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[ EXO ] And The Rest Is Rust and Stardust por Snowyblues

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Notas del fanfic:

¡Fanfic de apertura!

 

Creo que no hay mejor fanfic para empezar esta seguidilla de traducciones que este, al cual le tengo muchísimo cariño y he puesto mucho empeño porque, primero, es mi pairing favorita de EXO, y segundo es un fanfic maravilloso y que merece ser compartido, ya que tampoco hay tanto Seho como quisiera, pero hago un triste intento por cooperar con eso :) espero que les guste

 

Sen.

 

 

La primera vez que conoció a Joonmyun fue cuando contaba con tan sólo diesiséis años.

 

Sehun se encontraba viviendo con una nueva familia en ese momento, una familia Coreana, y le gustaba mucho más que cualquiera de las otras familias de acogida que haya tenido antes, porque tener arroz para desayunar cada mañana le hacía mucho más fácil la tarea de cerrar los ojos y pretender que tenía ocho nuevamente, cuando comía lo que su madre le cocinaba, y porque cuando oye las conversaciones en coreano desde su cuarto, mientras lucha contra los deberes, le hace sentirse mucho más cómodo.

 

A pesar de esto, él sabe que no debe esperar a que sea fácil encajar en esta casa. Había empezado así de bien las veces anteriores, pero esta es la novena casa de acogida en seis años, y él sabe que es mejor no esperar a que sea permanente. Aún no ha desempacado todas sus maletas.

–Sabes que puedes, ¿Cierto? –Le dice Jongin un día, cuando ve que Sehun está abriendo una maleta para poder encontrar una camisa que no había usado en bastante tiempo, estaban yendo a la iglesia. La que usa normalmente está sucia, desde el domingo pasado, cuando Jongin lo arrastró a Ktown, después de las labores, junto con Chanyeol, y este derramó Kimchi jjigae sobre Sehun. –Desempaca. Mis padres no planean enviarte a ningún lado. –

 

Sehun se encoge de hombros, como si no le importara, y tira de la camisa tratando de quitarle las arrugas. Quizás sea una causa perdida, así que se rinde. Aún se está acostumbrando a todo esto de ir a la iglesia, algunos chicos de su edad suelen ir con polos, pero la madre de Jongin es más estricta e insiste en que usen camisas de vestir, incluso en verano. –Es solo que no me gusta desempacar– Dice, luego de un silencio que parecía estar durando demasiado.

 

Jongin hace un sonidito pensativo, antes de dejarse caer en la cama de Sehun, dejando un desastre con las cubiertas de la cama. –Por cierto– Dice rodando sobre su espalda mientras Sehun se abotona la camisa. –Hoy por fin conocerás a Joonmyun Hyung. Vino a la ciudad por un viaje de negocios o algo así, y mamá insistió en que se quedara aquí. – Jongin le muestra una gran sonrisa de satisfacción. –Espero que no te moleste, pero me quedaré aquí contigo, así él puede tener mi cuarto. –

 

Sehun pestañea sorprendido, sus manos aun sostienen el último botón de la camisa. Jongin siempre está hablando de Joonmyun. Él fue el primer hijo adoptivo de los padres de Jongin, y éste lo idolatra. Joonmyun Hyung esto, Joonmyun Hyung esto otro. Cuando Jongin habla de él Sehun se imagina algo así como un superhéroe de 1.90 de alto. –Es tu casa.- responde Sehun. –Duerme donde quieras. –

 

–También es tu casa. – Dice Jongin insistentemente, y se rasca la barriga. –No te has terminado de abrochar todos los botones. ¿Estás tratando de seducir a la hija del pastor o algo así? – Se ríe Jongin. –No creo que seas su tipo. Le han gustado los tipos barbones, tipo Vigo Mortensen, desde que va como en sexto grado. –

La hija del pastor tampoco es del tipo de Sehun. Y esto es lo que hizo que lo expulsaran de su última casa, y ahora ha aprendido a que es mejor no mencionar ese tipo de cosas. -¿Vas a usar eso para ir a la iglesia entonces?- Pregunta Sehun, para cambiar el tema, y Jongin se mira sus ropas, aún está vestido con sus calzoncillos de conejitos y una camisa sin mangas. –No es que los conejos no sean sexys, pero podría ser un poco atrevido para ir a hacer las labores.-

Jongin le tira una almohada a Sehun, y ambos se ríen hasta que la hermana mayor de Jongin, que viene y se queda cada fin de semana incluso cuando tiene su propio apartamento en Brooklyn, asoma la cabeza por la puerta y los apura para que bajen a por el desayuno.

Más tarde, Sehun y Jongin están jugando videojuegos, con las camisas desabotonadas y migas de galleta alrededor de sus bocas, cuando el timbre suena, haciéndoles saber que hay alguien abajo. Jongin suelta el control en medio de la carrera y se lanza escaleras abajo para alcanzar en intercomunicador y ver quién es, mientras el padre de Jongin levanta los ojos de la novela que estaba leyendo y se ríe. – ¿Ansioso, Jongin?-

Cuando Joonmyun entra en el apartamento, lo que menos tiene son 1.90 metros de alto, y tampoco parece ser un superhéroe. Es más bajo que Jongin y Sehun, y bastante delgaducho. Su cabello oscuro peinado pulcramente, y su camisa de algodón metida dentro de sus pantalones. Jongin lo abraza tan fuerte que sus pies se separan unos centímetros del suelo, y Joonmyun suelta una risita, dando leves palmaditas en la espalda de Jongin hasta que este lo pone de vuelta en el suelo. –Estás creciendo demasiado, Jonginnie- Dice y le sonríe. –Deja de crecer tan rápido.-

 

-Entonces deja de irte por tanto tiempo.- Responde Jongin, y Joonmyun le lanza una de sus risas contenidas nuevamente.

-Tienes razón, tienes razón.- Dice Joonmyun. –Es solo que el trabajo me mantiene ocupado, y estoy viviendo en la Costa Este Jongin.-

 

Sehun ve como todos saludan a Joonmyun inundados en felicidad, las dos hermanas de Jongin se ven tan felices como él de verlo, y su madre pareciera que fuese a llorar, diciéndole lo guapo que se ve. Sehun se traga los celos y piensa en que Joonmyun es un niño adoptado, como él, a diferencia de que es uno que todo el mundo querría. Es inteligente y guapo y probablemente diez veces mejor adaptado de lo que Sehun nunca podrá ser, y de alguna forma Sehun cree que eso es demasiado injusto.

Pero entonces Joonmyun desvía su atención hacia Sehun. Sehun se siente cohibido, bajo esa mirada escrutante, se avergüenza por las migajas de galletas que hay en las comisuras de sus labios, de las pequeñas gotas de sudor que le caen de su platinado cabello y del desastre lleno de arrugas que está hecha su camisa. –Y tú debes ser Sehun,- Dice Joonmyun. Su voz, sorpresivamente, es amable y le mira con una cara que le hace ver muy guapo. Sehun se siente totalmente apenado, tiene un revoltijo de sensaciones en el estómago mientras Joonmyun sigue hablando. –He oído mucho de ti- Cuando nota que Sehun no responde, cambia al inglés. – ¿Puedes entenderme?

–Entiendo.- Dice Sehun, y se levanta para poder hacer su reverencia. –Lo siento, he escuchado mucho de usted también, Jongin habla mucho sobre usted-

–Cosas buenas, espero- Dice Joonmyun, y su sonrisa se agranda –Es un placer conocerte-

–Lo mismo- Dice Sehun, mirando hacia el piso, en vez de mirar a la tierna sonrisa de Joonmyun.

Sehun pasa la mayor parte de la cena escuchando a Joonmyun hablar, sobre su trabajo, sobre el clima de L.A. y de cómo, incluso es preferible el tráfico de Nueva York a usar la autopista en hora punta. Le gusta la forma en que Joonmyun se ríe cuando la madre de Jongin le pregunta sobre alguna novia, y la forma en que le guiña un ojo a su hermano menor cuando habla de ir de fiesta. Sehun estudia la cara de Joonmyun y la suavidad de su cabello, y como los músculos de sus brazos se mueven cuando toma un bocado de su comida. Esto hace que su pecho se sienta pesado, y Sehun se obliga a quitar los ojos de su invitado para poder concentrarse en los vegetales que la hermana de Jongin ha puesto en su plato, porque sabe que tiende a evitarlos.

 

Cuando él y Jongin se van a dormir, esa noche, ambos estaban apretujados el uno al otro en la cama de Sehun, porque Jongin es un pegajoso y se rehusó a dormir en el suelo, de pronto le dio un pequeño golpecito en la mejilla. – ¿No te agradó Joonmyun Hyung?- Preguntó, y Sehun le miró por el rabillo del ojo y tratando de ver la cara de Jongin en la oscuridad.

– ¿Qué?–

–Es que no dijiste mucho– Dice Jongin. –Generalmente, nunca estás tan callado durante la cena–

–Es simpático– Dice Sehun. –Parece ser un chico genial, pero…. –Se pasa la lengua por los labios. –Quiero decir, ¿Qué se supone que tengo que decirle a alguien que ya está en sus treintas?

Jongin se ríe. – ¡Sólo tiene veintiocho, Sehun! Tú y Joonmyun Hyung tienen, probablemente, muchas cosas en común. – Dice con voz somnolienta, pasando un brazo por la cintura de Sehun. –Sé que, algún día, lo querrás tanto como yo. Puede ser tu hermano grande también. –

“Algún día” piensa Sehun. Jongin siempre habla como si todo esto fuese para siempre, y no una casa temporal hasta que Sehun sea obligado a dejarla e irse a otra. Eso siempre hace que Sehun se sienta, de alguna forma, esperanzado, lo que lo hace aún peor, según sus propias experiencias.

-Quizás. – Dice, y espera a que Jongin se quede dormido antes de moverse y salir de la cama de nuevo. Se pregunta, mientras mira a Jongin durmiendo en la cama, si Jongin sería tan pegajoso con él si supiera que…

Suspirando muy despacio, Sehun le pasa una mano por el cabello y se va de la habitación intentando hacer el menor ruido posible, cierra la puerta con cuidado antes de irse a la cocina. Da un salto cuando encuentra a Joonmyun en la mesa, tecleando en su portátil, tiene el cabello mojado, como recién salido de la ducha y la camiseta húmeda. –Es tarde- Le dice Joonmyun. – ¿No puedes dormir?

–No,- Le habla Sehun, abriendo el refrigerador y sacando el envase plástico del zumo de manzana. –Hace demasiado calor. – Cierra la puerta del refrigerador, y va en busca de un vaso. – ¿Quieres… un poco de zumo?

–Claro. –Dice Joonmyun. Y se pone a teclear de nuevo mientras Sehun vierte el líquido. Pone el vaso al lado de Joonmyun y se levanta torpemente, inseguro, pensando en que quizás sería una molestia si se sentara ahí. –Siéntate, Sehun, casi termino este mail para el trabajo. –

–Puedo irme al living, – Dice Sehun algo titubeante, y Joonmyun lo mira, levantando una ceja de una forma casi… autoritaria, y Sehun se ruboriza, de inmediato tira de una silla y se deja caer torpemente sobre ella.

Luego de otro minuto, Joonmyun cierra su portátil y toma el zumo que Sehun le había servido, tomando un pequeño sorbo. – ¿No tienes trabajo mañana? –Le pregunta. –Jongin dijo que eras salvavidas-

–Sí,  –Asiente Sehun. –Pero estoy en el turno de la tarde, así que no tengo que ir hasta, más o menos las una. – Su voz se quiebra, y los labios de Joonmyun se crispan. Sus brazos son tan… Sehun mira bajo la mesa. –Así que puedo quedarme hasta tarde-

–Ya veo. –Dice Joonmyun. –Yo era salvavidas, también, cuando estaba en preparatoria. –Sehun lo mira sorprendido – Aunque, probablemente yo no recibía tantas miradas de las chicas como tú. –

–Yo no recibo miradas de nadie. –Responde Sehun. –A no ser de que la gente mire mí cabello. – Se pasa los dedos entre medio de algunos mechones que le caen en la cara.

– ¿No te lo teñiste para eso? ¿Para llamar la atención?

 

 

Sehun se desparrama en la silla. –No, –Dice. –Me lo teñí porque la última familia adoptiva que tuve pensaba que los chicos con el cabello teñido eran delincuentes. –Mirando al techo. –O algo así.-

–Jongin se preocupa mucho por ti. – Dice Joonmyun. –Me dijo que tú crees que tendrás que irte en cierto momento, y que no sabe cómo convencerte de que no será así. – La mirada de Sehun vuelve como un rayo hasta Joonmyun, quién, ahora se está inclinando hacia adelante, con su mentón apoyado en una mano mientras descansa los brazos en la mesa. –Cuando tenía catorce, la familia Kim me acogió. Yo era… – Joonmyun hace un amago de sonrisa, se veía claramente que estaba vagando entre sus recuerdos, –Un chico bastante problemático, creo. Ellos no son del tipo de gente que se rinde fácil. Todos te quieren, también. Sólo he escuchado cosas encantadoras de ti. –

–Es que ellos aún no saben las cosas malas, –Dice Sehun, y entonces se arrepiente, y frunce el ceño. Se rasca la nuca con insistencia. –Cuando lo sepan…–

–No puede haber nada malo, –Dice Joonmyun con un deje de suavidad. Sehun bufa, porque sabe que no es verdad.

–Eso es lo que tú crees, pero he sido echado las suficientes veces como para— Se detiene, y se pasa la lengua los labios otra vez. Joonmyun está mirándolo con ternura, y Sehun puede sentir una oleada de atracción que lo está golpeando nuevamente. Odia tener dieciséis. Hace que su cuerpo sea torpe e incómodo. –Tengo casi 18, así que…

Joonmyun estrecha sus ojos y le contempla. –Quizás no me creas, – Dice, –Pero sé lo que se siente, cuando te preguntas si realmente perteneces. –

–No me pregunto eso. – Contesta Sehun, y Joonmyun se endereza en la silla, su pie resuena contra el suelo.

