Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Te necesito por BiankaBlue

[Reviews - 43]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola! Soy Bianka, primero vez que me animo a subir una de las locas historias que se me vienen a la cabeza.

Espero que sea de su agrado.

Universo OMEGAVERSE

"Dámelas..... estoy sufriendo...."


Abre sus ojos lentamente revelando sus hermosos ojos turquesas, su cuerpo está desnudo siendo cubierto solamente por la sábana blanca de la cama. Una de sus manos, específicamente la derecha, la arrastra hasta llegar bajo su almohada de plumas tomando su celular.
Frunce el ceño al ver la hora en aquel aparato, no le agradó para nada al ver que llegaría tarde otra vez a la preparatoria, una preparatoria donde los omegas, betas y alfas pueden recibir educación estando juntos, pero es su culpa, por haber estado hasta altas horas de la madrugada en el ordenador. Deja su celular de nuevo bajo la almohada para luego sentarse en la orilla de la cama, soltando un largo bostezo cerrando sus ojos.
Perezoso se levanta de la cama, arrastrando con él la sábana cubriendo su parte inferior, siendo que nadie esta en su hogar a estas horas. Con una mano sujeta la sábana, mientras con la otra se rasca la cabeza, así todo el trayecto de su cuarto al baño, el cual tuvo que pasar por bastante obstáculos, la mayoría basura y ropa sucia, el cual decía que iba a ordenar pero nunca lo hacía, fue una lucha hasta llegar al baño de la casa.
Cierra la puerta del baño tras él, su mano suelta la sábana, dejándolas caer y luego patearla para dejarla a un lado. Su mirada se posa en el espejo que estaba arriba del lavamanos. Sonríe como idiota, mostrando sus dientes derechos después de años con frenillos. Ríe como idiota, su pelo rubio ceniza era un desastre, pero, eso era lo de menos, el olor era el problema.
Mete su cuerpo a la ducha, sin pensarlo, abre la llave, soltando un grito por consecuencia cuando el agua fría toca su cuerpo.


-Ah... -Su cuerpo tiembla levemente, pero, deja que el agua fría siga cayendo por todo su cuerpo, no tiene otra opción, no tienen dinero para agua caliente-


Esta relajado, estando de igual manera consciente que llegara tarde otra vez. Toma el jabón en barra para ir esparciéndolo con sus manos por todo su cuerpo hasta que aquel olor desaparezca un poco.
Deja caer el jabón en barra cuando ya no lo necesita, apoyando su espalda en la pared húmeda.


-Pienso seriamente en faltar... -Susurra para el mismo, dejando así entrar un poco de agua a su boca. Este chico dejaba que el agua siguiera saliendo.


Su mirada se dirige hasta la botella de shampoo. Sonríe al ver que era una marca para niños, su único pariente, su abuelo todavía lo ve como un niño pero no lo culpa, tiene sus razones.
Cierra la llave luego de haber lavado su cabello con las últimas gotas de shampoo que quedaban teniendo en mente hablar con su abuelo de aquello, necesitaban ese líquido con químicos para su pelo.
Observa para todos lados, recordando algo, solo trajo la sábana con él, se le olvidaron las toallas. Suelta un larguísimo suspiro mirando por unos segundos el techo del baño. Se agacha cuando termina de bañarse, tomando la sábana que había dejado a un lado anteriormente para cubrirse un poco y secarse.
Camina con ellas hasta llegar a su cuarto, esta vez no pasando por encima de los obstáculos, los pateaba a un lado hasta llegar a su ropero, el cual, está casi vacío, no tiene demasiada ropa, lo normal, como dice él mismo "Lo normal para un chico como yo”.
Tomo algo rápido, una simple remera negra junto unos jeans un poco ajustados y claro, unos bóxer verdes, fueron los primeros que vio, y parece que no están tan limpios. Lo tira todo a la cama, para luego ir secándose con sus mismas sabanas. Cuando está seco, o algo, se viste rápido, sin tomarse el tiempo de arreglarse un poco.
Chispea los dedos y se ríe de el mismo, por un momento iba descalzo a clases, busca por todos lados sus zapatillas "favoritas" las tiene hace tres años y no las piensa cambiar. Son unas simples converse negras las cuales siempre las traía con los cordones desabrochados.
Las encuentra en medio de sus camisas sucias y los huele, arrugando la nariz al sentir el mal olor, lo cual, se le vino la gran idea de echarles perfume, y eso hizo para no ir con otras les hecha de su perfume, lo cual es gracioso, les hecha a sus converse pero no a sí mismo.
Luego de ponérselas, toma su mochila de color azul marino con varios parches de sus bandas favoritas, entre ellas, "Gorillaz", dentro de la mochila de seguro solo tiene un cuaderno, un lápiz pasta y las llaves de la casa.
Sale de su cuarto, sin patear los obstáculos por haberlo hecho anteriormente, sintiendo que algo se le olvida, pero no le tomo importancia. Ahora mismo debería llegar antes que termine la primera hora, o sino tendría problemas con la asistencia después.
Sale de su casa, cerrando de un portazo, llamando la atención de su vecina, Samanta es una mujer viuda, no se sabe que le paso pasado a su marido. Es madre de tres chicos, siendo el mediano uno de los compañeros de nuestro protagonista, de nombre Esteban. La mujer se encontraba regando su patio delantero, el por su parte, le sonríe para luego con una de sus manos saludarla.


