Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Illusion por DramaticalLady

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hola~ Bienvenidos a un nuevo fanfic en el que he decidido empezar a trabajar :3

Me vino la idea a la cabeza de escribir sobre Noiz y Clear porque me pareció interesante. Un robot que quiere aprender de los sentimientos y un chico que no siente... ¿No os parece una curiosa combinación? Si es así, invito a que leeáis~

El fic se desarrolla en el final bueno de Koujaku, así que también tendrá algo de Koujaku x Aoba, pero se centra en Noiz y Clear.

Bueno, nada más que añadir. Espero que lo disfrutéis ^^

Alcé mi mano y la contemplé detenidamente. Un líquido rojo brotaba de la palma y se deslizaba hacia abajo para acabar en el suelo. No entendía por qué la mayoría de la gente se ponía histérica al ver la sangre, no era nada del otro mundo. Suspiré y cubrí la herida con una venda antes de continuar mi camino. No sentía nada, en realidad para mí era algo normal y no me importaba, pero prefería que no llamase mucho la atención.

 

Suspiré y metí las manos en mis bolsillos para seguir andando. Hacía tiempo que no iba a visitar a aquel sujeto. Muchas cosas habían pasado desde la caída de Platinum Jail, pero yo seguía queriendo una revancha. No podía explicarme aún cómo había podido perder contra él y menos aún que no quisiese unirse a mi equipo de Rhyme. ¿Qué pasaba con aquel tipo?

 

Mientras seguía andando, pedí mentalmente que estuviese solo en la tienda. Sus amigos eran realmente molestos. No tenía nada en contra de aquel tipo alto con rastas, pero el sujeto raro de la máscara era un poco irritante. Y, en especial, no soportaba al sujeto del kimono rojo. Parecía saltar a la defensiva a la mínima y estaba seguro de que yo no le agradaba demasiado, aunque tenía que reconocer que las dos ocasiones en las que nos peleamos resultaron divertidas.

 

Sin darme cuenta llegué a mi destino, aquella pequeña tienda que vendía partes de AllMates, Coils y otros aparatos tecnológicos, tanto nuevos como de segunda mano. Abrí la puerta despacio y en seguida escuché una voz que ya conocía bien.

 

- ¡Sí! ¡Justo nos acaban de llegar unos nuevos modelos que pueden interesarle! -Al entrar vi al chico de espaldas hablando por teléfono- Puede venir a recogerlo mañana-Supongo que el cliente, desde la otra línea, le contestó algo afirmativo- ¡Muchas gracias! -El chico soltó un suspiro y luego se dio la vuelta- ¡Bienve-! -Me miró perplejo durante unos segundos- ¡Noiz!

 

- Hola -Andé por la tienda hasta llegar al mostrador, mirando a mi alrededor.

 

- ¿Qué haces...? -De repente el chico puso una expresión de fastidio y me miró- No.

 

- ¿No a qué? Todavía no he dicho nada... -Le miré alzando una ceja.

 

- Sé perfectamente a qué has venido y te he dicho muchas veces que no me interesa unirme a tu equipo de Rhyme. -El peliazul salió del mostrador con unas cajas y comenzó a colocar las cosas de su interior en una de las estanterías.

 

Miré al chico en silencio. Supongo que no iba a cambiar de opinión con lo de Rhyme, pero no entendía el por qué. Me acerqué a él para preguntarle de nuevo cuando me di cuenta de un detalle.

 

- Te has cortado el pelo... -Miré detenidamente cómo el pelo no le llegaba a penas hasta el cuello. Tampoco me fijaba mucho en esas cosas, pero lo más característico de aquel chico era su largo cabello.

 

- ¿Eh? -Él pareció sorprenderse por el comentario y se tocó un corto mechón- Bueno... Koujaku quiso cortármelo y la verdad es que es más cómodo llevarlo así...

