Chanbaek
Miraba hipnotizado, las hermosas rosas rojas, que se encontraban a solos unos pasos de mi, se les veía tristes decaídas, las faltaba sol, luz y calor o era yo el triste que las veía así?, me preguntaba mientras las observaba sin perder detalle alguno y me di cuenta que teníamos algo en común, la soledad que a los dos nos hacía falta nuestra hermosa luz para poder ser felices y radiar como antes. Pero la triste realidad era esta, esa luz se había ido y no volvería nunca y lo único que nos quedaba era apagarnos lentamente y nadie lo podría evitar. Llorábamos en silencio sin que nadie lo notara, nadie veía mas allá de mis sonrisas falsas, mi mirada perdida, todos creían que tanto la rosa como yo éramos felices , pero ¿lo éramos?, la repuesta era un no, la hermosa y llamativa rosa y yo sufríamos en un silencio abrumador, estábamos destruidos por dentro y nadie nunca lo notaria. Nuestras espinas alejaban a las personas , la rosa tan perfecta, hermosa y atrayente pero con espinas que lastimaban a quien la tomaba, yo me consideraba igual, mejor dicho era igual , parecía inofensivo, pero lo había lastimado con mis espinas a la persona que mas amaba en este mundo, el dueño de mis sonrisas a mi hermosa y bella luz que me hacía sentir cuando me acogía y arrullaba entre sus brazos, cuando hacia mi corazón revolotear con tan solo una mirada o sonrisa de sus perfecto y bello rostro, su voz grave me hacía sentir miles de mariposas y sus besos me llevaban a otro mundo donde solo estábamos los dos y nuestro amor. Ahora todo esto se había ido para siempre y jamás regresaría y todo por mi culpa.
Seguí mi camino limpiando mis mejillas las cuales eran bañadas por mis lagrimas que caían una tras otra, mientras lloraba me preguntaba quien se apagaría primero la rosa o yo?, creo que yo ya estaba muerto por dentro desde en el día en que el mirándome a los ojos dijo las palabras que nunca me hubiera gustado escuchar “ el amor que sentía por ti, ya no existe… nada se puede hacer, todo ya está en el pasado y aunque te disculpes me sentí un estúpido , estaba lastimado pero ya no, lo siento pero no te amo mas” , fueron dagas apuñalando mi corazón destrozándolo y dejándolo roto . Haberme despedido del era como saludar al dolor que había llegado a mi pecho y que quizás nunca se iría. Deje que mi hermosa luz se fuera, no podía detenerlo, lo había lastimado y ahora sufría las consecuencias, tenía que aceptar que fuera feliz con alguien más porque conmigo ya no lo era.
Cruce la calle mirando hacia el frente y lo vi a él , al dueño de todo mi ser, de mi amor , de mi sufrimiento, vi a Park Chanyeol, el cual sonreía radiante, hermoso pero esa hermosa sonrisa no era para mí como antes lo había sido , esta era para otra persona, mi preciosa luz Chanyeol ahora le daba su todo a otra persona que no era yo, y yo solo me mataba al verlo, a mi solo me quedaba bajar la mirada de dolor y seguir mi camino como si nada, como si nunca hubiera visto nada, corrí y corrí sin saber a dónde me llevaban mis pies y sin darme cuenta llegue ahí, el lugar en que nos conocimos por primera vez, me deje caer frente al rio salvaje de aguas cristalinas como el cielo que se extendía sobre mí. Mi llanto solo era escuchado por los pájaros y, mis lagrimas caían en el césped, los sollozos que salían de mi se fueron apagando con las horas, de a poco las estrellas aparecieron y yo, ya no tenía más lagrimas, solo miraba al rio. Sentía dolor y ya no quería sentir esto, no quería sufrir más, cada día me era más difícil soportar estar sin él, más difícil sonreír, el nudo en mi garganta crecía junto la presión en mi pecho la cual me asfixiaba. Me levante decidido con acabar con todo, camine hacia la orilla del rio, el agua llegaba sobrepasaba mis rodillas, daba pasos adentrándome mientras miraba mi reflejo en el agua, no había comparación al chico de hace meses, no me reconocía, este Baekhyun había perdido su brillo y todo lo que le caracterizaba. El agua ya llegaba a mi cuello congelando cada parte de mi cuerpo, me hundí en las profundas aguas, cerré mis ojos y sonreí al imaginarme el rostro de Chanyeol sonriéndome, mi hermoso hombre, una sonrisa sincera aparecía en mi rostro mientras flotaba, se feliz dije pensando en mi Channi antes de apagarme como una pequeña llama. Bien Baekhyun se había muerto, apagado, pero ahora ya no sufriría. ¿Qué sentido tenía vivir cuando lo que necesitabas para respirar, para vivir cada día, se había ido? Ningún sentido tenía, ahora Baekhyun estaría en el cielo como un hermoso ángel cuidando a Chanyeol sin sentir dolor alguno, bien Baekhyun ahora era el ángel que protegería a su amado Park Chanyeol.
Fin