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Faraway... por himeko-san

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Notas del fanfic:

HOLA!..

estoy aquí de nuevo owo..

mmm voy a salirme un poco de la tragedia..o eso creo...-w-

espero le guste el fic, dejen criticas, dudas, o cualquier comentario que quieran hacerme..

...solo espero le guste..^^...

Notas del capitulo:

Hola!.como han estado?..owo

..^^ aqui con un nueov fic..owo

me sali un poco de mi usal tema...mmm

espero que les gustes..

dejen cristicas, dudas o lo que sean, pero comenten y haganme saber que piensan sobre el fic..owo

se les quiere!

espero que les guste..^^

 

Faraway.

Capítulo 1: Primera Consulta.

-No quiero ir…- vuelve a reclamar el chico, sentado de brazos cruzados en su cama, frunciendo ligeramente su ceño- ¡¡no necesito un maldito psicólogo!!...-grita muy molesto aquel chico, de unos dieciocho años, alto de piel morena, ojos rojos como la sangre y pelo de tres colores distintos, amarrados en una trenza baja- No estoy loco…

-Atemu…- le dice una mujer, su madre al parecer. Una mujer alta de cabellos negros y ojos azules, con una mirada firme ante su hijo- rompiste la ventana del director, le rompiste una costilla a un chico, te peleaste a las afueras del colegio y conseguiste una expulsión de 3 meses...¡¡¡y lo hiciste en menos de tres días!!... –le grita aquella mujer en tono fuerte- ¡¡Iras al psicólogo y punto!!...

-¡Pero Madre!...-le dice el chico tratando de llevarle la contraria.

-Pero nada…-la mujer lo mira firmemente- o es el psicólogo o una academia Militar…-frunce el ceño- vete vistiendo, dentro de una hora partimos y quiero verte arreglado para entonces atemu…-le dice la mujer en tono firme, para luego retirarse del cuarto, cerrando de portazo la puerta.

-¡¡¡MALDITA!!!- le grita el chico a  su madre, lo suficientemente fuerte para que ella lo oyese, el moreno suspira furioso. Comienza tirar cosas y a romperlas de la frustración. Para luego, tranquilizarse un poco, recostarse en una pared y cae lentamente al suelo hasta sentarse con suavidad en el- un psicólogo no servirá de nada…-susurra el chico, mientras seca de uno de sus bolcillos un cigarro.

Saca un encendedor y prende el cigarro, comienza  fumarlo tranquilamente mientras aún se encontraba sentado contra la pared, mirando a un punto inexistente, perdido en lo profundo de un pensamiento. Suspiro pesadamente, se levantó de allí, no podía escapar de eso aunque quisiera. Tomo lo primero que encontró en su closet que fue una chamarra con capucha color negro, y se dejó su Jean negro puesto. Toma unas zapatillas negras y se amarra los cordones,  saca el cigarro de su boca y lo tira al suelo. Lo pisa con el pie apagándolo.

-Que maldito día me espera…-susurra aquel moreno de manera iracunda, mientras sale de su cuarto, dejándolo hecho un desastre cerrando la puerta tras el de portazo.

….

Atemu Hatali, dieciocho años de edad. Siempre fue un alumno problema. Bueno no siempre. Todo comenzó cuando su padre lo abandono cuando era apenas un niño de cinco años de edad, desde entonces su actitud ha ido en descenso. En el instituto ha tenido varios problemas con sus compañeros. Una vez mando uno al hospital, todo su instituto le teme y respecta, no tiene buenas calificaciones y por eso a ha tenido que repetir varios cursos. Ahora se encontraba 3ero de secundaria con 18 años,  era 3 años mayor que sus compañeros.

“La pesadilla de los profesores”…

Ese era su más reciente apodo.

Todo el mundo, hasta su madre que Atemu era así porque solo deseaba llamar la atención de los demás...

… No era cierto….

Siempre he tenido la duda, ¿de porque los humanos juzgamos sin conocer?, no es alguien que pide ayuda, es alguien que desea ser escuchado. Es alguien que teme estar solo. Es alguien que teme volverse nada con el tiempo, sin poder hacer nada para detenerlo. Es solo un niño asustado. Que huye sin rumbo fijo, que lentamente se pierde en su propia oscuridad.