– ¿Por qué no me das tu e-mail? –Pregunta Joonmyun, luego de un minuto de silencio. –En caso de que alguna vez quieras a alguien con quien hablar. –

 

–Ni siquiera me conoces, –Dice Sehun, un poco confundido. ¿Joonmyun no está demasiado ocupado como para preocuparse por un adolescente cualquiera?

 

–Quiero conocerte. Después de todo, somos familia ¿O no? –

Sehun se rodea con sus propios brazos, porque la cocina, que hace unos momentos parecía muy calurosa, de pronto se volvió muy fría. –Por ahora. –

Joonmyun se ríe, emite un sonido dulce, tranquilizador, que hace que a Sehun le salte el corazón. –Creo que nos quedaremos contigo. – Dice, en voz baja, y hace que Sehun se enamore un poquito más.

 

 

 

 

 

 

A Sehun le toma varias semanas enviarle un e-mail a Joonmyun por primera vez, pero luego de eso, inician una costumbre de enviarse mails seguido, que dura hasta entrado el otoño. Sehun y Jongin ahora son juniors, tienen mucho más trabajo y lockers cerca de las salidas. Lo que significa que es mucho más fácil saltarse clases.

–Sabía que le tomarías cariño. –Dice Jongin un día, cuando encuentra a Sehun respondiendo uno de los mensajes de Joonmyun en su teléfono, mientras están en la librería. Tienen los textos de Biología avanzada abiertos sobre la mesa, aunque Sehun no ha volteado ni una sola página en diez minutos. Han estado enviándose mensajes de texto, porque consume menos en el limitado plan del teléfono de Sehun. –Creo que últimamente hablas con él más que yo. –

–Dice que está bien, creo. –Dice Sehun dejando su celular lejos y volviendo su atención a sus deberes. Jongin lo patea bajo la mesa. – ¡¿Qué?!

–Ella te está mirando, –Le dice Jongin, sus ojos se apresuran hasta donde está Nari, la hija del pastor, que está sentada con sus amigos tres mesas más allá. –Te ha estado mirando todo el semestre. –

– ¿Y? –Pregunta Sehun, a lo que Jongin rueda sus ojos.

–Creo que, después de todo, si eres su tipo. –Responde y Sehun se ríe tontamente, mientras un nerviosismo se asienta en su estómago.

– ¿No tenías tarea de Literatura? –Pregunta Sehun, y Jongin lo patea de nuevo. –Deja de preocuparte por la vida amorosa de los demás. –

–No estoy preocupado. –Le dice Jongin.  –Sé que no tienes ninguna estrategia. –

–Quizás no quiero tener ninguna estrategia. – Sehun mirando los gráficos en frente de él, en realidad no los está viendo. Se está preguntando si decirle a Jongin, pero comienza a recordar cuanto le gusta su cuarto y la forma en la que Jongin no piensa dos veces en tirarse sobre él cuando juegan videojuegos y comienza a aplaudir y a gritar. –Tengo otras cosas por las que debo preocuparme. –

–¿Cómo qué? – Cuestiona Jongin, mirando melancólicamente a la amiga de Nari, una guapa castaña, Sehun no recuerda su nombre, pero sabe que Jongin ha estado prendido de ella durante las últimas dos semanas. Sehun se aprenderá su nombre si Jongin continúa en ese estado.

 

–Como aprobar Biología. – Dice Sehun, y su celular vibra de nuevo, es otro mensaje de Joonmyun. “Trabaja duro en la escuela, Sehunnie”, Dice, y Sehun sonríe para sí mismo, diciéndole a su estómago que pare con las revoltosas mariposas.

 

 

 

No vuelve a ver a Joonmyun hasta la navidad de su último año en la preparatoria, cuando ya cuenta con diecisiete años. Joonmyun se ve cansado, y las ojeras son notorias bajo sus ojos y el cabello le cae desordenado sobre la cara. Pero su sonrisa es tal cual Sehun la recuerda, brillante, tierna y dulce.

 

–Has crecido muchísimo, Sehunnie. – Le alaga, y Sehun se ríe, deja que Joonmyun le abrace así como abrazó a Jongin. –Veo que sigues aquí. –Le susurra en el oído, y Sehun se estremece mientras el aliento de Joonmyun le recorre el cuello.

–Aún. – Contesta Sehun. Es extraño, lo rápido que pasa el tiempo. Consiguió acostumbrarse a este apartamento, a que Jongin lo despertara en la mañana, que la madre de Jongin le revuelva el cabello cuando se sienta a desayunar, y le besa la frente. Hace unos minutos dijo que estaba bien si la llamaba ‘Mamá’, y Sehun lo ha estado intentando en su cabeza desde que lo dijo, pero aún no lo ha dicho.

–¿No te lo dije?. –Le dice Joonmyun, retrocediendo un poco y mirando a Sehun de arriba abajo. –Creo que nos quedaremos contigo. –

Sehun se queda despierto hasta tarde esa noche, luego de que todos se han ido a dormir. Esta vez está preparado para encontrarse con Joonmyun en la cocina, trabajando, y se sienta a su lado. Estando con Joonmyun en persona, después de todas sus largas conversaciones vía e-mail, mensajes de texto y una que otra conversación por Skype, mientras Jongin posa sus brazos sobre sus hombros y usan la computadora de su hermana ya que ninguno de los dos tiene una propia.

–¿Sigues quedándote despierto hasta tan tarde?  –Pregunta Joonmyun, y Sehun comienza frotarse las manos sobre los muslos, deslizando la palma por sobre el logo de su chándal.

–Son vacaciones de Navidad. –Responde Sehun. –No tengo horario para ir a la cama. –Agregó mirando el perfil de Joonmyun, y de pronto recordó lo atractivo que Joonmyun era. Y lo que es peor, la cara de Joonmyun es tan agradable como su cara, y Sehun pudo sacar todos estos pensamientos de su cabeza cuando Joonmyun estaba en California, pero ahora, que lo tiene frente a él, recién salido de la ducha, pareciera que todo lo que avanzó está retrocediendo.

–¿Cómo vas con la solicitudes para la uni? –Pregunta Joonmyun, aún con la vista sobre la pantalla de la portátil, y Sehun frunce el ceño. -¿Quieres que le eche un vistazo a alguno de tus ensayos? –

–Lo tengo todo controlado. –Le contesta Sehun. –Es de Jongin de quién te tienes que preocupar, sus notas apestan. –

–Pero las tuyas no,  –Dice Joonmyun, finalmente mirando a Sehun y sonriéndole. Parece casi orgulloso, y Sehun siente que se le está yendo toda la sangre a la cara.

–No tengo todas las alternativas que Jongin tiene. –

–Sí, si las tienes, –Le contradice, mientras pone su mano en el hombro de Sehun. El calor de esta se cuela por la delgada camiseta que está usando Sehun, y el chico desearía no sentirse así por alguien tan completamente inalcanzable como Joonmyun. Su garganta se seca, y Sehun se inclina ante el contacto.

–Envié solicitudes a algunas universidades en Los Angeles y algunas en los alrededores. –Le cambia el tema. –Quizás seamos vecinos. –

Sorprendido, Joonmyun le sonríe. –Finalmente podré llevarte a ese restaurant fusión del que he estado hablándote. –

–¿No te aburriré? – Pregunta Sehun. –Quiero decir, ¿Salir con un adolescente? –Sus palmas están sudando incontrolablemente.

–No eres un adolescente cualquiera, -Le dice Joonmyun. –Eres Sehun Oh ¿O no? – Joonmyun habla tal y como escribe: gentil, alentador, calmo. Sehun piensa que podría pasarse la vida hablando con Joonmyun. Aunque sería genial si, quizás, no quisiera besarlo, pero si tiene suerte, en la universidad se le pasará.

Quizás se le pasará todo esto de que le gusten los hombres, pero no tiene muchas esperanzas con eso.

 

 

 

 

Jongin lo ayuda a empacar. Sehun se vino a vivir aquí con una sola maleta, pero ahora se lleva dos, incluso si ha dejado cosas en su cuarto para cuando vuelva. -¿Por qué no te fuiste a la Universidad de NY conmigo? –Lloriquea Jongin, tumbado en la cama de Sehun. A pesar de las asquerosas notas de Jongin, consiguió una plaza en la escuela de artes de Tisch para bailar. Al final, Sehun también obtuvo una plaza, y recibió una beca en la Universidad de California en Los Angeles (UCLA) , desde eso que Jongin no ha dejado de quejarse.

–Estarás bien sin mí, –Le consuela Sehun. Toma un portarretratos de su mesita de noche, es una foto de Jongin, Chanyeol y él, tomada a comienzos de ese verano, cuando viajaron a Jersey Shore y pasaron ocho días de consumo de alcohol ilimitado y bronceándose luego de la graduación. –Después de todo, tienes a Chanyeol. –

–Pero, ¿Estarás bien sin ? –Pregunta Jongin. –¿Cómo harás para pasar tus días como un antisocial, jugando videojuegos todo el día sin que esté yo ahí para permitirlo?

–Estoy seguro de que podré arreglármelas. –Le contesta Sehun. –Además, Estaré…– Parece casi surreal decirlo, pero—  Estaré en casa para las vacaciones de invierno, así que será divertido. –

–Te voy a extrañar, –Le recuerda Jongin, mientras Sehun mete la foto entre dos suéteres dentro de la maleta que tiene abierta. Jongin tira del cierre. –Joonmyun fue mi primer hermano, pero tú tienes mi edad, ¿Comprendes? Es diferente. –

 

–Lo sé. –Dice Sehun. Se quita el cabello de la cara de un soplo. Ahora está negro, y está mucho más corto que antaño. Últimamente no tiene nada que probar. –Sabes que…–Demasiado cursi, así que no lo dirá.

–Si sé. –Dice Jongin riéndose mientras abraza la almohada de Sehun. –Quizás vaya a visitarte alguna vez. –

–Suena genial. –Dice Sehun, y su voz se quiebra, ninguno de los dos habla de eso.

 

 

 

 

 

Joonmyun lo recoge en el aeropuerto. –¿Has crecido aún más? – Es la primera cosa que dice, y Sehun se ríe ante su comentario, su corazón da esos tumbos que comienzan a ser familiares. –Solo tienes dieciocho. Pareces una torre al lado mío ¿No crees?–

–Probablemente. –Y hace su mejor intento para no sonrojarse cuando Joonmyun le toma la muñeca para llevarlo al auto, siente que los dedos le queman donde le están tocando. –

 

 

 

 

 

La universidad le significa un montón de trabajo. Sehun se pasa unas cuantas noches en vela antes de aprender a manejar sus tiempos para poder ir a sus clases de danza extracurriculares y con toda la carga académica que le supone la carrera. Su compañero de piso, Baekhyun parece haberse rendido completamente con los estudios hace ya cuatro semanas, cayendo seguidilla de fiestas que incluso cansan a Sehun, quién trata de mantener el orden en el piso. Baekhyun sólo algunas veces intenta que Sehun se una a él, respetando el hecho de que Sehun es “Del tipo aburrido de gente que Sí hace los deberes”, y lleva todo su libertinaje a otro lugar.

 

Una noche arrastra a Sehun en una junta sólo de chicas a la cual Sehun aún no termina de entender como Baekhyun fue invitado. “Necesitaba un copiloto para este juego” Le dice Baekhyun con toda seriedad. “Además, es sábado, así que no tienes clases mañana. –Sehun termina cediendo, y acaba dentro de unos pantalones más ajustados que el traje de un torero y dejando que Baekhyun lo convenza de usar una camiseta con un cuello que llega hasta el infierno y más abajo, aunque lo intenta ocultar con una chaqueta.

 

Luego de cuarenta minutos en la fiesta una chica tiene la vista puesta en él, y Baekhyun sigue insistiendo en que debería hablarle, que debería bailar con ella, pero Sehun se resiste. Luego de un par de horas, y varios tragos de los que deberían, Baekhyun es engullido por la multitud de gente bailando, pegado a una chica que ya había visto antes junto a él. Sehun toma la oportunidad para escapar del gentío y de la intensa mirada de la chica de antes, y se esconde en el baño del tercer piso, le echa el seguro a la puerta y saca su móvil.

Le envía un mensaje a Joonmyun, “Las fiestas no son tan divertidas”, le escribe y Joonmyun responde rápido, “Sólo cuídate, Sehunnie” Seguido por un corazón, y Sehun le sonríe a la pantalla del móvil, sintiéndose rejalado por primera vez desde que llegó aquí. Alguien pica a la puerta y escucha la voz de Baekhyun que le llama. -¿Estás vivo? – Pregunta y Sehun le quita el seguro a la puerta. – ¿Sabías que es de mala educación quedarse en un baño durante una fiesta? –

Sehun se ríe, su teléfono está vibrando en sus manos. Es Joonmyun otra vez. “¿Necesitas que te recoja?” Sehun solo le escribe un “Estoy bien Hyung”, antes de mirar a Baekhyun de nuevo, -¿De verdad? –

–Si, –Dice Baekhyun. –Pensé que estabas vomitando, de echo venía a verte, pero tienes una tolerancia al alcohol increíble para ser un nerd que pasa sus días encerrado.

–¿Estás seguro de que somos amigos? – Contesta Sehun, y Baekhyun se ríe.

–Así que… ¿Estás huyendo de la fiesta o de la chica? –Pregunta Baekhyun, y Sehun pone una mueca de dolor.

–¿Las dos? –Responde y se pasa una mano por el cabello. –No sé, es sólo que no me interesa.”

–Hay otras chicas, –Le sugiere Baekhyun, Sehun se moja los labios.

Baekhyun tira del cuello de su propia camisa, revelando un chupón en su sudorosa clavícula y Sehun está lo suficientemente borracho como para decir: “–Me interesas más tú que cualquier otra chica.-”  Se tapa la boca y su cerebro recién comprende lo que ha dicho, de pronto siente como si se fuese a vomitar.

Baekhyun tiene los labios entreabiertos, está en shock, pero después se ríe. –Ni siquiera me sorprende. –Dice, poniéndose en cuclillas a su lado mientras le da suaves golpecitos en la espalda. –Soy lo mejor que tiene UCLA para ofrecer. –

Sehun rueda los ojos, el nudo en su estómago comienza lentamente a aflojar y el deseo de vomitar desaparece. –Baekhyun, por favor. –Dice y Baekhyun no para de reír.

