Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Amor Retorcido por NataLilo-chan

[Reviews - 27]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Espero y lo disfruten.

 

Notas del capitulo:

Amor, dolor, desesperación, amargura, angustia, todo eso será lo que sentirá Iwaizumi al saberse enamorado de Oikawa.

 

 

 

Los personajes pertenecen a su autor Haruichi Furudate

 

 

¿Cuánto tiempo he estado enamorado de este idiota? ¿Cuánto tiempo he tenido que soportar que cada chica que lo ve, se le lance encima como una plaga? Haciéndome a un lado como si yo no existiera.

Vivo bajo su sombra a pesar de ser el as de Seijoh, él con su rostro de niño perfecto. Yo soy quien mejor conoce cada una de sus debilidades, pero aun así, ¿Por qué me siento tan miserable cada vez que estoy con él?

Si bien es cierto, somos amigos de infancia, compartimos el mismo gusto por el voleibol , no es que me sienta inferior en cuanto al juego, pero su popularidad con las chicas es algo que realmente me saca de mis casillas! Oikawa realmente no tiene la culpa, es guapo, atractivo, buen físico, cómo no, ha sido deportista toda la vida...

Es solo que hoy por hoy, siento algo punzante en mi corazón cada que alguna chica guapa se le acerca, el problema no es cuando vienen y le piden fotografiarse con él, el problema viene cuando el estúpido arrogante, se deja llevar por ellas. Ahhh~ a veces me pregunto si él me pondrá como su primero sin importar qué.

A veces el entrenador me ha enviado a buscarlo porque las chicas lo tienen atrapado, pero solo en esas ocasiones y cuando jugamos, es que siento que soy importante para él. Lo golpeo a menudo, pero es una reacción casi llevada por el instinto y esa necesidad de Oikawa Notice me! ¡¡Maldición!! Quisiera que alguna vez en la vida notara que soy más que su paño de lágrimas o solo ese buen compañero/amigo que comparte sus mismos intereses.

-Date cuenta de una maldita vez que estoy enamorado de ti, grandísimo idiota!- Le digo en mi mente con todo mi corazón puesto en ello- Como reacción instintiva le lanzo el balón al rostro, mientras salgo de mis pensamientos.

La práctica había finalizado y nos encontrábamos limpiando el gimnasio para ir a casa.

-¡Qué malo eres Iwa-chan~!- Decía con el rostro compungido por el dolor.
Odiaba esa parte de mi, incapaz de tratarlo de mejor manera, no sé, creo que se volvió solo un mal hábito y que luego de descubrir mis sentimientos por él, se volvió incluso peor.

Todos nos miraban y reían, acostumbrados a nuestro comportamiento, creo que nadie ha descubierto aun, cómo me siento y eso me daba cierto alivio, si alguien lo descubriera, no sabría cómo actuar, era de mi mejor amigo y el chico más popular de la escuela de quien estaba enamorado. Eso me hacía sentir un gran temor.

Todo seguía su curso, práctica cada día a excepción de los lunes, clases, algunos partidos de práctica con otras escuelas o incluso algunos universitarios han venido, Oikawa como siempre, llamando la atención de todo el mundo.

Se robaba las miradas y elogios de todos, no por nada era conocido como el mejor setter de la prefectura, eso era algo que me llenaba de orgullo, pero también de cierta amargura, pues si no es con él, nuestro equipo no tendría la misma popularidad, a pesar de que soy conocido como as del equipo, si no es con ese idiota no sería capaz de demostrar lo buen jugador que soy, solo él podía sacar lo mejor de cada integrante del equipo en cada juego, sin importar si alguno le caía mal, simplemente lo lograba, él no era un genio, entrenaba duro cada día, incluso a niveles alarmantes, como cuando casi le lesiona, por suerte solo fue un esguince, aun así el entrenador lo reprendió y yo también.

-No seas idiota! Debes cuidarte! No querrás lesionarte o sí? De ser así yo mismo puedo hacerlo por ti- tomando un balón casi se lo lanzo si no es porque Kindaichi, quien me detiene-

-Senpai, no. no debes hacerlo, el entrenador se enojará contigo- decía impaciente, sujetándome por los hombros, puede sonar extraño, pero sentía que Kindaichi ponía un sobreesfuerzo en detenerme.

