EL DIARIO DE RICK GRIMES
RICK GRIMES/SHANE WALSH
CAPITULO 1: LA CULPA
No sabría exactamente como y cuando comenzó todo el apocalipsis. Todo el mundo me ve como el tipo duro, racional e intuitivo, pero en el fondo vivo mi propia guerra. Los recuerdos invaden mi mente siempre que estoy a solas, la brisa de un atardecer en el mirador sobre los muros de la zona segura de Alexandría son como mi lugar de conexión conmigo mismo. Siempre miraba al horizonte tratando de buscar respuestas que jamás llegarían, la culpa, los sentimientos frustrados y el dolor siempre eran lo que tenía en mi mente, tal vez debí arreglar las cosas con Lori antes de que muriera, después de todo era la madre de mis hijos y la quería a pesar del mal que me hizo, de que por su culpa yo y mi mejor amigo Shane a quien quería como un hermano nos hayamos peleado a muerte. Pensaba en eso siempre sobre todo en Shane, a veces lo extrañaba mucho, Daryl era un gran aliado, pero Shane era quien me daba esa conversación que siempre esperas luego de un día estresante de trabajo o de esa pelea con tu esposa donde terminas irritado al máximo y que se borraban luego de un par de malos chistes y unas cuantas cervezas. Shane era en pocas palabras mi mejor remedio. Lori había arruinado eso yo lo sé. Recuerdo también cuando nos conocimos por primera vez en la escuela primaria, tenía unos diez años y me había mudado con mi familia desde un lugar remoto del sur de los estados unidos. Mi primer día en la escuela fue con un par de matones persiguiéndome por poseer unas estampas de Capitán América, me iban a dar una fea paliza, pero entonces un niño de cabello ondulado y rasgos fuertes me protegió dándole una golpiza a mis atacantes y luego se me presentó como Shane Walsh. Desde ese día él y yo jamás nos separamos. Recuerdo también cuando me preguntaban por mi primera vez, siempre respondía que lo hice con una chica llamada Sheila, pero la verdad era otra…
FLASHBACK…
Tenía quince años cuando la pubertad me estaba alcanzando, aún tenía poco vello en el cuerpo, mis partes eran más grandes, mis hombros más anchos y mi barba estaba picando un poco, pero lo que me sorprendía era que Shane había tenido un cambio más abismal, él ya tenía vello púbico y la barba ya se le estaba marcando, su voz ya estaba más grave y su pene era más grande que el mío. Yo me preocupaba por eso, creía que era porque Shane al tener su novia y haber perdido la virginidad hace unos meses lo hacían cambiar más rápido que a mí, pero pronto me di cuenta de que no, sino que era producto de su testosterona, a Shane le sobraba eso. Fue un día como cualquier otro cuando me encontraba solo en casa mirando una película de terror, Shane se había ido a una fiesta de chicos más grandes, a mí no me interesaban mucho esas cosas prefería quedarme en casa, así mismo luego de ver la película me quedé dormido hasta que un ruido fuerte casi me hizo saltar del susto. Era Shane quien venía entrando por la ventana de mi cuarto en estado de ebriedad, jamás lo había visto de esa manera antes, Shane se sentó en el borde de mi cama.
- ¿Cómo estuvo la fiesta? Pregunté.
- Estuvo genial. Eso sí… le dije a mis padres que dormiría en tu casa sabes como son. Dijo en tono flojo.
- Está bien yo estoy solo mis padres salieron. Dije bostezando.
- Eso suena genial. Debemos hacer algo entretenido. No creo que quieras dormirte temprano ¿no? Dijo el en tono burlón.
- Por mi está bien, pero no sé qué podríamos hacer. Dije con duda.
- ¿Tu padre guarda películas porno no es así? Preguntó con ansiedad.
- Creo que, si tiene eso, pero me tienen prohibido entrar a su cuarto. Dije serio.
- No seas ridículo Rick. Ellos no están aquí ¿no?
- Si, pero…. Agregué siendo interrumpido.
- Ya no digas nada. Vamos. Dijo caminando hasta el cuarto de mis padres.
