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Supersticiones [KaiBaek] por BabyBangster

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Notas del fanfic:

Disclaimer: Este fic es una traducción y adaptación de uno que leí hace mucho tiempo en otro sitio, su autora se llama Amn y su titulo original es Old Shoes, y como me gustó decidí cambiarlo un poco para adaptarlo a mi OTP favorita, KaiBaek. Los personajes (KAI & BAEKHYUN) no me pertencen (ya quisiera yo que si) sino a la SM ENT (por ahora...)

Notas del capitulo:

Este fic solo contiene dos capitulos, aquí les dejo el primero, a leer... 

Tal vez debería ser más supersticioso, o tal vez no, porque los acontecimientos buenos o malos son causados por una parte o un conjunto de acciones llevadas a cabo consciente o inconscientemente por un individuo que a menudo tiene poco que ver con el hecho, o si? Puede ser más palpable creer en la conciencia, o incluso destinos, estos dos elementos pueden ser las explicaciones más plausibles, y retiran en parte de la culpa que pesa sobre mis hombros desde que tan ligeramente le di esos malditos zapatos, o simplemente dejarlo llegar a mi casa.


 


-Hey Hyung, voy a esperar aquí mientras la lluvia no cesa, puede ser? -él siempre tan grosero, tal vez su confianza en la capacidad de conquistar a todos, poco tiempo después  probado por mí mismo. Se acercaba a los extraños debajo de los toldos de sus casas y eran como viejos conocidos. Pero no era esa sonrisa o ese rostro hermoso lo que quizás me capturó un día - Ah Hyung - me llamó de nuevo. Era molesto cuando quería -Acabé no almorzando, ¿puedo tomar un vaso de leche? Por favor, - sus ojos, el muchacho tenía hermosos ojos, no se asemejaban a cualquier otro, me tomé el coraje de analizar. No diferentes por el color negro, predominante en los asiáticos, pero si por el espíritu contenido o no, y en este caso, allí adentro, su alma parecía saltar audazmente, casi enojada contra algún objetivo, el muchacho alto era determinado, sus orbes representaban una madurez contrastante en relación a las mejillas de niño.


Estos mismos ojos, fuertes, decididos, inteligentes me convencieron sin decir nada. Me encontré asintiendo y yendo a recoger la botella de leche. Con una sonrisa se bebió todo el líquido y se sentó en el suelo, parecía hablar solo cuando lo dejé mirando la lluvia.


Minutos más tarde oí los pasos corriendo en la calle, él se alejó incluso bajo la lluvia, el uniforme de una escuela que no era del barrio. Debió caminar durante horas, me imagino que él no quería perder el tiempo esperando que la lluvia pase, con sus torneadas piernas  corrió, despertando un magnetismo  que me impidió a mirar hacia otro lado hasta que desapareció.


El muchacho se fue, pero las pequeñas marcas no, aún pensaba en él cuando aparté mis libros para terminar al menos este capitulo de mi trabajo de fin de curso. Ni siquiera el próximo final de la facultad y la tesis que debía presentar ocupaban mi mente lo suficiente para olvidar el magnetismo de los ojos salvajes del muchacho.


Tal vez lo podría olvidar el día siguiente, o tal vez la próxima semana, tal vez, si no él no regresara. Pero cada día encontré al gran maleducado sentado frente a mi edificio, las excusas variaban desde un descanso, la lluvia, el sol, el caso era que sus ojos convincentes me pedían algo de beber o comer, yo cedía, no resistía,  pero no le preguntaba nada.


Todos los días yo lo esperaba, el mismo uniforme escolar, que se gastaba y se ponía amarillento con el paso del tiempo. Pero al encontrarme con él un día cosiendo su uniforme en plena calle, un mes después de la primera vez que lo conocí, las especulaciones sobre su familia tomaron otra dirección, tal vez simplemente no vivían muy lejos, es que sus padres no se preocupaban por el hijo? También podrían trabajar demasiado, podía vivir con otras personas, o en un refugio, no habría otro motivo para estar siempre solo y cada día con la apariencia más descuidada.


