, tus caricias,  cada entrega que nos dimos el uno al otro, están conmigo, sé que tú también lo tienes presente- su corazón palpito con rapidez ante esas palabras, no pudo evitar llorar aún más, estaba tan cerca de poder evitar ese desenlace y tan lejos por la decisión del orgulloso caballero de Virgo.

 

-Te amo… Shaka- confeso una vez más sin poder evitar que su corazón se sintiera oprimido, queriendo haber podido besarlo una vez más y poder estrar entre sus brazos, donde todo parecía siempre tan seguro.

 

-Mu… mi corazón lo tienes tú, te amo con todo mi ser- y después de esto se sintió como su cosmos desaparecía, su corazón finalmente se rompió sin saber más que hacer, al final ese hombre lo había arrancado de su lado.

 

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Al momento de verlos salir del jardín la mirada del lemuriano se posó contra la del griego y viceversa, este le tendió frente a él el rosario que Shaka había usado y solo se miraron con rencor, sin embargo había algo compatible e igual en la mirada de ambos, una profunda tristeza y desolación, de uno por haber perdido a la persona que significaba todo para el en la vida y en el otro por haber,  no solo lastimado sino asesinado a aquel que bien o mal siempre fue dueño de su ser.

 

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Ambos en esas posiciones, encabezando la ejecución de la Exclamación de Atena, esto no terminaría bien sin embargo darían lo que tuvieran que dar para cumplir su objetivo tanto unos como otros. Esa noche solo atraía infelicidad desde su principio, hasta su final. 

Notas finales:

Si llegaste hasta aqui, quiero agradecerte por leer mi fic, agradecere aun mucho mas un comentario n.n, espero que hayas disfrutado de leerla, hasta la proxima.


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