No podía dejar de pensar en ello, todas las vidas que habían llegado a su fin
debido a la tarea de proteger y resguardar su persona, y toda la culpa recaía en
sus hombros, sintiéndose cada maldito segundo responsable de esas
significativas pérdidas. La sensación de amargura no desaparecía, ni el molesto
nudo en su garganta. Esto solo le frustraba aún más. Debía desahogarse de una u
otra forma.

Eren no sabe que hacer con ese terrible sentimiento de culpa que lo invade y decide buscar consuelo en una botella de whisky. Sin embargo Armin su mejor amigo se da cuenta de esto y decide ayudarlo. Lo que el no sabe es que esta vez las cosas no saldrán nada bien.

Después de un trágico accidente Eren podrá darse cuenta de sus verdaderos sentimientos hacia el pequeño rubio pero ¿Será ya demasiado tarde para decirle lo que realmente siente por el?