~HALLOWEEN~
—No lo entiendo...— decía un molesto Sora en frente de Axel, quien lo miraba indiferente con brazos cruzados y con la espalda apoyada en la pared de su casa — ¿Por qué le das dulces a todos... A TODOS, incluyendo a una hormiga, excepto a mí? — Axel seguía mirándolo de la misma manera — ¿Hice algo malo sin querer? ¿Te hice enojar? — Axel negó con la cabeza — ¿Entonces? — sin respuesta alguna, el pelirrojo entró a su casa y cerró la puerta — ¡Hey, Axel! — llamó molesto, golpeó y hasta pateó la puerta. Pero el mayor no volvió a atenderle. Se cansó de golpear, apoyó su espalda en la pared al lado de la puerta y suspiró — tonto. — Un niño, ya con la canasta casi llena de dulces, llegó y golpeó la puerta. Axel abrió. "¿Dulces o Trucos?" dijo el niño extendiendo sus brazos y sonriendo apaciblemente. Axel sonrió, volvó a su casa y luego de unos segundos, salió con muchos dulces en manos para entregarle aquél niño.Y entró a su casa.— ¿¡En Serio!? — sobresaltó molesto al ver la escena. El niño le dedicó una mirada perpleja.
—¿Has conseguido muchos dulces? — preguntó el niño a Sora a la vez que observaba su canasta. Se asombró cuando la vio vacía. — ¿¡No Has Conseguido Nada!? Creo que no fue un buen Halloween para ti... A ésta hora, las personas ya no tienen más dulces para dar — Sora fijó la hora, ya era muy tarde. Salió de la casa de Axel corriendo, maldiciones hacia el pelirrojo no podía faltar. Perdió tiempo tratando de conseguir un dulce por su parte. Golpeó las puertas de varias casas. Muchos lo atendieron pero ninguno le dio dulces.
Suspirando, regresaba a su casa. No habrá dulces antes de dormir para éste Halloween. Axel lo había llamado cuando lo vio pasar mas Sora estaba molesto con él que lo ignoró. Cambió de opinión, optó por ir hacia la estación de Villa Crepúsculo. El grupo de Seifer estaban ahí, burlándose de él por no conseguir dulces. Apoyó sus brazos en el pequeño muro y levantó la cabeza hacia el cielo por un buen rato. Sintió una mano apoyarse en su hombro. Era Axel.
—Sora... —susurró mientras apoyaba sus codos en el muro a su lado — perdón por no darte dulces, pensé que te darías por vencido e irías a otras casas pero no fue así... y terminó así — le señaló la canasta — quería darte algo especial — le entregó un vaso, el cual contenía un licuado de color amarillo, le entregó un popote para que lo bebiera.
—¿Qué es? — preguntó curioso mirando el licuado.
—Licuado — respondió el mayor. Sora le dio un sorbo.
—Sabe raro... — comentó el pequeño.
—Así es... — Axel le arrebató el popote de manera sútil. Bebió unos sorbos — Licuado de paopú — sonrió. Un pequeño rubor apareció en las mejillas del pequeño.
—Pero yo quería dulces, tonto.
—Jejejeje — el mayor se acercó a Sora a depositarle un beso en la frente — prometo comprarte dulces mañana — sonrió acariciándole los cabellos. — Feliz Halloween— Sora esbozó una sonrisa, desvió la mirada y siguió bebiendo el licuado.
—Feliz Halloween, tonto.