La academia del FBI en Quántico Virginia era el lugar de capacitación para los próximos agentes del Buró Federal de Investigación, claro para los que llegaran a pasar los altos estándares de selección, los arduos entrenamientos en campo y por último el gran conocimiento en diferentes áreas con el que deben de contar los aspirantes.
Uno de ellos era el joven William de 21 años, cabello castaño rizado y ojos azules tirándole a verdes o verdes tirándole a azules, él se preparaba para entrar en el FBI desde los 15 años, era su sueño, uno de ellos, bien sabía que por más que quisiera no podía salvar a todo el mundo, pero podría detener a muchos criminales si se le daba la oportunidad, y allí se encontraba en su auto, en el estacionamiento del edificio donde se supone estudiaría para algún día hacer ese sueño de ayudar a las personas realidad, lo que no comprendía era el “Por qué” de estar tan aterrado, bueno si entendía el “Por qué” su empatía a veces era una perra que lo jodia en los lugares menos indicados a la hora incorrecta “como ahora por ejemplo”.
Pero a pesar de todo tomo su mochila y se apresuró a bajar del auto asegurándose de no olvidar absolutamente nada. Camino hasta la entrada del edificio, era un día nublado y algo frio “Deprimente” lo describiría perfectamente. Cuando entro vio que había toda clase de aspirantes, pudo ver a los que sin duda eran los atletas, a los normales, a los que no sabían cómo habían llegado a ese lugar, a los que estaban ahí por obligación, si sin duda el no encajaba en ninguno de esos grupos, iba a ser igual que en la universidad “Solo”.
Y ahí estaba la señora empatía manifestándose otra vez , podía sentir los nervios de todos los que estaban a su alrededor, le dolía la cabeza de solo sentirlos a ellos, no se deban cuenta de que con sus nervios eran más que suficientes, no necesitaba para nada los de ellos.
Noto que llego un encargado de escoltar a los aspirantes a las diferentes aulas, por la multitud Will podía decir que eran unos 250 claro que no estaba seguro de eso, a él le toco en el aula 2-A, se dirigía hacia allí y cuando entro “otra vez” volvió a sentir la carga emocional que no era suya, había muchos lugares disponibles pero se fue a sentar en la última fila en el último lugar de la derecha, justo a su lado había una ventana “Distracción” fue lo que pensó, se sentaría en su profesor y sus asesores e ignoraría a sus compañeros si sin duda un gran plan “Como si fue tan fácil” le decía su cerebro, faltaban cerca de 15 minutos para el inicio formal de actividades cuando un chico se dirigía a sentarse al lado suyo “Es enserio, habiendo 5 lugares desocupados más en esta fila ” esperen un chico, cuantos años podría tener ¿18?, se habría equivocado, si el mismo Will era adelantado por tener 21 y entrar en la academia y eso por que hicieron una excepción por su persona, ya que solo podrían entrar mayores de 23 años. Él no fue el único en notar la presencia del más joven algunos de sus compañeros voltearon disimuladamente a verlo “Como si no se diera cuenta de que lo están viendo” se iba a presentar con el chico pero se dio cuenta de que saco un libro de un pequeño bolso que andaba consigo, lo uso para esconderse de la mirada de los demás y fue cuando Will se dio cuenta que no podía sentir ni una emoción de ese chico “Nada” era la primera vez que ocurría de esa manera, había veces en las que nada pasaba por su mente y no podía sentir nada extraño, otras en las que nada más veía a una persona totalmente desconocida y podía sentirlo todo, pero ahora nada, eso le dio curiosidad. Tan absorto estaba en sus pensamientos que no se dio cuenta de la llegada del profesor hasta que lo escucho hablar.
--Sean todos bienvenidos a este lugar que será su hogar durante los dos años de preparación que necesitan para convertirse en agentes… - Will simplemente ignoro el discurso de bienvenida simplemente odiaba los discursos, con el paso de los años aprendió a odiar los discursos.
…Y con ustedes el padrino de esta generación el Agente Especial Jasón Gideón – Bueno el final si le intereso a Will, era el agente Gideón, él no era un agente era EL agente, una leyenda viviente en el FBI pero se le hacía muy raro que fuera un padrino de generación en la academia, no señor hay había algo raro y claro que sabía quién estaba detrás de esto “Ya vera cuando llegue a casa”.
--Jóvenes es un placer estar aquí con ustedes… - Otra vez discurso pero ahora por parte de Gideón, no se cansaban de eso. -- …y en esta generación se encuentran dos grandes talentos que tengo el gusto de conocer en persona, que por sus grandes habilidades se encuentran aquí a pesar de su cota edad… - “No, no por favor, en frente de todos no” ok eso no había salido de si mismo pero compartía el sentimiento, era el chico al lado suyo, por fin pudo sentir una emoción de su parte, “Pánico” pero sintió algo. --… por favor Doctor Reíd, Doctor Lecter pónganse de pie.
Will no tenia de otra, se puso de pie al igual que el chico a su lado, enserio “Doctor” pero si ese era un crio, intento esconder lo mejor que pudo su cara de total desagrado al “Doctor Lecter” con el que se había referido Gideón hacia su persona “El doctor Lecter es mi esposo, yo quiero ser solamente Will” varios de sus compañeros se pusieron de pie y aplaudieron otros simple mente aplaudieron sentados y otros no sabían quién rayos eran ellos. Doctor Reid! Por fin había dado con quien era el chico a su lado, claro si las grandes universidades se lo estuvieron peleando el año pasado, pero no había visto ninguna foto de el, entendía que era joven y Gideón continuo hablando.
