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If you seek him por Yae

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Notas del fanfic:

Saludos, segundo proyecto que les presento, esta vez también esta basado en una canción; “If you seek Amy” de Britney Spears, (https://www.youtube.com/watch?v=0aEnnH6t8Ts por si quieren oirla) una extraña mezcla que nació al escuchar esa canción que personalmente me resulta pegajosa y curiosa por su letra y además después de haber visto nuevamente la película “Road to ninja” he hallado en Menma un personaje interesante pese a que su participación este tan limitada en la película al ser como un alter ego de Naruto al menos lo veo de ese modo.

No puse en advertencias “lemon” porque esto no va a tener más que insinuaciones (si buscan algo explicito se equivocaron de lugar :D)

Esta dividido en dos partes. Esta planeado de ese modo.

Como es de dominio público los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto.

Notas del capitulo:

Esta es la primera !Enjoy!

 

 

 

 

 

 

“If you seek him”

 

 

 

 

Cuando lo oyó de sus labios no le pareció real "estoy saliendo con alguien" le dijo, pestañeo incontables veces sin creerlo, su mejor amigo conocido como el más asocial y asexual del grupo, Sasuke Uchiha acababa de confesarle que estaba saliendo con alguien. Naruto creyó estar viendo un alienígena que secuestró al pelinegro para luego quitarle la piel y colocársela como una especie de mameluco suplantándolo de ese modo.

- ¿Con quién? - pregunto temiendo que en cualquier momento a Sasuke fueran a salirle dos cabezas más, aún no podía creer que el pelinegro hubiese hallado a alguna criatura viva que pudiera soportar su indiferencia y su frío carácter.

Vio a Sasuke arrugar la pequeña servilleta que sujetaba.

- Qué más da a ti no tiene por qué importarte usuratonkachi.

- Serás teme - se cruzó de brazos mirándole con detalle, buscando algún indicio de un impostor - tu empezaste.  Solo tenía curiosidad - bufo terminando la taza de café que sujetaba - al menos ten el tacto de presentármela dattebayo - con veintidós años en ocasiones aún sin querer utilizaba el "dattebayo" característico en él.

Su amigo enarco una ceja.

- Da igual - suspiró como si hablase solo - esta noche Kiba y los demás iremos al bar que fuimos la vez pasada, te arrastraría para que nos acompañases pero como sales con alguien sería muy bueno que ambos viniesen por su propio pie, Sasuke. - Se puso de pie - Hoy te toca pagar a ti.

Se fue del lugar con algo de prisa, llegó a su departamento cansado luego de un aburrido día de trabajo, el trabajo de oficina no era lo suyo pero debía echarle una mano a su padre en tanto se graduaba o intentaba convertirse en policía,  por el momento ser parte del SWAT, de la CIA o el FBI aún le resultaba algo distante pero ya con el tiempo verían, vio un par de mensajes en el contestador de seguro era su madre preguntando si sabía el paradero de "cierta persona" arrugo el entrecejo no era el niñero de nadie. Luego de una ducha rápida y un cambio de ropa estaba listo para una noche de entera diversión y quien sabe con algo de suerte podría tirarse un buen polvo al aire, que hace tiempo no tenía nada de acción en la cama.

Una vez su vestuario estuvo completo y un toque de fina colonia recorrió su piel se dispuso a salir, apenas daban las siete de la noche y llego al club más de moda de esa ciudad.

Se topó con sus amigos y entre risas compartió más de una bebida, mucho más, eufórico y ya carente de mucho sentido común las bromas subidas de tono y los comentarios indiscretos inundaron la mesa que compartían.

“La pareja de Sasuke no ha de ser humana… hip”

“De seguro hip… es más histérica que Temari”

“Tal vez se ha liado con un tío que es multimillonario”

Bromearon con el personaje ausente en aquella velada.

“El teme… me ¡hip! Seguro nos mintió”

Dada la ausencia de su mejor amigo sus azules ojos recorrían el lugar esperando que el susodicho hiciera acto de presencia junto con su “pareja”, sin estar seguro de quien podría tratarse la criatura u objeto afortunado.

