ADIOS JAPON QUERIDO
—Estoy pensando seriamente en abandonar todo, esperanza, sueños, dejar mi ser en el olvido—
—Deseo sentarme en la montaña más alta, y ver todo a mí alrededor, tal vez solo ahí pueda encontrar la paz que necesito—
—No me llames, no me busques déjame que me ahogue en mi dolor. Dolor que tú me has causado—
—¿Amor?, para mí es una ilusión, una mera formalidad que la sociedad coloco a ese sentimiento tan vacio y banal que es el amor—
—Hay días que deseo no sentir nada, vivir sin sentimientos, tal vez de esa forma nadie me lastimara, donde yo pueda olvidar el dolor, donde el olvido me quite esta carga que tengo a cuestas—
—¿Se que en esos momentos te preguntaras quién soy?—
—¿Por qué pienso de esa manera?—
—Que soy muy joven para pensar de esa manera, pero si tú supieras que me ha pasado quizás me darías toda la razón.
—Tiempo, no, no soy un topo, ni estoy loco por hablar solo en esta estación, ¿Dónde espero el tren, el cual me llevara a mi nueva vida?—
—para serte sincero, tengo ganas de llorar como una magdalena, por dejar a mis amigos, familiares como conocidos pero tengo que hacerlo por mi salud física como mental—
—Deseo odiarte con todo mi corazón, despreciar tu nombre, que en mi mente no venga las palabras falsas de amor, y yo como un ingenuo cual flor que espera el agua en el día de verano; me enamore tan profundamente como un col —soltando una pequeña risa el menor, para apretar sus puños por el deseo de nuevamente llorar.
—¡Por tu culpa, pronto caeré en la demencia!, ¿Por qué no me pudiste amar?, Si yo te entregue todo de mí, me convertí con lo que tu deseabas —
—Me estaré volviendo loco, como un coco—
—Quizás, veo con infinita tristeza mis brazos los cuales cubro con camisas manga largas, no deseo preocupar a nadie de los cortes que decoran mi piel, cada recordatorio de tus mentiras—
—Gracias, mi amor, mi verdugo por enseñarme el dolor de un amor no correspondido, de un amor que mata tan lentamente como el peor veneno de serpiente —
— ¿Cuándo fue que esto empezó?—
—Un día solo viniste a mi lado, tus fuertes manos acariciaron mi mejilla, sin decir nada más me besaste, sin juramentos me hiciste tuyo, para ti solo era otro trofeo en tu larga lista—
— ¿Cómo idiota creía todo de ti?—
—Entonces porque no me tiro al vacio; dejar de existir en este mundo, para no seguir sufriendo, tan tentador es tirarme en el primer puente donde la caída, liberara esta alma atormentada —
—Debo ser fuerte, por mi, por él, ya que este fruto no tiene la culpa de que yo cual niño iluso, creerá en que me amabas, tu dejaste en claro tus reglas pero yo fui el que ciegamente pensó que todo iba a cambiar–
—Tú, serás el motor de mi vida, en un mundo nuevo, te juro que seré madre y padre para ti —
—Dentro de seis meses, te conoceré, y las dudas de cómo serás me embargan en mi mente, me alejan del dolor, al pensar si seré un buen papi, ¿Cuál será tu primera palabra? —
—Hoy me juro, por ti mi vida que me olvidare de tu padre de este sentimiento que embarga mi corazón, como del amor en pareja, ya no seré ese niño, el ha muerto para ser otra persona —
—¿Se que podre cumplir con esta promesa te lo juro mi corazón?, al menos papi no está sólo en esta desilusión, al igual que yo, un buen amigo al que nunca pensé que nos uniera el deseo de salir huyendo de nuestro país para criar este fruto de nuestro amor —
—Shuncchi, pronto nos iremos a América, veras que todo saldrá bien y nuestros pequeños, crecerán como hermanitos —dijo Kise tratando de ocultar sus ganas de llorar pero su mano acariciaba su plano vientre viendo el paisaje, Shun solo asintió sabiendo que su rubio amigo tenía dos meses de gestación y el tres meses.
