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La Oscuridad del Corazón Humano por Shana A

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Notas del fanfic:

Se haran reglas para este fic, ya que el personaje numero 15 es el lector, por lo cual hay reglas...

• Los lectores eligen las parejas que se formaran, es decir que cuando comenten deben decir que parejas quieren que haya, las que tengan más votos se harán
• Habrá mínimo una pareja hetero, también los lectores deben decidir quiénes serán
• El lector tiene la posibilidad de acabar con uno de los personajes sea hombre o mujer, pero este personaje debe tener la mayoría de los votos
• Los votos para las parejas deben ir especificados en el comentario, solo se aceptaran las propuestas de parejas hasta los comentarios que se hagan luego del primer capítulo.
• Se pondrán pequeños retos o juegos al final del capítulo, así como una interrogante sobre que deben decidir qué hacer los personajes.
• Los retos o juegos serán para decidir si un personaje morirá en el siguiente capítulo o no, es decir si todos los lectores que comentan aciertan bien, todos siguen vivos, pero sin fallan algunos, un personaje morirá.
• Recuerden disfrutar de este pequeño proyecto que he preparado

Notas del capitulo:

Este capitulo es como la introducción a todo el juego, espero lo disfruten, esta narrado en primera persona ya que todos los parrafos narrados así son por el lector. Recueden decidir bien. 

Oscuridad, fue lo primero que pude notar en aquel sombrío lugar, poco a poco mis ojos se acostumbraron, permitiéndome ver un poco mejor, notando así que habían más personas – uno, dos, tres,…, catorce, si catorce – hablaba conmigo en voz baja, casi susurrando, catorce personas más, conmigo seriamos en total quince, al acostumbrarse mis ojos mejor a la poca luz, logre darme cuenta de quienes eran, ellos parecían estar tan o incluso más confundidos que yo. Quince personas atrapadas dentro de aquel sombrío lugar, atrapados en un juego del cual no pedimos participar, pero esto no le importaba, ya que quizás y sin saberlo este iba a ser el último lugar que viéramos antes de morir…