Estas especulaciones perturbaban  buena parte de mi día, imaginándolo llegar a un lugar en el que no sería acogido, el estar solo siendo tan joven era como un ardor en mi mente, sin posibilidad de detenerse.


Poco a poco los aperitivos se volvieron más cuantiosos. Le ofrecía ramen o kimchi, lo más fácil de preparar o que ya tenia preparado en mi nevera. Mi rutina incorporó rápido la presencia del muchacho.


Yo corría para encontrarme con Chanyeol que acababa de regresar de Japón cuando mis percepciones sobre el maleducado me dieron otro golpe. Estábamos en la misma estación, yo estaba a punto de tomar el metro y él bailando, inventando pasos enérgicamente, el saco de su uniforme en el suelo para que le dejasen dinero, por la transpiración que mostraba su camisa debió haber estado haciendo eso por algunas horas. Mi vagón salía inmediatamente, no podría ayudarlo, y también no quería, conocerlo apenas como un estudiante que descansaba antes de regresar a casa parecía ser lo mejor para los dos.


…l no tenía para donde ir, vagaba por la ciudad, usaba su carisma para pedir sin que pasase por mendigo, no sé donde dormía, buscaba refugio o alguien se lo daba, sin embargo, todo indicaba que él estaba solo.


 


-         El clima está húmedo hoy, no te parece Hyung? – estaba sentado en el comienzo de la escalera, no sabía que yo lo había visto entonces así que continuaba todo como siempre.


-         Si, ten cuidado con el sol.- yo debería, pero no conseguí seguir con nuestra rutina normal, me senté a su lado, no tenía el coraje de mirar sus ojos, me aterraba hablar…- Por qué me llamas hyung?


-         Es más joven? El hyung no parece más joven que yo.- no se daba cuenta, o no quería hacerlo, a lo que yo me refería con su excesiva confianza. …l todavía actuaba con normalidad.


-         No nos conocemos, por qué me llamas así?


-         Combina, me gusta.- era apenas un joven maleducado al final de todo.- más puedo no llamarlo así. Señor….- dejó que me presentase.


-         Cómo te llamas? – yo debería saber primero, a fin de cuentas estaba en mi territorio.


-         Jongin. – sin apellido?- pero también me llaman Kai.- si, sin apellido, no había posibilidades de que ese fuera uno.


-         Jongin, quieres entrar? Debe ser más cómodo comer en una mesa- algo me empujaba a llamarlo, creo que no quería que volviese a la estación del metro.


-         En serio hyung? El señor mismo me dijo que no nos conocemos.- resistiéndose para ver si cambiaba de idea, y yo ya estaba tentado a eso en ese momento.


-         Me vas a robar acaso?- el humor apareció en ese momento inesperado, debe ser una respuesta al hecho de que me desestabilizaba de esa manera cada vez que lo veía, esto llegaba a ser cómico.


-         No, con certeza, no!- su cara era linda, él todavía se veía como un niño en algunos momentos, por más que su imagen danzando pareciese tan madura y sexy- Y usted hyung, es de aquellos criminales que se aprovechan de los niños sin compañía?


-         Sin antecedentes – el podría correr con una afirmación de estas, sin embargo, se limitó a reír – Arriba, es mi último intento.- me levanté, por más que quisiera no le extendí mi mano, no imaginaba como sería el contacto con él.


-         Cierto.- él me imitó y se puso de pie, seguía mis pasos para dentro del lugar- Hmm, hyung, si no me dice su nombre lo continuaré llamando así.


-         Soy Baekhyun, Byun Baekhyun.- lo saludé, mostrando la importancia de un apellido, sin parar para observarlo. No era porque lo estaba llamando para mi casa, sino porque no sabía como lidiar con su presencia.


-         Un placer Baekhyun hyung- algo se congeló en mi estómago con ese tratamiento, como es de presuntuoso este chico.


-         Me continúas llamando hyung.


