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Negación por DyC

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Notas del fanfic:

¡Estoy de vuelta!

Espero les guste.

Dedicado a Joey por ayudarme tanto para que este fic fuera posible ¡has sido un angelito caido del cielo! xD y soportar mis locuras *-*<3

Tambien es para Karen por ser mi mejor amiga <3

A Mahaleth por siempre darme animos :*

Y a todos quienes quieran leer y disfrutar de la historia.

Un año nuevo de clases y de vuelta en el instituto. Jongin estaba aquella mañana sentado en las gradas vacías de la cancha de fútbol, su mochila descansaba a su lado mientras su mente divagaba en recuerdos de aquel mismo lugar repleto de personas, la mayoría estudiantes, en las temporadas de campeonato aquel sitio era el más concurrido de todo el instituto, pero ese día Jongin era la única persona que se veía en los alrededores.

A Kim Jongin, un chico de 16 años, nunca le habían llamado la atención los juegos deportivos de ninguna clase, nada, nunca; incluso lo único en que no se preocupó en conocer en cuanto llegó al nuevo instituto (hace un tiempo atrás) fueron las canchas deportivas, los deportes en definitiva nunca habían sido lo suyo. Pero aquella indiferencia hacia ellos había comenzado a cambiar poco tiempo después de haber comenzado sus primeras clases.

-Bien clase de Trayecto Inicial, en su primer día quiero dejarles muy en claro que…

Vaya, aquello no parecía cambiar nunca, todos los años era lo mismo, los profesores seguían dedicándose a dar advertencias y a plantear pautas que los alumnos sabían de antemano que durante el año académico no se cumplirían, o al menos no al 100%. Jongin no pudo evitar suspirar con fastidio y decepción ante las perspectivas que pintaban aquel primer día de clase. Mientras el profesor se dedicaba a decir todas las cosas que “No toleraría en clases”, Jongin se dedicó a recorrer el salón con la mirada, habían muchos jóvenes, la mayoría aparentaba su edad y se preguntó con cuales podría llevarse bien y con cuáles no, por lo general solía ser muy sociable, pero siempre existía ese alguien con quien simplemente no congeniaba.

Estaba a mitad de un bostezo cuando su mirada se encontró con un rostro, uno que al instante y por alguna razón evitó que Jongin continuará su recorrido, quizás solo era el hecho de que el chico en cuestión estuviese mordiendo el borrador de su lápiz como si su vida dependiera de ello.

Gustos, pues bien, Jongin nunca había tenido un patrón específico para sus gustos, él prefería creer y confiar en algo llamado "química entre las personas" y esas cosas, cuando alguien le gustaba buscaba hablarle, salír y así hasta llegar a saber si podían ser algo más, muy simple y hasta ese momento le había funcionado.

Con el paso de los días y las semanas Jongin fue conociendo más cosas acerca del chico que había captado su atención, muchas veces durante el día se encontró a sí mismo observando cada cosa, cada detalle, activando su sentido auditivo cuando escuchaba su voz, veía cómo se aburría en las clases de lenguaje y como tomaba muchas notas en las de matemáticas. Jongin también solía despertarse los viernes sabiendo que ese día lo vería sonreír ampliamente durante toda la jornada, porque simplemente Do Kyungsoo amaba las clases de deporte del viernes por la tarde. Casi parecía un patrón, uno que Jongin aprendió a conocer en apenas las primeras semanas de clases.

Y es ahí cuando esa indiferencia hacia los deportes desaparece en un abrir y cerrar de ojos. Jongin se encuentra rápidamente deseando que llegue cada fin de semana y con este las competencias deportivas; unos ojos brillantes y una gran sonrisa lo esperan, bueno, no exactamente a él, pero era él quien se quedaba viendo y disfrutando de todas las sonrisas que podía ver en el rostro de Kyungsoo. A Jongin no le sorprende cuando un mes después de haber comenzado el primer año Kyungsoo se encuentra abiertamente participe en la selección de jugadores de fútbol del instituto y Jongin se siente feliz siendo arrastrado hacia todos los juegos de fin de semana de toda la temporada.

Él nunca se había detenido a pensar demasiado en una persona, simplemente no, no como lo hacía con Kyungsoo, pero resultaba ser que Do Kyungsoo no era cualquier chico y es así cómo Jongin se consigue a sí mismo secretamente enamorado de su compañero de clases, ese que ahora es el capitán del equipo de fútbol y a quien ansía ver en este nuevo año, desde la distancia, desde el silencio no espera más que poder ver sus expresivos ojos y su amplia sonrisa brillando e iluminando todo el lugar, Kim Jongin no desea nada más que respirar el mismo aire y permanecer dentro de las mismas cuatros paredes en donde ese pequeño chico habita, al menos por un par de horas.