—Si, bien no pensaba en ser papi tan joven, a mis 18 años tenía pensado ir a la universidad pero, tu eres el mejor regalo que esta vida me pudo dar, la amistad con Kise no sé muy bien como empezó, pero ambos tenemos mucho en común, nos enamorados de un par de patanes
—¿Te despediste de todos Shuncchi?, Yo me despedí de todos, el único que se dio cuenta de mi embarazo fue Kurokocchi, el me dijo que debía hablar con Aominecchi pero tuve miedo a su rechazo que preferí, guardarme este secreto, en América, nos espera mi tío, el cual me regalo una pequeña casita para que podamos vivir tranquilos los cuatro —hablaba el doncel viendo con una ligera sonrisa al otro que asintió.
—¡Kise Ryota! —grito una voz que por el tono que estaba era de seguro que está furioso, Kise por instinto protegió su vientre esperando cualquier golpe pero soltó un grito de asombro al sentirse abrazado por su exnovio. Shun solo se mantuvo en silencio pero no se alejo por si, su amigo necesitara su ayuda.
—¿Aominecchi qué haces aquí? —pregunto un dudoso Kise, al ser separado por el mayor que lo miraba entre molesto y aliviado de tenerlo en sus brazos.
—Se que soy un bruto, insensible, idiota pero por favor Kise no me abandones, no me dejes, yo de verdad te amo rubio idiota y lo que viste fue un mal entendido pero por mi orgullo no te fui a buscar por un mes pero cuando Tetsu me confesó que te iba de Japón para siempre —dijo Aomine tomando las manos del menor que solo se estremecieran viendo ansioso las palabras del moreno.
—Sufrí por un mes pensando que solo había sido uno más en tu lista Aominecchi y cuando no me buscaste lo confirme pero no puedo quedarme, yo prometí ayudar a Shuncchi y lo hare —dijo con firmeza Kise intentando separarse de ese agarre pero el moreno solo lo atrajo sin llegar a ejercer mucha fuerza. Shun iba a interferir para que su amigo se quedara al lado del moreno que a la distancia se notaba lo enamorado como desesperado en pensar que perdería el amor de su vida.
—Bueno ya estaba preparado para esa respuesta Kise, por eso mismo me iré a donde sea que te vayas pero tú, no te alejaras de mi lado porque yo solo puedo tenerte, como nuestro hijo deberá crecer con sus dos padres que le llenaran de amor —declaro muy seguro Daiki pero se dio un zape mental al ver como Shun solo sonrió tristemente al saber que tan poca cosa era de que su amado no vino a buscarlo.
—Aominecchi, eres un idiota pero eres mi idiota —dijo Kise al punto de las lagrimas siendo besado por Aomine que solo asintió a todo lo que le decía su rubia pareja.
—Yo creo que haría mal tercio en su relación, mejor Kise quédate y yo veré que hago —dijo Shun con una sonrisa sincera al ver que su amigo había arreglado su relación con el peli azul, porque Kise merecía ser feliz.
—Shuncchi, yo te prometí ayudarte de alejarte del idiota de Himuro y lo haré, sabes que debes cuidarte muy bien por tu bebe, ¿Aominecchi es enserio lo que dijiste hace poco? —pregunto con algo de duda Kise mirando a su moreno, el cual asintió sin preguntar de la situación del menor entendió que para su bienestar era estar lejos de Japón.
—Shun, yo también te prometo cuidarte, estaba decidido a estar con Kise aun si este se fuera a América con sus familiares por la carrera que había planeado estudiar, eso fue el motivo que existiera el malentendido estaba abrazando a esa señorita porque estaba agradecido de haber logrado una beca en Estados Unidos para estudiar mi carrera por mis capacidades en el básquet —Explico Aomine, viendo como su pareja se le ilumino los ojos para lanzarse abrazarlo como llenarlo de besos en todo su rostro, Shun solo miraba enternecido esa pareja
—Entonces, yo fui el que exagero las cosa, pero Aominecchi gracias por todo, veras que nuestro bebécchi será tan fuerte como guapo al igual que su padre y tal vez sea una niña tan hermosa, al igual si fuera un doncel saldrán igualitos a su hermoso papi —dijo soñadoramente Kise para que los tres se sentaran a esperar el horario.
—Pasajeros con destino América por favor pasar abordar el tren —dijo una voz por medio de un autoparlarte, los tres se levantaron para encaminarse a su nuevo destino, Shun de reojo miraba la entrada pero al no ver a nadie solo sonrió tragando el dolor pero ahora había una personita que lo necesitaba fuerte como estable.