-         Ahora nos conocemos.- desistí de corregirlo en ese momento, simplemente que me llamase de esa manera ya no me molestaba.


 


Saqué comida suficiente para un buen bocadillo y lo dejé por allí para que él mismo lo preparase, todo lo que precisaba estaba a la vista, él no tendría problemas. Dejé mi mochila en el cuarto y mientras me colocaba una ropa más cómoda sentí el olor de té calentándose, esperando ahora que no estuviese arruinando mi cocina.


Encontré el microondas calentando dos porciones de tteokbokki y tres porciones de kimchi, en la estufa un té hervía hasta casi derramarse, él seguía haciendo arroz para acompañar su banquete.


 


-         Ooh hyung tiene sopa de brotes de frijoles – su risita era burlona – tengo ganas de tomar de esas, debe tomarlas bastante – algo me impulsaba a no responderle a esa insinuación de que bebía mucho, no era de su incumbencia lo que yo hacía y eso debía estar claro,  ya era suficiente con curiosear en mi nevera.


-         Cuidado con el té.- esperaba el mínimo de suciedad, todavía tenía mucho que escribir y no precisaba de una tarde limpiando los estragos de esta decisión.


-         Ah si, Hyung no tiene refrescos, sólo encontré té – su expresión no era de las mejores, yo juraría que nos conocíamos hace años y él estaba apenas visitando otra vez mi casa.


 


Yo ignoraba sus comentarios, me senté mientras lo observaba  preparar su comida con la destreza de un conocedor del lugar – Hmm, es Jongin – él afirmó con la cabeza mientras observaba el microondas- dónde vives? Yo te puedo llevar si te quedas hasta tarde – era una trampita, esperaba al menos descubrir algo sobre él.


 


-         No es necesario hyung, yo puedo andar solo, no quiero incomodar más.- él huía con destreza del asunto.


-         No es incómodo, tu madre puede estar preocupada.- traté de actuar normalmente, esperaba que funcionase.


-         Ella está acostumbrada, yo avisé que iba a demorar- ninguna sombra de sentimientos pasó por su rostro, tal vez no tuviese problemas con sus padres, entonces por qué bailaba en el metro?


-         No tienes miedo de andar en la calle tan tarde? Podrías ser asaltado o algo así…


-         Yo se me cuidar hyung, gracias por preocuparte.- el asunto acabaría allí, de una forma evasiva y simple.


-         Dónde estudias?- yo realmente sentía curiosidad acerca de ese uniforme, ya había chequeado, en este barrio ninguna escuela usaba alguno similar.


-         En una escuela lejos de aquí – otra respuesta evasiva, a cada pregunta la curiosidad sobre el chico aumentaba.


-         Entiendo- dejaría la investigación para otro momento – Jongin, tengo un baño al lado de la sala, si quieres tomar un baño y ponerte una ropa más cómoda después de comer, te puedo prestar algo.


-         Por qué? Estoy hediendo? – no era una respuesta como las otras, él estaba ahora preocupado, olió rápidamente la ropa en busca de algo peculiar.


-         No, solo que este tiempo nublado parece dejar pegajosa la piel, pensaba que podrías querer un baño- recibí una mirada sonriente que me reveló el motivo para estar abriendo mi intimidad a un extraño maleducado, su sonrisa me hacia perder el aliento y los pensamientos coherentes por unos segundos.


-         Entonces acepto hyung, gracias.- retiró los platos que ya se habían calentado lo suficiente, también sirvió dos vasos con té humeante.


-         Tome hyung- recibí  un pote con arroz, junto de uno de tteokbokki y otro de kimchi, era mucha comida, y él aparte tenía otro plato más de kimchi, debía tener mucha hambre- disculpe el lío que hice en su heladera, hace tiempo que no como comida de verdad – al menos algo él soltó, entonces no acostumbraba cenar y almorzar comidas coreanas caseras?- qué pena que no tiene carne- suspiró y pude solamente reír, era sincero al menos.


-         Te gusta la comida caliente – por la cantidad de humo que observé salir de los dos platos.