–Para que lo tengas en mente, me importa una mierda si te gustan los hombres,  –Le dice. –Más para mí.

 

Intenta enviar un mensaje cuando llegues a casa”, le escribe Joonmyun en otro mensaje, y Sehun aún puede sentir el sabor de la cerveza en su garganta.

 

 

 

 

Joonmyun asiste a la primera presentación de baile de Sehun. Le había dicho que no podría, así que cuando le ve esperándolo luego de la presentación, con las manos en los bolsillos y el cabello ondeando con restos de una terrible permanente, el corazón de Sehun pareciera que va a explotar.

 

Joonmyun insiste en llevar a Sehun a cenar, para celebrar y es cuando se sientan uno frente al otro, en ese restaurant fusión del que Joonmyun tanto le había hablado, que Sehun se pregunta si es normal estar prendado de alguien por tres años y que pareciera que nunca se acaba.

–Eres muy bueno, Sehunnie, –Dice Joonmyun. –Estás creciendo tanto. –Le sonríe y posa una mano sobre la de Sehun y éste sabe que nunca, jamás, será lo suficientemente grande como para obtener lo que realmente quiere de Joonmyun.

 

 

 

 

 

Jongin viene a visitarlo la semana antes de las vacaciones de Navidad de Sehun. –No puedo creer que tengas una semana de vacaciones más que yo. –Se queja Sehun, tratando de terminar el último problema de su tarea de matemáticas mientras Jongin y Baekhyun se ríen a carcajadas haciendo unos quizzes en Buzzfeed sentados en el suelo, entre las camas de Sehun y Baekhyun.

 

–Los dioses de la programación semestral deben haber sabido que necesitaba una semana extra para venir aquí y encontrarte alguna cita, –Le dice Jongin, burlándose ligeramente.

–Oh, hablando de, –Dice Baekhyun, –Zitao, ese chico que te gustó de mi club de taekwondo,  está definitivamente interesado en ti. Ha estado intentando obtener tu número toda esta semana. –A Sehun se le cae el lápiz de la mano, el problema parece estar difuminándose mientras su cuerpo se tensa. –Así que si realmente quieres salir con… –

– ¿Por qué Sehun querría … –Comienza Jongin, y cuando Sehun le mira, lo que sea que Jongin ve en la su cara le hace detener su lengua.

–Agh, mierda. –Dice Baekhyun.  –Sehun, lo siento, pensé que—.

– ¿Eres gay? –Le pregunta Jongin, su voz es más fuerte y aguda de lo usual. – ¿Desde cuándo?

–Desde siempre, –Dice Sehun, empujando su silla y arremetiendo contra la puerta. Camina hacia la sala de estar, y Jongin lo sigue, tirando de su camiseta para detenerlo. Sehun no quiere tener esta conversación en el pasillo, porque no quiere que todos en el piso escuchen cuando Jongin le diga que no puede ser su hermano, después de todo—

 

Jongin lo empuja levemente contra la pared. – ¿Por qué no dijiste nada? –Jongin no parece enojado, sólo un poco confundido. –Lo que quiero decir es que, durante la preparatoria— Se ríe con un leve tono de histeria como es usual, –Creo que la hija del pastor realmente no era tu tipo. ¿Eh?–

– ¿Por qué crees que me botaron de mi última casa? –Sehun mira a Jongin con los ojos ocultos bajo su cabello. Jongin le devuelve la mirada. –Era mejor no decir nada, así podía quedarme. –

–Nunca te botaríamos por algo como eso, –Dice Jongin. -¿Estás de broma?-

–No sería la primera vez, –Replica Sehun, y Jongin lo abraza. – ¿Puedo ir—

–¿Puedes ir a dónde? –Pregunta Jongin, su voz es amortiguada por el hombro de Sehun.

–Ir a casa para navidad, –Pregunta Sehun, y Jongin lo aprieta más fuerte entre sus brazos.

–Claro que puedes,  –Dice Jongin. –A Mamá y a Papá no les importará, Sehun,  no es… Oye, nadie va a echarte de la familia, ¿Ok? Puedes desempacar. –

–Ok. –Dice Sehun. –Ok –

Baekhyun se disculpa unas cinco mil veces con Sehun luego de lo sucedido, y Sehun le perdona, aún no muy seguro de que para Jongin esté bien que él sea gay. Pero Jongin no lo trata diferente, y sigue durmiendo en la cama de Sehun, y sigue lanzándose sobre él cuando juegan videojuegos, y Sehun no sabía que era tan afortunado después de haber pasado tanto tiempo siendo el chico más desafortunado de todos.

 

 

 

 

Joonmyun toma un avión a Nueva York con ellos cuando dejan el campus para las vacaciones de Navidad. Está cansado, y termina quedándose dormido sobre el hombro de Sehun durante el viaje. Sehun baja a su altura para que esté cómodo, y Joonmyun sonríe mientras duerme estrechando su agarre al brazo de Sehun. Huele a Old Spice, y Sehun desearía que sus latidos no fuesen tan fuertes como para despertar a Joonmyun.

 

Se voltea a ver si Jongin está dormido también, pero está despierto, y está mirando atentamente a Sehun y a Joonmyun. Hay algo dolorosamente parecido a la comprensión en su mirada, en su expresión, y Sehun puede sentir como la sangre se le agolpa violentamente en las mejillas bajo el escrutinio de Jongin, aparta sus ojos para, en su lugar, mirar la forma en la que los dedos de Joonmyun envuelven su antebrazo.

– ¿Te gusta Hyung, no es cierto?  –Pregunta Jongin, esa noche, cuando Sehun se está secando el cabello después de la ducha, Jongin se está lavando los dientes, y escupe la pasta, para luego enjuagarse la boca antes de continuar. Siempre te ha gustado, ¿Eh?

Sehun se mira los pies en vez de mirar a Jongin. –Yo… –Es raro, piensa, decirlo en voz alta. Su crush por Joonmyun se supone que debía desaparecer, pero no pasó. A veces se le olvida, pero es cosa de ver a Joonmyun, o recibir un mensaje de texto, y todo vuelve a ser como antes. –No puedo hablar sobre eso. –

–Está bien, –Dice Jongin, y no vuelven a hablar del tema hasta mucho después, cuando están durmiendo en el cuarto de Sehun por que Joonmyun se ha quedado con el suyo. –Te dije que era genial, ¿No es cierto? –

–El piensa en mí como un niño, –Responde Sehun. – No es gran cosa. –

–Tú siempre dices que nada es “gran cosa”. –Dice Jongin, mientras le pasa un brazo por la cintura, como si nada hubiese cambiado desde que tenían dieciséis, y Sehun inspira profundamente.

–Esta vez, realmente lo digo en serio. –Dice Sehun, y desea que sea cierto.

 

 

 

 

 

 

Joonmyun y Sehun viajan solos de vuelta a L.A., y van en busca de algún lugar para comer. Joonmyun cruza la mesa y le quita un poco de mayonesa del sándwich de Sehun que le había quedado en la comisura de la boca. –Hyung, –Le dice, intentando ocultar su reacción fingiendo vergüenza, – Detente. –

 

–Lo siento, Sehunnie,  –Le dice Joonmyun, pero no suena para nada como a una disculpa. –No me pude resistir. –

–Ahora soy un adulto, –Dice Sehun por lo bajo, y Joonmyun se ríe, sin tomarlo en serio ni por un momento. Sehun pone su sándwich en el plato. –No soy un niño. –

–Lo sé, –Dice Joonmyun, pero le da unas suaves palmaditas en la mano a Sehun, y éste no le cree ni un poco.

 

 

 

 

 

 

Sehun comienza a salir. Y tiene citas, con distintos tipos de hombres, altos, pequeños, seniors y compañeros de primer año, al final, termina comparándolos a todos con Joonmyun y todos quedan cortos en comparación.

Tiene relaciones por primera vez al comienzo de su segundo año, con un chico de ojos azules que le dice “Bebé” y que lo toca como si Sehun fuese a romperse. Sehun no se quiebra, al menos, no en ese momento. Lo hace, sí, cuando dice el nombre equivocado al venirse, pero el chico de ojos azules ni siquiera lo nota.

–Rompí con él,  –Le dice Sehun a Baekhyun al día siguiente, cuando Baekhyun le pregunta como estuvo su cita anoche, moviendo sus cejas acompañadas de una lasciva sonrisa.

– ¿No era bueno en la cama?  –Dice Baekhyun, después de una pausa, y Sehun se encoje de hombros, sin emitir comentario. – ¿O es porque no es tu muy-maduro novio?

–No sé de qué estás hablando. –

Baekhyun le sonríe complacido. –Ese chico con el que siempre estás enviándote mensajitos, el que siempre te recoge los fines de semana y te lleva a cenar. –

–Mi… –Sehun se humedece los labios. –Es mi hermano adoptivo. –

–Oh, –Dice Baekhyun. –Pensé que Jongin solo tenía dos hermanas. –

–Sí, –Dice Sehun. –Joonmyun es como yo. La familia de Jongin lo acogió hace mucho tiempo atrás, de la misma forma que me acogieron a mí. –

–No lo ves como si fuese tu hermano. –Baekhyun le pasa una mano por los hombros. –Solo digo. –

–Es complicado, –Dice  Sehun,  –Pero él si piensa que soy un niño. –

 

–Un niño que va a ir a la disco conmigo, esta noche, ¿No es cierto?  –Baekhyun acorta las distancias.  –Tenemos que celebrar tu ruptura. –

– ¿Eso es algo se celebra? –Pregunta Sehun, y Baekhyun se ríe.

–Hoy en día, lo es, –Contesta, y Sehun va con él, porque quizás un trago le sirva de algo, a lo mejor le ayuda a olvidar como se sintió, imaginando que era Joonmyun el que lo estaba preparando con tres dedos mientras le daba profundos besos en el cuello.

Esa noche bebe tanto que la resaca le dura al menos dos días.

 

“No puede ser normal”, piensa, “entregarle tu corazón a alguien cuando recién eres un crío con dieciséis años, y que se quede con él por siempre. No puede ser normal.” Dice para sí mismo. “Ponerme más feliz por un simple texto de Joonmyun que por un beso de quién haya sido mi novio en ese momento. No puede ser normal”. Pero es la realidad de Sehun, y es una buena idea haberse acostumbrado a ocultar sus sentimientos porque a veces piensa que es imposible que Joonmyun no se haya dado cuenta, cuando Sehun lo llama tarde mientras está de fiesta, patéticamente bebido y solo queriendo escuchar su voz. “¿Quieres que te recoja?” Joonmyun siempre le pregunta lo mismo, es tan gentil, tan cálido, y a veces, Sehun quiere decirle que sí, pero está asustado de que en ese estado podría llegar y enterrar sus dedos en el cabello de Joonmyun y besarlo, y sabe que eso, sería el fin de todo.

 

 

 

 

 

Sehun tiene diecinueve cuando Baekhyun se convierte en el vicepresidente de su fraternidad de tercer año, y Sehun se busca otro compañero de cuarto. –Aún no decido qué haré,  –Dice Sehun, mientras Jongin se sienta en la manta puesta sobre el pasto. Chanyeol está recostado entre ellos, su cabello frizzado por la humedad del aire y tiene en la mano un pequeño ventilador a batería casi pegado al rostro. —Creo que debería solicitar un cuarto para uno. Escuché que Zitao tiene plaza para un compañero, pero sería raro, creo que aún le gusto –.

 

– ¿Tú? ¿Gustarle a alguien? –Pregunta Chanyeol— ¿Qué tipo de gustos son esos?

–Jódete, Chanyeol— Le responde Sehun. Él y Jongin salieron con Chanyeol para la semana de vacaciones de primavera. En un momento Chanyeol se había encogido de hombros y les contó que una vez le había hecho una mamada a un chiquillo de primer año. Jongin lo empujó y le dijo que no era lo mismo, a lo que Chanyeol respondió divertido “¿Cómo lo sabes?” mirándole de forma insinuante.   

–No gracias, —Responde Chanyeol— Estoy guardando la virginidad de mi culo para Jongin— Jongin se le lanzó encima para golpearlo, y la conversación termina ahí, dejando a Sehun sin ninguna solución a su problema.

Finalmente, es cuando está hablando con Joonmyun por teléfono, mientras camina a la piscina para cambiar turnos con su compañero de trabajo, que encuentra una solución. — ¿Por qué no te vienes a vivir conmigo?— Pregunta el mayor, y Sehun se queda parado ahí en medio de la calle, ganándose la ira de un par de corredores junto a sus perros.

Porque sería una lenta tortura,” –Diría Sehun, pero en vez de eso solamente balbucea un “— ¿En serio?-“

–Si, en serio —Le dice Joonmyun— Somos una familia ¿O no?—.

–Cierto, — Responde Sehun.

La madre de ambos cree que es una excelente idea, cuando se lo menciona casi no creyéndose lo que dice, pero para Jongin no lo parece tanto. Sehun se da cuenta por la manera en la que Jongin hace un mohín y sus ojos muestran esa típica expresión perdida, Sehun asume que algo le preocupa.

–¿Estás seguro de que es una buena idea?— Pregunta Jongin, cuando todo mundo se ha ido a la cama y solo quedan ellos dos, jugando videojuegos en la sala. Sehun le dispara a un Zombie en la cara y hace que su jugador se esconda detrás de un camión. — ¿Ir a vivir con Hyung?—

 

–Debe serlo ¿No crees?— Pregunta Sehun, y Jongin le da pausa al juego, así puede mirarlo a la cara y darle el abrazo que secretamente, Sehun ha estado esperando desde que Joonmyun le propuso todo esto.

–Es solo que no quiero que estés triste—. Dice Jongin.

–Es sólo un estúpido enamoramiento adolescente, —Le contesta Sehun. Siempre dice lo mismo. Se le ha metido entre ceja y ceja que algún día sea verdad. —No hay nada de qué preocuparse—.

 

 

 

 

 

Vivir con Joonmyun es, en efecto, una tortura.

