Nuestra relación podía no ser perfecta.
Dos chicos caminaban por las calles de Death City juntos, uno con el cabello azul en puntas, mientras el otro tenia el cabello negro lacio surcado por tres lineas blancas del lado izquierdo. Ambos sonreían de la mano con el otro. Ignoraban las miradas de los demás transeúntes y apretaron aun más el agarre el uno con el otro.
Pero era nuestra relación. No importaba donde estuviéramos, lo que hacíamos. Todo lo que necesitábamos era al otro.
Se separaron en una esquina, intercambiando un par de besos de despedida. El chico de cabello a rayas comenzó a andar a casa.
O eso creía yo.
Sin embargo, el niño era constantemente humillado por sus compañeros. Su nombre prácticamente se había convertido en un insulto entre sus compañeros desde que él y su novio hicieron publica su relación. No era más que otro maricón con quien meterse.
Nuestros amigos eran los únicos que lo aprobaban, al igual que mi padre. Todos los demás nos miraban con repugnancia y odio.
Se detuvo en una intersección del camino al toparse con un grupo demasiado familiar. Al verlos se congelo y palideció aún más de lo que ya era. Busco la forma de esquivarlos, pero antes de que pudiera hacerlo, uno de aquellos chicos le llamó.
-Cuanto sin verte, maricón
Yo sabia pelear bien, pero sus palabras duras siempre lograban lastimarme.
Regresaba cojeando a casa, bastante golpeado. Tenia el tobillo derecho torcido y un moretón oscuro en su mejilla. También tenia varios rasguños en los brazos, y algo de sangre resbalaba de su labio partido, se habían aburrido rápido de él, pero sin duda le evitaron el regresar rápido a casa.
Siempre me molestaban a mi, Black Star les daría una verdadera paliza si intentaban meterse con él, pero siempre sucedía cuando él no estaba cerca, y nunca me atreví a decirle. Yo ya pensaba que era patético por dejarme ser la victima tan fácilmente, y no quería que Black Star pensara igual.
Agradecía que sus hermanas adoptivas, Liz y Patty, ya estuvieran dormidas en la seguridad de sus dormitorios. No tenia idea de como explicar sus lesiones si lo vieran. Cerro la puerta del baño tras él y se dedico a su tobillo.
Hice lo mejor que pude para ignorar sus miradas, pero sin Black Star a mi lado me derrumbaba con total facilidad. Solo podía sonreír con él a mi lado, si no, no recuerdo como.
El chico finalmente se fue a la cama, dolorido y derrotado. Había hecho todo lo posible por ocultar sus heridas, aunque no sabia si seria suficiente para engañar a sus hermanas o su novio. Volteo hacia su mesita de noche, donde había una foto enmarcada de él y su novio sonriendo. Por primera vez en el día, se permitió soltar una lagrima.
Cada día era más difícil ocultarlo y mi tormento crecía cada día. Pensaba que nadie podía ver a través de mi fachada, pero Black Star solo tuvo que decir una palabra para destruirla, y que yo... que yo pusiera fin a nuestra relación.
Los dos se abrazaban después de un duro día de escuela. El chico de cabello a rayas intentaba contener sus sollozos, el otro simplemente lo sostenía. Los dedos morenos acariciaban dulcemente el cabello oscuro.
-N-no entiendo p-porque l-la gente n-no s-solo nos a-acepta
-Esta bien Kiddo. No importa lo que digan, te amo.
El chico de cabello negro se puso rígido en brazos de su novio, luego de eso, simplemente no pudo dejar de llorar.
No podía soportar esas dos palabras, sin importar cuanto me preocupaba por él. Black se merecía a alguien mejor y más fuerte que yo, seria mucho mejor para los dos que él consiguiera una novia.
Él estaba corriendo. No le importaba parecer un loco, solo necesitaba alejarse. Lejos de sus torturadores, sus problemas, su novio. Todo. No se detuvo, ni siquiera cuando le dolían las piernas y sentía sus pulmones arder.
Después de decírselo a Black Star salí de ahí lo más rápido que pude. Se que le hice daño, pero no tanto como le haría si seguíamos juntos.
Su teléfono sonó varias veces y termino por apagarlo; lo único que quería era estar solo. Ni siquiera sus hermanas o su padre podían sacarlo de su habitación, ni hablar de su novio.
No lo creía posible, pero estar lejos de Black Star me dolía más que estar con él. Lo echaba en falta y sentía el corazón partido en dos. Pero sabia que era lo mejor para los dos. Con el tiempo olvidaría mis sentimientos, y tal vez lo vería casado con una chica bonita.
Permaneció encerrado en su dormitorio, acurrucado en su cama, mirando hacia el techo blanco. Los gritos apagados de sus hermanas le llegaban a través de la puerta, pero él no las escuchaba. Su mirada se desvió a la foto de su mesita de noche, donde su novio y él se veían sonrientes. La arrojo contra la pared, donde se hizo trizas.
Los días se hicieron largos, me enojaba con nadie y todo se caía a pedazos. Nada tenía sentido para mi, y creo, que hubo un momento en que me olvide de llorar.
Miró el cielo oscuro a través de su ventana. Había una tormenta. No llovía a menudo en Death City, pero cuando lo hacia era de forma violenta. Un relámpago guió su atención a la pila de papeles en su escritorio, junto a los cuales estaba una pluma. Otro relámpago ilumino su habitación mientras él trataba de alcanzar una pluma.
Escribo esto como un ultimo intento de explicar porque hice lo que hice. Simplemente, me dolía seguir viviendo así,y no había nada que pudieran hacer o decir para ayudarme. Lo mejor para todos es que los deje definitivamente. Supongo que aquí es donde me despido, por lo que seré breve.
Maka, Soul, Tsubaki y Crona: ustedes fueron mis mejores amigos, por no decir los únicos. Gracias por haber estado siempre ahí, a pesar de que algunas veces, las cosas eran demasiado difíciles.
Padre, Liz y Patty: Ustedes son la única familia que tenia, también algunas de las pocas personas que, se podría decir, me encantaban. Siento mucho que las cosas resultaran como lo hicieron, pero ninguno de ustedes tiene la culpa, no podían saber lo que pensaba todos los días y tampoco podrían haber evitado esto.
Black Star: sentía que eras mi otra mitad, pero nuestra relación no podía ser. Había demasiadas personas que lo desaprobaban y, sinceramente, mi vida se volvió un infierno cuando anunciamos nuestra relación. Lo siento si no compartí mis problemas contigo y termine destruyéndolo todo sin darte una explicación. Yo solo quiero que encuentres a alguien con quien poder ser feliz en vez de quedarte conmigo, que ni siquiera merezco a alguien como tú. Por si sirve de algo, yo también te quiero.
Hay mucho más que decir, pero me faltan las palabras. Lo siento...
Con amor, Death The Kid