-         Mucho, cuánto más caliente mejor.- él comía como si no tuviese papilas gustativas, tal vez todas ya estuviesen quemadas.


 


Experimenté después de mucho enfriar que estaba buena, era mi comida, algo normal para mí, pero el arroz realmente sabía bien.


 


-         Hyung, sin querer ser mal agradecido, por qué me invitó a comer? – apenas me miró, preocupado con su primer tazón de kimchi.


-         Yo no quería comer solo, preferí que me hicieses compañía.- era una mentira descarada, yo simplemente quería conocerlo.


-         Entonces hyung vive solo? – eso era evidente, por qué preguntaba?


-         Si.


-         Parece solitario – tomó un poco más de liquido e hizo una cara – dónde vivo está siempre lleno entonces no me siento solo.- revelaba un poco más, no conseguía todavía hacer mis consideraciones, entretanto podría descartar posibilidades.


-         Tú dónde vives? – pregunté con éxito al tratar de sonar despreocupado.


-         Aquí en este barrio, un poco lejos – otra pregunta evasiva, él dejaba escapar tan poco.


 


Yo no conseguía trazar un perfil o algo del chico, apenas sabía de su carisma, que no era bien educado, era misterioso, sin embargo sus facciones podrían engañar, y no había destino en sus ojos, nada de dónde venia, nada de para dónde iba.


Yo intentaba entenderlo, juntar piezas convincentes en su rompecabezas y él comía, así se pasó el resto de la cena.


 


-         Hyung, gracias por todo, me siento renovado, disculpe cualquier incomodidad, gracias.- él se mantenía en una venia, continuaba con su uniforme, mientras su piel olía como nueva otra vez – Aún más.- saludó y se fue, lo acompañé a la ventana ya estaba oscuro, él corría peligro por ahí y yo no haría nada nuevo.


-         De nada.


 


Jongin continuó volviendo, yo lo dejaba entrar, comer, higienizarse, también mirar la televisión,  ya que eso no atrapaba mi concentración, después se despedía y se iba para la estación de metro y sus alrededores, que descubrí después eran su casa. Semanas pasaron de esta manera.


 


-         Jongin, dónde vas a dormir hoy?- yo intentaba no mirarlo, aún no era resistente a sus orbes juveniles y fuertes, al enfrentarlo las sensaciones hacían que me olvidara las palabras y estaba cansado de tener al jovencito riéndose de mis expresiones.


-         En la estación. Es más cómodo.- era algo obvio, pero el día de hoy no era seguro para salir afuera.


-         Pero hace frío, por qué no buscas un refugio? – él aun usaba apenas el uniforme y un saco que le presté.


-         Yo me puedo cuidar hyung, los bancos de allá son calientes.- mi pecho ardía en pensarlo calentándose en bancos, ya sabía su estrategia, decir que perdió el tren y esperaría el próximo, sin embargo, con la nieve que caía cualquiera sería solidario en pagarle un pasaje al lugar que quisiera, pero él no quería eso.


-         Tú te puedes congelar ahí afuera.- ahora mismo aquí estaba helando, no imaginaba en el subterráneo en un día con viento y nieve – Si no quieres buscar ayuda duerme aquí.- los copos de hielo descendían todos desde mi cabeza hasta los pies, qué estaba haciendo? Ni siquiera sabía si ese chico era buscado por la policía.


-         En serio hyung? Pero podría incomodarlo, hyung está acostumbrado a vivir solo.- aish, este chiquillo, para siempre me haría pensar dos veces en mis invitaciones? Sólo acepta de una vez.


-         No vas a incomodar, tengo un colchón guardado y algunos cobertores de más, puedes dormir en la sala, por otra parte, tú mismo dijiste que vivir así es solitario.- lo miré firme por unos segundos, hasta dónde mi cuerpo respondía por si mismo – Tengo miedo que andes por ahí afuera con este frío.


-         Hyung, yo me puedo cuidar, ya pasé por eso – sus ojos guardaban una experiencia escondida en medio de capas. Me convencía con estas palabras que estaba en lo correcto al no dejarlo ir.