 

- Mmm... -Me acerqué un poco más a él, haciendo que éste se incomodara por la cercanía- Te quedaba bien el pelo largo.

 

- ¿T-Tú crees? -Le vi dar un paso hacia atrás, para encontrarse con la estantería en su espalda.

 

- ... Quiero mi revancha en Rhyme. -Le miré fijamente a los ojos. ¿Cómo me había ganado este chico? No parecía que le gustase Rhyme, ni siquiera quería luchar contra mí de nuevo, me ponía de los nervios...

 

- ¡Aoba! -Justo cuando el peliazul iba a abrir la boca para decir algo, una voz llamó mi atención. Volteé la vista y me encontré con aquel chico del llamativo kimono rojo que tan pesado me parecía- ¿Te está molestando el mocoso de los conejos de nuevo?

 

- ¡Koujaku! -Aoba pareció sonrojarse apenado y se apartó en seguida.

 

- Tsk. -Miré hacia otro lado molesto. La verdad es que desde la caída de Platinum Jail, cada vez que intentaba hablar con el peliazul, aparecía ese imbécil, como si tuviera un radar o algo. ¿Sería acaso su novio?

 

- Mira, bastardo. Como vuelvas a molestar a Aoba con esa estupidez de tu equipo de Rhyme, te prometo que me aseguraré de que no vuelvas a pasarte por aquí. -El pelinegro no parecía muy contento de verme allí, pero siempre le había molestado mi presencia desde que nos conocimos aquella noche en el cuarto de Aoba, así que no era de extrañar.

 

- ¿Mm? -Le miré y sonreí- Eso me gustaría verlo...

 

Koujaku llevó la mano hacia el mango de su espada fulminándome con la mirada, pero la voz de Aoba le detuvo.

 

- ¡Koujaku! -El pelinegro le miró y se acercó hacia él, sin dejar de mirarme por el rabillo del ojo- Dime... ¿A qué has venido?

 

- Bueno, hoy he terminado antes y había pensado en venir a recogerte para que fueramos a cenar juntos... -Sus ojos volvieron a posarse en mí con desprecio- Y parece que ha sido un acierto venir.

 

- Tranquilo, voy a cerrar ya y nos vamos, ¿está bien? -El peliazul sonrió dulcemente y pareció calmar al idiota de su amigo.

 

Koujaku pareció muy interesado en echarme de allí, pues de repente agarró a Aoba de la cintura y lo besó. Con una muesca de fastidio, dejé la tienda, no sin antes escuchar al peliazul quejarse al pelinegro de hacer ese tipo de cosas en público.

 

- Los chicos no besan a otros chicos, ¿no? -Dije en un susurro cuando estaba en la calle sin poder evitar reírme. Ya me había quedado completamente claro por qué le caía tan mal a ese cabeza hueca.

 

Comenzaba a oscurecer. Los últimos rayos de sol se veían ya en la lejanía y las farolas y otras luces nocturnas comenzaban a encenderse. Caminaba tranquilamente por la calle con destino a mi casa, sin ninguna prisa. Lo único que me esperaba allí era pedirme una pizza y ver algunas cosas en el ordenador antes de irme a dormir.

 

Estaba caminando por un callejón poco iluminado cuando el sonido de algo cayendo llamó mi atención. Dudé por unos segundos si acercarme o no, pero la curiosidad y el hecho de que no tenía prisa me llevaron a seguir aquel ruido para dar con lo que lo había causado. Ante mi sorpresa, vi a, lo que parecía, una persona tirada al lado de un cubo de la basura. Mientras me debatía entre si acercarme más o no, observé cómo se levantaba, se sacudía y volteaba hacia mí.

 

- Tú... -Conocía a aquella persona, aunque no recordaba su nombre. Tenía el pelo blanco e iba vestido con una gabardina blanca, unos pantalones grises, unas botas altas y una bufanda amarilla. Pero lo que más llamaba la atención de él era...- Eres el tipo raro de la máscara.