-¡Oye Jongin! ¡Con que aquí estabas! – Parpadea un par de veces regresando a la realidad, sentado de nuevo en las gradas del campo desierto de fútbol. Sonríe de lado y saluda con la mano a Jongdae quien se deja caer a su lado. – ¿Irás esta noche? - Ya sabe por dónde vienen las cosas y esa mirada divertida y suplicante de Jongdae invita a Jongin a decir que sí al instante, pero se controla soltando una risita y negando con la cabeza, bajando la mirada para no ser manipulado por aquellos ojos.

-…No lo sé.

-¡Oh dios! ¡Vamos Jongin! ¿Desde cuándo te haces el difícil? – Jongdae chasquea la lengua y Jongin ríe.

-No es eso, es solo que… Apenas hoy comenzamos clases, ¡Y Taemin ya está ofreciendo una de sus fiestas! Hace dos meses por poco acabamos en coma etílico.

-Bueno es que ya sabes lo buenas que son las fiestas de Taemin para relajar el estrés.

-¡Pf! Cuál estrés si ni hemos comenzado – Jongin lo mira con diversión.

Jongdae toma una de las manos de Jongin y la coloca sobre su hombro – ¿Notas esto tenso y duro Jongin? Se llama estrés y es producto de saber que hoy comenzamos clases – Finge un suspiro cansado- Ya me imagino todos esos exámenes y trabajos y…- Se estremece- Ya, mejor vayamos a la fiesta y comencemos con buen pie, ¿Qué te parece, eh?

Jongin ríe alejando su mano del hombro de su amigo mientras niega y luego asiente – Está bien.

-¡Excelente! Pues ahora vamos a clases que ya se nos está haciendo tarde.- Ambos se ponen de pie y hacen su camino a pasos rápidos hacia el aula donde tienen clases, el corazón de Jongin latiendo vivazmente ante el pensamiento de volver a ver a Kyungsoo.

Para él no había sido fácil aceptar sus sentimientos por el otro chico, principalmente porque nunca se ha sentido de esa forma antes, pero luego de darse por vencido y aceptarlos se encontraba mucho más cómodo consigo mismo. Habían noches en que quería compartirlos con alguien, no importaba quién fuera pero quería dar a conocer todas sus ilusiones, miedos y dudas, sin embargo los que figuraban como sus mejores amigos, Lee Taemin y Kim Jongdae, no parecían ser la mejor opción para hacerlo, principalmente porque éstos ya sabían parte de la historia y eran un asco como consejeros, e ir hacia donde Kyungsoo y confesarle cuánto le gustaba nunca había sido una opción y por cómo iban las cosas jamás lo sería, por ello buscaba con toda sus fuerzas no sentir la necesidad de ventilar su mayor secreto así sin más a los cuatro vientos y todos siguieran felices.

…O al menos así había sido durante todo ese tiempo...
-Te espero hoy a las diez - Fue el saludo que le dio Taemin en cuanto se dejó caer en el pupitre a su lado.

-¿Quien dijo que iría? - Pregunta con indiferencia sacando el cuaderno de su mochila mientras da una disimulada mirada a su alrededor en busca de alguien en particular y lo encuentra.

"Nuevo corte".

Sonríe internamente, ¿Cómo era posible que le quedara bien todo?

-¡Pues claro que irás! -Estalló Taemin golpeando su mesa, toda la clase se giró a verlos y por un microsegundo su mirada se cruzó con la de Kyungsoo pero Jongin no dudó en desviarla hacia su amigo.

-Si es por las buenas -ríe

-¡Ya! Mocoso - Taemin se vuelve a sentar, más tranquilo de saber que Jongin está en obligación moral de asistir a su fiesta. Jongdae no disimula su risa y Jongin lo acompaña junto a otro par de compañeros, Taemin simplemente no se inmuta.

En su sección, Taemin y Jongdae eran los encargados oficiales de sacarle arrugas a los profesores y al mismo tiempo divertir a sus compañeros, Jongin prefería mantenerse al margen la mayor parte del tiempo, aunque debe confesar que muchas de las bromas y locuras son producto de su mugrosa mente o si no, es él quien incita a sus amigos hacia la diversión, pero aún así procuraba que su trabajo fuera ser la parte racional del grupo aunque terminara siendo arrastrado por sus amigos y cuando eso ocurría, simplemente se dejaba llevar.