Joonmyun por las mañanas es un desastre, con todo el cabello revuelto, los ojos somnolientos y líneas de las sábanas marcadas en la mejilla, y Sehun cree que es mucho más hermoso así, especialmente porque, tan rápido como lo ve, se le forma una preciosa sonrisa en la cara que deja a Sehun sin aliento alguno.

 

 

Joonmyun no es perfecto. Al vivir con él, Sehun aprende muchas cosas, como que por ejemplo Joonmyun nunca hace la colada, y deja pilas de ropa en diferentes lugares del apartamento, que es el cocinero más mediocre que ha visto y que es completamente capaz de usar la arrocera, pero completamente inútil a la hora de saltear cualquier cosa.

 

Sin embargo, todas esas pequeñas imperfecciones son opacadas por la forma en que Joonmyun siempre se sienta al lado de Sehun en la mesa mientras este hace sus deberes, sonriéndole siempre que Sehun lo mira, o también cuando compra comida para llevar cada jueves porque sabe que Sehun tiene práctica de baile. Y esas veces en las que Joonmyun se apoya en él cuando ven televisión, lo suficientemente cerca como para que todas las terminaciones nerviosas de Sehun se sientan al fuego vivo, pero nunca lo suficiente como para que deje caer su brazo sobre los hombros de Joonmyun como él quisiera.

 

A veces Sehun cree que Joonmyun lo está observando y a veces, cuando Joonmyun le da suaves golpecitos en el muslo, su mano se queda por más tiempo de lo natural, aunque eso, probablemente sólo sea parte de la imaginación de Sehun.

 

Una que otra vez, Sehun tiene la osadía de dejar caer su cabeza sobre el regazo de Joonmyun mientras se pasan la noche de un viernes viendo una película, y Joonmyun le pasa una mano por el cabello,  enredando las hebras entre los dedos. Es en una de esas noches en las que Sehun piensa que en cualquier momento le saldría el corazón disparado del pecho.

 

Otras noches, Joonmyun hace su rutina de ejercicios en la sala de estar, y su piel, sonrosada y sudorosa junto a sus jadeos, avivan las fantasías de Sehun, y se toca mientras piensa en eso, haciendo suaves círculos en su entrada mientras que desliza la otra mano por toda su extensión con ayuda del líquido preseminal. Se viene al escuchar la voz de Joonmyun en su cabeza, Sehunnie, y luego deja que la culpa y la desesperanza lo consuman hasta que se calma y se duerme, con todo el líquido secándose en su estómago.

Y algunas otras noches… algunas otras noches simplemente lavan los platos juntos, el brazo de Joonmyun se roza con el de Sehun mientras le va pasando los platos mojados, y Sehun los seca y los deja en su lugar, tratando de no distraerse con las manos de Joonmyun, que tanto le gustan, o la parte sobresaliente de su nuez cuando se ríe.

 

Sehunnie, insisto, debes dejar de crecer, —Dice Joonmyun una noche, cuando Sehun se estira por encima de él para poner uno de sus tazones favoritos en una de las estanterías más altas de la cocina, dónde él no alcanza— Esto es ridículo—.

–Claro que sí, Hyung— Dice Sehun— Dejaré de crecer sólo porque tú me lo pides—.

 

Joonmyun se ríe mientras Sehun se estira para poner otra taza en el la estantería, pero su sonrisa desaparece poco a poco cuando Sehun se extiende un poco más para empujar la taza más atrás, —Incluso las camisetas te están quedando cortas— Dice, con voz cada vez más baja, y de pronto su mano está tocando el abdomen de Sehun.

 

Demasiado consciente de cuan cerca estaba Joonmyun de él, Sehun solo puede contener el aliento mientras los dedos de Joonmyun recorren delicadamente su piel, nadando alrededor de su ombligo y bailando a lo largo del elástico de sus boxers. — ¿Hyung?—.

Y quiebra el ambiente. Todo el cuerpo de Joonmyun se tensa antes de que Sehun lo vea forzándose a sí mismo a relajarse.

–Deberías, — Joonmyun traga sonoramente, y tira del dobladillo de la camiseta de Sehun para poder cubrir su ombligo, —Cómprate ropa que al menos te quede. — Desvía la mirada, y Sehun nota que su cuello está rojísimo. Nunca había visto a Joonmyun tan incómodo, el menor da un paso en reversa, baja los brazos y se aleja del intoxicante olor del perfume de Joonmyun y de su calidez.

–Sí, —Dice Sehun— Si sé—.

Sehun sabe que los ojos de Joonmyun están clavados en su espalda cuando sale de la cocina, se encierra en su cuarto hecho un manojo de sentimientos. Se acurruca en la cama y cierra los ojos con todas sus fuerzas. Quiere llamar a Jongin, pero los años de práctica combatiendo su confusión él solo, le hacen muy difícil si quiera tomar el teléfono.

 

Todo sigue su curso normal al día siguiente, Joonmyun va por ahí haciendo como si nada hubiese pasado, o como si no hubiese deslizado sus dedos por el vientre de Sehun habiendo marcado a fuego lento la piel del pobre chico.

Pero Sehun no puede olvidarlo. Lo persigue, hasta en los momentos más extraños, piensa en ello.

–Necesito olvidarlo— Le dice Sehun a Baekhyun y este sorbetea con fuerza las bolitas de tapioca antes de contestarle.

– ¿Te refieres a tu muy-maduro-no-hermano-novio?— Le pregunta Baekhyun— Hay una fiesta este fin de semana—.

­– ¿Qué se supone que debo hacer?— Pregunta Sehun, arrastrando la tarea de Baekhyun hasta sí para poder revisarla. Las cuatro primeras preguntas de su trabajo de coreano estaban malas, y Sehun suspira. —Sólo tengo… Debo dejar de necesitarlo—.

–La mejor forma de superar a alguien es conseguir a otra persona, ya sabes, un clavo saca otro clavo— Le dice Baekhyun— ¿No es así?—.

–Eso jamás ha funcionado— Sehun toma un pequeño sorbo de su té con leche— Por cierto, vas a reprobar tu primer año de Coreano, si esto es todo lo que tienes por respuesta—.

–Si no me gradúo el próximo año, — Responde Baekhyun— Eso significa un año más para salir de fiesta—. Dice con una sonrisa satisfactoria en su cara. De pronto se pone más serio— En serio, Sehun, sal conmigo. Siempre te pasas demasiado tiempo con Joonmyun, y muy poco tiempo siendo un universitario normal. Quizás si sales y te diviertes encuentres a alguien que te guste—.

Sehun sabe que es un buen argumento, pero también sabe que hasta que no recupere ese pedacito de corazón que Joonmyun reclamó como suyo hace tanto tiempo atrás, no será capaz de dárselo a nadie más.

 

 

 

 

 

Sehun va a muchísimas de fiestas a lo largo del invierno. Sus notas continúan igual de buenas, pero evita en lo posible ir a casa una vez que llega el jueves. A veces encuentra comida para llevar en el refrigerador, y se pregunta si Joonmyun lo ha estado esperando después de llegar del trabajo, pero todos estos pensamientos son apaleados por una pequeña voz que le recuerda que Joonmyun está bastante crecidito ya, y que incluso si lo extraña, no lo quiere de la forma en que él lo hace.

– ¿Todo bien?— Pregunta Joonmyun mientras desayunan, una semana después del día de acción de Gracias, y Sehun, acabado por la resaca y las náuseas, sólo se limita a asentir.

 

–Bien, —Dice Sehun— Absolutamente bien—.

Joonmyun camina hacia él, y le pone una mano en la frente. Está fría, y se siente tan bien que Sehun cierra los ojos y se inclina hacia el contacto. La mano de Joonmyun comienza a bajar, y acuna la mejilla de Sehun en su palma y cuando Sehun abre los ojos, Joonmyun está mucho más cerca de lo que creía, con los ojos fijos en la cara de Sehun. — ¿Cuándo te volviste tan guapo, Sehunnie?— Le dice, casi para sí mismo, y Sehun siente que una ola de calor lo azota. Joonmyun parece darse cuenta de lo que ha dicho, y deja caer su mano, agrandando las distancias. — ¿Los estudios van bien?

–Diez en todo— Dice Sehun con aspereza en su voz, levantándose de la mesa de la cocina, queriendo correr de todos esos sentimientos que están hirviendo en su interior, aun sabiendo que no puede. Al menos puede arreglárselas para alejarse del causante de éstos. —No te preocupes—.

 

 

–Claro que me preocupo por ti, Sehunnie, —Murmura Joonmyun, y Sehun se va antes de que lo escuche decirle que son familia.

El fin de semana antes de las vacaciones navideñas, Sehun es destrozado en la casa de los amigos de Baekhyun. Se separa de todos  y termina en el patio trasero, mirando la nada y sintiéndose vacío y solo, así es como, regularmente, terminan todas sus fiestas.

Sin pensar, llama a Joonmyun. — ¿Sehunnie?— Pregunta Joonmyun, luego de contestar después de dos tonos, y Sehun hipa.

–Hyung, — Le dice, — ¿Puedes venir a recogerme?—

 

A Joonmyun sólo le toma quince minutos llegar a donde está Sehun, éste le envía un mensaje a Baekhyun incluso cuando ni siquiera puede ver la pantalla con claridad, incapaz de saber si está tecleando bien las letras, con un escueto “Mw voy acasa” se guarda el móvil en el bolsillo. Joonmyun tiene que ayudarle a meterse al auto, lo deja desplomarse sobre el asiento y comienza a pasar sus dedos entre los cabellos del chico.

– ¿Por qué estás tan borracho?— Pregunta Joonmyun, mientras conduce. — ¿Por qué has bebido tanto?—.

–Para olvidar, —Dice Sehun, inclinando la frente sobre el vidrio, que está frío. Afuera, hace un frío Californiano, lo que significa nada que para un chico Neoyorkino como Sehun, pero con el alcohol se siente como si estuviesen en verano. —Mala idea—.

– ¿Qué estás tratando de olvidar?— Pregunta Joonmyun, Sehun lo mira con la vista borrosa. Joonmyun parece estar preocupado, sus labios están hechos un mohín y su entrecejo está lleno de líneas de expresión, y Sehun quiere borrárselas, con sus manos, con su boca, con su corazón.

–A ti— Dice Sehun, y los ojos de Joonmyun se disparan hacia él, y Sehun deja caer su mirada hacia la boca de Joonmyun. –Y lo mucho que quiero besarte—.

–Mierda— Dice Joonmyun. Nunca había oído a Joonmyun maldecir, pero hace que los ojos de Sehun se cierren automáticamente, —Por la mierda Sehun, tú…—Sehun se voltea para mirar por la ventana de nuevo, se muerde el labio inferior, aunque apenas puede sentirlo, entumecido en alcohol, su pecho se siente demasiado apretado y pesado. Se siente mareado también, quizás no debería mirar las líneas punteadas en el pavimento, porque hace que se le revuelva el estómago. —Ni siquiera sabía que eras gay—.

–Ella me golpeó cuando se dio cuenta— Suelta Sehun—La madre adoptiva que tenía antes de Mamá.— Le dijo a mi trabajador social que yo no era normal— Rió amargamente.— Así que me lo guardé, hasta que llegué a la uni, hasta que Baekhyun me delató con Jongin—.

 

– ¿Mamá y Papá lo saben?—Pregunta Joonmyun, y Sehun hace un pequeño sonidito para asentir.

–Les dije el verano después de mi primer año, —Dice Sehun—No…no les importó— Se mete las manos en el abrigo. La lana se siente suave en sus manos, o quizás no, y Sehun está muy ebrio para siquiera saber qué es suave. — ¿No les importó?—

– ¿Hace cuánto que…? —Joonmyun se detiene, y el silencio obliga a Sehun a concentrarse en detener ese zumbido que tiene en el oído— ¿Desde hace cuánto que sientes…?—La voz de Joonmyun es tan forzada, y Sehun piensa en las manos de Joonmyun cuando recorren su cabello, Joonmyun lavando los platos junto a él y Joonmyun sonriéndole y ofreciéndole su e-mail, cuando Sehun era sólo un extraño que sus padres habían llevado a casa.

El auto se detiene, y Sehun se da cuenta de que están de vuelta en el apartamento.

–Siempre, —Dice Sehun. —Hyung, desde siempre— Un segundo después, abre la puerta y vomita en la calle.

 

 

 

Quizás, no desde siempre, Sehun lo admite, pero sí ha desarrollado un amor casi platónico por Joonmyun, eso sí. En algún momento, ya que Sehun ha pasado de ser un dulce adolescente a adulto, lo que siente por Joonmyun ha llegado a ser amor. Y Sehun sabe que es joven aún, pero ha crecido más rápido que otros chicos de su edad, arrastrando los pies de casa en casa, hasta que llegó a la de los Kim y le ayudaron a rehacer su vida.

Es inteligente, y nunca se ha sido desconsiderado con nadie, ni siquiera en su época más rebelde, y, la mayoría de las veces, ha dejado todos sus sentimientos guardados en sus maletas junto con su ropa y las cosas de su primera vida sin las que no podría vivir, sabiendo que en algún momento tendría que irse.

Su amor por Joonmyun es como el cepillo de dientes que deja en el baño en vez de ponerlo en su bolsa de aseo donde tiene todo lo demás, es como la sudadera que deja siempre colgada en el respaldo de su silla en la cocina. Es como esas pocas cosas que ha dejado en cualquier lugar de la casa, y que Sehun quiere poner de vuelta en la maleta, pero que no puede, porque son tan grandes… que es más de lo que la maleta puede abarcar.

Si lo ves de esa forma, doce años de diferencia se sienten como la nada misma, para Sehun, pero mientras vomita en el retrete, sabe que Joonmyun no va a pensar lo mismo, incluso, aunque sintiera un poco de atracción por él.

Joonmyun está detrás de él con una toallita húmeda mientras Sehun vacía su estómago una y otra vez, y la presiona contra su cara, se siente fría. Con la otra mano le frota la espalda en círculos tratando de calmarlo. —Aún me estás tocando, — Dice Sehun, limpiándose la boca con el dorso de la mano y la mano de Joonmyun se detiene.

 

–No te sientes para nada bien, —Dice Joonmyun, quedo. —Quiero cuidarte—.

