Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

So far away. [Markson/Jark] por GagaWang

[Reviews - 17]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Este fanfic es un one shot que dividí en dos partes por falta de tiempo al momento de escribirlo. 

Me inspiré en el capítulo 10 de Real GOT7 Season 2, desde el minuto 0:35 al minuto 2:50. La segunda parte abarcará el resto del capítulo.

Está relatado en primera persona, presente. Narra Mark. Y los recuerdos de Mark están en pasado, porque personalmente no me gusta emplear el 'flasback'. 

La canción que Mark está escuchando en su reproductor es Far Away de Nickelback

También aclaro de antemano que me dedicaré a escribir siempre Markson. Sí, tengo pensadas varias ideas. 

Ellos no me pertenecen, son de JYP y a lo sumo se pertenecen mutuamente.

Por último pero no menos importante, quiero dedicárselo a mi dimsum que si no fuera por ella yo no habría conocido a GOT7 y a éstos dos mocosos preciosos que me alegraron la vida. 

Too long, too late. Who was I to make you wait.
Just one chance, just one breath, just in case there's just one left.
'Cause you know, you know, you know…

 

Tengo que apagar el reproductor de música porque acabamos de llegar a la empresa, pero todavía estoy dormido. No logro descansar lo suficiente debido a las presentaciones, los ensayos, los viajes en avión que son putamente incómodos. Encima, como si fuera poco, en tan solo un rato se va a grabar el último episodio de Real GOT7 Season 2. Debería estar alegre porque se trata del último, porque seré el protagonista junto a JinYoung y YoungJae gracias a los cumpleaños, pero la verdad es que eso me importa tres carajos como casi todo lo que me involucre. Solo debo poner la cara frente a la cámara y ya, imagino a miles de niñas gritando mi nombre. Aunque mis expresiones demuestren el más profundo desprecio u odio, me van a seguir queriendo. Es una de las ventajas de ser un idol o, en mi caso, la peor de las desgracias porque odio tener que cuidar la imagen hasta para ir a comprar un café y que de la nada aparezcan veinticinco cámaras fotográficas. Pero no siempre ha sido así; últimamente estoy molesto por algo, por reacciones de mi cuerpo que no puedo controlar y que no pasan desapercibidas. Por eso voy a dar todo de mí para hoy ser una de las mejores estatuas renacentistas del estudio.

Mejor dicho, lo intentaré. A veces no puedo controlarme si él está cerca.

Una de las estilistas me lleva consigo al vestuario. Me maquillan mientras duermo unos cinco minutos, me visten con la ropa que yo escojo y luego de lidiar con mi peinado nos conducen a todo el grupo a la sala en donde se va a grabar el capítulo. Pura monotonía a la cual estoy acostumbrado. Nos muestran los lugares en dónde debemos sentarnos mientras nos indican lo que debemos hacer. Estoy en una punta, vestido de blanco, con unos jeans rotos y borsegos amarronados. A mi lado está YoungJae con un sombrero que me va a decapitar en cualquier segundo. El líder hablará, también JinYoung. Jackson está sentado en la otra punta a un lado de BamBam, lo cual me pone más que molesto pero lo disimulo. Nos dan unas cuantas indicaciones más y el programa comienza.

Ni siquiera pasan cinco putos segundos que clavo la mirada en él, haciéndome el tonto, el distraído. Jackson está observando hacia la cámara porque ama el lente, ama que la atención esté puesta en su persona, y la cámara también lo ama a él. JaeBum está hablando; eso es bueno porque todos creerán que lo estoy mirando o que estoy prestando algo de atención a lo que dice pero en realidad mi mente empieza a despegarse de la realidad. Soy bastante despistado, distraído. Últimamente más, pero es su culpa. ¿Ya he dicho que todo tiene que ver con él? Como si fuera poco trae puesto ese gorro ridículo para tapar el mal corte de pelo que ni él soporta. Al pensar en las veces que se ha quejado de lo feo que se ve no puedo evitar que mis labios se curven en una ligera sonrisa, mas justo en ese instante el chino clava sus orbes oscuros en mí, así que finjo escuchar al líder. Esa simple mirada es suficiente para perderme más y más en mis pensamientos.

