Prólogo
Hace siglos la humanidad casi fue exterminada por unos enemigos de una fuerza abrumadora: los titanes.
Seres enormes que se alimentaban de seres humanos solo por placer. Con un apetito voraz, éstos gigantes no tuvieron piedad alguna con sus víctimas. Por ello, la humanidad construyó tres muros: María, Rosa y Sina.
Para proteger estas fortalezas se fundaron “Las Tropas Estacionarias”, con el fin de cuidar las puertas y vigilar los muros. “La Policía militar”, donde solo entran los mejores y se encargan de velar por la seguridad del rey. También se creó “La Legión de Reconocimiento”, con el propósito de salir a enfrentarse a los titanes y poder recaudar información sobre ellos.
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Cuando se descubrió que Reiner y Bertholdt eran titanes, éstos intentaron secuestrar a Eren y a Ymir, sin éxito. La Tropa de Reconocimiento los trajo de vuelta en un plan de rescate de último minuto. Una vez que los "traidores" huyeron, todos volvieron a los muros. Ymir quedó bajo la custodia de Christa Renz.
Con el transcurso del tiempo, se dieron cuenta de que los titanes habían desaparecido. Para confirmarlo se enviaron grupos de la Legión de Reconocimiento a corroborar en los alrededores, cuando volvieron dando la confirmación de la ausencia de estos seres, se tomó la decisión de suspender las actividades de expedición de la Legión por dos años. En cambio se les asignó la tarea de ayudar con la restauración de las ciudades dentro de los muros.
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Desde hace años se descubrió que los hombres han desarrollado la capacidad de concebir y debido a la suspensión de las actividades de la Legión, la doctora Hanjie Zoe decidió hacerse cargo de la investigación de este suceso, que ya era muy normal entre los ciudadanos.
Después de exhaustivos estudios, la mujer llegó a concluir que esto se debía al desesperado instinto de supervivencia que presenta la especie humana. Según datos anteriores, cuando una especie se ve en peligro de extinción se activan ciertas características de supervivencia: como cambios alimenticios, aumento del sexo femenino e incluso especies que se vuelven hermafroditas. Con la llegada de los titanes, la humanidad se ha visto acorralada y por ello su instinto de supervivencia ha llegado a los extremos de permitir al sexo masculino concebir.
Hombres que han desarrollado un útero en sus cuerpos, aunque hasta hace años eran estériles y no se desarrollaban del todo bien, en el último tiempo han evolucionado mejor, adaptándose al cuerpo masculino; pero hasta ahora, son pocos los hombres que han logrado tener bebés y Hanjie ha sido la que ha atendido su evolución durante los últimos dos años, aunque aún debe perfeccionarse esta capacidad de tener hijos desarrollada por algunos hombres. Por ello, las parejas del mismo sexo son más que aceptadas y los hombres con esta capacidad cada vez son más comunes y apreciados.
Hanji también impulsó la iniciativa para que se implementara un examen a los hombres de los distintos regimientos y así saber quién tiene esa facultad, y decidiera si seguiría en las Tropas o se dedicaría a formar una familia.
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A tres años de que desaparecieran los titanes, el Rey dio la orden de que se reorganizaran los tres grupos anteriormente fundados, con el fin de mantener la seguridad dentro de los muros:
Policía Militar: conservan su tarea de resguardar al rey.
Tropas Estacionarias: se ocupan de mantener el orden y la seguridad pública.
Legión de Reconocimiento: se encargan de salir a reconocer terreno apto, con el fin de iniciar la “repoblación”.
Aunque el verdadero motivo del Rey es mantener a raya a la ciudadanía que comienza a revelarse, puesto que ya no tienen titanes a los que temer, ya no quieren seguir sirviéndole a un hombre que no vela por su bienestar.
El reclutamiento sigue de forma normal, preparando a los jóvenes por si vuelven los titanes, aunque ahora se añaden nuevos conocimientos de carácter ciudadano, acomodándose a las nuevas funciones de las Tropas.
Los días transcurren con normalidad, mucho más relajados y con un nuevo aire de esperanza.
Pero cuando la humanidad se ha librado de los titanes, los ex integrantes de la Tropa 104 no se han librado de una castaña cobriza que tiene aún más tiempo libre para experimentar…