El Gran Maestro no solo había roto su cuerpo, sino también su espíritu, y por más que tratara de mantenerse fuera de las manos de ese hombre, el sexo, el dinero, los juegos perversos y todo aquello que le daba placer, le atraía como una droga.

Estaba destrozado por la vida, pero era lo suficientemente orgulloso como para aceptarlo y seguir dando todo de él para lograr ser reconocido.

Pero lo que Loki no sabía era que jamás saldría del mismo ciclo sino dejaba de vivir en el pasado.

Era testarudo y aún sin quererlo le causaba daño a quien más le había apoyado y tiene que tomar la difícil decisión de primero amarse a sí mismo, con todo y sus errores para permitirse amar al que era el amor de toda su vida.

THORKI

STONY