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El Tesoro Más Preciado por Himiko Hirisashi

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Notas del capitulo:

¡Hola Minna san!, para empezar el mes de Halloween les traigo un mini fic de la pareja Minimum y Mistake. Actualización todos los jueves hasta el 31 :)
Solo me queda decir que gracias por pasarse por este espacio de inter y espero lo disfruten tanto como yo cuando lo escribi :D
Disclaimer: Soy adoradora de Hiroki y Usami así que el mínimum será romántico para variar y obviamente también el Mistake (pero ese cae por su propio peso xD) y los personajes son de Shinguku Nakamura (la autora, no la muerta que describo abajo) xD ok me dejo de spoilers y los veo al final!


-En mi opinión parece una historia sacada de una novela de Oscar Wilde, jamás creí que historias como esas pudieran suceder en la realidad, pero al parecer sí suceden…-


-¡Pff! ¿sabías que eso es una mentira?, los medios de comunicación siempre exageran- recalcó Hiroki mientras apagaba la televisión del cuarto de Akihiko. El noticiero de la noche había terminado con la noticia de la reciente muerte de la anciana Shungiku Nakamura, una de las vecinas más adineradas de la colonia en que residían Kamijou y Usami.


La noticia relataba de la muerte de Nakamura, una persona de avanzada edad que vivía sola en su mansión y de la cual nadie se había enterado de su muerte hasta que vecinos llamaron a la policía por el fuerte olor a descomposición que emanaba de la enorme casa. Fue así como encontraron a la señora con quince días de fallecida, abandonada en la ahora lúgubre casa.


-No creo que el Ministerio Público o la policía que se encarga de ver estas escenas, exagere o siquiera mienta con respecto a eso-


-Akihiko, ya tienes trece años, debes aprender a distinguir las falacias de la prensa-


-Y tú tienes doce, se supone que deberías estar asustado- Refutó de pronto la figura que se aparecía en la puerta del cuarto de Akihiko. Ambos sorprendidos voltearon a ver hacia el hombre que había pronunciado aquellas palabras. Isaka Ryuuichirou. Hiroki hizo un puchero mientras Akihiko se quedaba algo incómodo al ver al amigo de su hermano en su cuarto.


-Isaka san, estás mojado-


-¿eh?, sí… a Asahina y a mí nos comenzó a llover mientras veníamos a tu casa; ¿¡hey! ya escucharon?


-¿te refieres a la muerte de Nakamura?- contestó Hiroki


-Sí aunque la muerte de la vieja es la mitad de la historia-


-¿a qué te refieres?- inquirió Akihiko mientras Isaka dibujaba una sonrisa sádica al ver que captó la atención de los dos infantes.


-¿Qué no se enteraron?, la vieja al parecer esconde algo en esa casa, algo que vale mucho dinero.


- era la mujer más millonaria de nuestra colonia, ¿qué esperabas?- se burló Hiroki al escuchar la absurda información del hombre mojado y aún con la sonrisa retadora.


- En el cuarto de la occisa, en la sala y la cocina se encontraron en total tres mapas para encontrar el tesoro más preciado de la señora, todos señalando el mismo tesoro pero escondido en lugares distintos ¿no les parece extraño tanta complicación para que sea solo dinero?- Los ojos de Akihiko que habían estado todo el tiempo observando uno de sus tantos libros mientras hablaba con los dos chicos, centro su atención en Isaka…


-para que sepas eso, tuviste que haber ido a la escena del crimen, ¿verdad?-


-Isaka solo está exagerando la escena del crimen- repitió Kamijou con el ceño fruncido


-Déjame decirte que no fue exageración Kamijou, hoy fui con Kaoru a ver la escena con mis propios ojos y tanto el suicido de la señora como las notas son reales- Hiroki abrió sus ojos con sorpresa y su corazón se sobresaltó por un segundo pero le dio poca importancia al ver la sonrisa de autosuficiencia de Isaka.


-¿Estás asustado Hiroki? Preguntó Akihiko quien conocía cada expresión de su mejor amigo, aunque ésta fuera mínima


-Yo…- quería contestar súbitamente que no, pero las palabras no salían y en cambio fue interrumpido por Ryuuichirou


-¡Claro que está asustado! ¿y cómo no estarlo? La vieja que murió era conocida por loca, dicen que disecaba animales y les hacía trajes.-


-Isaka, déjala en paz, simplemente estaba enferma de alzhaimer- comenzó a hablar Asahina apareciendo por el pasillo.


-¿Los tienes?-


-Sí, Haruhiko le dejó a Tanaka todo lo que necesitábamos para el proyecto y él ya me hizo favor de conseguírmelo, ¿nos vamos?-


-Mmmm; sabes de repente ya no me dieron ganas de hacer el proyecto-


-Isaka…-


-Hey Hiroki, no respondiste… ¿tienes miedo?-


-¡Claro que no baka!- respondió Hiroki con un grito al chico cinco años mayor que él; no iba a dejar que lo tacharan de pequeño pues ya tenía suficiente con intentar proteger a Usami que era tres meses mayor que él.