- Ya… hip regreso – a paso torpe se levantó y se acercó a la barra, había distinguido entre las luces y la estrepitosa música casi de antaño algo interesante, algo que captó la atención de sus atrofiados sentidos, casi a trompicones y el hipar constante de su pecho llego a su destino.

Se arrimó al lado de ese “alguien” sentándose en un banquillo, preparo su mejor sonrisa de póker pero lo único que consiguió fue una torcida mueca que más pasaba por la de un pervertido.

- ¿Qui-quieres compañía? ¡Hip! – apenas logro articular.

- Creí que no llegarías - ¡oh! Y sorpresa, su interlocutor parecía haber estado esperándolo, Naruto creyó que esa era su noche, la sexy pelinegra a su lado se le antojaba  de sobremanera.

En su casi coma etílico Naruto poco podía distinguir de la realidad, puesto que no se había percatado que la persona que llamo su atención no se trataba más que de otro chico. Y no es que tuviese rasgos femeninos ni nada parecido, tal vez el cabello negro y algo largo sujetado en una coleta o las perfectas pestañas que lucía las cuales iban a juego con sus marcas bajo los ojos, sea cual sea haya sido el caso para Naruto fue “un” despampanante y fatal mujer con demasiada ropa la que tenía en frente puesto que ni el grave tono de voz parecieron incomodarle.

 

“No debiste hip… darle ese trago a Naruto”

“Hip ya está desvariando tanto… que ¡hip! Esta seduciendo a un tío”

Sus amigos reían al verle hacer tremenda escena de seductor, pero ellos casi tan ahogados como él ni pensaban en auxiliar a su por ahora inmune a la crítica “amigo”.

 

- ¿Llego… hip… tarde? – balbuceo mareado y sintiendo el calor del alcohol recorrerle el cuerpo.

- No debiste… beber tanto – su acompañante también parecía haber ingerido una cantidad peligrosa de bebidas sus mejillas se tornaron de un casi imperceptible carmín muy distinto al del escandaloso rojo  que adornaba las del rubio – ni siquiera se porque te espere tanto… es inaceptable…

 

Lo que sucedió a continuación no fue ni sorprendente ni  onírico, veía esa suculenta boca moverse en tanto cada palabra bailaba de modo seductor en ella antes de convertirse en sonido. Se pasó la noche asintiendo y respondiendo sin estar seguro de lo que decía, ya deseaba salir de ese sofocante lugar para pasar a actividades más  recreativas. Ella hablaba bastante, tal vez por el efecto del alcohol o tal vez por el hecho de ser mujer, no le prestó atención a cuanto más bebieron, tan solo lo disfrutaron, como si se conociesen desde hace mucho.

Las luces del club pronto se vieron sustituidas por los faroles de un taxi, no era tan estúpido como para conducir en su estado. El “Quien me llevara a casa” para Naruto fue interpretado como una indecente pero deseada invitación a compartir la cama el resto de la noche.

Llegaron al departamento del rubio y ni por casualidad le prestó atención a la más de media docena de mensajes que le esperaban en la contestadora, más  de un beso robado parecían decididos a quitar el aliento uno del otro, no recuerda si es que llegaron si quiera a su mullida cama, la ropa parecía estorbar tanto que casi la arrancaron, tan divertido deporte le resulto el marcar esa blanca piel con sus bruscos besos que cuando su compañía intento oponerse no tuvo más opción que tumbarle casi de cara al piso.

Un murmuro, una disculpa y continuo, nuevamente Naruto casi no recuerda en detalle lo que prosiguió, piernas por aquí, un torso por allá. Mucho menos recuerda cuando quedo dormido.

 

 

 

El no cerrar las persianas de su ventana antes de salir al club fue un imperdonable error, la escurridiza luz del amanecer lo obligó a despertar, quiso volver a acurrucarse para retomar su sueño interrumpido, pero la jaqueca que lo asalto nada más despertar no se lo permitieron, entre maldiciones se incorporó sintiendo fatal su aliento debido al alcohol, de inmediato noto a alguien a su lado y sonrió con satisfacción al ver la maraña de cabellos largos y negros reposando sobre la almohada, un pinchazo de culpa se instaló en su nuca al notar una de las muñecas de la chica atada a la cabecera.