-         No te puedes negar a mi compañía así, yo insisto.- de dónde surgía esta voluntad de tenerlo aquí?


-         Si no voy a incomodar entonces me puedo quedar? – sus orbes sonreían, me gustaba tanto cuando sus sentimientos llegaban a sus ojos.


-         Yo insisto en que te quedes.- quién sabe porque sonreía también, acababa de invitar a un extraño de la calle para dividir mi intimidad, sólo quería que este joven esté confortable.


-         Gracias hyung, muchas gracias.- él hacia nuevas reverencias, yo me sentía hasta extraño con tanto, él apenas dormiría en una sala, no había nada de extraordinario en eso.


 


Volvió al sofá y con más libertad cambió de canal hasta encontrar un programa musical, yo mientras tanto trataba en vano en enfocarme en el ensayo para mi trabajo final cuando lo observaba imitar con perfección cada coreografía solamente con mirarlas una sola vez.


 


-         Bailas muy bien- fingí prestar atención a mi computadora, no estaba acostumbrado a elogiarlo, por lo general me la pasaba tratando de desenmarañar su historia misteriosa.


-         Gracias hyung, yo entreno desde pequeño – debió haber entrenado mucho entonces, porque el jovencito con aires de niño y pómulos salientes era mas grande que yo – La verdad, quiero trabajar con esto.- su sueño era ser bailarín? Eso explicaría el porqué estaba siempre bailando en el metro.


-         Ya intentaste con alguna de esas empresas de idols? De la forma que bailas estoy seguro que entrarías.- él era bonito encima de todo, muy bonito, facilitaría su entrada para el showbiz.


-         Estoy esperando un cierto tiempo hyung.


-         Cierto tiempo?- no captaba la definición


-         Cierto tiempo hyung, hasta estar listo de verdad.


-         Y un día vas a estar listo de verdad? – él… entonces él tenía miedo? La situación me parecía irreal.


-         Lo estaré hyung.- la conversación acabó con el nuevo grupo que subió al escenario, él volvió a los movimientos fluidos y yo a leer el libro de donde intentaba extraer una cita.


-         Hey, Jongin, si ya enfrentaste tanto frío porque nunca buscaste un albergue? El gobierno te ayudaría y daría todo lo que precises.- yo me veía con permiso de hacerle preguntas así, ya que cargaba su colchón, cobertor y almohadas para la sala. Lo hospedé y muchas de las ropas que usaba eran mías, era un precio que debía pagar.


-         Ellos no pueden descubrir donde estoy, sino me enviarán de vuelta a casa.- un escalofrío traspasó desde la base de mi columna hasta el último de mis cabellos. No, él no debía regresar, aunque no estaba seguro de qué se alejaba.


-         Por qué harían eso? – él había hecho algo? No conseguía imaginarlo infringiendo la ley.


-         Yo huí de casa hyung, soy menor de edad, de seguro sería llevado de vuelta con mis padres.- él estaba tranquilo al revelar su vida, una actitud extraña, como si todo hubiese sucedido hace muchos años, no apenas meses – Ellos no querían que me probara  en empresas entonces huí, de esta manera sería mucho más fácil conseguir entrar y yo no tendría que esconderme más.


-         Puedo decirte que eso es una locura?- me concentré en el trabajo de dejar la cama confortable, no lo encararía por miedo, yo también lo tenía, al final.


 


Oí una risa que parecía auténtica, él se divertía?


 


-      Puede hyung, fue una locura realmente, pero no me arrepiento.- recibí un abrazo al levantarme, el toque era caliente, eléctrico, arrollaba todos mis sentidos, su perfume era natural y embriagador, el latido de su corazón parecía ser tan fuerte como el mío y su gran tamaño hizo de sus brazos una casa  adorablemente cómoda. Incluso con lo extraña que era la escena no se alejó por un buen tiempo, incluso abrazó mi cintura acariciándola, la sensación de pérdida se sintió inmediatamente luego de la separación.- Gracias hyung, que tenga una buena noche.- hizo otra reverencia y entonces se acostó; tambaleante intenté llegar a mi cama, un sentimiento sin precedentes me causaba una tremenda falta de aire.