-¡Buenas noches mijito! -Grita ella, observándolo con una gran sonrisa, sin dejar de regar- ¡Llegaras tarde otra vez! ¡Corre! -Con su mano libre, la cual no tenía la regadora, apunta una "micro transporte" que sería útil para el joven, así llegaría más rápido a clases.


-¡Gracias señora! ¡Que tenga buen día! -Grita él, caminando con flojera detrás de la micro transporte, con una mano alzada hacia delante, para que el conductor tal vez lo vea, y si tiene la gana pare.


El joven puede escuchar las carcajadas de la mujer que regaba su jardín detrás de él, junto con un grito que le dice "¡¡Me has hecho la mañana joven!!" mientras él observaba como la micro trasporte lo dejaba atrás, siendo que el conductor lo había visto y analizado por su retrovisor.
Suelta un gran suspiro cansado, seguir esa micro a paso lento fue un gran esfuerzo para él, y que decir de mantener su brazo y mano elevados.
Camina hacia su vecina, con su mano tapándose la boca, lógico, estaba bostezando, le había bajado el sueño y sus ganas de ir a la preparatoria se fueron por completo. Ve que su vecina le sonreía, y lo llama con su mano. Se acerca a ella con pasos lentos-


-¿Sabes andar en bicicleta? -Pregunta ella con suavidad cuando está bastante cerca para que la escuché.


-Aaah..... -Su vista se posa en el cielo, para luego dar un bostezo y asentir con la cabeza.


-Entra a la casa.... en el patio trasero, en la bodega, tenemos una bicicleta sin uso.... -Alza una ceja- Claro, si es que no piensas fal-… -La mujer no termina de decir la frase cuando ve al joven entrar a su casa, con su mano en los bolsillos-.... -Niega con la cabeza y se dirige a cerrar la llave de la manguera.


Dentro de la casa, el joven pasa directo al jardín trasero, ya conocía la casa, de vez en cuando Esteban lo invitaba para comer algo o cuando eran compañeros de trabajo. El aceptaba, no quedaba tan lejos y siempre hacia todo Esteban.
Cuando entra a la bodega, busca con la mirada la bicicleta, encontrándola fácilmente entre las cajas.


-Aaah.... -Sin pensarlo, trata de tirar las cajas a un lado, pero no lo logra, no hace fuerza-.... -Su mirada se posa en unos patines- oh si.... -Sonríe como estúpido.


Mientras su vecina afuera mientras enrollaba la manguera, ve la hora en su reloj de mano, preguntándose por que el joven se demora tanto en sacar la bicicleta, mira la puerta principal de su casa, para ver si el joven se asomaba, pero ninguna señal-
-Que raro... -Susurra ella y cuando iba a entrar, ve al joven asomándose, pero no con una bicicleta, venia corriendo con los patines-


-VECINAA!! -Grita el asustado, para luego la mujer correrse rápido y el sin poder controlarse caer en la carretera, sin poder detenerse, rozando al auto que pasaba por aquellos momentos.


-IMBECIL! -Grita el hombre calvo que está manejando aquel auto, asomándose.


El joven no le responde, de hecho, no lo escuchó, trata de controlar sus pies, pero al darse cuenta que seguía recto como debía ser el camino, sonríe como imbécil que era.
Se hace una nota mental de agradecerle a su vecina cuando llegue de la preparatoria.
Cierra sus ojos unos momentos, disfrutando de aire fresco que había, pensando en incoherencias, que no pueden ser nombradas para salvar las mentes saludables, vuelve a abrir sus ojos, cuando se da cuenta de algo.


-Oh no... -Susurra suave, mientras abre sus ojos como platos- M-Mis... -Traga saliva, dejándose llevar por los patines con su alma destruida.


[...]