–Porque somos familia, ¿Cierto?— Dice Sehun con un tono áspero, y vomita de nuevo.

 

Se levanta por la mañana y se siente como si le hubiese pasado in camión por encima. Está enredado entre las sábanas, sólo lleva unos pantaloncillos y hay una botella de Gatorade en su mesita de noche junto a una cajita de Ibuprofeno, y le azotan todos los recuerdos.

–Mierda— Dice, haciendo una mueca de dolor, y su propia voz le retumba en la cabeza.

Joonmyun no está en casa, cuando Sehun se decide a salir del cuarto. El apartamento está vacío y a juzgar por el café que está en la cafetera, Joonmyun se fue hace horas. Mientras mira su móvil, encuentra tres mensajes de Baekhyun, pero ninguno de ellos es importante.

Sehun se siente un poco más humano después de una larga ducha. El olor a vómito se ha ido, y puede desenredarse el cabello con los dedos. Cuando sale del baño, se detiene de sopetón cuando ve a Joonmyun esperándole en la sala, sentado en el brazo del sofá, mirando la nada. Se ve cansado, el rojo de su suéter resalta lo somnoliento y agotado que se ve. Tiene amoratado bajo los ojos y la palidez de sus labios, que generalmente tienen un color sonrosado el cuál Sehun adora, dejan al menor con los pulmones ardiendo, clamando por aire, porque sabe que es su culpa.

 

Se aclara la garganta, y Joonmyun se azota contra la realidad, contemplando a Sehun. Sus ojos se agrandan, y de pronto Sehun se da cuenta de que está prácticamente desnudo, solo con una toalla atada a la cintura. Siente como una gota le cae desde el cabello hasta el hombro, y baja para acomodarse en su clavícula. Joonmyun parece seguirla, y continúa paseando, bajando por su pecho hasta su estómago y quita la mirada de golpe devolviéndola a sus ojos, mientras se pasa la lengua por los labios.

Si fuese otra persona, Sehun creería que… Pero Joonmyun frunce el ceño, y todos esos pensamientos abandonan su mente para hacerle espacio a la culpa. —Gracias por recogerme anoche, — Dice— Y por cuidarme—.

–Nunca más vuelvas a beber de esa manera— Le reprende Joonmyun

–Lo sé— Responde Sehun, mirando hacia otro lado—No volverá a suceder— Traga saliva sonoramente— He aprendido mi lección—.

–No debería ser tan duro contigo, —Dice Joonmyun, y Sehun no sabe si está hablándole a él o a sí mismo. Su tono de voz es tan bajo. —Sólo eres un niñato, no debería esperar tánt—.

–No soy un niño, — Dice Sehun, en alto y Joonmyun se encoge. Sehun baja la voz y se repite más a sí mismo. —No soy un niño, Hyung—.

 

–Lo eres para mí, — Responde Joonmyun, y por fin le mira a los ojos, —Eres un niño para mí, Sehunnie—.

Sehun recibe el mensaje. Fuerte y claro. Una parte de él agradece que Joonmyun no alargue el tema, que no lo rechace directamente, pero el resto de Sehun está demasiado ocupado sintiéndose destrozado para estar agradecido. —Ok, — Dice, alejándose. Un paso a la vez, hasta que está en su cuarto. Le echa el seguro a la puerta con las manos temblorosas. Su respiración está agitadísima. Ni siquiera se da cuenta de que está llorando hasta que su visión se vuelve borrosa, y se recuesta en la cama boca abajo.

Lo único peor que su resaca, piensa, es su corazón destrozado.

Mientras está ahí, tirado, arrugando las mantas entre sus manos, y su cuerpo es sacudido por unos inaudibles sollozos, Sehun trata de tomar todas y cada una de las memorias que tiene de Joonmyun de los pasados cuatro años y dejarlas ocultas en algún lugar de su mente, pero son tantas… que se rinde y da por perdida la causa.

 

 

 

 

 

Sehun siempre ha sido excelente ocultando sus sentimientos tras una careta. Y la utiliza mucho durante los últimos cuatro días antes de las vacaciones de navidad. Un amigo de Joonmyun, llamado Minseok, los lleva al aeropuerto, y si llegó a notar el silencio incómodo que se formó, jamás lo dijo. Intenta sonsacarle alguna conversación a Joonmyun sobre el trabajo, mientras Sehun se hunde en el asiento de atrás, mirando a la gente pasar por la calle.

En el avión, Joonmyun tiene sumo cuidado en no dejar que sus brazos se toquen, mientras le sonríe a Sehun y le habla sobre lo de siempre, y Sehun echa en falta su contacto, y la forma en que el cabello de Joonmyun le hace cosquillas en la barbilla cuando se queda dormido sobre su hombro.

Resulta que Joonmyun es aún mejor que Sehun cuando se trata de ocultar sentimientos, porque Joonmyun puede sonreír y sonreír, dejando a Sehun completamente fuera de lugar.

Jongin le da una mirada a Sehun cuando él y Joonmyun llegan al apartamento, y arrastra a Sehun hasta su cuarto, y habla en voz más que alta sobre un nuevo juego que tiene para su 3DS, hasta que llega a su cuarto y cierra la puerta, le atrae con fuerza para abrazarle y luego dejarle tomar ansiadas bocanadas de aire en su hombro.

–Se dio cuenta, —Dice Sehun— O, bueno, estaba demasiado ebrio y se lo dije, y ahora todo se arruinó—.

– ¿Ves como no era “solo un estúpido amorío adolescente”? —Le pregunta Jongin, y el cuerpo de Sehun tiembla, pero no va a llorar por lo mismo de nuevo, ni siquiera con Jongin.

–Supongo que no, —Dice Sehun.

El segundo día de vacaciones, Jongin va con Sehun a Chinatown a teñir su cabello. Su madre suelta un gritito cuando lo ve entrar, e inmediatamente hace un escándalo, y se asegura de que no esté reseco –No te has teñido el cabello desde que tenías dieciséis, – dice. — ¿Qué pasó que lo has vuelto a teñir?

–No sé, – dice Sehun, negándose a mirar en dirección a Joonmyun. Sus hermanas se vuelven una goma de mascar, diciéndole lo guapo que es, cuando vienen para la noche buena, así se pueden estar todos juntos a la mañana siguiente.

 

 

Jongin está prácticamente adherido a él, incluso más de lo normal, lo que es bueno porque Joonmyun pasa tanto tiempo alejado de Sehun como le es posible. Sehun encuentra su propia felicidad en esos momentos en silencio junto a Jongin, viendo películas con Chanyeol, y esquivando posas de agua congeladas que están en la acera, mientras los tres van caminando por Manhattan porque Sehun quiere comprar uno de esos típicos recuerditos de Nueva York para la creciente colección de cosas inútiles que lleva comprándole a Baekhyun desde hace algún tiempo.

El último día de vacaciones, Sehun se levanta tarde por la madrugada a tomar algo de la cocina. Casi se desmaya cuando ve a Joonmyun en la cocina, tecleando, pero se encoge de hombros, entra y toma el zumo de manzana del refrigerador. – ¿Quieres un vaso?–Pregunta, y a Joonmyun se le traba la lengua para decir que si, cuando responde.

–Te extraño, –Dice Sehun, y los dedos de Joonmyun permanecen inmóviles por encima de las teclas, antes de que empiece a teclear de nuevo.

–Estoy aquí, Sehunnie, –Dice, y en su perfil, ahora, Sehun puede distinguir su mandíbula tensa, sus ojos cansados y su boca seca.

–Lo siento, – Responde Sehun– No quería enamorarme de ti. – Joonmyun exhala, pesadamente, y Sehun se aleja– Pensé que se me pasaría, pero en vez de eso, siguió creciendo– Sehun se toma de su camiseta, la sostiene como si fuese un ancla, atada a un barco, mientras habla. Joonmyun lo mira, sus ojos brillan incluso cuando en la cocina hay un mínimo de luz, y es tan atractivo. Sehun aún siente esa atracción, pero ahora está acompañada por mucho más que solo atracción. –Demasiado para mi maleta–.

–Deberías estar interesado en chicos de tu edad, –Dice Joonmyun, casi temblando, mientras cierra su portátil– Tengo...—

– ¿Crees que no lo he intentado? –Sehun rompe el contacto visual, rodando los ojos, mirando el techo. –Créeme, Hyung, lo he intentado. He...– Se encoge de hombros, con toda la indiferencia que pudo reunir –Pero ninguno de ellos eras tú–.

 

–Sehunnie…—

–Sé que es unilateral, –Le detiene, porque, la mayoría de las veces, no es bueno hablando de emociones, ni siquiera es bueno sintiéndolas. –No estoy pidiendo... Sólo quiero a mi Hyung de vuelta. Nada más, sé...– Se pasa los dedos por su nueva cabellera rubia –Supe desde un principio que tú nunca...– Se le quedan las palabras atoradas en la garganta. –Para de evitarme. Me hace sentir como si fuera...nada–.

Joonmyun se aleja por completo, y cuando los ojos de Sehun se desplazan al suelo, Joonmyun lo mira con una expresión que no puede reconocer muy bien. —Nunca serás “Nada” para mí, Sehun, —Dice tomándolo del brazo— Lo prometo—. Y Sehun siente que el contacto con los dedos de Joonmyun le queman, pero sonríe a pesar de eso, porque Joonmyun lo está mirando, observándolo, por primera vez en semanas. — ¿No te dije que nos quedaríamos contigo?

-Sí, —Dice Sehun— eso dijiste.

 

 

 

 

 

En la primavera, Sehun finalmente aprende el sonido que hace Joonmyun cuando se viene.

 

Es una semana después de su cumpleaños, el cual pasó en un restaurante con Baekhyun a un lado, Zitao en el otro, y Joonmyun por el frente, mirándolo de esa forma que hace que a Sehun le hierva la sangre, incluso le sonrió. Hubo torta, y una vela con forma de veintiuno. Baekhyun le compró algo de beber para celebrar, que por fin está lo suficientemente adulto como para no necesitar una ID falsa para ir a los bares, tiene sabor a fresas.

Esa noche había ido con Baekhyun a ver un show en el campus, y luego de la presentación fueron a caminar un poco. — ¿Cómo va con Joonmyun?— Pregunta Baekhyun, y Sehun agacha un poco la cabeza  —Está mejorando—

En realidad sí. Joonmyun ha parado de evitarlo cuando Sehun extiende su mano para tocarlo, incluso cuando Sehun no ha apoyado su cabeza en el regazo de Joonmyun en meses, éste ha apoyado la suya en su hombro una o dos veces.

Cuando piensa que Sehun no le está poniendo atención, Joonmyun lo mira, con los ojos cargados, escrutantes y Sehun siente que esa mirada se le instala como lava ardiente en la boca del estómago. Quiere decirle, “¡Si, aún estoy enamorado de ti!” Pero está cansado, siente que Joonmyun ya lo sabe, porque Sehun no puede evitar  dejar que sus dedos se rocen cuando toma los platos, casi con veneración, de las manos de Joonmyun para secarlos y dejarlos en el armario.

Así que, está mejorando, pero también, de alguna forma, sigue igual que siempre, porque Sehun está enamorado de Joonmyun y este piensa que Sehun es un chiquillo que debe aprender una lección.

 

 

Después de que Sehun llega a casa, se va inmediatamente a su cuarto, quitándose la ropa para ponerse la pijama. Joonmyun le había dicho que saldría hasta tarde esa noche, pero no le dio más detalles de donde o con quién. En realidad, Joonmyun  tiene treintaidós, y no tiene ni la más mínima obligación de decirle nada. Sehun lee unos PDFs para su seminario, solo, en el silencioso apartamento de Joonmyun, antes dejarlos a un lado y apagar las luces.

Joonmyun llega tropezando al apartamento mucho rato después de que Sehun se ha ido a la cama, y hay dos voces, ambas están riendo, y se escucha el sonido de un beso. La segunda voz, la que no le pertenece a Joonmyun, (y que, por supuesto, es un hombre, piensa Sehun mientras cierra los ojos, porque es obvio que a Joonmyun le gustan los hombres, es sólo que es Sehun el que no—) susurra algo, y Sehun escucha que Joonmyun dice –No hay que meter mucho ruido– mientras cierra la puerta de su cuarto.

 

No le entra duda alguna sobre los gemidos que escucha, ni lo que implican. Sehun odia la forma en que la voz de Joonmyun, ya acostumbrada a la palabra, “Más” lo excita de sobremanera, y lo tiene deslizando una mano dentro de sus pantalones para coger su miembro. Tantea la punta mientras Joonmyun está gimiendo, y el colchón cruje bajo su cuerpo cuando Sehun desliza su pulgar por la hendidura, haciendo uso del líquido preseminal.

Sehun busca con algo de desesperación el lubricante que guarda bajo el colchón cuando los gemidos, casi roncos, se hacen más fuertes, rápidamente derrama un poco de lubricante en sus dedos y empuja uno contra su entrada, lento, primero uno, luego adhiere otro, mientras su otra mano continua rozando toda su extensión con desesperación. No puede llegar lo suficientemente profundo con sus propios dedos, pero basta con cerrar sus ojos e imaginar que Joonmyun es el que está ahí con él, susurrándole en el oído, y no en el cuarto de al lado haciendo todo eso con alguien más.

 

Su cuerpo se tensa y se derrama en su propia mano, unas pocas gotas le caen sobre el estómago y el resto de su esperma está deslizándose lentamente por su brazo. Busca su móvil entre sus cosas para prender el reproductor de música, así puede ahogar el sonido que se cuela por las paredes, se siente sucio y enfermo, aun así cierra los ojos e intenta dormir.

–Lo siento si te desperté anoche–. Le dice Joonmyun esa mañana, apoyado en el mostrador. Su cuello está cubierto de marcas rojas que Sehun no le hizo, y le duele, tanto que Sehun cree que se va a desmayar. Joonmyun lo está mirando con clara intención en los ojos, y de pronto Sehun cae en que, lo de anoche no fue nada más que para dejarle bien en claro la situación.