-¡Iwa-chan~ Qué malo!- Me decía con su cara de idiota, pero la cual amaba casi con locura.

-Ya déjame Kindaichi, no haré nada, a menos que el idiota descuide su salud de nuevo- Dije con tono severo tratando de parecer convincente, pero aun así nadie me sacaba la preocupación de encima, puesto que las preliminares de la prefectura para el torneo de primavera se acercaban.

Los días seguían, añoraba cada día ver la sonrisa del estúpido, por ello me levantaba temprano cada día, sin embargo, los buenos deseos y toda la emoción por verlo desaparecía una vez lo veía rodeado de chicas a la entrada de la escuela

- ¿Qué crees que estás haciendo grandísimo idiota? Hmm dime, aquí, no dejas pasar a nadie, tú y tu séquito de seguidoras acosadoras! Golpeando su cabeza con el bolso

- Ayyy, eso duele, Iwa-chan buenos días!- Me respondía con su cara sonriente y con dolor.- Creo que se me pasó la mano- pensé-.

-Kyaaa quién te crees que eres para tratar así a Oikawa-san?- Somos sus fans, no acosadoras, me decía una con un tono tan chillón que sentí que mis tímpanos llegaron a explotar-.

-Aaaahhh~ *suspiré* Ellas solo me veían con odio, creo que era la primera vez que me enfrentaba a algún séquito de seguidoras de Oikawa. estaba a punto de responder con alguna clase de insulto tanto para él como para ellas, cuando escucho las voces de nuestros compañeros de equipo.

-¿Qué hacen tan temprano en la mañana, chicos?- Saludaba Matsukawa con una reverencia hacia las chicas, creo que eso las calmó un poco.

-Buen día senpais- decía Kindaichi junto a Yahaba- Me giré y dije -¿qué tienen de buenos?- Di otra media vuelta para mirar al estúpido de Oikawa pero este se había desvanecido, cuando noté que iba camino a los salones acompañado de una chica.

-Ohhh~ esa debe ser la nueva conquista de Oikawa decía Hanamaki quien también llegaba junto a los otros-

Las otras chicas solo se quedaron viendo decepcionadas, creo que en cierto modo, me reflejaba en ellas, quienes no tenían oportunidad ninguna con Oikawa, pero que aun así, añoraban estar a su lado a pesar de todo, me sentía estúpido,no sabía qué hacer, los celos me corroían por dentro y lo único que podía hacer, era mirar a la distancia.

Los días siguieron su curso, pero notaba cuán alegre se encontraba mi amigo, me sorprendía al verlo responder alegremente algunos mensajes de su novia, al parecer ella respetaba las horas de clase, ya que durante ellas, no le escribía, sin embargo, a la hora del almuerzo y algunos descansos, siempre se lo veía a Oikawa responder todo emocionado, los demás chicos también sorprendidos, lo miraban desconcertados, siempre imaginaron que Oikawa "EL DEPREDADOR" jamás caería en las redes de alguna mujer, y este parecía ser el caso.

Eso me partía el alma, verlo tan feliz, me hacía sentir de alguna manera MISERABLE, por desearlo, quererlo, a pesar de que él ya era de otra persona, pero qué más podía hacer, los sentimientos reinan por sobre la razón.

Me odiaba por ello, a veces sentía que él quería preguntar algo, pero mi rostro molesto y lleno de disgusto, lo obligaba a dar marcha atrás.

-¿Qué? ¿Por qué me miras como si quisieras preguntar algo y luego evitas mirarme? o es que me contarás lo que haces con tu amorcito?- dije con ironía, pero no me resultó del todo.

-Para ser honesto, estoy preocupado por ti Iwa-chan- Quise parecer indiferente y le respondí

- ¿Por qué? sigo siendo el mismo de siempre, mis calificaciones no han bajado y sigo siendo el as del equipo; qué te tiene preocupado, Bakakawa?