--Son dos grandes personas con una mente privilegiada y estoy seguro de que serán un gran ingreso para el buro. – tomaron asiento, muchos los quedaban viendo y no lo ocultaban eso sin duda era desagradable, lo último que necesitaba en su primer día era quedar como un sabelotodo, no lo era y no lo quería ser, pero fue demasiado bien educado y estimulado desde chico, preparado para utilizar su empatía como un arma de ser necesario, todo gracias a Hannibal.
No noto cuando el agente Gideón se marchó y volvió a hablar su maestro sino hasta que les dejo hacer un ejercicio que parecía de secundaria.
--Por favor van a ver de frente a su compañero que se encuentre a su derecha y se va a presentar con el o ella ya que después van a ser otro ejercicio juntos pero necesito que se conozcan un poco primero, tiene 5 minutos. - Si iba a hablar con el chico genio, que se estaba girando a verlo, sin duda era muy tímido, el pobre intentaba formar una oración coherente pero los nervios lo traicionaban Will decidió ayudarlo.
--¿Quieres que inicie yo? – le pregunto calmadamente al chico.
--Si – fue lo único que dijo.
--Ok, hola mi nombre es William Lecter, tengo 21 años, soy doctor en Ciencias del Comportamiento y Sociología, me gradué hace poco de la última, soy gran fan de los perros tengo 3 en casa y sinceramente no sé qué más decirte. - Y era cierto no sabía que más decir, ahora solo esperaría a que el chico hablara.
--Hola soy Spencer Ried, tengo 19 años, tengo tres BAs que son en Filosofía, Sociología y Psicología y un doctorado en Química, nací en Las Vegas y fui inspirado por el Agente Gideón para unirme a la academia, tengo un IQ de 187 y puedo leer 20,000 palabras por minuto.
--Eso es sorprendente, eres un chico muy inteligente, pero respira hablaste muy rápido.
--Disculpa suelo hacer eso cuando estoy nervioso ¿Puedo hacerte una pregunta? – Will asintió con la cabeza en afirmación – Escuche que el agente Gedeón te llamo Doctor Lecter y yo recuerdo que un asesor de la BAU se le conoce así y no eres tu, eres demasiado joven para ser el, además de que sé que es amigo de Gideón ¿Tienes alguna relación con el o es solo coincidencia de apellidos? – ese chico le daba demasiadas vueltas a sus preguntas.
--No es coincidencia de apellidos, el respetable y conocido Doctor Lecter que es asesor como bien dijiste de la BAU cuando lo requieren, es mi esposo y yo tengo su apellido desde los 6 años por que fue mi tutor antes, en efecto el agente Gideon y el son grandes amigos desde hace 10 años, pero en lo personal no me gusta que me digan así, me gusta ser solamente William o Will no me gusta el Lecter por que lleva una gran carga el apellido de mi esposo pero a estas alturas de la vida no me lo puedo quitar.
--Lo siento si fue una pregunta demasiado personal pero tenía curiosidad, tu puedes decirme Spence.
--No fue personal, en realidad esperaba que se hiciera público en una semana, porque para mí buena o mala suerte los altos mandos de FBI se pasan por aquí de vez en cuando y me reconocerían, como siempre dejan sus saludos a Hannibal, tu puedes decirme Will y Spence espero que seamos buenos amigos – le decía mientras le tendía la mano.
--Claro espero que lo seamos – aceptando su mano en un apretón.
--Quieres ir a comer conmigo al terminar las clases hoy por ser primer día saldremos a las 3 o si tienes planes no hay problema.
--No tengo planes y me encantaría.
--Entonces nos vamos en mi camioneta ¿o trajiste tu auto?
--Yo no conduzco soy pésimo para eso vine en autobús desde DC.
--Eso tarda hora y media, sabes que me vas a dar tu dirección y yo voy a pasar por ti todos los días.
--No puedes hacer eso, no tienes porque.
--Si tengo, eres una pobre alma en pena que se nota que no duerme mucho y si te despiertas tan temprano vas a terminar agotándote y yo necesito mantenerme despierto en los 45 minutos de viaje hasta aquí desde mi casa y creo que tu serias una buena compañía.
--Pero…
--Pero nada me vas a dar tu dirección, vamos a ir a comer juntos que te veo muy delgado y se acabó.
--Eres un mandón.
--Pues así va a ser de ahora en adelante así que te acostumbras.
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8 años después.
Unidad de Análisis Conductual, Quántico Virginia. 8:30 AM.
Spencer se encontraba en la oficina de Hotch poniéndose de acuerdo en que harían para el fin de semana que ya se aproximaba, entre sus planes se encontraba ir a acampar, o ir a un nuevo parque que recién reforestaron, en sus ya casi 2 años de relación se las había arreglado para mantener su relación lo más estable posible, con la ayuda de Jessica que se mantenía al cuidado de Jack cuando tenían algún caso, además de al ya vivir juntos, se toparon con cosas nuevas que no sabían del contrario, era lindo conocer cosas de tu pareja con la convivencia y el trato diario sin duda a Spencer le encantaba, estaba tan ocupado en sus pensamientos, cuando llego García y toco la puerta.
--Chico maravilla abajo hay alguien que te busca y dice que es urgente.
Ried no sabía quién podría buscarlo, Hotch le dedico una mirada de extrañeza, Spencer se levantó de la silla y camino hacia fuera de la oficina, observo a alguien parado de espaldas y no reconoció de quien se trataba, así que bajo las escaleras de fuera de la oficina de Hotch para llegar a su escritorio que era donde esa persona lo esperaba.
--Soy el Doctor Reid ¿puedo ayudarlo en algo?- le pregunto.
--Claro que si – decía la persona mientras giraba despacio hasta quedar frente a Ried - puedes ayudarme Spence.
--Will…