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Do you hear that? |YoonMin| por Tchavskyvosky14

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Notas del fanfic:

Esto se me vino a la cabeza de un día para otro, por alguna extraña razón me gustó mucho la idea de llevar una temática diferente a las comunes, bueno, entre comillas... 

En fin, espero que la disfruten leyéndola como yo la disfruto escribiéndola. 

Por cierto, también tenía pensado en subirla por WattPad, aunque eso ya lo veré después. 

Notas del capitulo:

Si ven alguna falta les pido mil disculpas, escribí esto por el celular y por ahí a veces se me comen las comas y demás. 

¤Nombre del paciente: Min YoonGi. 
¤Edad: 24 años. 
¤Estado Civil: Soltero.
¤Observaciones: Imposible de tratar.

Actualmente Min YoonGi se encuentra en una de las mayores cárceles de Corea del sur, su celda está construida especialmente para que no pudiera escapar. Está vigilado las 24 horas del día y los 7 días de semana por hombres y mujeres del Ejército, inclusive, también se vigila desde cielo por la Fuerza Aérea. 
Se han contado aproximadamente 174 asesinatos por Min, al parecer trabajó para los Yakuza hasta que los traicionó yéndose con la Mafia Italiana; éstos teniendo el mismo destino que los anteriores, estar a tres metros bajo tierra. 
Min YoonGi ha sido una vil amenaza para todos, ya sean buenos o malos, todos los que se cruzan o tienen una relación 'laboral' con él obtendrán el mismo cruel destino. 
Se requiere urgentemente ayuda Psiquiátrica, aunque dudamos de que pueda haber una mejoría.


Leyó atentamente cada palabra y párrafo del informe que mantuvo en sus manos, hace mucho tiempo había oído de un tal Min YoonGi; muchos decían que era un hombre a quién temer, otros decían que estaba completamente chiflado... y otros... otros por desgracia no pudieron vivir para contar sus experiencias con esa escoria.

Por desgracia para él y para su vida cotidiana, debía hacerse cargo del caso de Min, había sido elegido minuciosamente por los de alto estatus como el mejor Psiquiatra de toda Corea; ya que la mayoría de los casos que llevaba siempre resultaban bien, y decía mayoría ya que algunos no soportaban la presión de estar en un 'Manicomio' o 'Hospital Psiquiátrico' y terminaban por suicidarse.

Caminó por los largos pasillos de la prisión, siendo seguido por dos grandes guardias cargados de tranquilizantes o en su caso peor, armas.

Se detuvo frente a una puerta de metal, con hierro reforzado, barrotes del fierro más duro y miles de candados de todas formas y texturas. Con su mano le hizo un gesto al guardia para que abriera la puerta mientras él se aseguraba de que todo estuviera en su lugar.

Una vez la puerta fue abierta, comenzó a dar pasos temblorosos al interior y es que nadie sabía que podía esperar, es decir, iba a estar a solas con el mayor asesino en serie en una sala que a penas contenía una ventana para que entraran pequeños rayos de luz, y cuando se sentara los separarían una distancia de menos de un metro y la única seguridad que tenía era que el preso estaba con camisa de fuerza junto con los pies esposados a una larga cadena que se sujetaba a una pared.

ㅡTic... toc... tic... toc...ㅡ La piel del Psiquiatra se erizó a medida que avanzaba hacia la persona que yacía sentada en la silla frente de una pequeña mesa para dejar archivos si fuese necesario. ¿Cómo fue posible que con esas simples palabras ya tuviera la necesidad de devolverse a la seguridad de su casa?

Se sentó frente a su paciente, dejando el informe que había leído antes en la mesa y lo miró. 
El chico ni siquiera lo estaba mirando, sino que estaba con el cuello agachado susurrando cosas que no lograba entender. 
ㅡMin... me presento, me llamo Park JiMin y desde ahora seré tu Psiquiatra, espero podamos formar un lazo y no llevarnos mal.

ㅡ¡No! ¿Cómo crees que le haría eso a nuestro nuevo invitado?ㅡ Una estruendosa risotada formó un eco a las cuatro paredes, hasta que todo pareció quedarse en silencio cuando Min alzó la vista hacia la persona que tenía al frente. ㅡSolo míralo... ¡podría romperle el brazo como si fuera una varilla!ㅡ Sonrió como si fuera un niño pequeño mirando a su nuevo juguete, aunque no era una sonrisa agradable, era de esas sonrisas de completo maniático que solo las personas con ese grado mental solían tener.

