Pétalos y Sangre ~~
El cuerpo del muchacho brillaba sobrenaturalmente sobre aquellas sabanas cubiertas de pétalos de rosas haciendo resaltar la palidez de su piel. Jongin nunca fue testigo de un humano más hermoso que aquel que yacía en su lecho.
Las sombras de sus pestañas marcaban unos pómulos prominentes, cabellos de seda rubios caían por su frente y labios finos rosas ligeramente partidos invitaban a Jongin a tomar todo de aquel joven. Debía agradecer a Kris por ese regalo, sin duda su Hyung tenía un gusto exquisito en humanos.
Jongin se acercó al chico mientras ahuecaba su mejilla gentilmente hasta que el joven abrió sus ojos. El vampiro fue testigo de unas orbes color chocolate que lucían somnolientas y extremadamente adorables.
— ¿Cuál es tu nombre? —preguntó Jongin, adueñándose de la mente del pálido.
—Sehun— pronunció el muchacho con voz suave.
—Sehun—murmuró Jongin saboreando aquel nombre—Sehun — repitió. —Hoy tendrás la mejor noche de tu vida.
Sehun no apartó sus ojos de Jongin, sintiendo una extraña electricidad correr por su cuerpo cuando el moreno acarició suavemente su piel desnuda. Sehun jadeó al sentir la boca del mayor acariciar sus clavículas para después lamerlas con fervor. Jongin depositó suaves besos por su cuello hasta llegar a su mandíbula y posteriormente unir sus labios en un besó húmedo, lleno de pasión que hizo a Sehun soltar un suave suspiro. Jongin volvió a descender hacia el pálido cuello, tomando entre sus dientes piel casi traslúcida hasta formar un cardenal de color rosa y luego lamerlo. Sehun jadeó, dirigiendo sus manos hacia las hebras pelinegras del moreno, halándolas suavemente al sentir unos dientes sobre su yugular.
—Dejemos lo mejor para el final ¿de acuerdo? — declaró Jongin apartándose ligeramente de ese cuello tan irresistible.
Jongin tomó entre sus dedos uno de los pezones rosas de Sehun, inclinándose para tomar con su boca el otro, lamiéndolo, mordiéndolo con suavidad, disfrutando del divino sabor. Sehun gemía y jadeaba descontrolado haciendo a Jongin sentir su erección y la del joven creciendo.
Jongin subió a la cama, desprendiéndose de su camisa. Sehun deslumbrado, recorrió con la yema de sus dedos los bien marcados músculos del vampiro, dejándose hipnotizar por aquella piel tostada. Jongin esbozó una sonrisa ladina, volviendo a inclinarse y tomar con fuera los labios del más pálido quien soltaba suaves suspiros.
Jongin sostuvo suavemente la erección del menor subiendo y bajando su mano por ella, sin separase de los labios y así sofocando los gemidos que salían de la boca del muchacho. Sin aviso previo, Jongin se separó del rubio, observando el sensual desastre que le rogaba por más, inclinándose susurró en la oreja del pálido:
—Dime Sehun, ¿Qué quieres? — Sehun se estremeció— ¿Qué deseas que te haga? Dímelo y cumpliré con todos tus deseos— declaró el vampiro, deslizando sus dedos por todo el pálido torso del humano.
—Quiero… Quiero—musitó el humano—Quiero tu boca en mí y tus dedos dentro de mí.
—Lámelos, entonces— ordenó Jongin, acercando tres de sus dedos hacia la boca de Sehun quien los lamió diligentemente. Jongin sonrió conforme, deseando que aquella linda lengua y esos atractivos labios estén en su erección. Pero, como declaró, cumpliría los deseos del muchacho esa noche.
Cuando Jongin creyó que sus dedos estaban suficientemente lubricados, descendió tomando en su boca la erección de Sehun, engulléndolo directamente mientras el menor soltaba un jadeo y arqueaba su espalda. Sin embargo, el placer que el pálido sentía aumentó puesto que Jongin insertó uno de sus dedos en su rosada entrada, abriéndose paso por las paredes estrechas de Sehun. Los gemidos que este emitía eran tan obscenos que hacían que la erección del propio Jongin palpitara casi dolorosamente contra las costuras de su pantalón. Jongin se apresuró a insertar otro de sus dedos, sin dejar de chupar y lamer el miembro erecto del menor. Luego, añadió un tercero, moviéndolos hasta encontrar el punto que hizo a Sehun gritar de placer. Sehun comenzó a embestirse a sí mismo contra los dedos de Jongin, este, sintiendo que el pálido pronto se correría soltó el miembro de su boca y retiró sus dedos de sus entrada. El rubio soltó un sollozo, indignado.