-Ah! Iwa-chan~ eres terrible, te estoy diciendo que estoy preocupado y tú me sales con eso!- decía con un tono lastimero en su voz, a lo que respondí:

-Y me vas a decir qué te tiene taaaaan preocupado por mi?-.

-Bueeeno, es que parecieras que a pesar de que todo está bien contigo, he notado cómo te distraes con facilidad durante las prácticas y en clase, yo te hablo, pero es como que estás en otro mundo, creo que nadie más lo notaría excepto yo, TU MEJOR AMIGO!- Decía eso con una sonrisa de total satisfacción, ganas no me faltaron de robarle un beso, pero me contuve al hacerme eco lo último que dijo... "TU MEJOR AMIGO" Maldición, eso es todo lo que era, su amigo, no me veía de otra forma, él debió notar que algo me molestaba, porque volvió a insistir

- ¿Qué pasa Iwa-chan? Mi mente, mis sentimientos, mi corazón, me sentía apesadumbrado, mi corazón se llenaba de amargura por no poder significar algo más para esta persona que estaba frente a mi, con una expresión de total preocupación- al no haber respuesta preguntó:

- ¿Es acaso una cuestión de amor?- El solo hecho de escuchar la palabra amor de su parte me hizo querer romper en llanto y confesarle frente a todos lo que estaba sintiendo aunque con ello sabía que pedería su amistad, di un pequeño respingo que él no llegó a notar y le dije

- Ya te dije que no me pasa nada, qué quieres que haga para demostrártelo?

-Yohoo- soltó lleno de satisfacción.

-Ahora que preguntas me gustaría que me acompañaras al centro comercial, quisiera comprarle algo lindo a Rina-chan.

¡Ay no! No me jodas hijo de p... Estoy enamorado de ti, y me pides salir para ayudarte a elegir un regalo para tu noviecita? Es que, ¿Qué tan desconsiderado eres como para pedirme algo así?-

Eso pienso, luego me doy cuenta que él no tiene puta idea de cómo me siento respecto a su persona, así que, cómo espero que él entienda que no quiero acompañarlo, pero no quiero hacerlo sentir mal, después de todo, él se preocupa por mi-.

-Está bien, voy contigo, siempre y cuando hoy me compres el almuerzo!-

-Yahooo Ok, Iwa-chan, como en los viejos tiempos! Te echaba de menos Iwa-chan-. Dijo eso dándome un abrazo.

Yo no supe cómo reaccionar, mi mente se quedó en blanco, quería corresponderle, en eso estaba, cuando llaman de la puerta del salón, y allí estaba ella, la tal Rina-chan, esperando por Oikawa.

-Lo siento Iwa-chan, te veo más tarde, ahora Rina-chan espera por mi, nos vemos-. Dijo eso con una gran sonrisa en su rostro, me parecía a mi o era que se había vuelto incluso más hermoso estando con ella? Maldición, siento envidia de aquélla chica, ella está sacando lo mejor de Oikawa y yo no puedo hacer más que solo mirar su espalda, No sabes cuánto me duele toda situación.

Oikawa, A pesar de ser un obseso para el Vóley, por primera vez, estaba siendo condescendiente con su novia, me sorprendía lo atento que podía ser con ella, a pesar de que nunca lo había sido con ninguna otra, qué la hacía tan diferente? La novia anterior, por lo que puedo notar era incluso más bonita, entonces, qué tiene ésta? Qué la diferencia de las otras? Será su cuerpo? Tiene tetas grandes- Pensé.

Recuerdo que Oikawa nunca antes mencionó el tema del cuerpo como algo realmente importante en una relación, sino más bien, el que la chica en cuestión fuese consideraba con él y que le entendiera su amor por el vóley y que ojalá alguna correspondiera de misma forma su amor por el deporte.

Me dolía a extremos inimaginables el saber que era otra persona y no yo, quien podía sacar a relucir la extrema dulzura de Oikawa, el que fuera tan atento con ella, no significaba otra cosa más que: ESTABA ENAMORADO DE ELLA!

