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Obseción por Riolu

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Notas del capitulo:

Holaaa, vengo con otro fic mientras termino el primero, en este me inspire en algo de una pelicula pero no me acuerdo del titulo XD en fin ojala les guste

Día soleado, nubes tranquilas en el cielo y el sonido de los pájaros por la ventana, supuestamente las personas lo clasificarían como un buen día, para mi no y eso es debido a que en estos momentos hay diversos puntos que me están molestando, el primero de todos es que estoy en la escuela lo cual se me da fatal, gracias a un amigo que siempre da su tiempo para enseñarme logre calificaciones aceptables, hablando de mi amigo el es la segunda razón por la cual este día es horrible, el esta sentado a mi lado en la clase de literatura y el problemas es…que estoy enamorado de el.

 

Básicamente la actividad era describirnos y la hice fácil, mi nombre es Sora y tengo 15 años, mi cabello es castaño y esta desordenado hacia varios lados, mi piel esta algo tostada por el hecho de vivir en Islas del destino donde casi siempre hace calor, no soy muy alto pero tampoco bajo, mis ojos son de un azul intenso que dicen que es igual que el cielo, entregue la tarea y me puse a pensar pero estaba tan concentrado en mis pensamientos que no escuche el timbre hasta que mi amigo me movió trayéndome a la realidad.

 

-Hey Sora, si no te levantas llegaremos tarde a la siguiente clase-me apresuraba mi amigo acercándose a mi rostro intentando despertarme, es tan idiota en estos momentos, simplemente intento alejarlo de mi mente y ahora esta demasiado cerca de mi, sentí mi rostro arder y lo intente ocultar con mi fleco cosa que creo funciono ya que el se alejo hacia la puerta.

 

-Ya te oí, te puedes tranquilizar un poco tenemos 10 minutos de descanso-lo regañe molesto por su actitud apresurada cosa que se borro en cuanto vi su sonrisa, no podía evitar calmarme ante ella después de todo para mi el era todo, adoraba sus cabellos rubios que estaban desordenados y empinados hacia un lado, sus ojos que eran iguales a los míos lo cual me agradaba ya que sentía que teníamos algo en común, bueno tenemos varias cosas en común ahora que lo pienso, tenemos la misma estatura pero a su lado yo me siento pequeño por alguna razón, odiábamos las mismas materias y nuestra piel era algo similar solo que la suya era mas blanca.

 

-Tu sabes por que estoy apurado-me recordó con una sonrisa maliciosa la cual me rompió el corazón, siempre sabia la razón pero a veces deseaba hacerme el tonto, por una sola vez desde que lo conozco me gustaría que dijera “para aprovechar mas tiempo contigo” pero eso era una ilusión que nunca se cumpliría.

 

Salimos hacia nuestra siguiente clase en la cual el no dejaba de hablarme de un tema que yo deseo no contar, llegamos a donde seria nuestra siguiente clase y escuche como alguien gritaba el nombre de mi rubio compañero, nos dimos la vuelta encontrando a un chico idéntico a Roxas solamente que el desprendía un aire de mayor inocencia y timidez, era su hermano gemelo Ventus.

 

-Ven cuantas veces te he dicho que no me gusta que grites por ahí-lo regaño mientras su gemelo ponía una cara de arrepentimiento, no pude evitar reírme de eso pues el era demasiado adorable desde mi punto de vista.

 

-Lo siento, solo quería saber si han visto a Van-susurro con cierta tristeza en su voz, yo le hecho una mirada de enfado a Roxas el cual desvió la mirada algo incomodo, comencé a observar el lugar y finalmente encontré a mi hermano mayor, aunque fuera un año mayor iba en nuestro mismo grado por un problema de que no le agradaba la escuela, honestamente lo comprendo pero cuando conoció al tímido rubio este no dejo de molestarlo hasta que decidió regresar.

 

Mi hermano se llamaba Vanitas pero yo le decía Van de cariño, en cuanto conocimos a Ventus el se adueño de ese apodo pues no dejaba de llamarlo así, volviendo al tema el tiene el pelo negro como el carbón y unos singulares ojos ámbar, debo admitir que hasta a mi me gustan pero lo que mas envidio de el es que tenia un mejor físico y estatura que yo, también el hecho de que todas las semanas alguna chica tímida o un chico de apariencia tierna le pedía una cita la cual el rechazaba, y hablando de eso parece que una persona ahora se iba a confesar ante el.