Jackson Wang se ha convertido en mi perdición desde hace unos cuantos meses atrás. Perdí la cuenta del tiempo que llevo imaginando que sus manos me tocan o su respiración cálida muere en mi nuca. Al principio tan solo cogíamos por necesidad. Desde que firmamos el contrato se nos prohibieron las citas, los encuentros con mujeres, porque eso nos distraería. Además, debo confesar que no teníamos tiempo para cosas así, hasta que algunas noches la necesidad masculina empezó a volverse incómoda. Tan incómoda que no pudimos ocultarlo más…

 

Aquel viernes el departamento que compartimos estaba casi vacío a excepción de BamBam, Jackson y yo. El pequeño Tailandés llevaba media hora dormido; mi compañero fue quien se encargó de arrastrarlo a su habitación luego que comenzara a roncar en medio de una película que estábamos viendo los tres. Los demás miembros del grupo estaban con sus familias porque nos dieron una semana de descanso. ¡Deseaba tanto estar con mis padres! Ah… pero no se pudo concretar el viaje. De todas maneras, amaba pasar el tiempo con mi mejor amigo, ese que sentado a mi lado mantenía la cabeza apoyada en mi hombro mientras reía por las tontas escenas graciosas de aquella película inglesa. Al finalizar salimos a comprar café cerca de las diez de la noche. Nos siguieron unas cuantas fans y las grabaciones no tardaron en ser subidas a internet. Ya a esas alturas reíamos por lo sucedido, sintiéndonos los dueños del mundo.

Estando ambos en nuestro cuarto -Jackson en su cama y yo en la mía- empezamos a hablar de la vida, de tonterías, lo que fuera. Todo el mundo pensaba que yo era callado, y no se equivocaban, pero cuando estaba con él hablaba más de la cuenta. Eran pasadas las doce de la noche. Todo iba perfecto hasta que él lo mencionó.

—Deberían permitirnos tener encuentros con mujeres de vez en cuando. ¿No? Aunque sea una paga. Ya estoy harto de masturbarme en las mañanas. Más cuando YuGyeom se pone insoportable con querer usar el baño porque su vejiga no aguanta cinco putos minutos. —Parecía muy seguro de lo dicho. Al principio reí, estando de acuerdo pero solo por inercia. Yo no era tan hormonal como Jackson. Encogí los hombros, perdiendo la mirada en el techo.

—Es cierto… Además, te pones duro muy rápido. Las fans deben estar locas con el bulto que se te marca en las presentaciones. —Contesté aquello en principio, logrando que ambos estalláramos en risas, siguiendo con esa clase de bromas durante un buen rato. Hasta que empecé a sentirme incómodo por la mirada de mi amigo. La sentía fija sobre mí. Disimuladamente empecé a voltear el rostro hasta que rompí con el silencio que se había formado. —¿Estás bien? ¿Por qué me miras así, Jackson? —pregunté, notando que mi voz bajaba unos cuantos decibeles.

—Deberíamos coger —dijo, sin filtro alguno, helándome la sangre. Aunque pensándolo mejor, empezó a bombear aún más cálida y con mayor velocidad.

—¡¿Eh?! Es una b-broma. ¿No? —Pasé saliva mientras empecé a morderme el labio inferior, acción quizás muy típica en mí pero era un claro signo que indicaba lo nervioso que estaba.

—No. Lo digo enserio. Solo algo carnal. —Como siempre, el joven Wang invadió mi espacio personal y empezó a hablarme muy cerca del rostro, con su cuerpo rozando el mío. Se lo notaba emocionado, ansioso, y ni hablar de sus partes bajas que al rozarse con mi muslo me provocaron escalofríos. —Vamos, Mark. Tienes necesidades igual que yo. —Y me apretó la entrepierna, arrancándome un gemido de sorpresa. ¡¿Cómo demonios hacía para ser tan atrevido?! ¿Le habían puesto algo al café? —Mmh… Tu cuerpo dice que quiere. Di que si, hyung…—Aquella frase la susurró con bastante erotismo y ahí fue cuando me perdí en la situación, porque no opuse resistencia alguna. —Solo seremos dos amigos que tienen sexo, nada más. Además, podremos hacerlo cuando tengamos ganas, mi dimsum. —Fueron las últimas palabras que mencionó antes de darme vuelta y montarme de la manera más experta y desesperada posible.