 

–No me despertaste, –Responde Sehun, evitando los ojos de Joonmyun. –No te preocupes–

 

Sehun ya lo sabía. No pensaba que Joonmyun le tanta manía, ni que fuera tan cruel. Aunque lo peor es que entiende porqué lo hizo, se aseguró de que Sehun lo tuviera claro, y ni siquiera puede reunir la ira suficiente como para resignarse.

Baekhyun no tiene reparos a la hora de opinar sobre el tema –Qué hijo puta, — Dice— Deberías salir con algún tío, de esos de los de intercambio, que esté bien bueno, como venganza. Eso es lo que yo haría—

—Todos sabemos que eres mi modelo a seguir, Baekhyun, — Le responde Sehun con ironía, y Baekhyun tamborilea con las uñas en la mesa.

—Lo digo en serio. Es momento de encontrar a alguien, Sehun—.

—No hay nadie—.

—Tiene que haber alguien, —Responde Baekhyun, y le da con un dedo en la frente, sonriéndole— Estás demasiado bueno para arrastrarte por tu muy-maduro-no-hermano—.

—Sólo tiene treintaidós, — Dice Sehun, y piensa en esos dos meses donde sólo los separan once años de diferencia—.

 

 

 

 

 

 

Yixing es un estudiante de posgrado. Sehun lo conoce cuando Baekhyun lo arrastra a un evento con comida China gratis del que oye hablar a Zitao. Yixing es el animador del evento, presentando a los diferentes grupos que se presentan en el campus. Tiene unos profundos hoyuelos adornando sus mejillas, una sonrisa dulce y cuando le pregunta por su número a Sehun cuando termina la jornada, éste se lo da, disfrutando el contacto de la mano de Yixing en la parte baja de su espalda mientras él sostiene un bollo en sus manos para darle de comer.

En su tercera cita, Yixing le sonríe, y en voz baja y reconfortante le pregunta de quién está enamorado. Sehun suelta toda la historia, y Yixing asiente con un suave “Comprendo” cayendo de sus labios. Sehun cree que es la última vez que verá a Yixing, pero no. Yixing continúa llamándolo, y queriendo pasar tiempo con él, incluso como amigos. Y en eso se convierte, durante los siguientes dos meses, es alguien a quien Sehun llama seguido, sólo porque cuando se siente decaído, la sonrisa de Yixing le ilumina el día.

—Me gusta, —Le dice Baekhyun, dándole un piquete en el estómago mientras pasan un momento agradable en la terraza de la casa de Baekhyun. —Es simpático. Te gustan los buenitos—.

— ¿Entonces qué hago aquí, pasando el tiempo contigo?— Le responde Sehun, y Baekhyun le da un empujón, riéndose—.

 

Sehun llega a conocer el apartamento de Yixing mejor que el suyo. Sabe que Joonmyun está notando algo raro, pero éste ni siquiera lo menciona, ya que Sehun se ha ido y ha vuelto sobrio todas las noches. Sehun siente que Joonmyun tiene tantas palabras en la punta de la lengua, pero que no se permite dejar salir, por eso es que el silencio entre ellos siempre es tan grande.

Sehun llega a casa a las tres de la mañana, quedan dos días para el cumpleaños de Joonmyun. Le pidió ayuda a Yixing para escoger algún regalo para él, y luego de eso fueron al departamento de Yixing, donde su compañero Jongdae estaba probando unas recetas de postres para una recaudación de fondos que se iba a realizar en el campus y en la que él estaba ayudando, ambos probaron todos los postres mientras veían una maratón de todas las películas de Twilight, que dio como resultado un intenso dolor de estomago por tanta azúcar ingerida.

Joonmyun está sentado en la mesa de la cocina, con el portátil cerrado y la mejilla contra el mueble. Está durmiendo, inclinado hacia adelante, y Sehun se saca los zapatos silenciosamente. Camina hacia la sala y saca una manta, para volver a la cocina y ponerla con cuidado sobre los hombros de Joonmyun. Hay una arruga entre las cejas de Joonmyun, sin pensarlo, le deja un beso en el entrecejo y la línea desaparece bajo el leve contacto, y el corazón de Sehun, que había estado tratando de reconstruirse a sí mismo, se rompe de nuevo. —Si serás tonto Hyung, —Susurra Sehun, acomodándole la manta para que no se le caiga cuando se vaya— Tienes que dormir en una cama—.

A la mañana siguiente Sehun envuelve el regalo de Joonmyun. Es una billetera, porque se ha dado cuenta de que la suya está toda raída, y siempre le ve pasar sus dedos por las partes gastadas cuando la saca para pagar por la comida para llevar cada jueves por la noche.

Envuelve la cajita en un maltrecho papel púrpura, y la pone en la bolsa de regalo que Yixing insistió en que usara. Cuando está casi terminando escucha que golpean a la puerta. Rápidamente pone la bolsa bajo la cama y contesta —Está abierto—.

 

—Llegaste bastante tarde anoche, —Dice Joonmyun, entrando al cuarto. Se sienta con cautela en la cama de Sehun. —Últimamente llegas bastante tarde a casa—.

—Sí, —Dice Sehun. El cabello de Joonmyun le cae por la frente, despeinado, y los dos primeros botones de su camisa están abiertos, dejando entrever una piel pálida con una ligera capa de sudor en ella, como se le pone siempre que se para cerca de la estufa. —Estaba donde Yixing—.

— ¿Quién es Yixing?— Le pregunta Joonmyun. No está mirando a Sehun, sus ojos están viajando por cada rincón del cuarto, deteniéndose a mirar las fotos que Sehun tiene a un lado de su cama. Una que se tomó justo después de salir de preparatoria, una instantánea de Baekhyun y Zitao con Sehun al medio, y una foto de él y Joonmyun, esa foto fue tomada cuando Sehun tenía diecinueve, y Joonmyun le había llevado a la playa por el día. Ambos salen sin camiseta en la foto, y ambos lucen indicios de las primeras quemaduras de sol en sus hombros y pechos. Joonmyun está mirando a Sehun y no a la cámara, y este puede recordar, claramente, que Joonmyun olía a sal y a sudor y se acercaba cada vez más a Sehun para que los dos cayeran en la foto.

—Es un amigo—Responde Sehun. —Un estudiante de posgrado que conocí. Me quedé hasta más tarde en su casa porque estábamos probando unas recetas para postres— Trata de  finalizar la conversación, porque ya tiene veintiuno, y no tiene por qué darle todos los detalles de dónde y con quién va. Aunque le entran ganas de hacerlo, cuando los ojos de Joonmyun finalmente se posan en él, y lo derrumba cuando se pone más cerca, un poquito más cerca. Sehun puede sentir su calor. Los músculos de Joonmyun se marcan bajo la tela delgada de sus elegantes pantalones de verano.

—Así que él es con quién has estado saliendo— Dice Joonmyun— Me lo imaginaba—. Sehun pasa sus piernas a un lado de la cama, para que ambos queden sentados uno al lado del otro. — ¿Cuántos años tiene?—

Sehun aprieta las sábanas entre sus puños. — ¿Qué?—

 

— ¿Qué edad tiene tu nuevo novio?— Dice Joonmyun. —Dijiste que era un estudiante de Posgrado, así que…— Susurra, y Sehun siente que va vomitarse la rabia, porque no es justo, que Joonmyun esté tan cerca y que Sehun no pueda tomarle la cara con las dos manos y besarlo hasta que deje de intentar destrozarlo con sus palabras. — ¿Tienes una especie de fascinación por los chicos más grandes o algo así?­— Se ríe, con un sonido quebrado,  y por un momento, Sehun siente que Joonmyun se ve triste, y lo odia.

—Yixing no es mi novio, Hyung, —Dice— ¿Sabes por qué?

 

Joonmyun lo mira, lo mira en serio, y Sehun le sostiene la mirada de vuelta. Puede ver el inicio de algunas líneas de expresión en el borde de sus ojos, y algunas canas apareciendo en su cabello, y Sehun, con una certeza que no sabía que tenía, sabe que Joonmyun será igual de hermoso cuando tenga cincuenta, y cuando tenga setenta, porque cuando lo mira, siempre verá una mano amiga y en el momento en el que se la tendió a Sehun cuando éste sólo era un niñito perdido sin la más mínima idea de donde pertenecía.

 

Con las manos entrelazadas en su regazo, Sehun deja sus hombros caer.

 

—Es porque te amo, — Dice Sehun— Te amo—.

—Tú crees que me…— Joonmyun estira el brazo y deja caer su mano en el hombro de Sehun, que lo empuja para evitar el contacto.

Te amo, aunque pienses que mis sentimientos no importan y traes hombres a casa para follártelos y que yo pueda escuchar y asegurarte de recordarme que somos familia cada vez que te miro demasiado—. Joonmyun retrocede, y Sehun continua— Desearía no amarte, porque estoy cansado de pensar en ti cada minuto del día, y sentirme tan…— Sube las piernas a la cama para poder rodear sus rodillas con los brazos, como hizo una vez en la oficina de su trabajadora social cuando tenía escasos ocho años, y ella, con mucha prudencia, intentaba explicarle que su primera familia creía que no encajaría bien en el grupo familiar. —Tan atrapado, ­—Dice. —Crees que soy un niño, pero no lo soy. Se lo que quiero, pero no lo puedo tener, así que estoy tratando de resolverlo de alguna forma Hyung, y decidirme por lo que sí puedo tener, e incluso si Yixing fuera mi novio, no tienes ningún derecho de juzgarme por eso—.

—Sehunnie, —Comienza Joonmyun, el menor respira temblorosamente, buscando bajo su cama la bolsa de regalo y se la lanza a Joonmyun.

—Pero si tanto deseas saberlo, Yixing no es mi novio. Él sólo… anoche me ayudó a elegir tu regalo, y yo— Sehun atropella todas las palabras dentro de su boca. Se va de la habitación, tomando una sudadera, y corre directamente hacia la puerta, arrancando las llaves de su auto del colgador. Oye a Joonmyun que lo está siguiendo, llamándolo, y Sehun azota la puerta porque no quiere que lo abrace y le diga que todo está bien, que todo estará bien, porque no es así, y no lo será hasta que Sehun deje de sentir todas estas cosas.

Termina en casa de Baekhyun, que con una sola mirada lo lleva escaleras arriba y los encierra a ambos en su cuarto así nadie puede molestarlos por el resto de la noche.

 

 

 

 

 

 

 

Jongin no tiene exámenes finales, así que toma un vuelo tres días después del cumpleaños de Joonmyun. Sehun lo recoge en el aeropuerto, y van a la casa de Baekhyun, Jongin le cuenta sobre las cosas que pasan en casa, tratando de distraerlo de la miseria que ha estado arraigada a él como una cadena los últimos cuatro días.

 

Y, de alguna u otra forma funciona, especialmente cuando Jongin le cuenta cómo Chanyeol ha empezado a prácticamente acampar afuera del dormitorio de Jongin, declarando que le está cortejando, y Sehun se ríe por primera vez en lo que le parecieron años mientras Baekhyun le pregunta a Jongin si está funcionando.

Todos los días Sehun espera hasta que está seguro de que Joonmyun se ha ido, para ir a casa, bañarse y coger una muda del apartamento, antes de clases. No sabe qué hará cuando las finales se acaben, cuando tenga que irse.

—Joonmyun Hyung sabe que estoy aquí, —Dice Jongin. —Podría ir y empacar por ti—.

—Puedo hacerlo, —Dice Sehun— No soy un niñito, y la gente no necesita mimarme—.

—Y yo que estaba aquí, pensando en que eras mi hermano, y que no quiero verte llorar más, —Dice Jongin, y el pecho de Sehun se oprime cada vez más, colapsando. —No es como que te haya visto llorando, —Agrega Jongin— Porque definitivamente nunca te he visto llorar.

—Está bien, —Dice Sehun— Gracias—.

—No es nada, me preocupo por ti—.

—No, quiero decir… Gracias por todo, Jongin. No sólo por ahora, si no que… por todas las veces…—

— ¿Cuándo fue que te volviste tan cursi?— Pregunta Jongin—. Pensé que yo era el cursi de los dos.

— ¿Tan cursi que hasta aceptas las proposiciones románticas de Chanyeol? —Se burla Sehun, y Jongin se sonroja, pateándole una canilla.

 

 

Yixing lo lleva a cenar la noche antes de su examen final — ¿Estás bien?

—Me siento agradecido de que haya pasado a finales del año, —Dice Sehun—. No sé qué haré el próximo año, o cómo le explicaré a mamá que no puedo vivir más con Joonmyun Hyung, pero…—.

—Puedes vivir conmigo, —Dice Yixing—. Jongdae se gradúa, y tengo un cuarto libre—.

Sehun parpadea, y le sonríe. — ¿Estás seguro de que eso está bien? —Pregunta, y Yixing asiente.

—Absolutamente, —Dice— Quizás…—.                                                                          

— ¿Quizás qué?— Sehun pincha una de sus papas fritas con el tenedor.

—Nada, —Dice Yixing, y le da una de esas dulces sonrisas adornadas con sus característicos hoyuelos, y Sehun desea, aunque no por primera vez, que fuera más fácil mudarse.

Sehun y Jongin conducen hasta la costa gracias a la insistencia de Jongin, toman la L-10. —Debería estar estudiando, —Dice Sehun y Jongin se ríe de él—.

—No vine aquí para verte estudiar, —Dice Jongin, bajando la ventana y sacando la cabeza como un perro en una película de Disney—.

El sonido del muelle, con los niños gritando y las cancioncillas de los juegos de los parques de entretenciones, llenan un espacio en la cabeza de Sehun, y por un momento se olvida de su tristeza.

— ¿Te sientes mejor ahora, o no?—Pregunta Jongin, después de que descienden las escaleras hasta la arena, hundiendo sus pies en ella mientras caminan. No está caliente aún, así que la caminata es reconfortante para Sehun, salvo por el dolor latente en sus piernas mientras camina en la arena. Jongin toma dos puñados y las deja caer entre sus dedos antes de limpiarse el polvo en sus vaqueros. — Sabía que lo harías—.