-Saben, si es cierto lo de las notas, apuesto a que el tesoro de la señora debe estar aún dentro de su casa… después de todo, los investigadores sólo sacaron el cadáver-


-Un tesoro… sí, suena a novela de Óscar Wilde- mencionó Akihiko al compañero de clases de su hermanastro-


-T..te refieres a…- tartamudeó Hiroki presintiendo a dónde iba la conversación


-¿Qué estás pensando Isaka?-


-Me conoces bien Asahina, ya sabes lo que estoy pensando… ¿qué dicen Hirohiko?


-¿Ah?- respondieron ambos al unísono


Un fuerte estruendo se escuchó a través de la ventana y seguido a él comenzó a escucharse cómo arreciaba la lluvia mientras muchas gotas golpeaban fuertemente contra la ventana; ‘suficiente excusa para no ir’ pensó Hiroki


-Genial, esto le agrega más emoción a la apuesta- agrandó la sonrisa Isaka


-A mí me suena interesante, deberíamos ir, Hiroki-


-¡¿Qué?!, ¿estás loco verdad?-


-¿Tú qué dices Asahina? Preguntó Isaka obviando a la pareja dubitativa.


-Si tu padre nos lo permite…-


-¡Baka, tú eres mío, haces lo que yo digo!- Asahina vio a Isaka con un poco de sorpresa pues ya estaba acostumbrado a que tenía que hacer todo lo que dijera Isaka, pero el “mío” le causaba un poco más de asombro por ser relativamente un término nuevo en el vocabulario de Isaka quien ahora se encontraba fuertemente sonrojado al haberse dado cuenta de sus propias palabras.


-De acuerdo, Ryuuchirou-sama - sonrió Kaoru ante la petición de su amo.


-Nosotros también estamos de acuerdo- Respondió rápidamente Akihiko sin darle la oportunidad a Hiroki de negarse.


-Muy bien, arréglense y nos encontramos frente a la casa de la señora en una hora, me iré a cambiar al igual que Asahina que andamos empapados por la tormenta.


Ambos adolescentes se fueron y Hiroki quien había callado todo ese tiempo le hizo una mirada asesina a Akihiko; éste por su parte fue al ala oeste de su closet para sacar los impermeables que ambos usarían.


-¡Akihiko!-


-¿Qué?-


-¡Como que qué!, ¿sabes a dónde vamos verdad?-


-A la casa de la difunta Nakamura- dijo sin siquiera mirar a Hiroki mientras se concentraba en sacar una chumpa que fuera de acuerdo a la talla de su amigo pues él era ligeramente más pequeño.


-Sí a la casa de quien llevaba muerta allí más de dos semanas, y que su casa está estampada de animales disecados, y que nadie la visitaba porque estaba loca y hay rumores de que la casa está embrujada y…-


-¿pero, qué no me dijiste que eso era mentira? Respondió Akihiko sacando una chumpa de hacía un año que a él ya no le quedaba y seguro a Hiroki sí le quedaría.


-Pero, a pesar de que es mentira… ¿no tienes miedo?- se retractó Hiroki de las palabras que le había dicho anteriormente cuando veían la televisión, si bien era cierto que mantenía su convicción de que todo lo que pasaba en las noticias era la mitad de cierto, también era sabido que los rumores de aquella mujer esquizofrénica eran la mitad falsos… y la mitad reales-


-Nop, no tengo miedo, después de todo, ¿vienes conmigo verdad?, si estás tú no tengo miedo- El comentario aparentemente sin importancia que salió de los labios del peliblanco fue suficiente para que Hiroki, sonrojado, se armará de valor para enfrentar el miedo que ahora se veía reflejado en su piel erizada y sus manos ligeramente temblorosas.


-¡De acuerdo, vamos! ¡yo te protegeré!- gritó decidido mientras le arrebataba de las manos la chumpa y se la colocaba. Akihiko sólo atinó a sonreír, secretamente adoraba los cambios drásticos en las emociones de su amigo.


Ambos salieron de la casa con la excusa que pasarían la noche en una pijamada con Isaka y Asahina; lo cual, en teoría era más o menos cierto. Linternas en mano, tapones para la nariz, capucha y sombrero impermeables y finalmente un enorme paraguas que los cubría a ambos, fue todo el armamento que llevaban para encaminarse al final de la colonia de inmensas casas para ir hacia la mansión Nakamura.


La lluvia había cesado pero el viento hacía que la brisa se colase por todas partes aunque llevasen el enorme paraguas. Ese frío que provenía de la ventisca era lo peor, hacía que las hojas emitieran un sonido resquebradizo que acompañado del sonido de las gotas chocar contra el paraguas daba una sensación de miedo que Hiroki no pasaba por alto; Pero si Bakahiko no estaba asustado tampoco él lo estaría, entonces sintió que su mano izquierda era agarrada.