Como aquella vez que lo habían convencido de llevar un reptil en su mochila, una de esas pequeñas lagartijas la cual soltaron a mitad de clase. Jongin no le había encontrado la gracia a una broma tan infantil hasta que vio a Kyungsoo gritar horrorizado en cuanto el animal trepó por su pierna, su pequeño chico (como le llamaba en su mente) había pataleado y gritando tanto hasta subirse a su mesa, eso sí que había sido para morirse de la risa. O cuando Taemin tomó su mano y entrelazó sus dedos porque la profesora de Historia es homofóbica y siempre molestaba a Jongin, Taemin la odia (bueno, es un odio mutuo), el plan inicial era que aquello lo haría con Jongdae pero ese día había faltado a clases así que le tocó a Jongin ser su pareja y tomando en cuenta que de los tres Jongin era el abiertamente bisexual... la profesora se había puesto tan pálida que casi se desmayaba confundiendo tiempos históricos y al final fingiendo una migraña para dar por concluida su clase antes de tiempo, mirándolos a ambos con asco.

Había valido la pena.

Fue un momento demasiado divertido, o al menos lo fue hasta que Kris el mejor amigo de Kyungsoo les diera su 'enhorabuena a la linda pareja' todo el salón se había muerto de la risa incluso Kyungsoo, mientras que Jongin se había avergonzado hasta la médula, pero le tocó sonreír porque ahora Taemin molestaba con seducir a Kris, aunque a este no le hiciera la más mínima gracia y estuviera amenazando con romperle el cuello a cualquier marica.

Kyungsoo y él tuvieron que intervenir para que aquello no terminara en una pelea.

 

*

 

-¡Diez y treintaicinco, Kim! ¡Te tengo contados los minutos! ¿Dónde diablos estás?

-No iré Tae...

-¡¿QUÉ?! ¡Qué te corto las pelot...!

-¡Ya! ¡Ya! ¡Jajaja ya voy! Estoy cruzando la esquina.

-¡Más te vale, negra!

-Calma...- Jongin sonrió y cortó la llamada, seguía caminando a paso tranquilo, guardó sus manos en los bolsillos de su chaqueta azul de cuero, la casa de Taemin quedaba a dos manzanas de la suya por lo que no se molestaba en apresurarse. Ya a una cuadra, podía escuchar el eco de la ensordecedora música e inconscientemente aceleró el paso hacia su destino. 

Como era de esperar, la casa de Taemin y sus alrededores, estaban repletos de jóvenes, varios de ellos estudiantes de diversos años de su mismo instituto, pudo reconocer a muchos a los cuales saludó y el resto que no conocía lo saludaron a él. El alto volumen de la música hacía retumbar su cuerpo, pudo notar a Jongdae metiéndole mano a una chica en una de las esquinas del comedor y sonrió pensando en que 'este no pierde el tiempo'.

Siguió su camino hasta escuchar un '¡Hey, tú!' Y a un Taemin abriéndose paso hasta él para recibirlo con una botella.

-¿Pasamos de vodka a soju? – Preguntó alzando las cejas.

-Tú solo emborráchate y ya está.

-¡Okay! ¿Vas a limpiar mi vomito?

-¡Jodete, Jongin!

No pudo evitar reírse en la cara de su amigo antes de ver como se marchaba, de seguro iría en busca de su novia. Jongin pensó que no estaría mal ir en busca de una para él, por lo que se dirigió hacia el área donde sabía desenvolverse mejor, la pista de baile, siendo consciente de que ahí podría encontrar a alguien con quien pasarla bien.

Habían muchas personas en aquella casa y era complicado ir de un lado a otro, mientras se abría paso con su cuerpo, con su mirada recorrió los rostros de los presentes en busca de alguna víctima, y la encontró, ahí estaba con un vaso en las manos y la mirada perdida. Se acercó a paso decidido, pasando su mano por su cabello, la chica de vestido floreado y pelo ondulado se mordía el labio inferior mirando en varias direcciones como si no supiera que hacer, Jongin sonrió y se plantó frente a ella esperando que lo notara y cuando lo hizo se sonrojó, tal como él esperaba que pasara.

Había demasiado ruido como para hablar por lo que, sonriendo de lado, tomó la mano de la chica y la jaló un poco en una clara invitación para bailar. La música se volvió un poco más suave y Jongin sonrió aún más, podía ver el gran sonrojo de la chica y su cuerpo estremeciéndose en sus brazos, estaba seguro de que tenía frente a sus ojos la que sería su conquista de esa noche, en su mente no habían dudas.

Las horas pasaron relativamente rápido, después de mucha música y alcohol, la madrugada llegó y la fiesta fue menguando, ya quedaban pocas personas, hace horas que no bailaban y en cambio se había dedicado a besar a la chica en una esquina del salón, estaba a punto de pasar a la segunda base cuando ella lo interrumpió.