 

“Podremos hacerlo cuando tengamos ganas” repite mi mente mientras JaeBum sigue hablando, trayéndome de nuevo al presente. Eso, señoras y señores, se ha convertido en gran problema, porque Jackson Wang tiene ganas siempre.

El programa continúa. Comento alguna que otra cosa y lo menciono. ¡Sí, tengo que mencionarlo a él! Su nombre escapa de mi cavidad cuando imito a BamBam, y puedo notar cómo me fulmina de reojo con esa sonrisita encantadora que me hace temblar, así que vuelvo a hacerme el idiota y decido no abrir la boca. Tengo que bajar la vista al suelo porque si lo observo termino sonriendo, lanzando alguna que otra mueca al estirar los labios; muecas que él entiende y que responde con otras similares. Estamos a unos dos metros de distancia y ya puedo sentir el calor que me inunda de pies a cabeza. Hablan del programa anterior, de la misión; empero, no puedo evitar irme de nuevo a otro plano mientras juego con el anillo de ‘pareja’ que compartimos.

 

Luego de aquella primera vez seguimos haciéndolo cuando encontrábamos oportunidad, pero no nos besábamos. Acordamos eso para no perder la amistad, para no confundirnos porque a ambos nos gustaban las mujeres, ¿no?. Al menos eso creía en aquel momento. Estaba seguro que no me atraían los hombres, que no me gustaba Jackson, pero una noche en HongKong, específicamente la noche de mi cumpleaños, perdí el control de mis emociones.

Nos asignaron habitaciones diferentes en el hotel. Se suponía yo debía dormir con JinYoung. Hasta estaba seguro que el chico que estaba en la cama de al lado era él hasta que, mientras intentaba descansar para el concierto del día siguiente, sentí que alguien se recostaba a mi lado. Empujé con fuerza cuando me empezó a tocar con bastante descaro, pataleando, pero me detuve cuando sentí la voz de Jackson en mi oído.

—Hey, tranquilo, soy yo —dijo con la voz transformada, melosa, mientras reía por lo bajo.

—¡Jackson! ¿Qué estás haciendo aquí? —Me quejé, quitándole la mano con enojo por el susto que me hizo dar.

—¿No estás contento de verme? —Preguntó, sonriendo. Sí, pese a que estábamos en medio de la oscuridad, con la luz de la luna -que ingresaba por una rendija de la ventana- siendo la única iluminación del ambiente, pude verlo sonreír. Como no contesté se metió bajo las sábanas conmigo. Acostumbraba dormir en pijama pero esa noche traía simplemente unos bóxers cortos y una playera ajustada porque tenía calor. Jackson, en cambio, parecía no traer nada en la parte superior. Rápidamente me abrazó de la misma forma en que lo hacía durante la época pre-debut, mas las intenciones eran distintas. Volvió a hablar para responder a mi pregunta cuando se dio cuenta que yo no pensaba abrir la boca. —A que no adivinas quienes también tienen encuentros nocturnos. —La diestra del menor empezó a viajar por mi pecho, por encima de la playera, trazando círculos sin sentido pero muy suaves. Por inercia, me coloqué de costado con la intención de verlo a los ojos.

—¿JinYoung y JaeBum? ¡¿Lo dices en serio?! —Jackson asintió, confesando enseguida que había cambiado lugares con JinYoung para que cada uno pudiera estar con la persona que quería, ya que el compañero de cuarto asignado del pelinegro fue el líder. Esa confesión me provocó nervios que se manifestaron como intensas ráfagas de viento dentro del estómago. Luego de eso no hablamos más porque sucedió algo que me paralizó el corazón. Incluso creí haber muerto durante unos cuantos segundos: me besó. Jackson Wang me besó y el mundo se desmoronó a mis pies. Correspondí al beso como si lo hubiese estado esperando durante mucho tiempo. Más bien, en ese instante me di cuenta que sí, lo había esperado, lo había deseado. Solía negarme a imaginar su boca junto a la mía pero ya no era necesario perderme en pensamientos, en seguir mordiendo la almohada cuando me penetraba para acallar los gritos de placer. Recorrí su cavidad con mi lengua, primero de manera lenta, luego con bastante desesperación. En cuanto el calor nos inundó entregué mi cuerpo a sus manos, a los gemidos bajos que empezaron a colmar el ambiente.