-¿Aki..?-


-La iba a soltar pero se dio cuenta que Akihiko no despegaba la vista de enfrente; volteó a ver hacia donde miraba su amor platónico y entonces la vio: La mansión de Nakamura.-


Inconscientemente apretó la mano de Akihiko mientras observaba aquella gigantesca casa, ligeramente más pequeña que la casa de Akihiko pero aún así, enorme. El viento había votado varias de las cintas amarillas que rodeaban la casa indicando la escena del deceso y ahora sólo se contemplaban las cintas de advertencia en los vidrios y las demás desparramadas en el lodo del jardín principal. El caminar de ambos chicos comenzó a ser más lento y con cada paso que daban sus manos se estrechaban más, si es que todavía se podía. La única casa sin luz en toda la colonia tenía un aspecto nada agradable y peor aún cuando ambos chicos eran los únicos caminando por la desierta calle a penas alumbrada. Un grillo pasó frente a ellos y acto reflejo Hiroki en un grito ahogado, se abrazó a Akihiko quien de la sorpresa dejó caer el paraguas que había cargado todo el tiempo. De pronto escucharon una leve risa y al voltear a ver, en la entrada del jardín de la mansión se encontraban Asahina e Isaka esperándolos.


Al nomás ver aquello Hiroki empujó a Akihiko, y sonrojado recogió el paraguas para taparlos a ambos de nuevo y caminar hacia donde se encontraban los chicos mayores. Isaka ocultó la sonrisa cuando ambos se presentaron, la verdad no lo esperaba pero ahora que los tenía en frente sólo quedaba caminar hacia la casa.


Los cuatro jóvenes llegaron hasta la puerta de enfrente, indecisos aunque ninguno lo demostraba en el exterior. Pero apenas llegaron a la puerta notaron un líquido que salía desde la puerta.


-Sangre- respondió Akihiko viendo los restos casi incoloros que demarcaban una línea gruesa de la puerta de entrada hacia el exterior-


-¡qué carajos!- gritó Isaka al escuchar las palabras monótonas del peliblanco


-Cuando la sangre emana de un cuerpo siempre busca salida al exterior- respondió Akihiko a la pregunta indirecta


-Entonces es cierto- dijo Asahina recordando lo leído en la prensa esa mañana.


-¿Q..qué co-cosa?- preguntó Hiroki volviendo a buscar inconscientemente la mano de Akihiko para agarrarla.

-Las noticias decían que Nakamura quería desangrarse por completo para parecerse a sus mascotas disecadas-
Hiroki estaba más blanco que la piel de Akihiko e Isaka quien no sabía esa parte de la historia tuvo un impulso mental de querer salir corriendo de ese lugar pero su orgullo se lo impidió.


-¿Miedo Hirohiko?- preguntó a los dos pequeños mientras el propio Isaka tragaba en seco


-Deja de unir nuestros nombres- respondió Hiroki enojado para intentar disimular la palidez de su rostro aunque por dentro ese nuevo apodo se oía, ridículamente bien.


-Para nada- respondió Akihiko en nombre de ambos.


-Pensé que se acobardarían- se frustró Isaka


-Dijimos que vendríamos, Hiroki y yo no rompemos la palabra- respondió calmadamente Akihiko


-Entonces entremos- contestó Asahina quien, contrario a Isaka, no quería apostar con dos niños cinco años más pequeños que él y aparentemente muertos de miedo, según logró distinguirlos con su caminar desde la calle frontal hasta la vista de la sangre.


-La puerta está cerrada- dijo Akihiko tratando de abrirla


-Bueno, lo intentamos- Hiroki se dio la vuelta dispuesto a marcharse pero Isaka se inclinó levemente, pasó su brazo por la cintura de Hiroki reteniéndolo y, con la otra mano, le puso a la vista una llave


-espera… Hiroki- le susurró al oído.  Akihiko frunció levemente el ceño al ver a su amigo atrapado mientras que Asahina, rápidamente le arrebató la llave a Isaka


-Ni idea de cómo la conseguiste pero usémosla entonces- las tiró hacia Isaka haciendo que éste rápidamente soltara a Hiroki para atrapar las llaves que había robado de la policía esa misma tarde.


Isaka introdujo la llave e instantáneamente la puerta se abrió dejando ver por el lado de adentro la línea mucho más visible que la que se encontraba del otro lado de la puerta, donde la lluvia la había desdibujado.


De acuerdo, empecemos a buscar el tesoro entonces- intentó sonreír Isaka aunque ahora por más que quisiera no podía, la vista de la oscura casa a penas iluminada por algunos relámpagos le impedía sonreír en lo absoluto y mientras Asahina tragaba en seco al ver el aspecto de esa casa Akihiko y Hiroki se voltearon a ver; Akihiko le brindó una sonrisa, leve pero visible y Hiroki en vano intentó devolverle la misma.


Hiroki respiró hondo y cerró los ojos por un momento, hacía mucho se había prometido ser el príncipe que protegería a la princesa, y esa noche, en que más lo necesitaba, no defraudaría a Usami aunque implicase perderle el miedo a todo, comenzando con el hilo de sangre que provenía del segundo nivel…
 

Notas finales:

Y ¿Qué tal?, espero haber empezado con el pie derecho, cualquier corrección o idea de miedo que se les cruce por la cabeza la recibo con muchísimo gusto, en especial porque no he terminado de escribir el fic u.u Bueno… el primero de cinco capítulos ¡listo!, los veo el otro jueves con el segundo ;)


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