Parecía ser un día como cualquier otro dentro del instituto, pero solo era apariencia, este día tenía algo de especial, una exhibición de arte se realizaría en la ciudad, y el lugar designado para dar dicha exhibición seria el instituto más grande de esa pequeña pero prospera ciudad, pero otro motivo para que se diera la exhibición allí era el importante valor histórico que tenía el instituto, mejor dicho dentro del auditorio de este, había un hermoso y antiguo reloj de pie, el cual estaba muy bien conservado y cuidado, pero había algo curioso con este reloj, este reloj tenía sus manecillas quitas justo un segundo antes de las doce, a pesar de los múltiples intentos por repararlos nada parecía hacer que se movieran, y además todos llegaban a la conclusión de que estaba en perfecto estado, no había razón para que no se movieran, pero ya que era tan valioso no se atrevieron a quitar sus piezas y reemplazarlas con otras, ya que decían que el reloj se movería cuando algo importante sucediera. Era mediodía, la exhibición comenzaba a las dos, pero desde las doce estaban suspendiendo las clases, así que me dispuse a salir del salón, pero el profesor me llamó
- Puedo ayudarle en algo – pregunte por cortesía
- sí, puedes buscar al presidente del consejo estudiantil, al parecer lo necesitan en el auditorio – me pidió como favor, acepte diciendo que haría lo que podía por encontrarlo, esta respuesta lo tranquilizo y me dispuse a caminar hacia la sala del consejo, donde suponía debía estar Cristóbal, el presidente del consejo estudiantil del instituto, estaba ya cerca a la puerta pero una voz me detuvo
- si estas buscando a Cristóbal no está – oí una voz conocida, me gire y vi a un joven de cabello negro grisáceo y ojos marrón claro, su playera estaba manchada con algo de pintura, era Maximiliano, llamado Max o el pintor, pertenece al club de arte del instituto a participado en muchos concurso siempre quedando en los primeros lugares, a mi parecer es alguien muy talentoso, es alguien de pocas palabras y de carácter tranquilo, por lo cual es fácil llevarse bien con él, pero hay veces en las que se aparta de todo cuando pinta
- que lastima, al parecer lo necesitan en el auditorio – respondí con algo de cansancio al parecer tendría que buscar a Cristóbal por todo el instituto
- Max, la profesora de arte dijo que solo te daba tiempo hasta la una – se hizo presente la voz de otro joven, Fernando, un chico de cabello rojizo castaño al igual que sus ojos, era muy amable y servicial, sonreía de manera amable mientras le entregaba una llave a Max, aunque este le mancho un poco las manos al recibirla – no importa – le dijo antes de que Max se disculpara, así que solo se fue – pasa algo – me pregunto al verme allí de pie
- no…bueno, sí…estoy buscando a Cristóbal, pero parece que no está…sabes dónde podría estar – le pregunto amable y él se puso algo pensativo
- quizás este en la biblioteca – me sugirió de manera amable, asentí y nos despedidos, me hubiera gustado que me ayude a buscarlo pero me dijo que tenía que ir a ayudar a un club que le había pedido ayuda primero, así que sin compañía me dirigí a la biblioteca, donde encontré a una joven de cabello corto morado y ojos lilas arreglando algunos libros – hola Milagros – la salude alegre, ella era una gran amiga, era amable y alegre
- hola – me devolvió el saludo con una sonrisa, mientras aun seguía acomodando los libros en el estante
- Milagros te has equivocado de nuevo, este libro va en la otra sección – le corrigió una voz algo débil, al dirigir mi mirada al dueño de la voz vi a Eduardo, un joven de cabello naranja y ojos verdes, usaba unos lentes que lo hacían lucir aun más tímido de lo que ya era, siempre lo había visto en la biblioteca y según dice se ha leído todos los libros de aquí, además es alguien muy inteligente, debo reconocerle eso – hola – me saludo con algo de timidez, devolví el saludo de manera alegre
- es cierto, lo siento mucho – le respondió algo apenada, saco el libro y se dispuso a ir a ponerlo en el lugar correcto
- sabes Eduardo tú conoces la biblioteca mejor que nadie, deberías ayudarla – habló una voz tranquila y profunda, me gire y en la entrada estaba Nicolás, conocido como el poeta, un joven de cabello negro y ojos rojos, era tranquilo, amable y sobretodo paciente, era muy difícil verlo enojado o alterado, mejor dicho nunca lo había visto así, posee mucho talento para la escritura así como también es un gran orador – hola – me saludo y devolví el saludo