— ¡Por favor! —rogó Sehun con voz ahogada—Por favor…
Jongin sonrió de lado, disfrutando del desastre en el que había dejado al chico. Su cuerpo estaba perlado de sudor y varios pétalos rojos se habían pegado a su piel, haciéndolo lucir extremadamente hermoso.
— ¿Qué quieres, Sehun? —Insinuó el vampiro—Si no me lo dices, no sabré que hacer—. Podía ver el ascender y descender del pálido pecho del menor, Sehun apenas y podía respirar, le tomó un rato considerable calmarse lo suficiente para susurrar:
—Tómame—Sehun miró a Jongin intensamente— Te quiero dentro de mí. Tómame, hazme tuyo.
Jongin no lo pensó dos veces, rápidamente se desprendió de sus pantalones. Al segundo siguiente tenía ya las piernas de Sehun sobre sus hombros, dirigió su erección hacia la entrada del menor y sujeto sus caderas mientras, se adentraba con fuerza. Sehun soltó un sollozo al sentir el dolor de la intromisión pero el placer seguía ahí pues el vampiro llegó con precisión a su próstata, empezando a moverse y a marcar un ritmo constante en aquel punto.
—Voy a morderte ¿de acuerdo? —avisó el vampiro. Sehun se limitó a asentir, sin dejar de gemir.
Jongin se inclinó hacia el cuello de cisne de Sehun donde incrustó rápidamente sus colmillos en la arteria palpitante y succionando al instante. Sabía que aquello solo haría que el menor sintiera más placer.
Jongin se dejó deleitar por el sabor de aquella dulce sangre y envolviéndose por al placer casi aplastante que sentía al tener las estrechas paredes de Sehun alrededor de su erección. Aquello lo sacó de su mente e hizo que sus embestidas sean más salvajes. Sehun gemía descontrolado, dejándose llevar por el calor abrasador que sentía en todo su cuerpo. Estaba cerca, podía sentirlo cada vez que el vampiro tocaba certeramente su próstata.
Jongin tomó con sus manos el miembro del menor moviendo su mano frenéticamente por toda la extensión, sin dejar de succionar sangre al ritmo de sus penetraciones. Él también estaba cerca.
En unas cuantas embestidas más, Sehun finalmente se corrió sobre la mano el vampiro y su propio abdomen. Jongin se separó del cuello del menor, dando unas cuantas estocadas más terminó dentro del menor quien apenas podía mantener sus ojos abiertos, todavía disfrutando de su orgasmo. Jongin se dejó caer sobre él, sintiendo las oleadas de placer tomando control de su cuerpo.
— ¿Cómo te llamas? — logró pronunciar el menor con voz somnolienta.
—Jongin—respondió el vampiro.
Al segundo siguiente, Sehun cayó en un sueño profundo. Jongin sonrió, tomando en sus brazos al pálido, acariciando las hebras casi plateadas de su cabello, sin dejar de observar las perfectas facciones del menor.
Minutos después tocaron la puerta, a lo que Jongin respondió con un suave siga.
— ¿Cómo te fue? — preguntó Kris, observando atentamente la escena frente a él.
—Es el mejor regalo que me has dado en mucho tiempo, YiFan Hyung— declaró Jongin con sinceridad— Incluso planeo conservarlo— rió Jongin— Gracias Kris Hyung.
—No hay de que— susurró Kris— Por cierto, Feliz cumpleaños— murmuró su Hyung antes de cerrar la puerta.
—En serio, gracias por el regalo — dijo, sabía que a pesar de que ya se había ido, Kris lo escuchó.
—El mejor— susurró contra la oreja de Sehun, antes de apegarlo más contra su pecho y finalmente sucumbir al sueño.