El llegar a esta conclusión fue lo que terminó por carcomer mi alma, mi corazón, todo mi ser, me llené de angustia, un dolor que nunca había sentido inundaba mi pecho y me hacía sentir náuseas, sabía que tenía envidia, que sufría de celos, que me dolía el corazón viéndolo tan feliz y no siendo yo causa de ello, pero quise creer, que mientras él fuese feliz, yo también lo sería.

Un día paseando por el centro comercial, esto antes de mi salida con Oikawa, me dejé llevar por el momento y empecé a observar artículos deportivos, me imaginaba con Oikawa comprando, como en los viejos tiempos, una leve sonrisa se esbozó en mi rostro, adoraba esos recuerdos, que desde niños fuéramos amigos, era tan encantador, había sido solo hace poco que había descubierto mis sentimientos por él. Era Gay de tomo y lomo, me gustaban los chicos me dije un día al darme cuenta que me quedé embobado mirando el cuerpo de Kindaichi o simplemente mirando la fuerte contextura del cuerpo de Ushijima, creo que siempre fui bastante conciente de ello, pero no quería asumirlo.

Las chicas no me desagradaban, excepto las "acosafans" de Oikawa, pero nunca pude llegar a verme con alguna teniendo relaciones sexuales, pero al quedarme embobado viendo el cuerpo de otro chico y ser quien tomase el control de las cosas, eso me excitaba sobremanera. Pensar de esa forma no ayudaba, alguien me hizo salir de mis oscuros pensamientos, no me lo podía creer, era Ushijima.

-¡Maldición! me dije- traté de no morderme el labio, por pensar en lo sabroso que se veía- Me gusta Oikawa, lo amo, pero soy hombre, también adoloscente aun, mis hormonas están a mil, lo único de lo que estoy seguro, es que solo deseo a Oikawa, mi corazón le pertenece, mi razón también, por ello no pondría mis manos en nadie más, eso es lo único seguro!

Tratando de convencerme no me di cuenta de quién había entrado a la tienda deportiva, mis ojos abiertos de par en par, sentí cómo se nubló mi vista- esa es- es imposible- Rina-chan con- c-con Semi, el setter de Shiratorizawa, -¿Qué hacía ella con él, y tomados de la mano?-

-¿No se supone que es la novia de Oikawa? pensé.

Algo en mi interior empezó a desquebrajarse, creo que mi razón, me enfurecí, no sabía qué pasaba, hasta que Ushijima se me acerca y me sacó de mis pensamientos.

- Iwaizumi, ¿qué haces por estos lados?-

Estaba a punto de responder enfurecido - ¡A ti qué te importa, No es asunto tuyo. No te metas en lo que no te incumbe!- Cuando de repente veo que se acerca la pareja que incluía a la novia de Oikawa, ella al verme, ni se inmutó, es más, acercó sus brazos alrededor del cuello de Semi y lo besó. ¡LO BESÓ! Frente a mis narices!! La muy Puta. novia de mi mejor amigo, el chico que amo, le estaba siendo infiel, en mis narices.

Probablemente creía que no podría decirle a Oikawa. Ushijima también observaba incrédulo lo que ocurría frente a sus ojos, yo estaba que estallaba en furia, Semi por su parte saboreaba sus labios como si hubiese probado el más delicioso néctar.

Estuve a punto de golpearlo, pero Ushijima me detuvo y alejó a Semi de nuestra vista. No sé cómo lo hizo, pero el setter no pudo hacer más que marcharse. Tal vez Ushijima pensó que a mi me gustaba ella y por ende mi furia, en el momento en que estaba por gritarle puta, aparece Oikawa, venía desde el colegio, pues vestía el uniforme deportivo, la tipa se hizo la inocente pues apareció él, "el cuernudo del año".

-Tooru-kun, es bueno verte- dijo ella- pensé que hoy ya nos podríamos vernos~ Con eso dicho, casi enloquecí de furia.

Pero de cierta manera, me alegró la idea de que ella le fuera infiel, sé es que bastante retorcido de mi parte, alegrarme por ello, pero no podía dejar de pensar que quizás, podría tener una oportunidad con él.