- yo me ofrecí a ayudarla, pero ella dijo que terminaría de ordenar aunque sea la cuarta parte – comento con cierta timidez, desviando su mirada al libro que Nicolás tenía en las manos – vienes a devolverlo o a pedirlo por más tiempo – pregunto tomando el libro
- de hecho quiero la continuación de este volumen, me ha gustado mucho, gracias por la recomendación – le dijo sonriendo de manera ligera, Eduardo asintió como diciéndole que no fue nada, en eso recordé a que había venido
- casi me olvido, el profesor me pidió buscar a Cristóbal, dice que lo necesitan en el auditorio – dije dándome cuenta de que debía seguir buscándolo
- Cristóbal, quizás este en la azotea, hace poco vi a Sebastián allí, quizás de nuevo se estén peleando – comento Nicolás con cierta diversión en su voz, asentí para darles las gracias y salir despidiéndome de ellos, subí hasta la azotea, aunque estaba prohibido no habría problemas si encontraba a Cristóbal allí y le explicaba todo, solo esperaba encontrarle, me cansaba estar de un lugar a otro sin resultado, abrí la puerta de la azotea y me encontré con dos jóvenes que dejaron de conversar para ponerme atención
- hola, que te trae por aquí – me pregunto con diversión el joven de cabello rosa y ojos azules, Daniel, el músico, pertenece al club de música y tiene una banda, con la cual ha participado en muchos concursos además según lo que sé, toca diferentes instrumentos además que canta excelente, lo he visto una par de veces en los concursos, en los cuales siempre ocupa uno de los primeros lugares, lo mejor era que no era alguien arrogante o presumido, es muy agradable si lo tratas
- estaba buscando a Cristóbal y pensé que quizás estaba por aquí – me explique
- y por qué creíste que el señor amante de las normas estaría aquí – me pregunto con cierta burla Sebastián, un joven albino de ojos azules, su actitud era burlona y algo fría si comenzabas a conocerle, además que es algo malhumorado cuando tratan de darle ordenes, por eso Cristóbal y él se llevan tan mal, aunque me gusta pensar que es su forma de demostrar que son buenos amigos, aunque como Sebastián es algo terco, mejor dicho mucho es difícil hacerle cambiar de opinión al chico rebelde del instituto
- quizás por qué ustedes se llevan tan bien – le respondí con diversión, Sebastián solo sonrió de lado – mejor busco en otro lado – dije para despedirme y bajar, de nuevo rondaba por el pasillo, estaba pensando donde podría estar pero me choque con alguien – lo siento – dijo y me di cuenta de que era Isabel, ella era simplemente insoportable, tenía una actitud muy arrogante y se creía superior a ti, además era bonita, su cabello rubio era largo y tenía ojos azules, además de que tenía un raro afán de salir con Daniel
- fíjate por donde caminas – me reprocho molesta, para apártame empujándome
- Isabel no sea mala – se escucho un regaño algo infantil – lo siento – se disculpo un joven, me gire y voltee a ver a Javier, el hermano de Isabel, el también era rubio y de ojos azules, solo que él era más amable, alegre y animado que ella
- no te disculpes, no es tu culpa que tu hermana sea así – le dije para animarlo – por cierto no has visto a Cristóbal – le pregunte con esperanza
- no, no lo he visto – me dijo sonriendo más alegre, para desordenar mu cabello mientras reía – quizás este en los clubs avisando sobre que deben estar presentes en la exhibición – me sugirió sonriendo animado, asentí y me dirigí al club más cercano, pero en el camino me tope con dos personas más
- hola, por favor muévete y tú más rápido – me dijo animada y algo escandalosa Carmen, una joven de cabello marrón claro corto y ojos verdes, pertenecía al club de periodismo y era muy chismosa pero era muy hábil para conseguir información, junto a ella iba un joven de cabello azul y ojos lila, Francisco, quien cargaba dos cajas
- no me presiones, mira que todavía te estoy ayudando…debería estar en mi practica ahora – habló algo desanimado, Francisco pertenece al club de atletismo y natación, es muy bueno en todos los deportes de aquí, por lo cual siempre está en los clubs de deportes
- han visto a Cristóbal, lo he buscado todo el día y no lo he visto – les pregunto
- no, no lo he visto…por qué sabes algo de él – pregunto con entusiasmo Carmen
- pues en los clubs de deportes no está – me respondió Francisco, agradecí evitando responder las preguntas de Carmen, seguí mi camino y llegué a la sala de computadoras, abrí la puerta de manera lenta y encontré a Víctor, cabello color negro azulado al igual que sus ojos, él es un otaku, friki, gamer, uno pensaría que es alguien antisocial, pero es realmente agradable y divertido si lo tratas
