Tim levanto la vista de su teclado para descubrir que los ojos azul marino de su jefe lo estaban observando… de nuevo, provocando un leve sonrojo en sus mejillas, Retorciéndose en su puesto de trabajo mientras que su jefe lo seguía viendo con sus ojos azules cuyas pupilas estaban dilatadas debido al fuego y deseo, Tim decidió que era momento de regresar al trabajo antes de que terminara avergonzándose a sí mismo en medio del cuartel.
Esos ojos eran peligrosos…. Prometiendo tantas cosas.
“Tienes algo en mente, McGee?”
Tim no pudo evitar dar un pequeño salto de sorpresa y quedarse sin aliento por el hecho de que no se dio cuenta en que momento Gibbs se movió de su escritorio hasta situarse al lado suyo para susurrarle en su oído….
“No.” Sacudiendo la cabeza mientras se mordía el labio inferior fue lo que dijo McGee.
“¿Estás seguro McGee?”
La reacción de Tim al hecho de que Gibbs se inclinara para estar más cerca de su oído para decir estas palabras fue con un suspiro casi inaudible junto con un leve temblor en sus manos -¿Dónde demonios estaban Ziva y Tony?- Oh, sí, Gibbs les ordenó traer el almuerzo.
Se aclaró la garganta, giro para ver directamente a los penetrantes ojos azules de su jefe, al ver todas las emociones reflejadas en las pupilas de Gibbs, Se quedó sin aliento, esos ojos… aquellos ojos azules que lo han perseguido en sus sueños más explícitos.
“¿Jefe?”
En aquellos ojos azules ardía un deseo feroz, Tim suspiro ante la sensación de mano áspera y callosa acariciando su cuello acompañado de una pequeña sacudida de su cuerpo. Esto es demasiado Peligroso.
Tim supo desde el primer contacto que tuvo con el Agente Especial Leroy Jethro Gibbs que era un hombre peligroso, lo dijeron sus ojos azul marino. Pero aun con todo el peligro que vio Tim lo quiso desde ese instante, y aun lo deseaba…. Y a juzgar por el deseo y el fuego que se reflejaban en las pupilas del hombre mayor la atracción era recíproca.
La diatriba mental de McGee fue interrumpida por la grave voz Gibbs “Mi casa 2100 Horas, cierra la puerta cuando entres”
“Bi..Bien” Respondió mientras observaba como se alejaban aquellos ojos azules intensos que prometían una noche llena de diversión y placer hacia su escritorio, no sin antes notar que sus compañeros de equipo emergian del ascensor.
“¿Qué les tomo tanto tiempo a ustedes dos?”
“Lo siento Jefe”
***NCIS***
Tim estaba delante de la puerta de la casa de su jefe, nervioso…, estaba aterrado y no tenía miedo de admitirlo, muy pocas veces había estado en la casa del hombre mayor y las veces que estuvo allí tan solo era por trabajo. Pero a la vez estaba emocionado de lo que iba a suceder esta noche asi que entro en la casa y cerró la puerta con seguro como le dijo esta mañana.
“Jefe?” Inquirió con timidez.
El hombre en cuestión aparición con una sonrisa que Tim nunca antes había visto “Hola”, Saludo con emoción.
“Hola”, saludo.
El hombre mayor hizo un gesto con la cabeza para que lo siguiera hacia la cocina, Tim parpadeo de ante lo que vieron sus ojos.
La mesa estaba cubierta con un fino mantel blanco, sobre el mismo y al centro de la mesa había unas velas rojas con aroma a vainilla y dos platos con una deliciosa cena casera de bistec, patatas y espárragos.
“Jefe….?”
Gibbs camino hasta situarse al frente de su agente junior, tomo su mano mientras no apartaba la mirada del rostro de Tim, esa mirada suave que demostraba lo gastado y herido que estaba en su interior pero para McGee esa misma mirada lograba que su corazón se acelerara de emoción y deseo.
“Esta noche, soy Jethro” Entrelazando su manos, fueron dichas esta palabras
Tim bajo la mirada hacia sus manos unidas y le pregunto: “¿Solo esta noche?”
Con su mano libra Jethro tomo la barbilla de Tim, para que lo viera a los ojos y con su tono de voz más sensual le respondió: “Esta y todas las noches y días que tú quieras.”
Ya no fue necesario de más discusiones ya que los ojos de los dos hombres habían dicho todo por el momento.