Se escucha la campana de salida del primer bloque, mientras el chico entra a la preparatoria a pies descalzos con los dos patines sujetándolos con una mano, silbando como si nada hubiera pasado como el si hubiera llegado "temprano".


-Ajam.... -Se aclara la garganta la señora detrás de su espalda, mientras aquel chico de pies descalzos siente su cuerpo tenso unos momentos- Llegando tarde otra vez... Señor Wells -La mujer empieza a mover su pie de una forma que su taco sonara cada 2 segundos.


-Amms... -Se cuerpo se da vuelta, encontrándose con la arrugada cara de la inspectora- Buenos días "señorita" Gellon... -Traga saliva.


-Mejor dicho señor Wells..... Buenas noches... ¿Usted cree que soy tonta? -Frunce el ceño aquella mujer de alta edad, así las arrugas de su cara se multiplican por mil.


-¿Quiere que sea sincero con usted señorita Gellon...? -La mujer abre sus ojos como plato cuando su cabeza se mueve hacia arriba y abajo- Si, encuentro que es demasiado to...-Mira hacia atrás cuando gritan su nombre- ¿Esteban? -Observa como el hijo de la vecina se acerca a él.


-Ey! ¡De nuevo llegas tar...! -Mira confundido a la señorita Gellon, al ver su rostro de un rojo puro- Señorita Gel...? -Da un brinco cuando la mujer grita.


-¡¡A mi oficina señor Wells!! -Grita la mujer indignada. Llamando la atención de unos estudiantes que pasaban, mirando molesta a aquel joven rubio- ¡Además, me deberá explicar por qué no trae sus zapatillas! ¡Esta descalzo! ¿Acaso procura enfermarse?


-Solo... -Dice aquel rubio "Wells" incomodo- Se me olvidaran en la casa de Esteban, para ser más específico en su bodega..... -Mira a su amigo de cabellos castaños, que estaba a unos metros de ellos- ¿Me puedo ir? -Dice mirando a la señora el cual no escucha  su respuesta al bostezar sin taparse la boca.


-Si sigues así señor Wells.... nunca encontraras a un buen Alfa para formar una familia.....-El joven mira a la mujer de avanzada edad con una mirada indescifrable- Después de clases.... no te vayas sin no antes ir mi oficina. -La mujer le da la espalda a Wells para irse a su oficina.


El rubio se queda mirando la espalda de la mujer, cuando siente que una gran mano se apoya en su hombro.


-No te preocupes Dan.... -Dice Esteban sonriendole al rubio ceniza con cariño- Yo creo que eres un lindo y buen omega ¡Y no lo digo por ser un beta! En verdad... -Desvía la mirada aquel oji violeta- Encuentro que eres un buen omega.


El rubio iba a contestarle al Beta, pero toca la campana, finalizando el descanso.


-Vamos.... -Sonríe de oreja a oreja el Beta- Tenemos que ir a biología, y ya sabes cómo es aquel profesor Sardi... no nos dejara entrar si llegamos tarde.


-Oh... -Suelta un gran suspiro el omega- Que emoción..... ¡Biología! -Niega con la cabeza y sigue resignado al beta.


El beta y el omega caminaban por los pasillos, más de una vez, omega, beta o alfa saludaban al rubio ¿Cómo es que se hizo conocido en aquella preparatoria? Es algo que ni el mismo rubio sabe, aunque en verdad no le toma mucha atención, es demasiado flojo para hacerlo.
Por su buena suerte, llegan antes que el profesor, el rubio ceniza por cosa de costumbre se sienta apoyado en la pared, mientras su fiel amigo y vecino beta se sienta a su lado, como era correcto, apoyando su espalda en el respaldo basculante.
En la sala había un gran ruido, parece que todos se habían organizado para hablar a la vez, pero cuando entra el profesor Sardi a la sala, ¡Sorpresa! todos se quedaron callados en menos de un segundo, acomodándose en sus asientos, mirando al frente.
Todos extrañan al viejo profesor de biología, el señor Flint, pero se enfermó muy grave y está con licencia. Una licencia muy larga, ya hace seis meses que no pisa el suelo de la preparatoria, llegando este, el profesor Sardi.
Hubo muchos rumores que emocionaron a un principio mucho a las estudiantes y omegas, ya que se decía que era un alfa joven de buena familia, y demasiado atractivo, con un olor que hace derretir a cualquier omega en celos. Y cuando se hizo aparecer por primera vez, sí que era guapo, sus cabellos negros, sus ojos, los famosos ojos pardo, su gran tamaño ¿Guapo no? Sí, pero con un carácter que dejo bastante que desear para muchos, gano el odio de varios en solos sus primeros días como profesor, pero Sardi, parecía disfrutarlo.