Vagos recuerdos parecieron tomar forma, cuando parecía que su compañera deseaba tomar el control de la situación tuvo que sujetarla para que pudieran continuar, una amplia sonrisa se instaló en su rostro, se habían divertido bastante y hace mucho que no había disfrutado tanto al estar con alguien en la cama, pese a lo escaso de sus recuerdos se sentía por completo… satisfecho. Con cautela desato a la mujer que cubierta y acurrucada entre las sabanas y dándole la espalda parecía seguir durmiendo. Mirándola mejor no se veía… tan delicada ¿oh si?

Prepararle un buen desayuno era el siguiente paso, nunca le había parecido frecuentarse luego de una primera noche de sexo que ocurría en la primera cita, pero en esta ocasión decidió hacer una excepción puesto creyó hallar un verdadera belleza etrusca digna de una o más noches de repetición.

O eso creyó.

Cuando su divina figura se irguió entre los pliegues de las sabanas despertando de su letargo y cuando aparto sus negros cabellos de su cara para ver mejor Naruto sintió su corazón palpitar, su divino hallazgo de anoche se trasformó en su tétrica prisión de ese día en adelante.

 

-.-.-.-.-.-.-.-.-

Ni siquiera pudo prender las luces cuando entraron  comiéndose a besos, la chica se veía muy decidida a querer dominarlo pero él era Naruto Uzumaki bajo ningún concepto se le paso la idea de que un hombre o una mujer quisiera someterlo en la cama, las blancas manos de su compañera de noche forcejeaban con él,  intentando que se levantara de encima de ella entre jadeos oyó la grave voz. “No quiero… estar abajo”

Se oyó más como una súplica entre casi gemidos que no iba a obedecer, Naruto había hallado a su alcance una corbata que no dudo en usar para apresar las manos de la chica y atarlas en la cabecera de su cama. Pensó que la muchacha era algo fuerte pero Naruto se entrenaba todos los días en demasía así que pudo cumplir su cometido.

Tuvo miedo de que ella se arrepintiese por la repentina brusquedad y gritase, pero no fue así, cuando volvió a besarla fue correspondido con desenfreno…

Y entonces lo noto…

No recuerda bien en que momento de tan apasionada situación noto que algo no iba bien, tal vez cuando busco los suaves senos y no hallo nada o cuando dirigió su mano a la entrepierna de la chica…

Al parecer al notarlo estando tan ebrio no le incomodó y continuó hasta el final junto a otro hombre. Un final más que exorbitante para ambos.

 

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

 

Quiso gritar al recordar algo mas y al comprobarlo viendo la silueta del chico frente a él, los músculos algo marcados sin ser exagerados una espalda no muy ancha y piel mucho más blanca que la suya, el cabello largo y enredado caía gracioso a los lados de su rostro, trago pesado sintiéndose acorralado más aun al verlo y creer que se veía sensual.

- Me duele la cabeza.

El chico que anoche creyó chica hablo, ahora que lo veía bien no podía creer que lo haya confundido con una mujer, sus rasgos eran agraciados pero no afeminados. Sus neuronas comenzaron a trabajar más de la cuenta, estaba nervioso.

- Es… es… - su lengua parecía haber perdido practica y como cuando un bebe solo podía balbucear en gorjeos inentendibles – abla…bla a… da…ga…

Una preciosa ceja negra se curvo ante los extraños sonidos y Naruto quiso gritar de nuevo. ¡Como había sido aquello posible! Ahora que lo veía bien… aun siendo un hombre le parecía extremadamente sexy.

- Tomare una ducha… - resoplo su invitado cubriéndose con una sábana para buscar entre las demás habitaciones el cuarto de baño - hablaremos de esto después.

Lo veía caminar con lentitud y algo incómodo, entendió de inmediato lo de “hablaremos de esto después”, ¡de seguro no podría caminar bien en semanas! Se alabó a si mismo entre su ataque de pánico, como flecha busco algo de ropa limpia que ponerse ya se bañaría después.

