Comenzaba la primavera del año 2008 en la ajetreada ciudad capital del país del sol naciente, el hogar de tantos famosos músicos que le obsequiaban su obra al mundo entero; por supuesto, había muchos géneros de música, tan numerosos como los tipos de personas que la creaban para el deleite de su igualmente variado público. La vida de los músicos está llena de múltiples ocupaciones, compromisos y acosos de parte de sus fans como es de esperarse, pero no por eso son inmunes a sufrir los mismos problemas que las “personas normales”, especialmente en asuntos tan delicados como el amor, al cual nadie está exento. Claro está, el bajista y líder de la afamada banda de rock japonés, L’Arc~en~Ciel, no era la excepción a esto, pues desde hacía casi dos años que llevaba una feliz relación con quien, podía decirse, era uno de sus colegas, pues también laboraba en la industria musical. Hasta el momento todas sus relaciones se quebrantaban debido a falta de amor de su parte; claro que procuraba ser el mejor novio posible, y por lo menos siempre había cariño. Sin embargo, eso no era suficiente, él lo sabía, y por eso no le causaba un gran conflicto terminar una relación. Aquello dolía, pues no era insensible, pero sabía superar todos los malos momentos con la mejor de sus sonrisas y conservar una bonita amistad con aquellas personas con quienes alguna vez sostuvo una relación. No obstante, en esta ocasión era diferente, pues la persona con quien se encontraba compartiendo su vida le había despertado todo el amor que no pudo sentir antes, y se sentía excesivamente feliz por ello. Además estaba agradecido con la persona a través de quien pudieron conocerse, después de todo estaba seguro de que esta vez las cosas marcharían perfectamente.
–Buen día dormilón, ya es hora de levantarse –sus mañanas siempre comenzaban llenas de amor y con cariños, hasta él mismo se sorprendía de ver ese lado tan cursi de sí mismo, pero quién podía culparlo si estaba locamente enamorado.
–Umh ¿Tet–chan…? Pero aún tengo sueño por qué hay que levantarse tan temprano en sábado, no maltrates así a tu novio –un muy adormilado castaño despegó su cabeza de la almohada en medio de algunos bostezos.
–No puedo creer estar viéndote con tal grado de pereza amor –el divertido bajista tomó asiento de forma apropiada en la cama, justo al lado de su pareja, quien se había enderezado lo suficiente para sentarse también, estirando un poco los brazos hacia arriba con la misma somnolencia– tú, que eres igual de trabajólico que yo.
–No en mis días libres cariño, créeme que en un sábado como éste lo último que yo quiero es madrugar y pensar en los asuntos pendientes que tenga…–antes de poder responder algo más, el bajista ya estaba encima de él dándole un suave beso en los labios, rodeando su cuello con ambos brazos. Arrebato que si bien le encantó, no dejó de sorprenderle, pues el mayor resultaba bastante tímido la mayoría del tiempo y no solía tomar la iniciativa de nada más allá de un abrazo. Fue por esa razón que una vez que separaron sus labios le miró con una dulce mezcla de extrañeza, diversión, y picardía– ¿y ese beso tan espontáneamente apasionado a qué se debe?
–A que no cierras la boca amor… Y no me has dejado decirte que te he despertado temprano para que pasemos un hermoso día en pareja. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que pasamos todo un día juntos y quiero aprovecharlo, teniendo en cuenta además que pasado mañana me toca viajar a Osaka por cuatro días… Será muy difícil separarme de ti, por eso quiero que hoy y mañana sean muy especiales.
–Tienes razón… tu bendito viaje a Osaka… Pero entonces ¿tienes algo planeado o me tocará a mí decidir cómo y dónde pasaremos este día? –Mientras hablaba se colocaba poco a poco encima del más bajo, repartiendo un par de juguetones besos por el largo de su cuello– porque si me toca a mí tengo grandes ideas en mente.
–Amor no hagas travesuras tan temprano –comenzó a responderle, sintiendo tenues escalofríos recorriendo su cuerpo debido a los besos recibidos– ya tendremos tiempo de hacer lo que desees más tarde, porque por ahora te tengo preparado un desayuno especial. Así que vístete un poco, comeremos en la terraza… Y bueno ésa es apenas la primera parte de todo lo que tengo planeado.
–Está bien amor, me comportaré hasta que haya llegado un momento prudente.