ㅡ¿Puedes decirme con quién estás hablando?ㅡ Park tomó su block de notas junto a una lapicera comenzando a anotar los comportamientos del contrario, recorriéndole por la cabeza miles de enfermedades mentales que el otro pudiera poseer. Esa sonrisa que el ajeno cargaba le causaba un escalofríos impresionante, pero de alguna forma no se sentía asustado... después de todo debía reconocer que el chico frente a él era bastante atractivo, piel tan blanca como la leche... aunque como había visto en unas fotos que su cuerpo estaba lleno de tatuajes, su voz era profunda, sus ojos tenían un toque felino pero... ahí era donde se veía todo, sus pupilas parecían estar dilatadas como si fuera el efecto de una droga y ese color entre marrón y miel lograban una definición más tenebrosa, definitivamente los ojos eran las puertas al alma. ㅡ¿Podrías decirme de una escala de uno a tres cuánto es que te hablan esas voces? El uno es: casi nunca, el dos: cuando hay personas nuevas, y el tres es: siempre.

ㅡNo sé de qué voces está hablando Doc... ¿en verdad piensas que estoy loco cómo todos dicen?ㅡ Ensanchó mucho más su sonrisa, levantándose un poco del asiento e ir recargando su abdomen en la mesa manteniendo una distancia entre su cara y la del Psiquiatra. ㅡPorque si piensas que estoy loco... te equivocas, ¡estoy peor qué eso! ¡Peor! Pero... pero... ¿sabes qué es lo más gracioso? Qué a pesar de que estoy bastante cagado de la maldita cabeza, sé como seducir a mi presa para que caiga en mis garras... ¿o no Doctor Park?ㅡ Su sonrisa se borró al instante al momento que juntó su nariz con la del contrario.

Park estaba jodido, a pesar de que las palabras dichas por el contrario retumbaran en su cabeza no podía evitar sentirse atraído por esa escoria del mundo.

Entrecerró sus ojos, gimiendo del gusto cuando unos dientes habían tomado preso su labio inferior. Y de un momento a otro, ya le estaba comiendo la boca a su paciente.

ㅡMhn... Doctor... doctor... doctor...ㅡ Se separó bruscamente de él no sin antes morder con fuerza ese grueso labio, reventándolo de paso. Extasiado saboreó su sangre cayendo al piso de espaldas, dejando que más risas afloraran el cuarto oscuro. ㅡTe mataré... te mataré... te mataré... te mataré...

Decía medio de risas, balanceándose de un lado a otro.

ㅡ¡Te cortaré en pedazos Park! ¡En pedazos! ¡JAJAJAJAJA! ¡EN MALDITOS PEDAZOS! ¡Oh! ¡No, no, no! ¡Te la meteré por el culo mientras te acuchillo la espalda! ¡JODER! Qué placer... que placer... mejor... mejor aún... una en donde sufres más... te enamorarás de mí... ¡¿Oíste bien?! ¡Te terminarás enamorando taaaanto de mi que no podrás seguir viviendo con la idea de que te gusta un asesino! ¡MEJOR AÚN! Fingiré que también estoy enamorado de ti, y te usaré, diré que te protegeré... y estarás tan cegado por el amor que ni cuenta te darás cuando tenga tus tripas en mis manos...

Risa tras risa, palabra tras palabra, todo estaba llevando a JiMin a que sus palpitaciones subieran por la estúpida adrenalina que aquellas frases causaban. 
Los guardias entraron en montones, tomando al chico que se retorcía en el suelo de la risa y Park aprovechó para correr, sin antes volver a oír esa voz.

ㅡ¡Huye perro cobarde! ¡Huye! ¡No importa lo que corras jamás huirás de mi! ¡Te encontraré! ¡Te follaré! ¡Y te mataré!

 

Notas finales:

¡Me gustaría saber qué tal les pareció! Acepto críticas positivas y constructivas. 

Gracias por leer, nos leeremos en otra ocasión. POR CIERTO: Quizás actualice todos los fin de semana, debido a que iré al menos escribiendo un capítulo por día. 

Eso es todo, gracias. 


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