“¡Piensa Naruto, piensa!“ se gritaba mentalmente caminando de un lado a otro como animal enjaulado, el pelinegro no parecía sorprendido por nada de lo que ocurrió anoche… “¡es gay!” concluyo, “o al menos bisexual” medito. No es que Naruto nunca hubiese experimentado nada así era joven, apuesto eso atraía a chicas y a chicos, saliendo del instituto le pego el estirón y debido a su carrera su físico era envidiable hasta su antiguo amor Sakura Haruno se le había declarado, pero para eso Naruto ya estaba saliendo con otra chica así que tuvo que rechazarla.

Inspiro hondo tratando de tranquilizarse, no se trataba de Sakura y de su tardía declaración el asunto ahora era el chico con el que había pasado una de las noches más candentes que sus vagos recuerdos podía rememorar, pensándolo fríamente no era tan grave, pero en los planes de Naruto no figuraba el tener una relación con otro hombre así que descarto de inmediato la posibilidad de pedirle a quien creyó una mujer que volviese a salir con él.

Salió cubierto por una toalla luego de ducharse y Naruto volvió a ser atrapado por los nervios.

- Luces fatal – los negros ojos lo escudriñaron de pies a cabeza congelándolo momentáneamente – y encima que anoche me hiciste esperar tanto en ese club y solo por eso, mírate el cabello ese color no te queda – las neuronas de Naruto tuvieron que trabajar hasta casi explotar para tratar de entender aquello.

Mientras lo veía colocarse su ropa con elegancia digna de un ejecutor de la segunda guerra mundial pareció comprenderlo... pero no era así, no tenía idea a lo que se refería. Pero ese pareció ser lo de menos sus ojos azules se vieron fijos en el rostro contrario.

- Te llame y tenías el móvil apagado.

- Tienes la cara de una muñeca – fue lo que inconscientemente dijo.

- ¿Qué? – claramente ofendido el pelinegro se acercó.

- Tuvo que haber sido eso… ¡mírate, las pestañas más largas y bonitas que las de Sakura-chan! – empezó a divagar - ¡esos ojos! ¡y… y tu cabello, por eso te confundí dattebayo! – ya alterado trato de convencerse al hecho de haber confundido a un hombre con una mujer.

De igual modo la mirada ajena indago en sus ojos como descifrando algo, el entrecejo del pelinegro se arrugo – tu nombre es…

- ¡Es verdad! ¡Es Naruto, pero antes de que digas algo quiero que sepas que aunque nos hayamos divertido anoche yo no le voy a esto dattebayo!

Y ese fue el remedio el otro chico retrocedió como si Naruto fuese un leproso, su perfecto rostro se vio estupefacto por unos segundos, luego como poseso termino de vestirse y de recoger sus zapatos.

- Emmm… ¿estás bien? – Naruto se preocupó al verlo nervioso también.

- E… esto nunca paso ¡olvida lo que sucedió!

Dicho aquello salió del departamento dando un sonoro portazo.

- ¡Eso debía decirlo yo´ttebayo! – hizo un puchero de indignación al saberse rechazado cuando se supone él debía rechazar al pelinegro.

 

Tomo una ducha y recogió el tiradero que hizo durante la noche, tan hambriento estaba que se comió mas de cinco botes de ramen que su madre le permitía de año en cuando. Estaba furioso con sus amigos que lo dejaron botado con otro hombre sin siquiera socorrerlo de ese modo no habría despertado con ganas de volver a… ¿follarlo?... sacudió la cabeza de un lado a otro en tanto se dirigía a la casa de Kiba, uno de sus amigos con los que bebió anoche que lo iba a oír por haberlo hecho pasar uno de los mayores papelones de su vida.

- ¡Kiba serás cabrón! – gritaba en tanto abría la puerta que para su sorpresa estaba abierta, con cautela ingreso viendo en sala una autentica orgia… o al menos anoche debió serlo, varios chicos y chicas terminaban de vestirse y algunos estaban aún en el piso durmiendo a pierna suelta  con decenas de botellas de cerveza en el piso.

- Creo que está arriba… - con una sonrisa sugerente una rubia se relamió la boca acercándose – no te vi anoche, pero si quieres podemos recuperar el tiempo perdido.

