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¿Sueño o realidad? ¿Dormido o despierto? por Neko_Elle

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Notas del fanfic:

AU

ChoeMaki

KouMaki

 

Notas del capitulo:

Lo sé, lo sé, debería mejor concentrarme en terminar mis otras historias y traducir más dous en mi fansub XD pero ¿Qué puedo hacer? para traducir, no he tenido tiempo suficiente y para el resto de mis historias la inspiración no ha sido suficiente. Así que espero le den una oportunidad a esta historia, me inspiré en la pelicula Dark Corners y el cuento Zhou y la mariposa, y bueno, lo metí todo en mi cerebro lo licue y salió esto xD espero les guste. Casi termino mis finales, así que pronto podré venir más seguido ºuº

 

1er sueño

Luego de una larga noche laboral el azabache regresó a su casa, y se echó sobre el sofá para descansar un poco el cuerpo, sin duda alguna no volvería a cubrir a Sasayama en el turno nocturno, estaba mentalmente agotado, tanto que se quedó ahí algunos minutos observando las partículas de polvo que eran visibles por la dolorosa luz matinal que se colaba por el ventanal, pronto su consciencia comenzó a flotar y terminó por dormirse…

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El castaño despertó y en sus brazos tenía a su joven amante de hebras plateadas que dormía plácidamente, acurrucado a él. Suavemente dejó envolver sus fosas nasales por el delicado y delicioso aroma que le prodigaba aquel cuerpo suave, por inercia cobijó con sus brazos al albino, pudiendo sentir la piel lechosa amoldarse a la propia, como si hubiesen sido diseñados para permanecer así. Luego de algunos minutos, besó la nevada cabeza y con cuidado, la levantó para extraer su brazo de debajo de ella y dejarle una almohada en su lugar, una vez hecho esto, dejó al hombre dormir plácidamente, mientras él preparaba todo para que desayunaran.

Se encargó de cortar algunas frutas como melón y sandía en forma de pequeñas esferas tamaño bocado, además de agregar algunas uvas y fresas al tazón, en breve untó abundantemente en unas rebanadas de pan, aquella dulce mermelada de higo con miel que había comprado hacía días para satisfacer el sofisticado paladar del albino, y para beber sirvió un par de tazas con té negro. Acomodó todo en una bandeja y lo llevó a la habitación.

Al llegar, encontró al albino aun durmiendo, por lo que colocó la bandeja en el buró y con cuidado tocó el brazo del de ojos ámbar con suavidad, meciéndolo un poco para despertarle mientras le llamaba en un susurro:

- Makishima-san, es hora de despertar – el albino abrió sus ojos pesadamente y volteó a ver al castaño quien de un jalón lo incorporó un poco para que quedara sentado en la cama, mientras el de hebras plateadas se tallaba uno de sus ojos con somnolencia, al mismo tiempo el de pupilas bicolor se quedó admirando el grácil cuerpo, modestamente tonificado que estaba frente a él, cuando la traviesa sabana se deslizó de su torso dejando expuesto el delicioso abdomen y dejando en evidencia el sugerente estado en el que se encontraba: desnudo. Solo le cubría una pequeña fracción de la sabana su intimidad.

- Choe Guseong…buenos días- dijo aun somnoliento, pero un poco más repuesto.

- Buenos días –le sonrió- te traje el desayuno- dicho esto tomó una de las pequeñas esferas de fruta y la ofreció a los labios ajenos, los cuales la recibieron clavando los dos colmillos en aquella porcioncilla de fruta, extrayéndola completamente de los dedos del castaño, quien luego de soltarla la empujó un poco más al interior de la deliciosa cavidad, intentando tocar la lengua ajena. El albino sujetó la mano del de hebras avellanas y con sumo cuidado lamió el dedo del otro, intentando llevarse todo rastro del sabor de aquel trozo de fruta.

El castaño apoyó los brazos en los muslos del joven, y continuó con su labor de alimentarle, de algún modo sentía que tenía al ser más esplendoroso del mundo en sus manos, y por tal razón deseaba alimentarle de esa manera, con cuidado y dulzura, poco a poco iba pasándole uno a uno los pequeños trozos de fruta, sin perder pista de cada una de las expresiones, era realmente como ser dueño de una exótica existencia. Cuando terminó de darle toda la fruta, le ofreció una rebanada del pan con aquella deliciosa mermelada, el albino sujeto aquella rebanada y comenzó a comerla sin cuidado alguno, dejando caer algunas gotas en su torso, aquel néctar delicioso estaba algo frio por lo que no pudo evitar tener un pequeño espasmo al contacto con ella, cuando estaba por limpiarla, notó que el coreano se acercó y con la lengua fue quitando cada una de las gotas que cayeron en su pecho, abdomen, que poco a poco se habían deslizado hacia su obligo, sin dudarlo introdujo la lengua en aquel pequeño orificio logrando con esto obtener un pequeño gemido del albino que se estremecía ante el tacto, el castaño rodeo la cintura ajena con sus brazos y siguió con su labor de limpiar cada pequeña gota de mermelada que cayese, mientras deslizaba sus manos acariciando la fina espalda.

Una vez terminadas las rebanadas de pan, el castaño se dirigió a la entrepierna del albino (que ya había despertado) así que comenzó a masajearla con su boca…

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Despertó con un sobresalto pues alguien llamaba a su puerta, gruño con algo de fastidio, pues no sólo estaba cansado por la jornada laboral que tuvo, sino que también ahora enfrentaba otro problema, su entrepierna se había endurecido, sin duda aquel sueño había sido demasiado extraño. Molesto, se dirigió a la puerta para ver quien se atrevía a perturbar su descanso, ni si quiera tuvo oportunidad de sujetar la perilla cuando la puerta se abrió por su cuenta, y con ello un joven pelirrojo ingresaba a su casa.

- Hola Kou-chan, vengo a que me ayudes de nuevo con algunos problemas, que no le entiendo a mi maestro –dijo el jocoso joven.

- Kagiri ¿qué haces aquí? – preguntó cansado.

- Acabo de decirlo, no le entiendo a mi maestro y presentaré pronto, así que necesito tus servicios como tutor otra vez.

- Escucha, cubrí a un compañero en el turno nocturno, así que ¿por qué no vas y le preguntas a Gino?

- ¡¿Eh?! ¡Pero Gino-san me grita cuando no entiendo algo! Además nunca logro ponerle atención por más de dos minutos- agregó el joven agitando su mano, como si con eso se deshiciera de la idea de preguntarle al otro hombre- Así que Kou-chan cuento contigo –sentenció sonriente.

- Tch- chistó- anda ve y siéntate acabemos con esto rápido –dijo no muy animado, mientras se rascaba un poco la cabeza, como si con ello despejara de alguna manera su cansancio.

Luego de despachar al pelirrojo que realmente no le tomó mucho tiempo, se metió a bañar donde se encargó finalmente de su entrepierna, un tanto desconcertado por el sueño que lo había puesto así, es decir, una cosa era soñarse teniendo sexo con alguien y otra muy diferente que ese alguien fuese un hombre, cuando terminó, fue a alistarse y salió.

Continuará en otro sueño...


 

Notas finales:

Gracias por leer y si tienen tiempo please diganme su opinion

ciao!

 


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