Un omega, una antigua promesa y un bello amor que nunca murió.

Esas eran las cosas que había dejado atrás antes de casarse con ese idiota por culpa de los intereses ajenos. Su vida era una completa miseria y ya se había rendido hace mucho tiempo. Había roto la promesa con solo decir: acepto.

Sin embargo, después de aquella visita, la esperanza volvió a renacer. Volvería a luchar, lo encontraría y arreglaría la falta que cometió.

Al fin serian felices.

-Omegaverse.