 


El frío persistió, la presencia de Jongin también. Nos acostumbramos a una segunda existencia, él aún dormía en la sala, yo le di algunas de mis ropas para que pudiese trabajar bailando en la calle, pasamos a dividir las cuentas como los alimentos, él me ayudaba con la tesis en todo lo que podía.


 


-         Hyung, yo te pago cuando consiga un trabajo de verdad.- me dijo mientras amarraba los cordones del calzado acolchado que le di, perfectos para el frío bajo cero que hacía. Estaba tan feliz, sus antiguos zapatos incluso tenían agujeros en la suela.


-         Pagar por qué? – era un trato silencioso, yo lo ayudaba y él continuaba aquí, me seducía y me quitaba el estrés de mis días con su danza y sus conversaciones juveniles.


-         No quiero que nos alejemos – era una sentencia seria la de él,  me miraba como si fuese lo más importante a evitar, mi corazón que a poco se acostumbraba con sus toques o su presencia, perdió el control en latidos locos y frenéticos y una sonrisa escapó de mis labios.


-         Yo no soy supersticioso, no es un zapato lo que aleja a las personas.- me abrazó por el regalo y lo besé en la mejilla, yo hasta terminé volviéndome adicto a besar su cara, tener contacto con su piel era mi parte preferida del día, y parecía que no exageré ya que él no se opuso al cariño.


 


Con ropas decentes y entrenando todos los días Jongin se decidió a hacer las pruebas, yo lo ayudaba grabando los videos, asegurándome de quedarme con una copia para mi, él los entregaba en cada empresa durante el día y volvía a mi por la noche. Yo amaba su presencia, al punto de de no aguantar esperar hasta que pudiese volver a casa, en medio de las clases me encontraba mirando sus videos de baile, su cuerpo criaba músculos firmes para un adolescente, las largas piernas, el bien formado y delgado a la vez, sus movimientos seductores, fuertes, salvajes, me excitaban y embrujaban. Ayudaban a calmar las ansias de encontrarlo.


 


 


-         Aish hyung, me puso a buscar en este libro aburrido, estoy cansado, qué tipo de persona es usted? – yo ignoraba sus reclamos mirando apenas como continuaba con su lectura.


-         Para de quejarte, fuiste tú quién perdió la marca del señalador, ahora vas a tener que leer hasta encontrar la parte que necesito.- escondía mi placer de verlo ayudándome, a mi me parecía algo que nos unía, y él, bueno, seguía bufando con la misma intensidad.


-         Es mejor que me pague por ayudarle con esto, hyung.- la frase detuvo mis dedos, observé que continuaba mirando el libro, ¿qué yo tenía que pagarle?


-         Era un acuerdo, yo te ayudaba con los videos y tú con mi tesis, no te debo  nada.


-         Son las dos de la mañana, yo merezco al menos algo por horas extras.- ¿él encaraba esto como un trabajo? ¿Qué es lo que haría con este niño?


-         ¿Y qué es lo que quieres entonces?- el ambiente pareció cambiar cuando lo observé dejar el gordo libro y aproximarse. Su mirada estaba enfocada en un lugar que no podía creer, miraba mis labios como si fuesen dulces, me los lamí cuando los abrí en busca de aire. Su mano encontró mi rostro, acariciándolo hasta llegar a mi nuca, de dónde se sujetó cuando selló mi boca con la suya.


 


Yo me maldecía por temblar con una jovencita. Era apenas un pico, él ni siquiera tuvo la audacia de profundizar, estuvimos así por minutos solamente en esta simple muestra de afecto y cuando él se estaba separando lo sujeté de vuelta, esta vez sin timidez, adentré mi lengua en su boca loco por descubrir el verdadero sabor que me hacía soñar todas las noches y trancar la puerta de mi cuarto a fin de mantener la cordura hasta el otro día.