 

- Oh, tú eras amigo de mi Master, ¿verdad? -Miró hacia arriba como si tratase de recordar mi nombre- Si no recuerdo mal... ¡Noiz-san!

 

- Eh... Sí... -No sabía por qué, pero había algo en la forma de hablar y actuar de ese sujeto que me irritaba profundamente.

 

Pensaba irme sin más cuando de repente el peliblanco cayó al suelo de rodillas.

 

- ¡MASTEEER! -Dijo comenzando a lloriquear- Ya no hay manera de que pueda acercarme a Master...

 

- ... ¿Por qué no? -Realmente no quería seguir hablando con este tipo, pero por alguna razón la pregunta salió de mis labios. ¿Compasión tal vez?

 

- Cada vez que iba a visitar a Master, Koujaku-san me miraba mal sin que entendiera bien por qué... -Su voz sonaba triste, aunque no podía evitar pensar que su forma de hablar resultaba cómica- Y entonces escuché la voz de Master y entendí que ahora él es feliz con Koujaku-san y que no debería meterme en medio...

 

- ¿Por qué te importa lo que haga Aoba? -Mi voz pudo sonar cortante y hasta fría, pero realmente no entendía cómo podía afectarle tanto lo que hiciera el peliazul con su vida.

 

- ¡Porque Master es mi master! -Contestó él con voz firme- Y no sé bien qué hacer por mi cuenta sin él...

 

Me quedé pensativo observando a aquel extraño sujeto. Seguía sin entender ese interés que tenía en Aoba. ¿Y por qué esa manía de llamarle "Master"? Solté un largo suspiro y di un paso hacia él.

 

- Creo... Que deberías hacer lo que quieras.

 

- ¿Lo... Lo que quiera? -El peliblanco me miró y pareció no entenderme- ¿Qué quieres decir con que haga lo que quiera?

 

- Pues con eso quiero decir que hagas lo que más te apetezca hacer y no lo que creas mejor para los demás. -Dejé caer un pañuelo junto a él y me di la vuelta para seguir mi camino- Nos vemos.

 

Sin echar demasiada cuenta a lo que dijo aquel sujeto a mis espaldas, salí de aquel callejón y seguí andando por las calles de Midorijima. Salí a una zona llena de tiendas y bares, todos iluminados por llamativas luces de neón. El ambiente nocturno de aquella ciudad no estaba mal, pero tampoco me llamaba demasiado la atención, así que simplemente continué con mi camino hacia mi apartamento.

 

Cuando al fin llegué, dejé escapar un suspiro de cansancio. Tiré mis cosas encima de una mesa llena de cartones de pizza y me senté en el sofá. Mi apartamento no era especialmente grande, lo suficiente para una o como mucho dos personas. Contaba con una habitación, un baño, una cocina, un salón y una pequeña terraza que a penas usaba. Tenía suficiente dinero como para alquilar algo más grande, pero tampoco necesitaba más espacio. Además, lo cierto es que no era demasiado ordenado. Todo el piso estaba lleno de cajas de pizza y el suelo estaba tan sucio que a penas se distinguía la alfombra. De vez en cuando contrataba a un servicio de limpieza, pero tampoco servía de mucho por que al mes volvía a estar así.

 

Cogí mi coil para encargar una pizza. Me resultaba muy cómodo pedir comida y que me la trajeran a casa, además de que la pizza era una comida que me agradaba bastante.

 

El resto de la noche no fue nada que se saliese demasiado de mi rutina. Revisé un poco a mis allmates, estuve navegando por internet y, cuando me entró sueño, me puse el pijama y fui a acostarme.

 

Aquella noche soñé con un pequeño niño rubio. Los otros niños se apartaban de él y le llamaban monstruo porque, a pesar de hacerse heridas y sangrar, no sentía nada. El niño no comprendía por qué los otros niños se alejaban de él, no sabía por qué las peleas y la sangre les hacían llorar. No sabía por qué su propia familia le daba la espalda y se avergonzaba de él...