Ser testigo de la traición, me hizo tragar mis malos pensamientos, estuve a punto de decirle lo que había visto, sin importame nada, pero ver su rostro tan lleno de alegría al ver a la puta de su novia no hizo más que acallarme y acobardarme, estaba seguro que sería más feliz con cualquier otra persona que no fuera ella. La tipa no hacía más que engañarlo quién sabe con qué artimaña lograba mantenerlo como perrito faldero, y eso solo provocaba que mi corazón se destrozara otro poquito.

No pensé en las consecuencias que esto traería, no era sencillo ser testigo de la traición que le estaban haciendo a mi amigo y peor aun, mi amor secreto, aquel que deseas proteger, pero yo, aun sabiendo que era contraproducente, no dije ni hice nada, me dejé llevar, quizás por el temor a que no me creyera, pero también podría decirse que era por motivos oscuros, no deseaba otra cosa más que a él, pero yo quería que fuera feliz, a pesar de todo, yo sí deseaba que fuera feliz.

Mi alma se hundía en un abismo, ya no había retorno. Le había vendido mi alma al diablo, por ello. Recordaba cómo sufría cada vez que lo veía con la novia que se había echado recientemente, esa novia que le estaba poniendo los cuernos con quien sabe cuántos tipos más, la tal Rina-chan que parecía una pequeña muñeca, pero en realidad era una puta por donde se le mirara, la había visto varios días seguidos, con distintos chicos, pareciera que a ellos no les importaba involucrarse con ella, especialmente sabiendo que era la novia de Oikawa.

Verme en esa situación me hacía sentir desesperado, amargado, enfurecido conmigo mismo por lo cobarde que estaba siendo, pero no sabía qué hacer, estaba tan confundido, no había nadie a quien pudiera contar lo sucedido.

Así pasaron los días, yo sin decir nada, llegaba nuestro momento como equipo, de poder destronar a Shiratorizawa y así poder ir al torneo nacional, como siempre habíamos soñado, siempre nos repetíamos que juntos, llegaríamos hasta el torneo nacional y lo ganaríamos, pero no nos esperábamos que Ushijima y compañía a punta de fuerza bruta.

Nos derrotaron tan amargamente. La última jugada iba dirigida a mi, solo necesitaba desviar un poco el balón, pero Tendou, supo leer el ataque y me bloqueó completamente, con ello Shiratorizawa una vez más nos derrotaba. Fuimos incapaces de ganarle. Nunca, en nuestros tres años, pudimos derrotarlos, y eso nos hacía sentir tan impotentes.

Una nueva derrota y ahí quedamos nosotros con nuestros sueños rotos. Quería llorar de impotencia, pero viendo a Oikawa, su rostro lleno de lágrimas por la frustrante derrota, no me quedó más remedio que palmotear su espalda y llevarlo a formarnos en línea.

Todos salimos del gran gimnasio, cabeza abajo, amargados por la inevitable -en cierta medida- derrota. El entrenador nos dio el resto de tarde libre.

Oikawa y yo, nos dirijimos hacia nuestras casas, pero por cosas de la vida, nos desviamos hacia un parque que queda justo en la mitad entre la casa de Oikawa y mía. Nos sentamos en uno de los bancos, nadie decía nada, el ambiente estaba tenso, mientras las lágrimas empezaban a brotar por la frustración, yo no era débil pero aun así, no pude hacer nada contra Ushijima y compañía, se suponía que era el As del equipo, pero me bloquearon una y otra vez, Oikawa buscaba siempre los mejores caminos para nuestros ataques, pero todos fueron en vano.

En eso estaban mis pensamientos, hasta que Oikawa dijo que quería ver a su novia, mis lágrimas se detuvieron al instante, no lo esperaba, estando con él, solos en el parque, la angustia me superó, los celos terminaron por corroer mi alma en el momento en que dijo que debía hablar con Rina-chan. Que deseaba que lo consolara.

