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~ Pinky swear (promesa del meñique) ~ por Yukimura_Takano

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Notas del fanfic:

una historia en la que experimento varias cosas sobre dos de los personajes de este hermoso juego. para las que solo hayan visto el anime, les recomiendo jugar el videojuego, ya que hare varias referencias a lo que pasa en el (que obviamente no incluyeron en la animacion)

n.n

Notas del capitulo:

OHAYO! bueno, como hace mucho que no hacia algo asi n.ñ decidi poner este humilde one-shot aqui (supongo que en esta categoria se pone... no?) que esta participando en un concurso, pero para la trasparencia de este, no lo mencionare para no exumerar los votos n.n (soy muy respetuosa en ese aspecto) pero ojala que invidicualmente y exeptuando de esto, les guste, nose.... a lo mejor lo alargo mas... x3
cierto cierto, olvidaba algo. ESTE FANFIC ES UN AU, QUE NO TIENE NADA QUE VER CON EL JUEGO NI EL ANIME CANONICAMENTE, ADEMAS; NECESITAS SABER LO BASICO DE LA RUTA DE CLEAR PARA ENTENDER EL CONTEXTO DE LA HISTORIA.

por cierto, quien vota para que haya una seccion especial para fanfics de Dmmd!

**ESTA HISTORIA ESTA BASADA EN UN AU PLANTEADO POR LA USUARIA DE FACEBOOK “Danny García” A LA CUAL AGRADESCO LA HISTORIA (OJO: SOLO ME SUGIRIO LA HISTORIA, EL COMO LA DESARROLLE ES MI TRABAJO) Y LE MANDO AGRADECIMEINTOS A ELLA POR INSPIRARME A HACER ESTO**

En la vista de un brillante vaso de vidrio decorado con hermosas figuras, se fijaba un chico con cabello tan pálido como la nieve, unos ojos amatistas tan puros como la joya misma... tallados con delicadeza y su sonrisa...  tan inocente que desbordaba un aire de infante.

—Hermano... —dijeron al unísono unos pequeños mocosos... sí, eran idénticos a Clear pero en su versión más mona, los dos iban casi pegados: como si se tratasen de siameses—.

El mayor se agacho y les acaricio sus cabecitas—. ¿Qué pasa Alpha y Beta?

— ¡hermano! ¡No queremos que alguien más nos cuide...! —Se abrazaron al gran cuerpo del mayor y este los abrazo—.

—oigan... no se pongan así, yo estaré con ustedes. No porque otra persona venga aquí pasara algo malo.

No hubiera dicho eso, porque los pequeños comenzaron a llorar ruidosamente, lo cual solo les consoló paternamente—. Tranquilos, no pasara nada... —los cargo hasta la gran sala de color blanco, un blanco tan puro del que en todos lados se podían ver— ¡padre! —Se dirigió a un hombre que se encontraba al centro de la sala—.

Ese hombre, Toue, estaba parado como si nada, observando, pensando...

—padre, ¿ya vino el niñero?

Este volteo y les vio con una media sonrisa en su cara—. no, pero no ha de tardar: Aoba es muy puntual.

—“¿Aoba? Así se llama...” —pensó al oír ese nombre... al parecer, le intereso no más escuchar eso—. Vale, aquí estaré, ya que Alpha y Beta siguen llorando.

—estos pequeños... son tan miedosos. —cargo a los dos y les dio cariño; inmediatamente estuvieron con su progenitor, los dos se habían calmado totalmente—.

Unos minutos después, tocaron al ruidoso timbre de la amplia casa; Clear corrió a abrir la puerta. Se sorprendió al ver a un jadeante chico de cabellos azulados... tan azules como el mar, además de esos ojos amarillos que resaltaban más su cara.

— ¡buenas! Lamento llegar tarde... ojala no sea tan tarde... —sonrió cansado—.

Se quedó mudo, completamente sin habla.

—Oh... pasa... —no era lo que pensaba en verdad, de hecho, era mucho más atractivo que su mente le dio—. No... Llegaste tarde, solo una poquito...

— ¡qué bien! Me imagino que tú eres Clear, el hermano mayor de los pequeños gemelos. —Asintió el albino—. Espero trabajar bien y caerles bien a los tres. —mostro una sonrisa bastante agradable, una muy calida—.

Aun con esa curiosidad, le indico a donde la gran sala, la cual el de cabellos azulados se asombro por la pureza de sus muros.

—Aoba... ya me sorprendía tu tardanza... —Toue seguía sosteniendo a sus pequeños, que miraban curiosos al nuevo individuo—. Me imagino que has conocido a Clear, por lo que... aquí están los pequeños Alpha y Beta... —los bajo para que estuvieran de pie—.

Aoba se agacho a la altura de los dos y les dio la mano sin decir nada más que con una sonrisa. Con algo de desconfianza, se acercaron y lo vieron detenidamente

—me retiro... te encargo a mis pequeños Aoba. Cualquier cosa que necesites, le puedes preguntar a Clear. —camino a un paso lento—.

Clear aun no podía dejar de ver como interactuaba con sus hermanos, y como estos ya lo estaban abrazando... especialmente... se sintió atraído por su forma de ser, pero algo en su voz era hipnotizante... casi inhumano.