 

-------------------

 

Me levanté algo sobresaltado por aquel sueño. El sudor caía por mi espalda en cuanto me incorporé. Hacía tiempo que no tenía ese sueño... ¿Por qué ahora? Dejé de darle importancia y me dirigí al baño. Una ducha aclararía un poco mis pensamientos.

 

Entré y me quité la camisa del pijama botón a botón, dejando que cayera al suelo. Seguidamente me quité los pantalones y la ropa interior y entré en la ducha. Le di a la palanca del agua sin preocuparme de la posción en la que estaba, ya que fría o caliente, no iba a notar la diferencia. El agua comenzó a fluir en seguida y a caer por mi cuerpo. Procedí a enjabonarme el cuerpo y el pelo y cuando me aclaré todo el jabón, salí y me sequé con una toalla.

 

Después de vestirme, pasé el resto de la mañana con el ordenador y ya por la tarde cogí mis cosas y salí a la calle. Según mis estimaciones, Usui aparecería hoy cerca de aquí. Mis predicciones empezaron como un simple juego, un entretenimiento para pasar el rato. Pero un día me encontré con una sugerencia algo tentadora... ¿Y si vendiera esa información?Al principio aquello no me convenció demasiado, pero era una buena forma de ganar dinero, por lo que acabé aceptando. Así se formó también mi equipo, Ruff Rabbit. No sabía bien por qué, pero el jugar Rhyme me hacía sentir vivo. Era capaz de sentir cosas, aunque fuera consciente de que esas sensaciones eran completamente artificiales.

 

Llegué a la zona que indicaba mi pronóstico, la cuál estaba llena de gente deseosa de jugar a Rhyme en cuanto Usui apareciera. Entre la muchedumbre, pude reconocer a mi equipo y me dirigí hacia ellos. Solían distinguirse porque todos llevaban algo verde en su ropa. Algunos de ellos se acercaron a saludarme y unos minutos después, apareció la tan aclamada figura de Usui, sacando gritos de emoción de todos los jugadores presentes. Las partidas empezaron en seguida, tan llenas de adrenalina como siempre que se acontecían.

 

La tarde estaba pasando tan rápido como siempre que me concentraba en este juego y sin ningún sobresalto, a parte de alguna riña típica entre jugadores. Justo al terminar una partida que me colocaba como vencedor de la misma, una voz realmente molesta le cortó la diversión a todos los jugadores presentes.

 

- ¡BASTARDOS! ¡¿SE PUEDE SABER QUÉ ESTÁIS HACIENDO?! -Era la voz de aquel policía que siempre venía a cortar la diversión- ¡¿RHYME DE NUEVO?! ¡ESTÁIS TODOS ARRESTADOS!

 

- Tsk... Vaya por dios... -Cogí el allmate que había usado en la pelea de Rhyme y salí corriendo de allí mientras que la voz de aquel hombre, aumentada por su megáfono, resonaba por los callejones.

 

Cuando ya estaba suficientemente lejos, apoyé mi espalda en la pared de un callejón, cansado por la carrera. Aquel tipo del megáfono siempre aparecía para jodernos a todos la diversión, maldita sea.

 

Resoplé con disgusto y me di cuenta de que había oscurecido ya. Me dispuse a seguir mi camino cuando me encontré frente por frente con una de las personas que menos ganas tenía de ver ahora mismo...

 

- ¡N-Noiz-san~! -En efecto, era aquel tipo de la máscara de gas- ¡Estaba buscándote!

 

- ¿Huh? -Alcé una ceja y le miré entre molesto e intrigado- ¿Por qué, si puede saberse?

 

- Yo quería devolverte... -Empezó a buscar algo por sus bolsillos mientras caturreaba algo. Era realmente irritante en todos los sentidos...- ¡Esto! -Extendió el brazo hacia mí y vi que sujetaba un pañuelo blanco y verde.