- hola – saludo y él asintió, al parecer estaba reparando una de las computadoras, él es muy hábil en eso, además de que es un hacker, una vez me ayudo a cancelar la cuenta de correo electrónico de la “princesa”, pero fue culpa de Isabel por tirar mis apuntes al lodo – por favor dime que has visto a Cristóbal – le pedí
- he visto a Cristóbal – respondió aun arreglando la computadora, me alegre al oírlo
- donde esta – le pregunto con emoción
- no lo sé – me respondió simple
- como que no sabes – le pregunte – acabas de decir que… solo me dijiste lo que quería escuchar – dije entendiendo que me había jugado una broma, Víctor sonrió
- pero te hizo sentir mejor – respondió alegre, aunque sabía que se burlaba – si quieres puedo rastrearlo, debe llevar aun su celular con él – comento para sacar su inseparable laptop y comenzar a teclear y hacer cosas que no entendía – que raro… dice que está aquí – dijo y me extrañe por eso – ah, cierto olvido su celular aquí, cuando me pidió arreglar el ordenador – dijo sacando el celular de su bolsillo, otra vez me había jugado una broma
- eso no se hace, estás jugando con mis emociones – me queje fingiendo estar en desesperación, cosa que divirtió a Víctor, quien arreglo sus lentes mientras sonreía
- pero aquí esta su horario, es un chico muy ordenado, estoy muy orgulloso de él – comento lo ultimo como si fuera su padre, al parecer ahora debía estar en la sala del consejo estudiantil, de nuevo volvía al lugar de partida, tome el celular para devolvérselo y me fui a ver si por fin lo encontraba, de camino me encontré con Natalia, su cabello largo rojo y ojos morados eran inconfundibles, era alguien bonita y fuerte, además de lista, era una chica muy independiente, normalmente ella era la que ayudaba a los demás si tenían algún problema, como esa vez cuando Isabel me molesto y empujo al suelo para tomar mi dinero, Natalia intervino y la puso en su lugar
- hola Natalia – la saludo alegre – acabas de terminar de practicar – le pregunte, Natalia esta en el club de kendo del instituto, además ha demostrado ser muy buena en las artes marciales
- hola – me devolvió el saludo con una leve sonrisa, ella es algo reservada con sus cosas pero aun así es una buena persona – no de hecho hoy no hubo practica en muchos clubs por la exhibición – explico tranquila, su actitud siempre era serena y calmada, excepto cuando defendía a alguien
- por cierto, Cristóbal está en la sala del consejo – pregunte y ella negó
- estaba conversando con él, pero al parecer vino un profesor y le dijo que lo necesitaban en el auditorio – me explico, dándome a entender que había caminado para nada, solté un suspiro, entre tanto caminar ya se había hecho hora de la exhibición, mi estomagó rugió y sentí algo de vergüenza, no había comido por buscarlo – toma – recibí un pedazo de pan dulce, se notaba que era hecho en casa, al probarlo me supo como lo más rico que había comido
- gracias Natalia – le agradecí, sabía que lo había hecho ella, nos dirigimos al auditorio donde estaban los demás alumnos y otras personas esperando, el auditorio era un edificio aparte, era muy espacioso por lo cual todos entrabamos sin problemas, aunque el instituto no se quedaba atrás pues era también muy grande, el auditorio era más llamativo, no solo por el reloj sino también por qué estaba junto a una torre, que era un campanario, la campana de allí relucía mucho más ese día
- Gracias a todos por venir, es una gran alegría y honor para nosotros los estudiantes, saber que la exhibición del famoso artista que salió de esta misma ciudad, ahora está presente aquí, aunque lamentamos mucho su muerte, siempre tendremos sus obras para recordar el legado de Duisternis – habló el presidente del consejo estudiantil, Cristóbal, un joven de cabello negro y ojos morados, alguien amable, precavido, centrado, ordenado y calculador, lo último en lo que se refiere a eventos y a partidas de ajedrez, las cuales le encanta jugar especialmente en competencias, siempre ha ganado hasta ahora, es muy listo siempre ocupa uno de los primeros lugares, también le gusta leer y es un buen orador, pero Nicolás es mejor, el propio Cristóbal lo ha reconocido, así como reconoce que es pésimo en deportes, empezó el discurso y una vez terminado nos pusimos a admirar las diferentes obras de un autor local, pero que ha sido reconocido, Duisternis, un curioso apellido para un curioso artistas, su obras eran a veces muy simples y otras muy complicadas, una era solo una gato negro, pero sus ojos, sentías como