-No era el momento pensé- habíamos perdido un encuentro con Shiratorizawa, era nuestra última oportunidad de llegar al torneo nacional, juntos como equipo. Yo sabía cuán dolido estaba Tooru y quizás era el peor momento para decir , pero simplemente se me salió, no me pude contener:

- Te amo- le dije- tú me gustas- volví a decir, mientras él me miraba con sus ojos clavados en mi, anonadado sin saber qué responder. De repente el ambiente se tornó tenso. No era el momento. Acabábamos de perder frente a Shiratorizawa y el hijo de puta de Semi se había reído en nuestra cara. Lo peor no fue eso, sino lo que dijo después:

-¿Cómo está Rina-chan? ¿Sus pechos se sienten suaves verdad? Al parecer Oikawa no alcanzó a oírlo, porque si lo hubiera echo se habría abalanzado sobre él y molido a golpes. por suerte Ushijima lo alejó de nosotros, ésta ya era la segunda vez que lo hacía - ¡Vaya mierda!-me dije.

Sentía que pasaban los días, las horas, cuando siquiera habían pasado solo unos segundos desde aquéllas palabras que juré no decirlas, sentía la angustia atragantarse en mi garganta, mi corazón palpitaba a mil por hora, los nervios me estaban matando, pero todo seguía sin respuesta.

Después de haberme confesado a Oikawa sentía como si me hubiese sacado un peso de encima, pero creo que su reacción no fue lo que esperaba. Su rostro serio, se tornó burlesco y una gran cara de asco se esbozó después.

-¿De qué estás hablando Hajime?

Cuando me llamó por mi nombre un ligero escalofrío recorrió mi espalda.

- Me parece que no oí bien... Acabamos de perder nuestra última oportunidad de ir al torneo nacional y me sales con esta mierda?!

-...

 

-¿Me estás diciendo que yo te gusto?.

Con cada palabra elevaba un poco más su voz

- ¿Cómo es eso posible? Es que no te das cuenta que ambos somos chicos, peor aun, se supone que eres mi mejor amigo y me estás diciendo que me has estado imaginando en cosas tan asquerosas como nosotros teniendo sexo?!

- ¡Espe- espera. yo no dije eso!- Traté de responder, pero él me interrumpió inmediatamente.

-¿Cómo que no? Cuando uno le dice a otra persona que le gusta se supone que antes se imaginó con ella en situaciones íntimas, no me dirás que lo tuyo es meramente platónico no? No creas que soy idiota, puedo parecerlo y comportarme como uno pero estoy lejos de serlo.

Sus palabras eran como dagas envenenadas que apuñalaban mi corazón.

-Además qué esperabas de esto, que te dijera "Tú eres mi mejor amigo, pero no tengo una respuesta ahora, déjame pensarlo" y que en un futuro cercano correspondiera tus sentimientos?

-No me jodas, eres mi amigo y no pienso de ti de otra forma que esa, si pensaste que tenías alguna oportunidad, quiero que tengas claro:

-¡Nunca me podría fijar en ti, me gustan las mujeres estoy deprimido por haber perdido con mi peor enemigo y tú me sales con esta mierda? Por más que seas mi amigo, nunca, pero nunca podría fijarme en ti, que te quede claro, en serio, me das asco! Además, bien sabes que tengo novia.

En ese momento solo sentí deseos de gritarle a la cara el cuernudo que era y que su novia se lo montaba con cualquiera, pero no pude, una ola de remordimientos azotaron mi cabeza hasta dejarla en blanco-.

-¿Cómo se te pudo ocurrir semejante estúpida idea de decirme que te gusto?! Sabes que es la primera vez que siento algo tan intenso por una chica y ahí sales tú con tu confesión, lamento ser tan directo, pero no tengo otra forma de decirlo, te quiero como un amigo, pero con esto me queda claro que tú no pensabas lo mismo. 

Cada palabra que pronunciaba era como un frío puñal que atravesaba mi corazón hasta dejarlo echo añicos.

-Ahhhhhhhhhhhhh~ estúpido Iwaizumi, ¿Cómo pudiste ser tan idioota justo en este momento?

Dijo esto último con una cara totalmente desconcertada, sentí como si mi mundo se quebrase, no reaccionaba, al final, terminó dejándome solo, mientras las lágrimas corrían por mis mejillas, sin poder detenerlas. ¿Es que acaso esperaba algo distinto?