- Paso – de inmediato levanto las manos evadiéndola para dirigirse al piso de arriba, en tanto subía las escaleras maldecía entre dientes a sus amigos por haberlo dejado con otro hombre para que ellos pudiesen divertirse estilo antigua Roma, incluso podía ver sujetadores y bragas por el piso, no es que él no se hubiese divertido era el hecho de que hubiese sido con otro hombre lo que lo perturbaba infinitamente.

Abrió la puerta de la habitación con toda su fuerza.

- ¡Kiba no me digas que el teme también se les unió! – grito a todo pulmón.

Detrás de la cabecera de la cama emergió su castaño amigo con rostro magullado y ojeras de campeonato sujetándose la cabeza con un sujetador blanco de sombrero.

- No… grites – hablo entre agrio y mareado – no vi a Sasuke…

- Malditos, se divirtieron con un sinfín de chicas sin mí, ¿de dónde las sacaron?

- Chicas, chicos… ya sabes  – torció sus labios en una sonrisa de satisfacción – y no recuerdo… creo que después de que te fuiste llego una especie de logia… ¡hip! – su amigo parecía aun estar ahogado.

Maldijo entre dientes una y otra vez.

- ¿Y tú como la pasaste?... no sabía que preferías colgantes entre las piernas… - se burló en tanto se ponía de pie torpemente.

- ¡Cállate, es su culpa por dejarme beber tanto!

- Como digas… pero nosotros no fuimos los que te pusimos esas cosas en la cerveza.

Naruto se mordió los labios nunca más en su vida iba a meterse algo distinto al alcohol en la sangre aunque sea un poquito para probar, nunca más, eso era malo muy malo y lo había comprobado de primera mano. Sin considerar que el alcohol también era malo.

- ¿Dónde están Shikamaru y los demás?

- ¿No… hip están abajo? Les perdí la vista en cuanto llegamos… o tal vez si los vi en mi cama o en la de mis padres… ¡mis padres! – al fin pareció reaccionar, asustado empezó a recoger los vasos y la basura del piso - ¡Llegan esta noche! ¡pronto Naruto necesito que me ayudes! ¡¿Dónde está Akamaru?! ¡Akamaru!

El nombrado  se limitó a observar sin mover un solo dedo.

 

 

o0O0o0O0o0O0o

 

La siguientes semanas fueron una tortura para Naruto, aunque quisiera negarlo estaba tan… ¡Oh! Que no podía sacarse de la cabeza lo sucedido aquella noche en la que conoció a ese pelinegro, cada día podía recordar algo más de lo sucedido.

Recuerda que se perdió entre esa perfecta piel, entre el largo cabello negro y los profundos ojos que lo invitaban a perder la cordura dentro de ellos… ¡y sí que entro dentro! Pero no precisamente de esos ojos.

Todo era tan confuso, a tal extremo que termino con su novia “sin querer”, le dijo a la pobre que accidentalmente y “sin querer” ponerle el cuerno se acostó con alguien más… la reacción de ella no fue sorprendente, le mostro su colección de floreros que llenaron de hematomas su pobre cabeza, gritos histéricos y lágrimas. No es que no la hubiese querido pero creía que era lo mejor no podía seguir con ella en tanto pensaba en un hombre… ¡un hombre! Se abrazó a si mismo sintiendo escalofríos… un hombre desconocido.

Tal vez le dijo su nombre en el club, pero como estaba tan preocupado en alcoholizarlo para llevarlo a la cama más próxima ni lo recuerda. Se encogió en la silla abrazándose las piernas meciéndose lentamente.

- Deja de hacer el vago usuratonkachi.

Respingo al oír ese insulto y abandono su estado traumático - ¿Sasuke?

- A qué se debe esa cara de idiota – su amigo había entrado a la oficina que Naruto ocupaba cuando ayudaba a su papá.

- No te importa teme.

- Tienes razón no me importa – con aire frio y altanero dejo unas carpetas sobre el escritorio – Minato quiere que vayas a dejar eso con los clientes.