–Eres adorable Gacchan –fue la única respuesta que el bajista dio antes de dejar un beso sobre los labios ajenos nuevamente, para que después éste se levantara de su lugar con una gran sonrisa en los labios, disponiéndose a vestirse.
Todo aquel día fue completamente especial para la pareja, como ambos lo deseaban y como tanto habían necesitado, pues sus demandantes trabajos los absorbían casi por completo en muchas ocasiones. Ambos eran un par de trabajólicos que buscaban la perfección en lo que hacían y eso requería de mucho tiempo y esfuerzo, pero ese mismo esfuerzo estaba dedicado, aunque de otras maneras, a la bonita relación que tenían desde hacía un año once meses. Estaban a punto de cumplir dos años juntos, y con ello, un año de vivir juntos en la casa del solista, que era bastante más grande que el departamento que el líder de L’Arc~en~Ciel ocupaba anteriormente.
Siempre habían sentido un profundo agradecimiento hacia Hyde, pues él había sido el puente que los unió hacía aproximadamente tres años; el flechazo no se había dado de inmediato, sino que necesitaron convivir un poco más como simples conocidos para que el interés comenzara a surgir. No fue difícil, pues sin siquiera imaginarse lo que pasaría eventualmente, Hyde comenzó a invitar a Gackt a muchas de las salidas que tenía con la banda, pues su amistad se había consolidado con mucha fuerza; nada que no se viera venir luego de su cercana convivencia durante las grabaciones de Moon Child y demás eventos en que se vieron envueltos. En los momentos en que el pequeño vocalista se dedicaba a molestar a Yukihiro, con ayuda de Ken, Tetsu y Gackt tuvieron oportunidad de conversar sin esa voz que solía interrumpirlos cada vez que trataban de dirigirse la palabra, por lo que rápidamente encontraron muchas cosas que tenían en común. Por supuesto nada referente a su estilo, el cual resultaba muy opuesto en muchos sentidos, pero sí en su personalidad y su obsesión por alcanzar la perfección en su trabajo. Y fue una vez que se dieron cuenta de que tenían mucho en común, que el interés por saber más uno del otro fue creciendo, de manera que sin que nadie más se enterara al respecto comenzaron a salir, sólo ellos dos, para tener mayor libertad de conocerse sin que nadie les interrumpiera o molestara al respecto; y fue por esa misma razón que unos meses después, prácticamente un año después de que se conocieron, causaron un shock colectivo cuando anunciaron que ya eran pareja de forma oficial, nadie lo creía…
~FLASHBACK~
–Quería que ustedes fueran los primeros en saber esto… Después de todo se van a dar cuenta eventualmente y no quiero reclamos porque no les conté, y ya que parecen un trío de comadres que no soportan no enterarse de todos los chismes…–aquél no era el objetivo del discurso del bajista de L’Arc, pero éste había dado ese brusco giro debido a su nerviosismo.
–Ogawa ¿podrías ahorrarte el resto de los insultos en contra de tres personas que ni siquiera han dicho nada, y decirnos de una vez qué te tiene tan nervioso? –Intervino el alto guitarrista antes de que su líder se enredara más con sus propias palabras.
–Sí Tetsu…si no hablas ahora juro que mi estado akuma superará cualquier sed de chismes de la que estés hablando, y te sacaré la verdad a palos de ser necesario.
–Tu dulzura seguro lo motiva Takarai.
–Yo sé que los he enternecido a los tres Kitamura, pero por favor deja que hable de una vez nuestro querido líder, o también desquitaré mi furia contigo –tras dedicarle una sonrisa tranquilamente perturbadora, los tres se dispusieron a poner toda su atención en el castaño nuevamente, y aunque Yukihiro no hubiera dicho nada hasta el momento, de igual manera se sentía intrigado respecto a la noticia que estaba por venir.
–Está bien está bien… Dicen que quieren que hable pero me siguen interrumpiendo, así que no es mi culpa…–antes de proseguir, el menor de los cuatro presentes dejó escapar un profundo suspiro para tratar de calmar sus nervios– verán, yo sé que les sorprenderá mucho porque no había mencionado nada al respecto, pero esto se debe a que quería ver qué rumbo tomaban las cosas antes de mencionarlo… Estoy saliendo con alguien. Aunque ahora es más que eso porque ayer me pidió que fuéramos pareja oficialmente y… acepté.