-¡¡¡¡¡¡MALDICIÓOOOOOOOOOOOOOOOOON!!!!!!

Me sentía horrible! Sus palabras resonaban en mi mente, crueles, pero era algo que me esperaba, aun así sentí como si me hubiesen partido el corazón, recogieran los pedacitos y los metieran en la licuadora una y mil veces.

Mi rostro palideció de repente para terminar tornándose en un rojo brillante por la vergüenza, no sabía qué más hacer, le había confesado mis sentimientos a quien se suponía era mi mejor amigo, en el peor de los momentos, además le ocultaba que la zorra de su novia le era infiel con quién sabe cuántos tipos...Y ahora, estaba solo con el corazón roto y el rostro cubierto de lágrimas.

Destrozado, me dirigí a mi casa, no tenía otro lugar al que ir, si bien tenía más amigos, el más cercano siempre había sido Tooru. Me lamentaba por toda la confusión que le provoqué además de sentir que ya nada volvería a ser como antes.

-He sido un gran idiota. ¿Qué esperaba?

A pesar de que sabía que su novia era una puta, no podía hacer nada para que él correspondiera mis sentimientos, además de que no podría decirle, lo de su novia. Me sentía realmente frustrado, dolido y destrozado por el rechazo de Oikawa, aun así eso Era en todo lo que podía pensar. Me dejé llevar y terminé arruinándolo todo.

Después de todo este alboroto, quise volver a mi casa, las lágrimas no cesaban, de repente giré mi cabeza, tratando de mirar en dirección al parque, por si él aun seguía por los alrederores, quizás con la leve esperanza de que algo... justo en esa parte detuve mis pensamientos, dándome cuenta finalmente, de que la había cagado. Lo arruiné todo, definitivamente lo arruiné todo, pero mis sentimientos por Oikawa no cesarán hasta quién sabe cuándo!

Quise irme a casa, pero solo me quedé allí, y me recosté sobre un banco, tratando de sopesar la pena, pero todo era inútil, los recuerdos de los acontecimientos ocurridos hacía un par de horas, y lo último con aquélla confesión, me hacían llorar tan amargamente, que incluso me mordí el labio tratando de aguantar los hipidos que salían de mi boca, en eso estaba, cuando de repente, siento que alguien me toca un brazo, al mirar, no podía creer lo que mis ojos estaban viendo.

-Nii-chan, ¿Estás bien?

Era una niña de no más de 6 años, cabello color naranja la que me estaba hablando, se me hacía que se parecía a alguien, pero no logro recordar a quién.Tenía una mirada como el cielo del verano, eso me hizo llamarla Natsu-chan.

-¿Eh? Sabes mi nombre? ¿eres un mago?.

Me miraba incrédula, pero a la vez con una gran sonrisa.

-Já acerté a su nombre? ¡Pero qué diablos! ¿Es esta alguna clase de estúpida broma?

-Estoy retorciéndome de dolor por haber sido rechazado hace no mucho y ahora una niña aparece frente a mis ojos... A todo esto, qué hacía una niña a esas horas en el parque, sola? ¿Se había perdido? ¿Qué hay de sus padres? Su sola presencia me hizo hacer a un lado todo el dolor que sentía, pero me preguntaba ¿Qué haría con ella? hasta que le pregunté

-Espera ¿Qué haces sola, en el parque a éstas horas?

-Estaba jugando a las escondillas con mi Nii-chan, pero creo que me perdí-.

Decía con un dejo de miedo en su pequeño rostro, estaba por decirle que la llevaría a la estación de policía cuando en eso aparece la persona que menos me esperaba, otro más-

-Natsuuu dónde estás?- gritaba una voz que se me hacía tremendamente familiar, al cruzar miradas no me lo creía, Hinata Shouyo, el enano de Karasuno, ¿Qué hacía allí? Maldición, esto es como una pesadilla, me rechazan, aparece una niña y ahora el enano fastidioso de Karasuno...

Dios, Por quéeeeeee???? ¿Qué hice para merecer esto?

Notas finales:

¿Qué será lo que le espera a Iwa-chan? Espero descubrirlo más adelante!

 

Saludos


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).