- … - y sin prestarle atención volvió a sumirse en su depresión – y ahora me agarran de mensajero … - balbuceo quedito – y el teme no sé cómo rayos vino a trabajar aquí…

Sin un ápice de cortesía Sasuke se acercó a la silla sobre la cual Naruto había vuelto a encogerse para de una patada mandarla al piso junto con el rubio.

- ¡Joder Sasuke, eso me dolió! – molesto se levantó sobándose la espalda.

- Si vas a estorbar mejor vete.

- No puedes echarme de mi propia empresa – bufo sentándose en nueva cuenta – la vida de los demás no es tan fácil como la tuya dattebayo, tu estas saliendo con alguien y ni siquiera quieres decirme de quien se trata – dramático en extremo como pocas veces se desplomo sobre el escritorio estirando los brazos – al menos dime si es hombre o mujer… si es un ser vivo o un objeto inanimado – al menos había enriquecido su vocabulario desde el instituto.

- Deja de decir estupideces – su amigo se sentó en una silla.

- Si es un zombi no importa, no voy a juzgarte.

- ¿Quién es esta vez?

- ¿Eh? – Naruto levanto la mirada topándose con la de su mejor amigo, el muy bastardo ya se había dado cuenta de que los problemas del rubio eran tan solo mal de amores - ¿Te diste cuenta?

- Cuando te pones más idiota de lo normal siempre es por alguien que te mando de paseo. Ya sabía que Shion no tardaría en cansarse de ti.

- ¡Eso no es verdad, fui yo quien termino con ella! – se defendió sin que su amigo le creyera una sola palabra – de… de acuerdo… ella termino conmigo – volvió a encogerse en su silla como perrito regañado.

- Ya lo sabía.

- No es mi culpa… seguro que echaron encima un embrujo. ¡No puedo dejar de pensar en otra persona! Eso tiene que ser, un embrujo o algún maleficio.

- Me voy – aburrido Sasuke se puso de pie dispuesto a salir.

- ¿Oye teme porque te vas? Acompáñame en mi soledad.

- Yo paso, cuando te amargas por alguien eres mucho más insoportable que de costumbre.

- ¡Qué clase de amigo eres, deberías darme un consejo al menos! – vocifero indignado poniéndose pie.

- Debería pero no lo hare.

- Teme – le miro mal arrugando el entrecejo – si quiera dime que busque a esa persona para aclarar mis sentimientos.

- Tienes razón deberías hacerlo, así dejas de incordiar – y tan fresco como una lechuga salió de la oficina.

- ¡Sasuke! – molesto quiso abalanzarse sobre el pelinegro pero fue demasiado tarde - ¡tú eres el que está más bastardo que de costumbre dattebayo!

Naruto había decidido comportarse de modo más maduro y ya no ser tan impulsivo cuando empezó a ayudar a su padre en su Compañía, debía mantener la compostura y dejar el “dattebayo”, pero en ocasiones aún se le escapaba en especial junto a Sasuke. Casi siempre con Sasuke.

 

- ¿Naruto?

- ¿Nh? – desde el piso levanto la mirada – Sakura-channn – lagrimones salieron de sus ojos al ver a su amiga y antiguo amor de cabellos rosados entrar por donde Sasuke acababa de salir.

- ¿Qué haces tirado en el piso? – los bonitos ojos de su amiga lo miraron con detalle.

Naruto no lo pensó mucho tenía que sacarse dela cabeza a ese sujeto sensual y desconocido con el cual paso una noche fantástica. Tenía que hacerlo…

- Esta noche te invito una copa…

- ¿Eh? – ella parpadeo un par de veces.

 

 

Mala, mala idea, debió pensarlo mejor, no era la primera vez que salían intentando ser algo más que amigos, Naruto hace mucho se había dado cuenta que no tenían nada en común ni mucho menos la disposición de ninguno para interesarse en las actividades del otro.

Resultaba aburrido e incordioso, Sakura solía sonreírle y pretendía divertirse al oírlo, pero Naruto sabía que así no era la verdadera Sakura, solo lo hacía como con hace antaño con Sasuke tratando de lucir adorable, no es que la muchacha no fuera linda físicamente, era tan solo el hecho de pretender algo que no es y a veces no podía disimular sus corajes por algunas actitudes del rubio y terminaba golpeándolo como cuando chiquillos.