 

- ... No hace falta que me lo devuelvas, puedes quedártelo -Dije con la esperanza de que me dejara en paz, mientras empezaba a andar para seguir mi camino.

 

- ¿Quedármelo? -Él ladeó la cabeza y luego miró detenidamente el pañuelo- ¿Algo así... Como un regalo?

 

- Si te hace feliz pensar de esa forma, digamos que sí. -Pasé por su lado y seguí adelante, dando por terminada la conversación.

 

- ¡Vayaa~! ¡Un regalo~! ¡Nadie me había hecho un regalo antes! -Cuando pensaba que podría seguir mi camino y olvidarme del tema, el sujeto de la máscara se puso delante mía- ¡Gracias, Noiz-san~!

 

Iba a contestar algo cuando de repente empezó a llover.

 

- Tsk, demonios... Tendré que volver a casa...

 

- ¡E-Espera! -Cuando iba a seguir caminando, el peliblanco agarró uno de mis brazos para detenerme y antes de que pudiera decir nada, sacó un paraguas transparente de uno de sus bolsillos y lo abrió cubriéndonos a ambos con él- Los paraguas son para no mojarse con la lluvia, ¿verdad? Me lo enseñó mi Master.

 

- ... Sí, esa es exactamente su función. Y ahora me voy a mi casa, nos vemos. -El peliblanco seguía agarrando mi brazo, pero en vez de soltarlo para dejarme ir, se aferró con más fuerza- ¡Oye! ¿Quieres dejar que me vaya de una vez?

 

- No puedo permitir que Noiz-san se vaya solo, porque está lloviendo y podría pillar un resfriado al no tener paraguas. Además me has hecho un regalo, así que te acompañaré a tu casa.

 

- ... Haz lo que quieras. -Suspiré y noté cómo me soltaba cuando empezamos a caminar.

 

Casi todo el camino fuimos en silencio, a exepción de alguna pregunta estúpida que soltaba él y yo contestaba de mala gana, hasta que llegamos a la calle de mi apartamento.

 

- Oye, mmm... -Mierda, ¿cuál era su nombre? Creo que lo sabía, pero se me olvidó por completo.

 

- ¡Clear! -Dijo él alegremente- ¿Qué pasa?

 

- Es ahí. -Me paré y señalé un edificio.

 

- ¡Está bien! -Nos acercamos a la puerta y Clear se dio la vuelta- Entonces adiós, Noiz-san.

 

- Espera, eh.. Clear. -El peliblanco me miró intrigado- ... Gracias. -Mi voz sonó algo seca para ser un agradecimiento, pero el chico de la máscara pareció no notarlo.

 

- ¡No hay de qué~! -Clear echó a andar con su paraguas mientras canturreaba algo y yo entré al edificio.

 

-------------------

 

Salí de la ducha por segunda vez en aquel día, ya que la lluvia no me había dejado más remedio. Al terminar de secarme el pelo, dejé la toalla sobre mis hombros y pedí una pizza para cenar. Me senté en el sofá, pensando en lo raro que había sido el día, cuando un sonido llamó mi atención. Parecía alguien... ¿Cantando?

 

Me levanté siguiendo el sonido y deslicé la puerta de la terraza, donde vi a Clear apoyado en la barandilla, cantando una extraña canción. Al oírme cesó la melodía y se giró hacia mí.

 

- ¿Qué... Qué haces aquí? -Pregunté.

 

Notas finales:

Y bueno, hasta aquí el capítulo 1.

Espero que haya sido de vuestro agrado aunque sea muy introductorio, pero bueno, es el primero xD
A partir del siguiente ya empezarán a pasar más cosas :3

Dejen sus reviews con críticas constructicas, opiniones, consejos y demás y nos vemos en el segundo capítulo~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).