 

-Oye Ven, mi hermano esta por…-comencé a decir pero parece que fue tarde porque el ya había corrido hacia el, por su modo de correr yo diría que estaba enojado y no lo culpo pues yo sospecho que a el le gusta Vanitas, escuche como Roxas soltaba un suspiro de rabia al ver la actitud de su gemelo y recordé el hecho de que era homofóbico, eso siempre destruía mis esperanzas de una relación junto a el pero ese fue el menor de mis problemas.

 

Una chica de cabello rubio pálido se abalanzo sobre mi compañero, su piel era blanca y sus ojos azules un poco mas claros que los míos, ese hecho me molestaba demasiado pero lo que me dañaba siempre era que el no se molestaba, mas bien se daba vuelta a abrazarla y le daba un apasionado beso en los labios, yo no podía ver mas y me aleje lo mas disimulado que podía, me asegure de ir a un lugar del colegio donde no hubiera nadie y comencé a gritar de rabia mientras golpeaba la pared con furia, no me importaba si me escuchaban necesitaba sacar todo ese dolor y rabia que me invadían y finalmente me detuve cuando mis nudillos comenzaron a sangrar, ese dolor simplemente se desvaneció cuando la sangre comenzó a recorrer mi brazo, de alguna manera eso me alivio pero decidí cubrirlo poniéndome unos guantes negros sin dedos, lo hice a tiempo pues escuche el timbre de inicio de la otra clase y me fui apresurado.

 

Llegue justo a tiempo a la clase y vi como Roxas estaba sentado al lado de su novia, se llama Naminé y la odio con todo mi ser por tener lo que yo jamás tendré, vi como ellos estaban demasiado concentrados hablando que pareciera que no les importo que yo me fuera de repente, comencé a caminar y el rubio me miro de reojo mientras me daba una sonrisa y señalaba un asiento a su lado, simplemente lo ignore pero eso pareció romperme el corazón y me fui al final del salón deseando que el día se pasara lo mas rápido posible y así fue.

 

Cuando termino la clase yo me levante primero y salí del salón escuchando como alguien decía mi nombre, reconocería esa voz en cualquier lugar ya que era la que hacia que mi corazón saltara a cada momento, no podía verlo ya que eso me lastimaría, no quería verlo y menos junto a alguien como esa rubia que odiaba tanto, no podría verlo sin evitar llorar de impotencia por mis sentimientos.

 

Llegue a la salida del colegio y vi a mi hermano hablando con Ventus, tenia un mal presentimiento y lo sabia porque Vanitas tenia un pésimo humor con todos pero con Ven era otra historia, para el podía tener una gran paciencia y eso sin duda me asombraba porque si yo metía la pata el me soltaba una bronca, mi mal presentimiento se cumplió por que el dijo algo con una mirada de indiferencia que pareció dolerle al rubio pues se fue corriendo con una expresión triste.

 

-¿Qué le dijiste?-pregunte llegando junto a el, por su expresión deduje enseguida cual era la causa al igual que muchas veces atrás, mi hermano me la confirmo enseñándome una carta, tal parece que recibió otra confesión y Ventus se enfado por ello, aunque no fueran pareja el era demasiado celoso y Vanitas demasiado distraído para notar las señales de cual era la razón.

 

-Es raro que no vengas con Roxas, ¿acaso tu noviecito te abandono?-se burlo de mi desgracia, le dije con la mirada que se callara y nos fuimos a nuestro hogar, no me importaba lo que el dijera pues cuando el salga con Ventus no dejare de molestarlo con sus mismas palabras.