—Aoba...san... estaré en la cocina... —no se había referido con nadie más con el prefijo “san”, pero... lo hacía principalmente porque el era menor, y Aoba parecía tener sus años. No le dio más la vuelta a sus pensamientos y admiro una vez más su colección de vasos finos.

Paso unas cuantas horas; el chico albino paseaba donde el sótano, donde estaba buscando otras cosas que incluir en su colección; estaba tan absorto en el polvo que no se dio cuenta de la persona que estaba mirándolo.

—hola.

— ¡ahh! —se asustó un poco al ser interrumpido—.

—lo siento. —se disculpó primero—. Tus hermanos son muy lindos... ahora están comiendo un poco de helado, solo quería ver como estabas... te busque en la cocina pero note que no te encontrabas allí.

—ah... si, no me gusta estar mucho en un solo lugar, por lo que me puse a buscar unas cosas aquí.

— ¿cosas... brillantes?  —era bastante listo... dio en el blanco—.

—si... —por alguna extraña razón, le gustó mucho que supiera eso—.

—Lo note por los objetos en la cocina... por lo que supuse que te llamaban la atención el reflejo que provocan en los ojos—.

—tienes razón, pero... buscaba algo mas que... sea trasparente.

— ¿trasparente?

— ¿has escuchado de las medusas?

—si... son animales bastante enigmáticos, pero a la vez, muy llamativos. ¿Por qué?

—busco todo lo que se asemeje a una... veras... antes de que muriera mi abuelo, él me decía que yo era una especie de medusa, una medusa que se deja llevar por la corriente, que es tan pura y serena como el agua misma... al principio no comprendía tales palabras, pero lo entendí... por eso me empeño mucho en buscar ello... ya que... me recuerdan a las palabras de mi abuelo, más que nada, me hacen ver que yo mismo viajo en un mar infinito: un bucle donde no exista más que el silencio.

—Clear... —la verdad que tenía una muy creíble cara de asombro—. Vaya... nunca había escuchado unas palabras tan hermosas... parecen sacadas de un poema... pero, concuerdo con tu abuelo, ya que, a pesar de que no nos conocemos, me pareces alguien muy puro... trasparente en un increíble espacio viajas a donde te lleva tu corriente: una medusa de color blanco.

Clear se sonrojo... ahora si no se esperaba aquellas palabras, especialmente de esta persona, que se dirigía con los mismos pensamientos de su fallecido abuelo.

—Clear, ¿quieres un helado?

— ¡si! —aún seguía rojo, pero le gustaba la idea de comer un poco—.

...

Estuvo un rato con Aoba cuidando a sus hermanos... se la paso muy bien con este, notando un raro sentir en un corazón cada vez que miraba sus ojos y sonrisa... también, le hacían sonreír.

— ¿ya se durmieron?

—como troncos. —cayeron muertos de cansancio después de su larga sesión de juegos. Los  los arroparon y acobijaron en su cama—.

—Aoba-san, ¿quieres ir a la terraza un rato?

—claro.

Caminaron hasta el amplio balcón que daba vista a un cielo nocturno estrellado.

—no veía vistas así desde que era niño. —camino hasta la baranda, donde recargo su cuerpo en esta—.

—Aoba-san...

— ¿sabes? No me gusta que me digan así, solo dirígete a mí con mi nombre.

—no puedo, sería una falta de respeto hacia usted.

—no te cuesta nada decirse “Aoba”.

—me niego.

 —Vale... que no quiero contradecirte mas... —dijo rendido—.

—bueno, Aoba-san.

— ¿mande?

—bueno, sé que aun siendo el mayor de mis hermanos, sigo siendo un niño... no se casi nada de la vida, además de aun no tener un significado fijo de que es la vida en si... porque estamos acá y el motivo de porque estamos vivos.

—nadie tiene claro ese punto... no lo sabremos, y supongo que nunca lo haremos. —dirigió una mirada al cielo, aun pensativo—.

—nunca me he sentido atraído a algo, más que a mis hermanos, mi abuelo y padre... pero... sé que hay sentimientos más fuertes que me unen con una persona.

—si, eso es lo que se conoce como “amor” o “enamoramiento” —de aquí en adelante, miraba fijamente al albino y ponía atención a sus palabras—.

—también eso lo sé... y sé que aun así, soy tan pequeño para saber que significa todo esto... pero, hay algo que si me consta.

— ¿qué es?

—que... me he enamorado de usted. —dijo directo, a los ojos de quien le encantaba—.

Aoba, atónito, sonrió con paciencia y lo abrazo. —Clear... aun eres un niño... no puedes decir eso cuando aún no comprendes un poco este mundo... te lo digo por experiencia...  pero, a pesar de esto, me gustaría, ver a ese Clear crecer madurar... quiero verte como un adulto responsable pero aun así tierno y puro...  —tomo sus manos—. Prométeme algo. Dime que cuando crezcas volveremos a vernos, me dirás lo mismo pero ahora si, seguro de decirme que yo te gusto.

— ¿estarás aun esperándome? ¿A pesar de que tarde en crecer?

Este sonrió, asintiendo—. Lo hare el tiempo que sea necesario, Clear...

Levanto su meñique, cosa que el albino entendió y abrazo su dedito con el de Aoba. Ese era una promesa... ahora nunca rompería un pacto de amor. Se sorprenderán cuando en unos años, ellos regresaran a verse, consumando su amor en un acto puro y transparente... al igual que una medusa en el mar.


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