Menta, su aliento sabía a menta, era refrescante y su boca suave, audaz y juvenil en un escondite aislado ahora caliente, no me acostumbré solo a su mano en mi hombro, así que lo empujé suavemente hasta la silla y me senté en su regazo para tener más acceso a su cuerpo y lo abracé sintiendo los músculos de su espalda y asegurando su nuca  para manejar con la ligereza sus movimientos, ahora sus helados dedos recorrían mi cintura en un masaje fuerte, el contacto evolucionó a una búsqueda de un conocimiento casi irracional de todas las partes del cuerpo del otro.


Comencé a codiciar el verdadero sabor de su piel canela así que bajé mi rostro hasta la curva de su cuello, mordí una pieza en un bocado provocativo, lamí y chupé el área alrededor de la clavícula, bajando lo suficiente como para comenzar a tirar del cuello de la camiseta, su sabor era más embriagante que su personalidad, si esto era posible, mi pelo fue agarrado para que continuara maltratando su dermis.


-Hyung- era casi un suspiro el sonido de sus labios, alentando mi exploración - hyung calma. Baek deja de tirar de mi camiseta - él levantó mi cabeza y selló mis labios para sacarse la prenda, me volví ahora a su pezón, la perturbación de un par de semanas desapareció mientras despertaba todas las áreas de su cuerpo, cuando los suspiros  se convirtieron en gemidos fui a sus gruesos labios de nuevo, eran tan deliciosos.


Sentí que sus manos que antes estaban en mi cabello descendían, cuello, espalda, acarició mi columna lentamente en nuestro juego para sellar y profundizar el beso, sus dedos dibujaron algo en mi cintura para averiguar dónde se encaminaban, no era el momento para eso, con unos pocos besos más me aparté un poco para mirar su rostro.


-Es... - busqué aire mientras trataba de calmarme - Es hora de dormir, mañana tenemos que despertar temprano - Yo no iba a llevarlo a la cama en nuestro primer, segundo, o tercer beso, ¿no le había dicho que no era esos viejos que se aprovechan de los jóvenes? - Mañana podemos continuar, tú tienes que levantarte temprano también.


- Hyung? - él estaba confundido, y con razón. Acaricié sus mejillas para calmarlo.


- Vamos con calma, si? Sin prisa - a veces se me olvida por momentos lo joven que podría ser, anhelando todo inmediatamente.


- ¿Por qué ahora?


-Yo soy del tipo antiguo, necesito conocerte  mejor antes que nada - ligeramente lo besé de nuevo antes de levantarme de su regazo, Jongin fue a mi habitación a recoger su colchón sin colocarse de nuevo su camiseta, esta sería mi compañera reforzando la premisa que debería haber continuado.


 


Yo intentaba entender nuestra relación de besos cálidos y placenteros y mimos durante las madrugadas con la misma intensidad, mi niño disfrutaba de nuestras momentos, él todavía intentaba entrar en las empresas y recibía muchas respuestas negativas, sin embargo, teníamos algo que nos distraía cuando llegábamos a casa. El chico de cabellos negros me provocaba y simulaba envestidas contra mi trasero en otro intento para que hiciéramos el amor, yo no conseguía concentrarme, nunca le pedí que saliésemos, nunca tocamos el asunto, sin embargo, maldita sea, ahora vivíamos juntos y desde una noche de frío intenso él dormía en mi cama, incluso sin sexo éramos como una pareja.


-Hyung olvídese de la universidad y béseme- él quería que le prestase atención. Pero esta vez no era la universidad, eso no importaba, dejé los pensamientos para otro momento y aproveché que su lóbulo estaba cerca de mi boca.


-Tú eres mío, Kim Jongin.- mordí un trozo de piel apretando su cintura.

Notas finales:

Bueno hasta aqui llega el primer capitulo, les gustó? espero que si, y si es asi espero que dejen review, subiré lo mas pronto posible la segunda parte. 


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