 

Nuestra casa por desgracia mía esta a solo 3 cuadras de la casa de los gemelos por ello todas las mañanas nos vamos juntos, durante el camino no hablamos de gran parte excepto de lo que nos diría nuestra prima en cuanto llegáramos a casa, ella se llama Iris y tiene 14 años, es castaña como yo pero tiene unos hermosos ojos verdes que siempre me dan curiosidad, es un poco mas baja que yo lo cual me parecía darle un gesto muy tierno e infantil, siempre nos molestaban con que parecíamos gemelos excepto por los ojos, lo que siempre me preguntaba era si la veían a ella como un hombre o si yo me parecía a una chica, cualquiera que fuera la respuesta no la quería saber, volviendo al tema nos dejaron al cuidado de ella por que en su antigua escuela le hacían mucho bulling y ella se negaba a ir a la escuela a pesar de ser bastante inteligente.

 

Llegamos a casa y ella nos recibió con una sonrisa, mi hermano la paso por alto pero yo corrí a abrazarla, me parecía demasiado tierna y siempre terminábamos haciéndonos cosquillas uno al otro, ella siempre sabia cuando estaba triste y lograba calmarme cosa que hizo ahora y yo le sonreí feliz, comenzó a contarnos su día con su tutor Riku, el también me agradaba por que siempre le tenia paciencia a ella y en sus ataques de pánico sabia como calmarla, nos entretuvimos viendo la televisión y por mi mala suerte me toco a mi hacer las compras.

 

Fui a la tienda mas cercana sin poder recordar cual era el motivo de mi anterior enfado y lo recordé de golpe en cuanto vi a un rubio en el mismo negocio, deseaba tanto que fuera el otro y pareció que alguien me escucho pues cuando me acerque resulto ser Ventus, nunca sabré como le hacia para diferenciarlos pero nunca me equivocaba, supongo que es porque estoy muy enamorado de Roxas y no podría confundirlo jamás.

 

-Hola Sora, mi hermano te ha intentado hablar pero no haz respondido sus mensajes-me aviso viéndome algo preocupado, saque mi celular y vi que estaba en silencio pero tenia mas de 30 mensajes de texto, la sola idea de que se hubiera molestado en escribirme tantas veces me dio una enorme felicidad ya que algo era seguro, yo le preocupaba.

 

-Lo hare en casa, pero ¿tu estas bien?-pregunte ahora viendo entristecido por como sus ojos estaban rojos, era una clara señal de que había llorado y sabia bien la causa, intentaba encontrar palabras para aliviarlo pero pareció que alguien se me adelanto, vi como el revisaba su celular y una enorme sonrisa apareció en su rostro, emocionado me mostro el mensaje que decía “No se lo que dije que te molestara tanto, pero en verdad lo lamento, si le muestras a alguien mas este mensaje tu celular desaparecerá ”, clásico de mi hermano, siempre con una disculpa y una amenaza.

 

Me reí por ese hecho y le lance una pervertida mirada a Ven el cual pareció interpretar mi mensaje ya que se sonrojo hasta sus orejas, durante todo el momento que hicimos las compras no deje de molestarlo con eso ya que me serbia para imaginarme como se vería el rostro de mi amado sonrojado, cuando ya estábamos por irnos vi como el revisaba nuevamente el mensaje y se iba tan feliz que parecía saltar de la emoción, cuando llegue a mi hogar vi que mi hermano seguía pegado en el televisor comiendo unas galletas mientras que Iris jugaba infantilmente con su cabello.

 

-Bienvenido Sora, logre un milagro hice que Van se disc…-se vio interrumpida mi dulce prima en cuanto mi hermano le metió una galleta en la boca callándola junto con una mirada amenazadora, simplemente les guiñe un ojo dando a entender que ya sabia lo que había ocurrido escuchando una maldición y como su rostro se ruborizaba levemente, mi prima y yo simplemente nos reímos y nos dirigimos a la cocina para preparar la cena.

 

Hace aproximadamente 1 año que nuestros padres nos dejaron aquí por asuntos de trabajo, normalmente me quejaría pero con el tiempo me e vuelto algo independiente…, a quien engaño sigo siendo un perezoso, la única razón por la que hago algunas labores es por las amenazas de Vanitas, ahora me encontraba cocinando con mi prima inútilmente pues todo lo que hacia ella lo tenia que arreglar deprimiéndome aun mas, una vez terminamos de comer cada uno fue a su propia habitación lo cual me alegraba ya que desde hace tiempo deseaba revisar los mensajes de mi celular, me di un rápido baño y me acosté en mi cama solo con un short ya que hacia demasiado calor.