Nadie ve a un niño asustado…

Nadie escucha un grito de ayuda…

….

Estaba sentado en la parte trasera del auto, mirando por los vidrios de este, el cielo estaba gris, amenazando con llover. Tenía sus audífonos puestos, aunque no había puesto música, solo quería usarlos. El tiempo transcurría mortalmente lento para él. Quería abrir la puerta del carro y salir de allí, no importa si se lastimaba, solo deseaba salir corriendo y huir…

…Como siempre lo hacía…

Por fin el auto se detuvo, suspiro pesadamente y salió lentamente del carro, su madre lo llama y esté la mira por fuera del carro, ella baja el vidrio del asiente del acompañante y mira fijamente a su hijo.

-Vendré a buscarte en dos horas, y si me entero de que te escapaste…-lo mira frunciendo el ceño- te llevare mañana mismo a la academia militar…

-….-La mira en silencio, luego se voltea. Escucha como el auto se marcha, mira al edificio que tiene la frente, era uno edificio de dos pisos,  las puertas de entrada eran de cristal así que podía ver la recepción del psicólogo del otro lado. Dio un largo suspiro, cerró sus ojos  y entro dentro del establecimiento.  Al entrar, abre sus ojos y ve a un chico rubio, sentado en un escritorio, atendiendo una llamada, mientras escribía algo en unos papeles.

-Si entendido señor Kaiba…-susurra aquel rubio- el Dr Motuo lo estará esperando…-el rubio tranca el teléfono, luego mira al chico y le dedica una sonrisa- ¿Tu eres atemu no es así?...

-…-El chico asiente.

-Siéntate ahí, el Dr Motuo está atendiendo a un paciente, en un momento estará para ti…-el rubio le señala una silla vacía y el chico va hacia ella, sentándose en silencio.

El chico mira hacia la nada, perdido en sus pensamiento, rogando que el tiempo pasara más rápido, escucho como la puerta del consultorio se abre, mira hacia el frente y de la puerta sale, un chico de cabellos blancos, mirada morada, sería y penetrante, pero calmada. Detrás de él sale un hombre de 28 años, alto. Usaba un traje negro, con corbata morada, tenía  cabellos tricolores, largo, lacio que caiga suelto en sus hombros,  usaba unos lentes redondos, y tenía una mirada hermosa color amatista, alguno fina. Pero con toques de inocencia

-Nos vemos en una semana bakura-kun…-le sonríe aquel hombre, la voz de ese hombre era gruesa, pero calmada.

-Nos vemos yugi-san…-le dice ese chico, para luego retirarse del edificio lentamente, cruzando miradas con atemu, miradas frías y penetrantes.

-¿Eres Atemu Hatali, no es así?...-le sonríe, el chico moreno asiente- es un placer conocerte, soy Yugi Motuo, por favor sígueme a mi consultorio…

-…-el moreno lo mira en silencio, se levanta y ambos caminan hacia el  consultorio, al entrar yugi cerró la puerta tras él, el moreno miro su alrededor. El consultorio del  aquel psicólogo era sencillo, había un escritorio de madera, junto a una silla. Al lado del escritorio una silla de cuero negro,  reclinable al parecer. Había un televisor en una mesa y un anaquel lleno de libros.

Aquel psicólogo se sentó en la silla tras su escritorio, le sonríe al moreno y le hace una seña para él se sienta en el silla de cuero. En silencio el moreno se sienta en esa silla y fija su mirada en la nada. Guardando profundo silencio.

-Bien, según este informe que me entregaron tus profesores es que tienes varios problemas de actitud…-susurra el psicólogo leyendo algunos papeles.

-….-El moreno ni siquiera lo mira

-Sé que no deseas estar aquí…- le sonríe cálidamente aquel psicólogo- no dirás nada este primer día así que…-se levanta de su escritorio- ¿deseas ver una película conmigo?...