—Cuando escuché que me iban a poner en una familia tan grande, —Comienza Sehun— Estaba muy asustado— Mira pensativo hacia el mar, donde una madre estaba jugando con su pequeño. Apenas si puede recordar la cara de su madre, pero, quizás, sea lo mejor —Pensaba que sería lo de siempre, otra casa en la que me sentiría como un extraño. Es fácil sentirse perdido cuando hay tanta gente—.

Jongin le toma la mano a Sehun y los lleva a ambos hacia el agua. —En vez de eso…—.

—Te encontré a ti—. Sehun tirita cuando el agua alcanza sus pies. —Y a Mamá y a Papá, dos lindas hermanas, y un hogar—. Se pasa la lengua por los labios—. Pero también a Joonmyun Hyung—. Y se va, se aleja de la arena mojada—. Joonmyun Hyung sabe lo que se siente de una forma que otras personas no entienden, porque él lo ha vivido—. Otra ola les alcanza, y la espuma les sube hasta los tobillos, dejando leves huellas—Sin él, no sé si todo habría salido tan bien, ¿Sabes?—

—Sí, —Dice Jongin— A veces, cuando éramos más jóvenes, me ponía celoso porque ustedes hablaban tanto. Joonmyun Hyung me dijo que no me pusiera así, porque tú lo necesitabas de otra forma—.

Sehun asiente —Así era. Aún es así, pero… Es tan difícil, Jongin, es como si llevara piedras en vez de órganos—.

—Qué asco, —Dice Jongin— Suena horrible—.

—Lo es, —Dice Sehun— Cero estrellas de cinco, no lo recomiendo para nada—.

 

El regreso a casa lo hacen en silencio. Jongin se queda dormido quince minutos después de que entran en la carretera, incluso cuando se quejó como un millón de veces de que no confiaba en Sehun detrás del volante. Sehun se pasa todo el resto del camino sopesando todas las cosas buenas y malas en su vida, y las buenas ganan en peso, incluso si las cosas con Joonmyun están arruinadas para siempre. Tiene tantas cosas que nunca se había dado cuenta que tenía, y siempre estaba, egoístamente, pidiendo más.

 

Como sea, piensa, mirando a Jongin, quién había volado hasta california solo para ayudar a sanar el corazón roto de Sehun, la vida sigue. Siempre ha sido así, al menos esta vez, Sehun no tiene que meter todas sus cosas en una maleta  ni esperar a que no se le haya quedado nada afuera.

 

 

 

 

Joonmyun llama a Sehun una y otra y otra vez. Y Sehun nunca le contesta, porque no quiere sus típicas frases reconfortantes, o que le diga que se le va a pasar, como si Sehun tuviera doce en vez de veintiuno.

— ¿Crees que, —Dice Sehun— Soy muy joven para amar de verdad?—.

Yixing inclina la cabeza, pensativo. —No creo que uno sea demasiado joven para sentir amor verdadero, —Le responde— A veces somos demasiado jóvenes para comprometernos o para creer que el amor durará para siempre, pero no creo que porque alguien haya vivido menos su amor es menos verdadero—.

Sehun le cuenta esto a Baekhyun, cuando él y Jongin están bebiendo sentados en el suelo de su cuarto mientras Sehun, hace un intento fallido por leer sus notas de química orgánica. Baekhyun eructa, fuerte, como un camionero, y le mira adormilado, con un solo ojo abierto— Honestamente, Sehun, nunca he dudado que tu amor por Joonmyun sea real. Lo he sabido desde primer año—.

—Jongin se rasca la tripa, y le sonríe a Sehun. —Nadie puede decirte cómo debes sentir, ¿Verdad?—.

—Cierto— Asiente Sehun.

 

 

 

 

 

Sehun toma el último examen del año. Termina al medio día, lo que le deja tiempo suficiente para volver al apartamento, darse una ducha y cambiarse de ropa antes de que Joonmyun vuelva a casa. Tienen una fiesta en casa de Zitao esa noche, y le ha prometido a Jongin que irían. Solo necesita sacar algunas prendas que se vean aceptables, o al menos no tan miserable, ni con olor a la comida enlatada que Baekhyun siempre deja abierta.

No se esperaba que Joonmyun lo estuviese esperando sentado en el sofá — ¿No deberías estar en el trabajo?— Es lo primero que Sehun le dice, y éste lo observa. Tiene las manos enredadas una con la otra, el entrecejo fruncido, todo tenso y nervioso.

—No has contestado ninguna de mis llamadas, —Dice Joonmyun— Estaba preocupado por ti—.

—Es obvio que no he estado respondiéndolas, —Dice Sehun— He estado tratando de venir al apartamento cuando no estás—.

—Lo sé, —Habla Joonmyun— Me tomé la tarde libre para poder estar aquí—.

— ¿Para qué?— Pregunta Sehun, y Joonmyun tira de su corbata, para sacársela. Tiene la mirada al borde del pánico, toda su cara está roja, como cuando hace abdominales en la sala de estar. — No podría sentirme peor, Hyung, así que no necesito que me—.

 

—No se suponía que crecieras tan guapo, — Dice Joonmyun, interrumpiéndole, y a Sehun se le cae la bolsa de las manos. —Ni tan dulce y gracioso. No se suponía que tu cabello se sintiera tan bien entre mis dedos, ni que te convirtieras en la persona a la que vería cada mañana cuando entrara en la cocina— Aún sigue tironeando de la corbata— Se suponía que tenías que ser mi hermano pequeño. Por la mierda, tienes la misma edad que Jongin, Sehunnie,  le enseñé a usar el orinal cuando yo tenía catorce—.

— ¿Hyung?

 

Joonmyun lo mira, y sus ojos están irritados, cansados. Sehun da un paso hacia él. —Sentía que…— Los labios de Joonmyun están secos, quizás ha tenido insomnio al igual que Sehun— Que estaba mal que yo quisiera besarte— Se pasa una mano por el cabello, y Sehun da otro paso— Antes de Navidad, cuando… Era mucho más fácil cuando pensaba que te gustaban las mujeres, pero tenías que decirme que…—Las venas en los brazos de Joonmyun siempre han sido prominentes, y cuando Sehun se sienta a su lado en el sofá, le toma uno para ponerlo sobre su regazo, y así poder pasar sus dedos por encima de ellas. Joonmyun respira agitado mientras Sehun pasa lentamente su dedo por la parte interna de su antebrazo, y eso hace que el chico sienta, por primera vez en mucho tiempo, una pequeña luz de esperanza

— ¿Que te amo? — Pregunta Sehun, y Joonmyun asiente—.

—Estabas tan borracho, — Dice Joonmyun— Pero sentí que lo decías en serio— Se voltea directamente hacia el más pequeño, y ahí está, piensa Sehun, ese Joonmyun abierto y transparente del que se había enamorado, a los dieciséis, a los dieciocho, a los veinte. —Quería… pero, Sehun, eres tan pequeño, y yo solo quería…—.

— ¿Me amas? —Pregunta Sehun, sosteniéndolo por los codos, y Joonmyun cierra los ojos. — ¿Hyung, me amas?—

—Sí, —Susurra Joonmyun, y Sehun no puede retener el sollozo que se le escapa mientras atrae a Joonmyun hasta sus brazos, enterrando su cara en el cuello del mayor. El cuello de la camisa de Joonmyun es almidonado, y se le entierra en la mejilla, pero no le importa. Nada le importa si no el hecho de que los brazos de Joonmyun están rodeándole cautelosamente, y que Joonmyun está diciendo su nombre en su oído, con suavidad y anhelo.

Sehun pasa una pierna por encima de Joonmyun, sentándose en su regazo, y desde esa posición le puede mirar desde arriba, y juntar sus frentes. La respiración de Joonmyun aún está inestable, como si hubiese corrido kilómetros y kilómetros para llegar aquí, donde Sehun lo había estado esperando. — ¿Puedo besarte?— Pregunta Sehun, y en vez de eso Joonmyun le toma de la barbilla y le besa.

Comienza dulce, pero Sehun ha esperado tanto por esto, que le lame los labios y Joonmyun sonríe y los abre para él, dejándole probarlo por primera vez. Hace calor, y las manos de Joonmyun se enredan en la camiseta de Sehun, y la mano de éste se aferra de la corbata de Joonmyun y tira de ella para atraerlo hacia sí, lo suficiente como para que Joonmyun haga su parte usando el agarre de la camiseta del chico para acercarlo aún más. Sehun gime mientras Joonmyun le toma el labio inferior entre sus dientes, mordiéndolo con dulzura antes de terminar, dejándole un beso más, uno sin segundas intenciones, en los labios para después alejarse y recuperar el aire perdido.

— ¿Puedo besarte de nuevo?— Pregunta Sehun inmediatamente, y Joonmyun se ríe, incrédulo, y suelta la camiseta de Sehun para recostarse un poco sobre el sofá. Su cara está roja, y el color se extiende hasta su pecho, su piel, casi pálida, se ruboriza bajo la lasciva mirada de Sehun.

— ¿No crees que esto es ir muy rápido? —Le dice Joonmyun en tono burlón, con un pequeño brillo en los ojos, y Sehun le regala una pequeña sonrisa.

—No sé, — Dice Sehun— He soñado tantas veces que me llevas a la cama, que ya perdí la paciencia—

Joonmyun le muerde el labio inferior, y cierra sus ojos mientras respira profundo. Sehun lo toma del nudo de la corbata, y cuando lo deshace, se inclina para besarle la el cuello, moviendo las caderas encima de las de Joonmyun. Con un jadeo entrecortado, Joonmyun desliza ambas manos hasta la parte baja de los pantalones de Sehun, tomándolo del trasero. —Eres demasiado pequeño para mí, —Dice, y Sehun se ríe, con los labios pegados a la piel del cuello de Joonmyun, antes de alejarse y mirarlo de arriba abajo.

—No, —Dice Sehun —No lo soy, soy un adulto. Lo soy desde hace ya, bastante tiempo, y Hyung. Te he querido desde que tenía dieciséis. Tuve tiempo de sobra como para poder cambiar de opinión—.

—Tengo treintaidós, Sehun, —Dice Joonmyun algo abatido. —No, diablos, treintaitrés—.

—Ni siquiera lo suficientemente grande como para ser mi padre, —Responde Sehun, pasando una mano por el cabello del mayor, suave y abundante, mientras le abre otro botón de la camisa. —Estoy realmente enamorado de ti, por si no te has dado cuenta—.

—Lo sé, —Contesta Joonmyun, mirándolo con grandes ojos y los labios sonrosados e hinchados. —Esto es una locura, Sehunnie—.

—Pero si me amas, —Responde Sehun— Y yo te amo también— Se agacha para besarlo de nuevo, y las manos de Joonmyun vuelven a su cintura. — ¿Qué hay de loco en eso?— Le susurra contra la boca y las pestañas de Joonmyun revolotean como mariposas.

—Todo, —Dice Joonmyun, y está besándole de nuevo, profundo, exhaustivo, como si finalmente se hubiese deshecho de toda atadura y por fin estuviese tomando lo que siempre había querido.  Sehun le deja tomarlo, para luego tomar un poco el control, y se las arregla para desabotonar el resto de la camisa del otro, dejando ver una piel lisa y músculos esculpidos para el deleite de los dedos de Sehun.

En algún lugar entre el sofá y el cuarto de Sehun, pierden sus camisetas, y en algún lugar entre la puerta y la cama, ambos pierden sus pantalones y caen sobre la cama de Sehun solo en ropa interior. Las manos de Joonmyun recorren cada rincón del torso de Sehun, trazando las líneas entre sus costillas para luego terminar en su pecho, rozando sus pezones. Sehun se está poniendo duro a base de puro contacto, y cuando Joonmyun lo besa de nuevo, Sehun tira del elástico de los calzoncillos del mayor.

Y Joonmyun se aparta, para mirarlo, incrédulo, y Sehun lo mira directo a los ojos –Si me quieres, – Dice Sehun, –puedes tenerme–.

 

–Si te quiero, –Le contesta Joonmyun, con suavidad. Suena tenso, pero sus manos, están tirando de la ropa interior de Sehun con toda seguridad.

 

 

Cuando Joonmyun lo tiene completamente tendido en la cama, con ambas almohadas bajo el cuello y las piernas abiertas, Sehun no está seguro de si está soñando o no. Pero la punzada del primer dedo indagando en su interior le reafirma la verdad, y que Joonmyun está realmente con él en ese momento.

Joonmyun es bastante cauto a la hora de prepararlo, primero un dedo, y añade más lubricante hasta que Sehun está lo suficientemente húmedo para añadir un segundo. Con dos dedos empujando en su interior, Joonmyun le mira a él y a su mano intermitentemente. —Te ajustas a mis dedos con mucha facilidad, — Le dice, como si le estuviera felicitando por sus notas o algo así, y Sehun se muerde los labios para no gemir. Aunque sabe que Joonmyun puede sentir los pequeños espasmos que está sufriendo en sus dedos, porque sus ojos inmediatamente buscan los de Sehun.

—Siempre me imagino esto cuando me toco, —Dice Sehun, sosteniéndole la mirada. El cabello de Joonmyun se le pega a las mejillas y la frente con la transpiración. —así, con tus dedos dentro de mí—.

—Me voy a ir al infierno, —Dice Joonmyun, probando con otro dedo, intentando dilatar más la entrada de Sehun, frotando su dedo en una zona erógena detrás de sus testículos, y dobla un poco los dedos para encontrar su próstata. —De verdad que me voy a ir al infierno—.

—Ya no tengo dieciséis ¿Sabes? —Contesta Sehun en un jadeo, mientras las yemas de los dedos de Joonmyun presionan en el punto preciso, robándole el aliento, haciendo que sus caderas cobren vida, y se muevan en dirección al mayor, pidiendo por más.—Se lo que mi cuerpo quiere—.