-Iré p-or más bebidas... ¿Quieres? -Jongin estaba fascinado así que asintió. La chica se alejó y él se recostó en la pared esperándola, su mirada recorrió la estancia hasta que algo en el suelo llamó su atención. Un hilo de líquido se escurría por este y siguiendo su curso desde donde venía notó que salía de las cornetas y la tan apreciada consola de Taemin, en otras palabras había agua en medio de los cables. Sus ojos se abrieron mucho imaginando un cortocircuito y todo el caos que conllevaría, sobresaltado se acercó corriendo buscando el origen de aquel posible desastre.

La consola era grande y las cornetas también, fácilmente cabían tres personas detrás de estas pero nunca se esperó encontrar una.

-¡Hyung! ¿Qué haces aquí? - Observó el pequeño cuerpo de Kyungsoo sentado con las rodillas al pecho, una botella volcada en el suelo y otra en sus manos. En cuanto el mayor levantó su rostro, porque sí, Kyungsoo era mayor, Jongin se estremeció al ver la mirada asesina que le dedicó- Hyung... ¿Estás bien? - El mayor no respondía, seguía observandolo fijamente y Jongin ya se sentía extraño, tragó ruidosamente y en contra de sus sentidos de supervivencia se sentó al lado del bajito.

-Largo - Gruñó éste, observando la botella en sus manos.

-...¿Qué haces aquí?- Ignoró la exigencia del otro. Kyungsoo siguió sin responder - Vamos Kyungsoo ¿Qué hace uno de los chicos más populares escondido patéticamente? - Se burló pero no obtuvo respuestas. Los minutos pasaron en silencio y Jongin se acomodó extendiendo sus piernas, a pesar de no hablar se sentía mejor ahí que en cualquier otro lugar, observó cómo la chica con quien había pasado la fiesta lo buscaba y lo llamaba.

-¿No piensas ir? - Le preguntó Kyungsoo sin mirarlo y por un segundo Jongin dudó, pero terminó negando y siguieron en silencio.

Sabía que habían pasado horas, su trasero adolorido se lo decía y aún así no se movió. Cuando Kyungsoo se terminó su botella de ron giró su rostro hacia él y se que le quedó viendo.

-¿Qué? - Jongin luchó porque sus nervios no se apoderaran de él y lo traicionaran, aunque no podía decir lo mismo de sus ojos, sin poder evitarlo su mirada se fijó en los labios de Kyungsoo.

-Jongin... ¿Qué harías tú, si consigues a tu novia con otro? - Kyungsoo hablaba claro pero Jongin podía ver al alzar su mirada de nuevo, que sus ojos reflejaban lo ebrio que estaba.

¡Oh! Así que eran verdad los rumores de que Kyungsoo tenía novia... de nuevo. Se muerde el labio pensativo mientras Kyungsoo lo sigue observando a la espera.

-Supongo que golpearía al sujeto, ¡Sip eso! Golpearlo, mucho…

-...Lo golpeo...- Piensa el mayor y sonríe de lado- ¡Bien!- Se intenta poner de pie tambaleándose y Jongin se levanta nervioso pendiente de que el otro no se caiga - Vamos Jongin...- Se estremece al escuchar su nombre por segunda vez en la voz de Kyungsoo y lo sigue, la chica al parecer se había ido, la verdad es que no le importaba en lo más mínimo. En la casa solo quedaban un par de parejas manoseándose y la calle estaba completamente vacía.

Hacia frío y Jongin seguía a Kyungsoo de cerca, sus pasos inestables le tenían temeroso de que en cualquier momento se cayera. La noche estaba silenciosa y por un segundo se preguntó qué hora serán.- Hyung, ¿A dónde vamos? - Hacía mucho frío como para vagar por ahí. El mayor se detuvo a mitad de calle y con movimientos torpes estrelló la botella vacía que aún tenía en las manos contra el asfalto provocando que Jongin se sobresaltara, había olvidado que el otro cargaba una botella, el estrepitoso sonido del vidrio quebrándose y esparciéndose hizo eco en el silencio de la noche y Jongin palideció, su piel dejando de ser morena en cuanto Kyungsoo lo apuntó amenazante con la mitad de la botella rota.

-Hijo de p...

-¡Oye! -Jongin alzó las manos- ¡¿Hyung qué haces?! -Retrocedió con sus ojos bien abiertos al ver que el otro se acercaba lentamente y aún amenazándolo.- Hyung...

-¡Te la pasaste besuqueando a mi novia toda la noche!

... Oh dios...

 

Notas finales:

._. no se por qué pero me siento nerviosa y ansiosa(? xD espero les haya gustado.

el fic ya está terminado así que publicaré rapido, quizas a diario.

¡Un beso!


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