–¿Pareja? Pues sí que nos tomas por sorpresa…–El primero en hablar fue el baterista, pues parecía ser el más sereno de los tres, y por ende, el único capaz de producir una oración eficientemente– ¿quién es? –Con esa pregunta, que cruzó la mente de todos pero que nadie más pudo pronunciar, tres pares de ojos se clavaron fijamente en el bajista, esperando por una respuesta, la cual tardó un poco más en llegar ya que los nervios acababan de regresar.
–La verdad es que temo causarles un infarto o algo similar… Pero creo que es mejor decirlo sin más miramientos… Gackt es mi pareja…
Un momento de sepulcral silencio inundó la sala, mientras una profunda incredulidad y una extrema sorpresa, dada la seriedad inminente que su líder mostraba, cruzaron por las expresiones de los tres músicos, quienes no estaban seguros de qué decir o cómo reaccionar ante la sorpresiva noticia. Sin embargo el silencio no duró demasiado, pues cuando tuvieron el suficiente control de sus cuerpos, dos de ellos exclamaron casi con toda la potencia de que eran capaces sus pulmones, observando a su líder como si estuvieran viendo un fantasma.
–¡¿Qué has dicho?! –Algo bastante simple, pero el bajista supo que no podía esperar más de sus compañeros, al menos de Hyde y Ken que, honestamente no eran los mejores en reaccionar con calma en situaciones extremas.
–Lo que oyeron… Justo como les dije, no les hice saber nada antes porque deseaba estar seguro de qué tan serias eran las cosas antes de decirles. Después de todo, dada la insistencia que han tenido con el hecho de que tenga pareja no quería causar falsas esperanzas en ninguno.
–Tetsu no es extraño que salgas con alguien, después de todo eres un hombre joven, guapo y encantador, ya tienes éxito en todos los aspectos de tu vida, menos el sentimental, así que era lógico que buscaras arreglar ese rubro también… Pero es el hecho de que salgas con un hombre que por mucho tiempo dijiste que te parecía un tanto desagradable, que estabas seguro de que nunca podrías encontrar nada en común con él, además de la relación con Hyde por supuesto… ¿Cuándo cambió eso?
–Pues… bueno en una ocasión en que Hyde lo invitó a salir con nosotros ustedes nos ignoraron para conversar, así que Gackt buscó entablar una conversación conmigo. Descubrimos que sí tenemos mucho en común, por lo que acordamos vernos pronto, sólo él y yo… No era propiamente una cita, pero mediante esa reunión comenzamos a interesarnos más el uno en el otro. Después de eso, las reuniones se convirtieron en citas oficialmente, y pues hace poco me pidió que fuésemos pareja…
Tras escuchar aquella explicación el vocalista se puso de pie, portando una expresión un tanto extraña en su rostro, la cual denotaba entre molestia y algo más que no se supieron explicar… Aunque aquello no era nuevo, porque a pesar de los muchos años que llevaban conviviendo, Hideto Takarai seguía siendo una caja de misterios.
–Pero qué le pasa… Creí que se pondría feliz por mí y por Gacchan…
–Tet-chan ya sabes cómo es Hyde, es como un niño: bastante caprichoso y celoso, así que saber que dos de sus mejores amigos están juntos le hará creer que lo van a dejar de lado. Sólo necesita tiempo para asimilarlo y darse cuenta de que el hecho de que ustedes sean pareja no afectará la amistad que tienen con él.
–Es cierto… La verdad es que a momentos yo tampoco me lo creo todavía, pero creo que lo importante es que estoy feliz, y cuando Hyde se dé cuenta, de ello y de que no lo vamos a abandonar, volverá a ser el de antes.
Tras decir aquello, y recibir algunas palabras más de aliento, quedó en medio de un abrazo grupal de parte del guitarrista y el baterista, el cual le tranquilizó bastante. Era justamente lo que necesitaba, el apoyo de sus amigos, y aunque faltara uno de ellos en mostrarle su aprobación, sabía que muy pronto lo haría.
~FIN FLASHBACK~
–¿Tet-chan? Cariño ¿me escuchaste? –El alto solista tomó suavemente la mano de su pareja mientras lo miraba fijamente con algo de preocupación, pues desde hacía ya algunos minutos que se había quedado demasiado sumido en sus pensamientos.
–¿Eh? Oh lo siento amor, es que me quedé pensando y no sé a dónde me fui…–Fue el agarre en su mano lo que le hizo reaccionar, y al notar la mirada preocupada que le era dedicada no pudo evitar sentir culpa por ello. Ni siquiera había notado cuándo se había sumido así en sus pensamientos– ¿me puedes repetir lo que dijiste…?