si te persiguiera con la mirada, otro era una persona de cabeza, estaba ahorcado, otra era de una joven con una sombrilla, pero parecía solo una silueta en negro aunque lo curioso era que la lluvia era de color rojo, otra era una mujer muy hermosa, estaba pintada de la cintura para arriba, lo que más destacaba era el hermoso vestido de época victoriana que era rojo al igual que sus ojos, además otro objeto curioso que había, eran los maniquís de mujeres sin cabeza; al parecer su obra principal estaba en el centro del auditorio, estaba en el piso para que la pudieran admirar mejor, ya que parecía ser un océanos profundo y oscuro, solo iluminado por algunas luces de las siluetas de los peces, tenía un toque sombrío que hacía que me erizara la piel, su nombre era “La profundidad de la oscuridad”, algo en esa pintura me atraía pero algo dentro de mi me decía que debía alejarme, así que así lo hice, llegando a la puerta del sótano del auditorio, que estaba apartada y lejos del resto de la gente y obras, pero la puerta estaba abierta, cosa rara ya que nunca dejaban que nadie entre allí, lo más raro era que habían voces dentro, en la puerta estaba un cartel que indicaba que había más pinturas abajo, por lo cual baje, encontrándome con trece compañeros más, Sebastián, Daniel, Max, Nicolás, Eduardo, Francisco, Fernando, Víctor, Javier, Milagros, Natalia, Carmen e Isabel, al parecer admiraban la única pintura de allí, una pintura que parecía estar borrosa, como si alguien la hubiera borrado o tenido intención de hacerlo, pero si la observabas con cuidado te dabas cuenta de que era la ciudad, pero tenía un toque más sombrío, el titulo de la pintura era, “Cruel Fantasía”, se me hizo raro, por algún motivo no podía apartar mis ojos de la pintura, eso parecía pasarle al resto pero una voz nos saco de aquel trance
- que hacen aquí abajo – pregunto Cristóbal mientras bajaba las escaleras – se supone que esta prohíbo bajar aquí – menciono y noto la pintura
- veras señorito amante de las reglas, en la puerta decía que había más y solo queríamos ver – le enfrento Sebastián, Cristóbal estaba a punto de responde cuando el sonido de la campana se hizo presente, en ese mismo instante el piso comenzó a moverse, era un fuerte temblor, que logro cortar la electricidad, pues nos quedamos a oscuras
- cálmense, ya ha pasado – tranquilizo Cristóbal, por lo fuerte que había resultado todos terminamos en el suelo, nos paramos y subimos las escaleras notando que ya no había nadie
- quizás se fueron afuera por el susto – comentó Carmen, pero algo me hacía dudar de su teoría, era como una corazonada, tenía un mal presentimiento
- mejor vamos a buscarlos – habló con algo de miedo Isabel mientras se aferraba al brazo de su hermano, el resto asentimos pero note algo raro, me acerque a la pintura principal, el resto hizo lo mismo al ver que no me movía – muévete ya vámonos – me presiono Isabel
- es solo que… hay algo raro en esta pintura – mencione con cierto desconcierto, mi vista se levanto y me quede con una gran sorpresa, estaba junto a la pintura principal aquel reloj antigua de pie, pero sus manecillas indicaban las doce exactamente
- debemos movernos, tenemos que alejarnos – oí a Max advertirnos, pero no pudimos hacer lo que nos dijo, algo nos jalo dentro de la pintura, sentí como si me estuviese ahogando en lo profundo del océano, cerré mis ojos por el cansancio. Abrí mis ojos, oscuridad, fue lo primero que pude distinguir, pero una vez que mi vista se acostumbro a la poca luz, note que habían más personas, eran catorce y conmigo quince, me preguntaba quienes serian y el temor comenzaba a invadirme, pero me sorprendí al notar que eran mis compañeros de instituto, para especificar mejor, eran los catorce que también estaban conmigo hace poco, al iluminar con la luz de celular, pudimos notar que estábamos en el sótano del auditorio
- un sueño – fue lo primero que dije, intentando convencerme que era solo eso y que por aquel fuerte temblor nos habíamos desmayado
- yo no lo creo – habló con molestia Sebastián para indicar al lugar donde antes estaba la pintura, ya no estaba allí, todos ayudaron a iluminar con la luz de sus celulares y Víctor con su laptop y su inseparable consola portátil, gracias a todo eso fuimos capaces de ver que el sótano se notaba más antiguo de lo que debería estar, habían restos de tela de araña, mucho polvo, las paredes parecían estar resquebrajadas y la pintura muy desgastada
- donde estamos – pregunto Milagros algo desconcertada, pero esa era la pregunta que se hacia la mayoría