-Buenos días... -La voz grave del profesor se hizo sonar, cuando estuvo frente sus alumnos, tiene su ceño fruncido, como siempre. Asiente con la cabeza cuando sus alumnos lo saludan de vuelta- Bien, abran sus libr... -Su voz es interrumpida cuando tocan la puerta del salón- Tsk... -De mala gana abre la puerta, encontrándose con unos de los inspectores de patio, un viejo beta- ¿Que quieres? Espero que sea importante.... -Se notaba la molestia, había interrumpido su clase.


El viejo inspector suelta una carcajada.


-Hay un nuevo alumno... Por favor profesor Sardi, ¿Nos puede dar un poco de su tiempo? -El Alfa asiente con la cabeza de mala gana, dejando pasar a el inspector beta y al nuevo alumno-.... -Mira al rubio- Wells..... Siéntate bien... -Le dice con molestia, ya que le molesta ver a los alumnos sentados de aquella manera, cargando su espalda en la pared en vez del respaldo basculante.


El joven rubio ceniza no se queja, moviéndose lentamente hasta sentarse de la forma "correcta".


-Bien... -Dice el inspector beta, llamando la atención de aquellos estudiantes, así muchos posando su mirada en el nuevo, escuchándose  susurros, que fueron callados de inmediatos por el profesor Sardi-.... -Posa su mirada en el nuevo estudiante, le susurra- Puedes presentarte tú mismo.... -Le regala una sonrisa al nuevo estudiante. Le hace una reverencia al profesor Sardi cuando este posa su mirada en él y se despide de los jóvenes estudiantes con la mano, para retirarse del salón.


El joven espera que el inspector salga, cerrando la puerta para pararse al frente y así poder presentarse.


-Buenos días... soy Erick Lodge, vengo de un pueblo muy cerca de esta ciudad....-Posa sus manos detrás de su espalda, mirando al frente.


En el salón se hace un incómodo silencio, esperaban que aquel joven digiera algo más, pero es un hecho que no dirá más, cuando con su mirada observa cada lado.


-Bien Lodge... -El profesor lo llama por su apellido- Ve a sentarte en un lugar desocupado... mi clase no se puede retrasar más.... -Se aclara la garganta, cuando el "nuevo" se sienta detrás de aquel rubio ceniza junto a su amigo beta- Bien, abran la pagina 54 de su libro... -Saca un plumón de su bolsillo y empieza a escribir el objetivo de la clase en la pizarra.


Aquel nuevo compañero posa su mirada en rubio ceniza, que, aprovechando el distrajo del profesor, volvió apoyar su espalda en la pared.


-Oye... -Llama la atención de aquel rubio- Debes sentarte bien... -Aquello fue un regaño para aquel muchacho.


El joven rubio lo mira, ladea un poco la cabeza, parpadeando.


-Y tú.... -Ladea un poco su cabeza- ¿Quién eres?


El chico abre sus ojos sorprendido, recién había estado delante y se presentó, de una manera bastante cortante, pero, dijo su nombre ¿No?


-Tu.... ¿Acaso no escuchaste? -Parpadea un par de veces, observando aquel joven rubio.


El chico rubio solo se limita a mirarlo, para luego llevarse una mano al mentón.


-Ah! ¿Tú eras el que estaba hablando? Lo siento, descansaba mi cuerpo en la me... -Se escucha la voz del profesor Sardi, retándolos, diciéndoles que cierren su boca, y que se sentara bien- Mmh... -Le da la espalda al nuevo, acomodando su espalda en el respaldo basculado- ... -Posa su mirada hacia atrás- Lo siento... ¿Cuál es tu nombre...? -Susurra.


- A-Ah... -El joven Erick parpadea un par de veces- Erick Logde.... -Le susurra- ¿Y el tuyo....? -Por unos momentos, se había perdido en sus ojos turquesa.


-Dan...Soy Dan.... -El chico rubio le sonríe, para luego posar su mirada hacia delante, mirando de reojo a su amigo beta, fijándose que este estaba más concentrando en escribir el objetivo de la clase que escribió el profesor en la pizarra.


Erick queda mirando la espalda del rubio, alzando una ceja, no había duda, aquel olor, que desprendía era de un omega, y él lo podía oler bien porque es un Alfa.

Continuara...

Notas finales:

Estoy totalmente libre de recibir criticas, pero por favor, recuerden que igual tengo sentimientos...

No te olvides dejar una señal o marquita que te gusto, me daran animos para seguir.

Nos vemos ;u; 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).