—Adiós mi querido Japón, tal vez algún día vuelva a verte y darte un fuerte abrazo como oso —
—Y adiós para ti también, Himuro Tatsuya, yo te prometo dejarte en el olvido, y si el destino nos volviéramos a ver, solo serás para mí una piedra en mi camino ya que mi amor tú lo pisoteaste, te juro que no me reconocerás, te mostrare el lado oscuro de mi amor, si nuestras vidas se vuelven a cruzar pero jamás me volverás a tener te lo aseguro Himuro —
El menor solo se acomodo en su lugar para tratar de dormir de reojo miraba a Kise el cual se acurrucaba en el fuerte pecho de Aomine que tenía una sonrisa, haciendo que se sintiera muy feliz por su amigo. Posando una mano en su vientre solo se quedo observando el paisaje pasar como si de esa manera su país le estuviera dando una despedida silenciosa a su partida.
EN OTRO LUGAR
Un joven pelinegro con un mechón de cabello en su ojo solo se acomodaba mejor en la cama sacando un cigarrillo viendo como la joven mujer con la que tuvo un revolcón se alistaba para irse del lugar.
—Cariño, ¿Cuándo te sientas solito ya sabes, solo puedes llámame y yo vendré a darte compañía? —dijo la joven para tomar su bolsa.
—Ni, lo sueñes, sabes que yo solo me acuesto una vez con alguien y luego salto a otros brazos, es más divertido no tener ningún compromiso, sino solo disfrutar los placeres que nos dan la vida —respondió el pelinegro para ver como la mujer solo rodo los ojos para encaminarse a la salida pero se sobresalto al ver a un pelirrojo que estaba por la pinta que traía furioso, se acerco a Himuro dándole un fuerte puñetazo en el rostro del dueño del departamento.
—¡Te advertí que no jugaras con los sentimientos de Shun! —grito furioso Taiga, iba a darle otro golpe a su hermano pero su pareja lo detuvo antes que cometiera un crimen, la joven al ver eso prefirió salir corriendo del lugar, Himuro solo se incorporo acariciándose el área lastimada.
—Y, yo te recuerdo que todos estamos grandecitos para tomar nuestras propias decisiones, a Shun desde un principio le deje en claro mis reglas, y e-él las acepto, yo jamás le mentí ni mucho menos le di una esperanza de formalizar algo que jamás paso de ser solo sexo casual —respondió con toda la indiferencia Himuro, haciendo que tanto la luz como la sombra se indignara.
—por tu culpa Shun desapareció, lo sabías, porque no hay otra explicación para que huyera—dijo sarcásticamente Taiga, viendo que su hermano solo enarco su ceja como si no le importara la noticia, tratando que entrara en razón le siguió informando lo que sabían—Riko nos informo, cuando reviso un correo donde Shun se despedía pero no indicaba donde se encontraba, y como su familia nunca le importo lo que le pasaba, les dio igual cuando el equipo fue a preguntarles sobre el paradero de nuestro amigo —declaro pero al ver a su hermano como si nada, iba a romperle la cara pero nuevamente su linda sombra solo impidió señalando la puerta de salida del departamento de Himuro
—Espero realmente que Himuro-kun no se arrepienta de sus decisiones —dijo Kuroko saliendo de la habitación del varon que solo se sobaba el área donde fue golpeado.
—Yo jamás me arrepiento de lo que hago —respondió al aire el varon cerrando la puerta para encaminarse a su habitación no si antes ir a su pequeño librero tomo un libro que raramente no recordaba haberlo comprado, al ver el titulo supo que fue regalo de Shun, iba a dejarlo pero en una foto cayo del libro al tomarlo pudo notar que era el doncel con un hermoso sonrojo en su rostro, al ser abrazado por él, en una de las pocos citas que tuvo con el menor, iba a tirarlo pero algo se lo impidió solo lo dejo en uno de sus tantos cajones del librero para tomar una ducha —yo deje en claro todo, si Shun se lo tomo tan a pecho es su problema no mío, y a todo eso no es como si me importara lo que haga o no haga, es su vida y yo vivo la mía, ¿él solo fue otro polvo, en mi larga lista de conquista, no hubo nada especial con él?, por mi puede aparecer cuando quiera y yo no sentiré nada —pregunto al aire el pelinegro sintiendo un pequeño vacio en su interior al decir lo último.
****nunca digas de esta agua no beberé, el camino es largo y la sed es igual de grande; lo que pensaste que no te afectaría en el pasado puede que en el futuro si, ya que el destino es muy caprichoso y nos da donde más nos duele y puede que sea demasiado tarde para solucionarlo****
CONTINUARA…