 

Leía todos los mensajes encantado ya que en todos sentía algo de aprecio y preocupación hacia mi, uno me llamo la atención ya que preguntaba que me paso en la mano ya que vio sangre bajar de mi manga, revise mi uniforme y vi que en verdad había una mancha, Roxas estaba demasiado atento de mi cosa que me encantaría o yo fui muy malo en ocultar mi herida, vi la hora y me di cuenta que era casi medianoche, cuando me pongo a pensar en el siempre pierdo la noción del tiempo y ahora que todos estaban dormidos podía sacar mi secreto.

 

Moví una tabla de mi habitación que estaba mal puesta y saque un álbum de fotos, me senté en mi cama y comencé a ojearlo con nostalgia al ver las fotos de nosotros dos juntos desde pequeños, a Roxas lo conocí desde los 7 años y en ese entonces era difícil que nosotros nos separáramos, continúe avanzando las hojas donde tenia diversas cosas de el, unas entradas de cine cuando fuimos los dos juntos, un mechón de cabello que le corte “accidentalmente” además de su collar en forma de X el cual yo se lo intercambie por uno en forma de corona, todos eran mi lazo con el y hacia que me muriera de la vergüenza si alguien llegara a descubrir este álbum, también tenia unas fotos que el ni siquiera sabia que había tomado, un ejemplo seria cuando el iba al club de natación y yo lo fotografiaba bien escondido pudiendo sacar de varios ángulos lo sexy que se veía en traje de baño, otras en que me iba a quedar a su casa a dormir y le sacaba fotos dormido lo cual siempre me pareció tierno además de tentador, siempre me daban ganas de salir de mi cama, dormirme a su lado y que me despertara una mañana con unas caricias o un beso, una de las tantas ilusiones que he tenido y que debería anotar.

 

Soy un pervertido lo se, ahora mismo llega ese momento de la noche donde veo sus fotos y mis hormonas se alborotan al igual que una parte de mi anatomía, comienzo a tocarme mientras susurro en silencio su nombre, mi mano recorre mi miembro mientras mis gemidos suenan un poco alto asustándome por el hecho de que me escucharan, suspiraba con fuerza y sentía un calor recorriendo mi cuerpo mientras continuaba con mi acto insatisfecho ya que lo deseaba a el a mi lado, quería que fuera el quien me sacara los gemidos, que me hiciera sonrojar y tocara mi cuerpo para finalmente que nos volviéramos uno, ese pensamiento fue demasiado para mi y eyacule sobre todo mi estomago soltando un suspiro y susurraba “te amo Roxas”.

 

Una vez me limpie y me tranquilice estaba listo para dormir, escondí el álbum y revise el ultimo mensaje de mi rubio que decía que Naminé y el se irían de pinta para pasar un día de pareja, eso me destrozo y también me pedía que le inventara alguna excusa al profesor, lógicamente me enfade por ello y con gran rapidez escribí presionando con fuerza las teclas “vete al diablo, consigue a otro que te cubra” y se lo envié descargando mi rabia, tengo un gran autocontrol de eso no tengo dudas, aun cuando me dijo que le gustaba la rubia yo fingí apoyarlo para no alejarme de el, cuando me dijo hace 3 meses que ahora eran novios yo solo le sonreí fingiendo felicidad, siempre que discutían debía ser yo el que lo calmara y que hicieran las paces contra mi voluntad, me decía a mi mismo que debía dejarlo ir pero no podía, lo amo demasiado, desde hace 2 años lo e amado y a sido mi razón de vivir, el motivo para levantarme en las mañanas e ir a la escuela, a pesar de eso en menos tiempo alguien viene y me lo quita, Roxas solamente es mío, mío MIO y si esa desgraciada piensa quedárselo o llevárselo a la cama…Me encargare personalmente de que algo malo le pase, no me importa el precio ni las consecuencias, el que se quedara con Roxas y le quitara su virginidad seré yo.

Notas finales:

intentare actualizar cuando pueda pero ando algo ocupadito, si les gusta dejen su comentario o algun consejo para mejorar, cuidense


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