“’ ¿Dónde estamos?”



- Se parece mucho al sótano del auditorio, quizás aun seguimos del instituto – intento Cristóbal tranquilizarnos – será mejor que subamos a ver qué paso – sugirió, asentimos y lo seguimos, él junto con Sebastián iban a la cabeza del grupo, al subir la sorpresa me volvió a invadir, era el auditorio pero al mismo tiempo no parecía serlo, las pinturas estaban en su lugar, todas menos la pintura central y parecían haber algunas nuevas, pero no solo era eso, el auditorio parecía abandonado, como si estuviera mucho tiempo sin limpiar e incluso deteriorado por el tiempo
- esto es más sombrío de lo que recordaba – intento bromear Javier al ver que algunos nos pusimos tensos
- nadie me informo que habría esta decoración – se quejo Carmen, quizás pensaba que algún tipo de broma
- el reloj – menciono al ver que este estaba marcando las doce, incluso parecía funcionar, sus manecillas se movían, el resto fijo su vista al objeto, parecían sorprendidos también, pero un ruido extraño nos hizo salir de ese trance, era como un gemido ahogado, al escucharlo sentí escalofrió, era espeluznante la voz con que se había producido, levante mi vista y vi que en una de las paredes estaba escrito algo

“Bienvenidos”



- esta broma ha llegado muy lejos – dijo algo alterada y asustada Carmen, luego de escuchar un chillido con aquella voz espeluznante de antes
- no creo que todo esto sea por una broma – comento Daniel con desconfianza al ver la pintura con que había sido escrito aquel mensaje – esta en el resto de paredes – comento, me gire y era verdad, en todas las paredes estaba escrito lo mismo, en diferentes tamaño y con diferente color de pintura, gracias a la poca luz que había, era una escena muy sombría, se escucho un golpe, como si algo chocara contra el piso, me gire y casi se me sale un grito, pero el susto fue tanto que no pude gritar
- pasa algo – me pregunto Fernando al verme así, se puso pálido – debemos salir de aquí – dijo alarmado, el resto se giro a vernos, no dijeron nada, frente a nosotros estaban aquellos maniquís sin cabeza, se movían pausado pero decididos a ir a donde estábamos, a cada paso aumentaba su velocidad
- no sé queden quieto, muévanse – ordeno Natalia, sacándonos a todos del trance de ver aquella tétrica escena, salimos corriendo, empujando las puertas del auditorio, las cuales rápidamente cerraron Sebastián y Francisco
- váyanse rápido, encuentren a alguien o averigüen que pasa aquí – dijo Francisco aun sosteniendo la puerta como podía, se escucho los múltiples golpes en la puerta, al parecer todos los maniquís ya estaba allí concentrados, pero el resto solo estaba quieto, no sabíamos que hacer, no podíamos dejarlos solos a ellos dos
- muévanse ya – ordeno molesto Sebastián, pero era obvio que le costaba trabajo seguir en la puerta
- quizás haya alguien más aparte de nosotros – intervino Javier algo preocupado
- pero aun no sabemos qué es lo que está ocurriendo – menciono con cierta preocupación Cristóbal – además no importa lo que digas, no podemos dejarlos aquí a merced de esas cosas – le dijo decidido y Sebastián solo sonrió de lado
- entonces nos ayudaras – pregunto con burla – eres el peor en deportes, usa esa cabezota que tienes para averiguar qué rayos pasa aquí – le dijo molesto, Cristóbal intento decir algo más
- entonces está decidido – intervino Natalia – un grupo ira a buscar si hay alguien alrededor, otro ira averiguar qué paso aquí y el ultimo los ayudara a que esas cosas no salgan – menciono seria, poniendo en orden a todos, quienes parecían conformes con lo dicho .....

Notas finales:

Pregunta del Capitulo:
¿Como deben separarse los jóvenes?, ¿Quienes iran a buscar a más personas?, ¿Quienes se quedaran a buscar información?,¿Quienes se quedaran a pelear?

Es simple, por este capitulo no habra reto, así que todos estarán vivos en el siguiente capitulo, pero deben responder como quieren que se separen los jovenes, incluyendo a que parte iras tú. Ya que son 15, son tres grupos de 5, los lugares seran: Fuera del auditorio (La pelea), El primer piso del instituto (Buscar más personas) y La biblioteca (Por información). Seleccionen bien quien ira a que lugar, ya que como no hay reto, al final yo puedo decidir que se muera uno por qué ustedes eligieron mal, ah pero no sé preocupen, seguirás a salvo, ya que alguien tiene que contar la historia.


Notas Finales de la Autora: Bueno espero que les haya gustado esta idea que he tenido, así que espero se animen a participar ya que lamentablemente no puedo seguir sin comentarios, ya que como he especificado en las reglas, el lector es una parte importante. Los nombres de los personajes fueron puestos al azar, si hay algún parecido con la realidad es pura coincidencia.


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