- ¿Cómo vas con Shion?

- Terminamos – le dio un sorbo a su bebida – fui honesto y le dije que me acosté con alguien más sin querer y ya sabrás que paso después.

Un pequeño tic se asomó en la chica, su mejor amigo y nuevo amor no podía haberse vuelto un playboy descarado.

- ¿Y… y Sasuke-kun te presento a su novia? – quiso cambiar de tema.

- No, ni siquiera estoy seguro de que sea una mujer – otro sorbo más, buscando sin querer con la mirada a cierta persona en el club, mismo club de hace semanas – o que sea un ser vivo.

El tic y el ligero coraje parecían incrementarse en ella. – Ya veo.

Naruto suspiro pánfilo, había planeado pedirle a Sakura que fuese su novia, pero nada más imaginarse su vida de enamorados se veía agredido físicamente muy seguido. A estas alturas era mejor que permanecieran como amigos.

- Ya es tarde ¿te llevo a casa?

- E… e… si –también algo aburrida tuvo que aceptar – además creo que el club ya va acerrar.

Asintió dando un último vistazo a su alrededor buscándolo, al menos le hubiese preguntado su nombre correctamente.

 

 

o0O0o0O0o0O0o

 

Siguió de ese modo unas dos o tres veces por semana iba a aquel mismo club esperando encontrarse con esa persona, lo peor de todo era que no tenía idea de cuál era su nombre, solo sabía cómo lucia, cabello negro y algo largo, piel blanca, marcas bajo los ojos… cuerpo de infarto, piernas y trasero apetecible… allí perdía su poca elegancia y dejaba de preguntar al barman de turno, en una ocasión uno le respondió que lo había visto, pero le dijo que ese hombre estaba tan bueno que cuando venía al club las mujeres se le ofrecían y los hombres lo acechaban.

A Naruto eso no le gusto. Y por eso dejo de ir… ya suficiente tenía con Sasuke para acercarse a otra persona con tanto magnetismo animal. Que además para acostarse con alguien en la primera cita debía aprovecharse de su apariencia.

Y aun no tenía idea de cuál era su nombre…

 

 

- Naruto, este informe está mal.

- Ya te dije que esto no es para mí – hastiado aventó las carpetas sobre el escritorio molestando a la otra persona que curiosamente se parecía mucho a él solo que de aspecto más maduro.

- ¿Tienes problemas en la academia? – el otro rubio suspiro para prepararse a oír las penas que aquejaban la vida de su hijo.

- No es eso, es solo que ya estoy aburrido de esto, necesito unas vacaciones.

- Humm, bueno te has esforzado mucho, creo que podríamos arreglarlo.

- ¿Papá, lo dices en serio? – los ojos de Naruto se aguaron de esperanza.

- Si pero hablaremos de eso más tarde, por hoy dejemos el trabajo hasta aquí y vayamos a cenar con tu madre, Kushina dijo que esta noche Menma también vendría.

Y todo su escaso buen ánimo desapareció.

 

Menma.

 

El nombre de su hermano era Menma, por desgracia para Naruto ambos eran mellizos casi idénticos, por no decir idénticos. Las diferencias abismales radicaban en sus personalidades, mientras Naruto era noble y se esforzaba por lo que quería, Menma era ladino y hasta calculador, era innegable que también tenía sus lapsus de nobleza y dedicación que eran casi inexistentes pero su actitud algo fría como la de Sasuke lo volvían en alguien manipulador… y Naruto no está seguro de cómo se dio cuenta de eso.

 

En tanto Menma se ocupaba de “sus asuntos” fue Naruto el único que ayudo a su padre cuando las cosas no iban tan bien en la Empresa familiar, lo peor era que terminaba saliendo con la chica que a Naruto le gustase, incluso Sakura había caído ante aquel manipulador que a los trece años se pintó el cabello de negro para lograr una diferencia mayor entre ellos.

Por esa y muchas más razones Naruto prefería no saber de su hermano.