—Definitivamente ya no tienes dieciséis, —Dice Joonmyun con la voz aterciopelada. Con la mano libre acaricia de arriba abajo toda la extensión de Sehun, abriéndolo de piernas con un ligero toque, mientras sigue relajándolo. Sehun puede sentir como el sudor desciende por los finos y húmedos cabellos de su nuca. —Eras adorable cuando tenías dieciséis, pero ahora…— Habla el mayor mirándole su cuerpo de arriba abajo, y le hace ruborizarse,  incluso cuando de la sola excitación está derramando las primeras gotas de líquido preseminal en la parte baja del estómago. —Estás tan alto. Cada vez que te veía, te ponías más guapo mientras yo tenía mis ojos puestos en cualquier otra parte, menos en ti—. Empuja hacia arriba, manteniendo los dedos presionando la próstata del chico, y envía silenciosas y constantes vibraciones a través de su piel, suaves olas de placer. La quemazón de un principio casi ha desaparecido, para ser reemplazada por la rápida y húmeda fricción que ejercen los dedos de Joonmyun en su interior.

 

—Por favor, —Ruega Sehun, empujando con sus caderas, pidiendo por más, pero Joonmyun continúa haciéndolo lentamente, tomándose su tiempo. Le mira, con ojos oscuros, mientras Sehun se está derritiendo bajo el contacto, y pierde la cordura cuando Joonmyun introduce el meñique, con bastante habilidad y determinación. Sehun abre aún más las piernas, invitando a Joonmyun, y éste le susurra, lenta e inaudiblemente palabras de aliento mientras curva sus dedos.

Sehun no podría estar más duro, y con las manos empuñadas se aferra de las sábanas cuando Joonmyun saca uno de los dedos, dejando sólo tres, y comienza a penetrarlo. —Te ves tan bien, —Dice Joonmyun, y Sehun se esfuerza para poder respirar, mientras la tensión se le acumula en lo bajo del vientre y en las piernas. —Siempre te ves bien, Sehunnie, pero especialmente así—.

—Fóllame, — Dice Sehun, o al menos lo intenta, —Por favor, por favor, —Joonmyun toma su extremidad con la mano que tiene desocupada, al principio el roce es algo lento, pero el líquido preseminal de Sehun facilita el deslice de la mano. Y es demasiado para el chico, los dedos de Joonmyun introduciéndose en su interior, su otra mano masturbándole con deliciosa rapidez y sus ojos, que le miran acechantes y metódicos. Sehun se viene sin darse cuenta si quiera, y el orgasmo le golpea como una oleada, uno tras otro mientras Joonmyun sigue estimulándole con fuerza. Cuando terminan, Sehun se da cuenta de que en algún momento cerró sus ojos, y los abre para mirar a Joonmyun, que había soltado su miembro pero que aún continúa penetrándolo con los dedos.

— ¿Estás bien? —Le pregunta, y Sehun asiente, tiritando, y mirando la mano se Joonmyun que se dirige hacia su propio miembro. Sisea cuando se toca la punta, y la nuez de su garganta se mueve de arriba abajo.

—Bésame, —Dice Sehun, y el mayor le sonríe, saca sus dedos del cuerpo de Sehun para acomodarlo y juntar sus labios. La sensación de tener la erección de Joonmyun contra su abdomen hace que Sehun se excite de nuevo. El mayor aprisiona a Sehun bajo sus brazos y su lengua se desliza deliciosamente dentro de su boca, y éste mueve insistentemente sus caderas contra las de Joonmyun, robándole más de un jadeo.

—Sehunnie, —Gime, y Sehun desliza sus manos por toda la longitud de su columna, para luego detenerse en la parte baja de su espalda y le atrae con fuerza, hasta que puede sentir el miembro de Joonmyun, caliente, presionando contra sus testículos. Joonmyun flexiona sus brazos hasta que todo su peso recae en sus codos, la distancia ahora es mínima y es mucho más fácil besarle.

—Hyung, —Dice Sehun, alejándose un poco para mirarlo directamente a los ojos, —Dame más—.

Gira un poco hasta acomodarse al lado de Sehun, y lo besa mientras, con el pulgar tantea su entrada que aún está sensible y un poco dilatada, pero Sehun no quiere sus dedos.

— ¿Estás seguro? —Pregunta Joonmyun, con su boca rozando el cuello de Sehun, y baja, succionándole la piel de las clavículas, e introduce dos dedos en el cuerpo del menor, curvándolos de inmediato. Sehun puede sentir el calor arremolinándose en la parte baja de su estómago, y lo quiere ocupando cada rincón de su cuerpo.

Mira a Joonmyun con los ojos entrecerrados. La piel del mayor está sonrosada, sus labios están oscuros de tanto besarse, y sus ojos atrapados en los de Sehun, incluso cuando está metiendo y sacando ambos dedos del interior de Sehun a un ritmo firme y desesperante. Sehun podría venirse sólo con ese mínimo contacto, pero no es lo que quiere. Quiere sentir a Joonmyun dentro de él. —Sí, — Dice— Claro que estoy seguro—.

Joonmyun se sienta en la cama, tomando el lubricante con la mano limpia. — ¿Tienes condones? —Pregunta, y sehun se quita el cabello de la frente y cierra los ojos.

—Debajo de la cama, —Dice. Y escucha a Joonmyun moverse, y la cama más liviana antes de que el peso se reacomode entre sus piernas.

—Falta uno, —Dice Joonmyun, y Sehun abre los ojos. El castaño está sentado sobre sus rodillas, el trasero sobre sus talones, y su miembro erguido hasta tocar la parte baja de su estómago.

—Está en mi bolso, —Dice Sehun— Lo tengo ahí porque Baekhyun siempre me pregunta si tengo uno demás cuando estamos en alguna fiesta—.

 

Joonmyun arranca el envoltorio, pero se detiene un segundo. —No es tu… — El “Primera vez” se le queda en la punta de la lengua, y Sehun se pasa la lengua por los labios.

—No, —Le dice, —Es sólo que…—Se tapa el rostro con el antebrazo por un momento, mientras Joonmyun se pone el condón. Y cuando escucha el “click” de la tapa de lubricante se descubre los ojos. —No me parecía correcto tener sexo con otras personas cuando lo único que quería era que fueran tú—. La mano de Joonnmyun titubea un poco al acariciar su propio miembro, recubriendo el condón con lubricante, y mira a Sehun boquiabierto, como que sin importar las veces que Sehun lo diga, Joonmyun nunca podrá creer que esto es lo que realmente quiere.

Después de volver en sí, Joonmyun se acerca a Sehun, posicionándose entre sus piernas, y pone sus manos en las caderas del chico, ambas se sienten pegajosas cuando entran en contacto con su piel. — ¿Puedo moverte un poco? — Sehun asiente y Joonmyun lo reacomoda con suma facilidad, poniéndolo a horcajadas sobre sus regazo, así sus caderas tienen libertad de movimiento, y con la otra mano puede sostener a Sehun mientras él se inclina hacia sus labios,  la punta de su miembro está rozando la entrada del menor. — ¿Estás S—

—Sí, —Grita Sehun, y Joonmyun empuja sus caderas contra él. Se desliza fácilmente, ya que Sehun está bastante dilatado, y se siente completo, sus músculos se contraen alrededor de la extensión de Joonmyun mientras éste está dentro de él, su pecho se siente pesado y su mano ejerce una presión casi castigadora en las caderas de Sehun. El menor gime lastimeramente descansando el mentón en el hombro de Joonmyun, y éste levanta sus caderas suavemente, más en un movimiento involuntario que una estocada. —Muévete más fuerte, por favor Hyung, más fuerte—.

Y todo se vuelve borroso para Sehun, Joonmyun entra cada vez más profundo, con suaves y continuas envestidas que le hacían tiritar, hasta que sacó su miembro para mover las piernas de Sehun hasta sus hombros, presionando sus rodillas contra su pecho cuando le empujaba. El nuevo ángulo hace que Sehun gima con cada estocada, mientras Joonmyun golpea su próstata haciendo que su miembro choque contra su estómago.

Su mano baja para tocarse cuando se siente venir, las estocadas de Joonmyun se vuelven más erráticas y se derrama en sí luego de unas cuantas caricias, con el pulgar presionando la punta de su miembro mientras Joonmyun continúa follándoselo hasta que se viene también, cayendo sobre Sehun mientras un orgasmo se le sale de la boca.

Joonmyun se estremece encima del cuerpo del menor, y da leves envestidas que tienen a Sehun gimiendo casi al borde del llanto debido a la hipersensibilidad, sus músculos palpitan alrededor del miembro de Joonmyun, y luego siente el vacío cuando Joonmyun lo saca. Se besan, lánguidamente, mientras Sehun deja caer sus piernas en el colchón, le duelen y se sienten tensas por haber estado tanto tiempo dobladas contra su pecho.

Joonmyun comienza a preocuparse incluso antes de que recobre el aliento, acariciándole los muslos mientras Sehun lo mira con una expresión que probablemente sea de vergüenza. —Te amo, —Le dice Sehun, con la voz áspera, aún está temblando. Se siente vacío, y necesita tener a Joonmyun dentro de él una vez más, pero también se siente completo, y en su pecho, donde acostumbra a sentir dolor, hay un extraño y arrollador sentimiento de felicidad. —Sé que ya lo sabes, pero te amo—.

Acaricia el muslo de Sehun con sus manos, están algo pegajosas por el lubricante y la esperma, sube por su estómago, que aún está manchado con el orgasmo, y Joonmyun continúa hasta reposar su mano en el pecho de Sehun, acariciándole y le mira con esa cara que Sehun quisiera besar por el resto de su vida.

—Está bien—Dice Joonmyun, y se inclina para adueñarse de su boca, besándolo, sus lenguas jugueteando una con la otra mientras Sehun envuelve sus manos alrededor del cuello de Joonmyun.

 

Más tarde, ni idea cómo, Sehun saca la energía suficiente como para mandarle un texto a Jongin, se arrastra fuera de la cama para encontrar su móvil, que se encuentra en sus desgastados jeans. “Ve a la fiesta con Baekhyun”, le escribe. “Tengo que resolver algunas cosas con Joonmyun Hyung”

“Necesitas ayuda?” Se lee en el mensaje de vuelta, y Sehun le envía un guiño, y espera que sea suficiente como para que Jongin comprenda. Y vuelve a la cama.

Joonmyun le toma de un brazo y lo atrae hacia sí, le pasa una mano por el cuello, jugando con su cabello, y la otra la posa sobre su cadera para que no se pueda ir. —Sehunnie, —le dice — ¿De verdad esto es lo que querías?— Y no lo está cuestionando, más que eso probablemente se está asegurando, y Sehun quiere hacerle la vida mucho más fácil.

—Sí, —Responde— Sí—.

—Bien, —Dice Joonmyun, —Porque también es lo que yo quiero—. Y le besa el hombro.

 

 

 

 

 

 

Sehun se arregla el sombrero de graduación, tirando del colgante hacia el otro lado. Baekhyun tiene un brazo colgando por encima de sus hombros, y el sombrero de graduación perdido entremedio de la multitud, pero debe estar agradecido de haberse graduado de una vez.

Jongin es el primero en llegar a su lado, atrapándolo en un abrazo de oso que podría haberle quebrado la mitad de los huesos, y Mamá y Papá le sonríen a ambos. Sus dos hermanas tratan de arreglar su cabello, y luego se giran hacia Jongin, que tiene todo el traje arrugado y desacomodado, y la camisa fuera de los pantalones. —Lo hiciste, — Dice Jongin— No puedo creer que ya estemos libres de la universidad—

— ¿Estemos? —Responde Sehun. — estarás libre, acabo de inscribirme para seguir estudiando por otros tres años—. Sehun continuará sus estudios de posgrado, aunque seguirá en la Costa Oeste. —Tú y Chanyeol tendrán que soportar mis quejas por los estudios por mucho tiempo más. — Jongin se sonroja cuando escucha el nombre de Chanyeol, últimamente eso se ha vuelto algo normal, Sehun sonríe.

—Sí, sí, —Dice Jongin. Empezará a trabajar en una compañía de danza el otoño que viene. Es lo que siempre ha querido, y Sehun está feliz por él.

Joonmyun también está feliz por Jongin, sonrió y le contó a Sehun la historia de cuando llevó a un pequeño Jongin de sólo siete años a clases de danza, que se aferraba a su mano cuando estaban en el tren. Tiene un montón de historias de Jongin, y siempre le cuenta las más tiernas cuando ambos están tomando un vaso de zumo en la cocina. Sehun siempre le besa, cuando termina de contarlas, porque cuando Joonmyun se pone nostálgico se le hace irresistible, y le encanta el sabor de los labios de Joonmyun mezclado con el zumo de manzana.

Cuando todos van caminando, Joonmyun se queda atrás, y se detiene hasta quedar al lado de Sehun. Está usando un traje maravilloso, de una tela de seda ligera, que se ajusta a sus piernas perfectamente, el cabello peinado hacia atrás. Y la sonrisa amplia.

Sehun se pregunta si alguna vez su corazón dejará de latir tan rápido cuando Joonmyun le sonríe. Espera que no.

La mano de Joonmyun se entrelaza con la de Sehun y le da un pequeño apretón antes de soltársela. —Felicitaciones, —Le dice, con una promesa en los ojos, de que después de todo esto, habrá un tipo de celebración diferente, e incluso después de un año, Sehun se siente sofocado como si fuera la primera vez.

—Gracias, Hyung, —Dice Sehun. — ¿Estás seguro de que estás listo para vivir conmigo durante tres años más?

—Estoy listo para vivir contigo por siempre, —Contesta Joonmyun, y Jongin los mira de reojo, alzando una ceja. —Creo que mejor nos apuramos—.

Mañana, piensa Sehun, será el día, planean contarle a todos en la familia sobre lo suyo. Sehun no está seguro de qué pasará, pero sabe que Jongin lo acepta, y sabe que Joonmyun estará ahí, también. Y piensa en que… es extraño, pero Sehun se siente seguro de que no perderá a su familia por esto. Es una confianza que nunca antes había sentido, y la saborea, y está orgulloso de ella tanto como de su diploma de graduación.

 

El Sehun de dieciséis años nunca habría imaginado nada de esto: Todas estas personas aquí, felices de verlo, el hombre a su lado que le besa cada día y noche, y su amigo pegado a él y tratando de coquetear con la menor de sus hermanas… pero el Sehun de veintidós años… podría imaginar lo que fuese.

Quizás, piensa Sehun, podría, por fin, guardar su maleta vacía en el fondo del closet.

 

 

Notas finales:

Sus comentarios son mi pan de cada día. 


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