-…-El chico lo mira sorprendido y se queda en silencio. El psicólogo se levanta de su asiento, va hacia su televisor y saca de un cajón del escaparate un DVD con el título que ponía: “Mamá”

-Escuche que era una película de terror muy buena, ¿deseas verla o eres miedoso?...-le dice en tono divertido.

-¡Claro que no!...-el moreno frunce el ceño, molesto y luego suspira- está bien, pero ni crea que bajare la guardia….-lo mira firmemente y se sienta en el sofá frente al televisor.

-Me lo suponía, pero no hay problema…-le dedica una amable sonrisa. El chico se sienta a un costado muy alejado del sofá, el psicólogo lo mira por el rabillo del ojo un segundo para luego soltar una pequeña risa.

-¿Qué es tan gracioso?...-murmura el chico viendo fríamente al psicólogo.

-Nada…-susurra sin perder su sonrisa, antes de darle marcha a la película saca de un cajón de un mueble dos bolsas llenas de frituras- ¿Quieres una?...

-….-Asiente y toma una bolsa, la abre y comienza a comer.

-Je…-sonríe tranquilamente, le da play a la película y esta comienza a rodar. Mientras la escenas de los primeros minutos de la película. El psicólogo miraba con atención aquellas escenas, mientras el chico dedicaba mirabas fugaces al psicólogo. “Es un hombre extraño, muy extraño…” piensa el chico dedicando una mirada fugaz para luego fijar su vista en el tv.

“Lo mejor es ignorarlo…”

Mientras corrían las escenas de aquel metraje, varias veces el joven se encontró mirando por breves segundos a su psicólogo, el cual miraba atento y con una sonrisa ciertamente infantil el televisor. Cuando llego la parte del susto, el psicólogo dio un pequeño saltito de asombro y luego, como si fuese un niño se río de sí mismo. El muchacho sin querer sonríe un poco divertido “Parece un niño…” piensa el chico dedicándole una mirada.

-Je, lo siento Atemu-kun…- dice el psicólogo mirándolo sonriendo- A veces se me escapan algunas viejas costumbres, por cierto linda sonrisa Atemu-kun…

-….-El muchacho se sorprende, luego aparta la vista resoplando algo frustrado. “Es realmente raro…” suelta un pequeño suspiro, mirando a  un punto inexistente “Pero por alguna razón, no me molesta su presencia… no en su totalidad…” piensa el chico perdido en sus pensamientos, lentamente va cerrando los ojos. Sin querer se queda dormido, pronto su mente adormilada se va alejando de esta realidad fría y amarga.

Abre sus ojos y se encuentra en un parque. Conocía ese parque, ahí pasaba muchas horas jugando cuando era niño, se la pasaba columpiándose en aquellos viejos columpios de madera, reía a más no poder en la res baladilla. Aquellos tiempos alegres nunca los olvidaría, a pesar de estar tan lejos de él. Dio algunos pasos y se topó con un charco en el suelo del parque, miro su reflejo  y se vio como un niño pequeño otra vez. Se sorprendió un poco y dando algunos pasos hacia atrás.

…Ahora comenzaba a recordar….

Comenzó a correr, lejos de ese parque con dirección a su hogar. Corrió por las calles lo más rápido posible, tropezando de vez en vez, hasta que por fin llego a casa. Entro por la puerta principal rápidamente, corrió hacia un pasillo y fue hacia una puerta. La abre de una vez y al entrar al cuarto de esa puerta, puede ver el dormitorio de sus padres. Sentada en el borde de su cama, estaba su madre. Llorando amargamente abrazada a si misma, con su cabeza gacha.

-no…-susurra él, totalmente asustado se da la vuelta y va hacia la puerta principal otra vez. Pero se detuvo a medio camino, cuando vio como la silueta de su padre salía lentamente por la puerta, para perderse lentamente en la lejanía. No sabía en qué momento había comenzado a llorar, pero ahora se encontraba de rodillas viendo como su padre se alejaba cada vez más….

…¡¡¡Papá!!!...

 

Notas finales:

MUCHAS GRACIAS POR LEER!...

nos leemos pronto.owo


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