–No es problema ni lo uno ni lo otro… Pero antes quisiera saber en qué pensabas tanto que incluso parecías haberte ido de este mundo.
–Honestamente, estaba recordando el momento en que les conté a los chicos acerca de nuestra relación, especialmente la reacción no muy buena de Hyde.
–¿Acaso han tenido problemas por ello? Me habías dicho que ya había dejado de lado sus celos y que ya comprende que no lo vamos a abandonar.
–No es eso, estamos igual de bien que siempre, de hecho desde que supo que me iría a Osaka está aún más pegado a mí diciendo lo mucho que va a extrañarme. Hasta me pidió permiso de venir a casa a verte, pues supone que tú serás el más afectado con mi viaje.
–Pues qué considerado de su parte… Vaya que tiene razón, sin embargo, si Dan-san me visita no me sentiré tan solo mientras no estás.
–Sabiendo eso me quedaré tranquilo… Se siente bien que mi novio y mi mejor amigo sean igualmente grandes amigos, porque así ustedes se hacen compañía mientras no estoy. Le pediré a Doiha que te cuide mucho.
–Vaya pensé que sería al revés, es tan niño que me extraña la idea de pensar que sea él quien me cuide –habló en medio de una risa divertida, recibiendo la misma reacción.
–Aunque sea tan infantil a veces sigue siendo un adulto responsable cuando quiere, así que por eso me quedo tranquilo ante la idea de dejarte a su cuidado. Por cierto qué crees, anoche hablé con Taka-chan, y resulta que él igualmente planeaba ir a Osaka. Anteriormente tenía planeada otra fecha, pero la va a adelantar para poder ir conmigo, así que nos veremos ahí, y por lo tanto tampoco estaré solo.
–¿En verdad? Bueno me alegra mucho oír eso, sé que ustedes dos son muy amigos, podrán recordar viejos tiempos, después de todo se conocieron en Osaka ¿cierto?
–Así es, cuando trabajaba en una tienda de accesorios musicales… En ese entonces la idea de ser músicos apenas era un sueño para los dos, y le sugerí que nos… ¿Qué pasa? ¿Por qué me miras así? –Interrumpió súbitamente su discurso al notar la mirada fija y la sonrisa soñadora que tenía su pareja.
–Te ves tan lindo cuando te pones nostálgico y recuerdas esas cosas…No tienes idea de cuánto me encantas –antes de que el bajista pudiera decirle algo, ya lo tenía sujeto de las mejillas besando sus labios repetidamente, provocándole un sonrojo, pero que no fue suficiente razón como para que éste no correspondiera a sus besos con todo el amor que sentía por él.
Ese día lo terminaron del modo en que lo comenzaron, pues se mantuvieron juntos hasta que llegó la hora de dormir; el día siguiente transcurrió del mismo modo, pues deseaban aprovechar hasta el último momento que tuvieran antes de que el mayor partiera fuera de la ciudad. Estaban acostumbrados a viajar lejos del otro, no era algo de lo que no estuvieran conscientes desde el inicio, pues sus demandantes carreras lo requerían, incluso por periodos de tiempo más largos y con una distancia mucho mayor; sin embargo aquello no quería decir que por eso no les doliera separarse o que no se extrañaran. Fue por eso que el día en que el líder de L’Arc~en~Ciel tuvo que partir, su pareja le acompañó a tomar el tren; era una forma de aferrarse a los últimos minutos que les quedaban en la misma ciudad. Ambos parecían muy dependientes el uno del otro en ocasiones, pero no podían negar que en cierto grado lo eran; después de todo estaban profundamente enamorados y eso era algo superior a cualquier viaje de trabajo que pudiesen tener. Por lo menos tenían la fortuna de saber que contarían con sus amigos para que la espera no fuera tan amarga y solitaria; Tetsu sería alcanzado por Takanori unas horas después de haber arribado a Osaka, mientras que Gackt apenas tuvo tiempo de llegar a casa y cambiarse de ropa para disponerse a encerrarse en su gimnasio particular cuando el timbre ya había sonado.
–¿Dan-san? –Fue la única palabra que salió de labios del solista, quien había abierto la puerta, llevando apenas unos pantalones deportivos puestos, mostrando sorpresa ante la pronta visita del más bajo, quien respondió con una misteriosa sonrisa.