La diestra impropia me despojó del bóxer, asomando la ya firme erección que tenía entre las piernas. Daba gracias a la poca iluminación que había en el cuarto porque así mi acompañante no podría ver el color en mis mejillas debido al pudor. Los labios de Jackson iniciaron un recorrido de besos que llegaron hasta mi cuello a la par que bombeaba mi pene con gran habilidad. No comprendía del todo cómo era posible que me entregara a él con tanta facilidad.

—Eres mío —susurró, haciéndome temblar. Cabía destacar también que era una de las primeras veces que me tocaba con tantas ganas, porque anteriormente solo se había dedicado a entrar en mí con aquella típica efusividad que me dejaba agotado. Sus dedos subían y bajaban, logrando aumentarme el ritmo cardíaco, que empezara a transpirar. Retorcía los dedos de los pies, me removía bajo sus toques, y para cuando quise reaccionar acabé, manchando su mano, las sábanas, la ropa. Estaba en las nubes, con la mente ida y los pensamientos nublados. Lo único que pude hacer fue sonreír amplio, cayendo de nuevo al planeta tierra después de haber saltado desde la cima del monte Everest. Al voltear el rostro y clavar la mirada en él exploté. ¡Mierda! Jackson tenía los dedos dentro de su boca y lamía mi esencia como si fuese el manjar más delicioso del mundo. Quedé idiota, embobado, antes que volviera a besarme para compartir fluidos. Para algunos podría ser algo asqueroso pero para mí fue un acto de lo más sensual, erótico y placentero. Acto seguido, me acunó en su pecho. Creí que iba a intentar algo más pero no, solo me abrazó para poder dormir juntos. Seguro pensó en el concierto del día siguiente y lo mejor era no lastimarme para poder realizar los trucos de artes marciales en el escenario, los dos, como si fuésemos uno solo. Aquello me causó ternura, pero más las palabras que me dijo antes de caer en un profundo sueño.

—Feliz cumpleaños. Te quiero Mark. —Aquel día lo di por sentado: estaba enamorado de Jackson Wang.

 

Sin embargo, no se lo dije. Y hoy en día sigo sin confesárselo.

La risa de YoungJae me descoloca. ¿Dijeron mi nombre? Sí, puede ser. No estoy seguro. Miro a Jackson: está a punto de comer un postre, y la grabación sigue. Me impresiona la complicidad que hay entre los dos porque siempre que voltea cuando JaeBum habla, lo primero que hace es fijarse en mí. Me está cuidando, puedo notarlo. Desde la noche de mi cumpleaños que lo hace incesantemente: me trae comida, me pregunta si estoy bien, me hace el amor mirándome a los ojos, me besa cuando tiene oportunidad y no hay una noche en que no desee dormir abrazado a mí. Hasta en los vuelos busca estar sentado a mi lado, en los programas, me escoge para ser su compañero. ¿Qué puedo decir? También me sucede lo mismo. Si lo veo mal quiero estar con él, anhelo cuidarlo, besarlo cuando no hay nadie cerca. Solo puedo reír con él, solo puedo ser feliz a su lado.

“A su lado. Quiero estar a tu lado.” Lo repito en mi mente tantas veces que parece darse cuenta y me mira. Se relame los labios porque ya no aguanta más la distancia entre los dos. Me percato de eso y empiezo a ponerme ansioso. ¿Lo notará la cámara? ¿Editarán el capítulo? No me importa. Nada me importa. Alzo las cejas, muevo las piernas y le indico con un gesto de cabeza que venga aquí, que lo necesito. A ninguno de los dos nos interesa el resto.

Y así es como la molestia desaparece gracias a mi cómplice, y mi horrible día empieza a mejorar en un abrir y cerrar de ojos.

 

 

…That I love you. I have loved you all along.
I keep dreaming you'll be with me and you'll never go.
Stop breathing if I don't see you anymore… 

Notas finales:

Espero les haya gustado la primera parte. Y pido disculpas si hay algún error de gramática.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).