 

 

 

 

El frio del invierno ya había llegado a la ciudad, la nevadas esporádicas y el viento helado ya eran más recurrentes que en años anteriores, la casa de los padres de Naruto se hallaba ubicada en los suburbios de la ciudad, casa algo pequeña pero acogedora fue donde creció.

 

- Naruto ayuda a tu padre a colocar la mesa – la dulce voz de su madre lo obligo a despegarse del sofá.

- Quita esa cara, no quiero que tu o Menma estropeen la cena que Kushina preparo con cariño – su padre le miro severamente.

- Aja… pero no deberías decírmelo solo a mí – se quejó.

- Ya se lo diré a tu hermano cuando llegue.

- Ya sabía que ese desgraciado solo vendría para comer y después marcharse – uno a uno acomodo los cubiertos.

- Naruto no hables así – su padre le reprendió.

Molesto se dispuso a colocar los platos en la mesa cuando la puerta de aquella acogedora casa de abrió.

 

- Ya llegue.

La inconfundible voz de su hermano tan parecida a la propia lo alerto, dispuesto a reclamarle su tardanza dirigió su azul mirada a la puerta topándose con su tortura…

- ¡Menma! – emocionada su pelirroja madre salió de la cocina. El nombrado era muy parecido a Naruto en complexión física y en altura. Su cabello negro, mirada afilada le daban un aire más intimidante que el del rubio.

- No vine solo, él es Uchiha Itachi – una vez en la sala presento a su acompañante, acompañante vestido de modo algo casual jeans y chaqueta oscura. El cabello negro largo sujetado en una coleta larga e inconfundibles marcas bajos los perfectos ojos negros.

- Veo que trajiste un amigo –Minato sonrió.

- No es mi amigo, es mi novio.

 

Naruto sentía haber sido excluido de esa escena… ni siquiera le prestó atención a las caras que sus padres tenían en ese momento…  debía haber oído mal, una enfermedad misteriosa debía haberlo hecho oír alucinaciones; Uchiha Itachi, la primera cosa que lo pasmo fue el apellido “Uchiha”, no podía ser familiar de su mejor amigo, aunque Sasuke nunca hablaba de su familia desde que lo conoció Sasuke vivía solo o al menos eso es lo que le decía, lo segundo y más importante fue lo otro, como era posible que la persona que las últimas semanas  se pasó buscando fuese pareja de su hermano. Cuando por fin pudo hacer contacto con la oscura mirada de quien acosaba sus sueños húmedos noto la misma sorpresa que la de el en esos ojos.

 

- No… novio – su madre apenas sonrió – ya... ya me habías comentado sobre eso, pero creí que solo estabas bromeando.

- No tengo porque hacerlo – Menma era bastante tranquilo y casi nunca actuaba sin pensar a diferencia de su hermano.

- E… es un placer – Itachi apenas articulo extendiendo su mano.

- … Igualmente – Minato apenas estrecho la mano miraba a su esposa de modo acusador, como no le había comentado nada de esto si ella ya lo sabía.

Naruto solo afilo su mirada claramente abrumado.

- Veo que también estas aquí hermanito – su malévolo hermano torció una sonrisa de satisfacción al ver al rubio tan consternado – no me digas que Shion ya ha terminado contigo.

También dirigió su mirada acusadora a su madre, como pudo contarle lo de Shion a su hermano, la pelirroja solo sonreía nerviosamente.

- ¿No se van a saludar? – Menma analizo con cuidado como Naruto e Itachi parecían más que incomodos al mirarse - ¿Se conocen?

El rubio no supo que responder, quería gritar; “!si, si conozco a tu novio me lo folle hace unas semanas y a él le gusto!”, pero debía controlarse y comportarse como un caballero.

- No realmente – el pelilargo carraspeo – solo me sorprendió que tuvieras un hermano, se parecen mucho.

- ¡Por desgracia! – Naruto exclamo indignado para dar por terminada la presentación se volvió hacia el sofá tumbándose como una ballena herida… herida en su orgullo, aunque tal vez una ballena no era una buena comparación.

 

 

 

 

Notas finales:

Hasta ahí espero les haya gustado, nos leemos en la segunda parte sin han llegado hasta aqui. Gracias por leer.

 

Yae


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