Allí Shane revolvió todo hasta encontrar las cintas con las películas porno y las puso en el VHS. Ambos nos sentamos en un sillón a los pies de la cama matrimonial uno junto al otro. Shane desabrochó su pantalón para liberar su erección, tenía un pene grueso, moreno y venoso. La verdad me sorprendió porque ese pene era muy grande para la edad que teníamos. Me dio un poco de vergüenza sacar el mío ya que él me ganaba en tamaño. El me miró con enojo.
- ¿Acaso no piensas masturbarte? Preguntó estimulando su erección.
- Si, pero me da vergüenza hacerlo frente a ti. Dije nervioso.
- Jajaja. No es necesario que te asustes por el tamaño del tuyo, necesitas masturbarte más seguido así te crecerá más. Dijo en tono burlón.
- Está bien. Dije desabrochando mi pantalón y comenzando a masturbarme despacio junto a él mientras veíamos el video.
Los minutos pasaron y ambos estábamos con nuestras erecciones al máximo. Estaba nervioso y Shane solo se reía mientras fantaseaba cosas sucias sobre la chica del video.
- Oye Rick. ¿Quieres jugar a algo? Preguntó el riéndose con malicia.
- ¿A qué jugaremos? Pregunté jadeando debido a mi masturbación.
- Hagamos un juego como el de la película. Tú debes ser la chica y yo el chico. Dijo riendo con su mano moviéndose sobre su gran erección.
Quedé sorprendido y mis ojos se abrieron como platos y me puse totalmente rojo por esa propuesta.
- Vamos Rick no seas marica. Dijo el riéndose.
- Está bien. Dije decidido y dominado por la calentura de aquel momento.
Así tomé su pene y comencé a masturbarlo mientras el gemía diciendo cosas sucias. Estaba gustoso de ayudarlo con mi mano, algo me hacía sentir con ganas de escucharlo gemir más.
- Haz eso que está haciendo la chica a ese tipo. Dijo con su cara enrojecida.
- Está bien. Dije inclinando mi cabeza hasta su entrepierna y lamiendo la cabeza de su pene el cual sabía algo salado. El sabor no era desagradable, es mas era adictivo luego de un rato, así que me introduje su miembro en la boca tal cual hacía la chica en el video. Estuve un buen rato chupando su miembro, acariciaba sus muslos y entonces fui tomado por sorpresa por un líquido extraño que llenó mi boca. Sabía salado y era espeso, era mucho de él en mi garganta, tanto que sin saber que hacer comencé a tragarlo. Mi garganta quedó con el sabor de aquel líquido y el pene de Shane se puso más flácido.
- Eso estuvo bien. Ahora debo hacer que te corras también. Dijo él. Tomó mi pene en su mano y comenzó a masturbarme con fuerza, el chupó uno de sus dedos y abrió mis piernas con rudeza introduciéndolo en mi ano.
- ¡AGG! ¡Shane que haces me duele! Grité con algo de dolor.
- No seas marica. Aguanta. Dijo hostilmente.
Luego de un rato la sensación de dolor se desvaneció ahora no quería que sacara ese dedo por nada del mundo y junto al movimiento de su mano, comencé a sentir que mi clímax ya venía. Estaba gimiendo fuerte.
- ¡AHHH SHANE! Exclamé con fuerza derramando mi liquido sobre mi cuerpo.
- ¿Te gustó el juego no? Preguntó con malicia.
- Si mucho. Se siente bien. Dije jadeando mientras recuperaba la respiración. Luego de aquel suceso le insistí a Shane varias veces volver a jugar ese juego, pero él me decía que no tenía ganas de hacerlo. Todo siguió igual entre nosotros y nunca más hablamos del tema. Yo recordaba eso siempre y reía guardando ese recuerdo como uno de mis más preciados secretos, aunque ahora que soy adulto y sé lo que hicimos no puedo evitar sentirme un poco avergonzado.
FIN DEL FLASHBACK…
Recordaba esas cosas. Shane había hecho mucho para salvarme. Cuando todo esto se vino a la mierda él se encargó de ponerlos a salvo. A Lori y Carl. No era su deber, pero él lo hizo por mí. Cuando desperté en ese hospital sin saber que hacer o a donde ir. Cuando por un momento creí que los había perdido los encontré. Todo gracias a él. El me dio una oportunidad con mi hijo, de los maravillosos momentos que he pasado con él y su hermana Judith. No culpo a Lori por dejarse llevar por Shane, él era un hombre, en todo sentido de la palabra, lo extraño. No puedo creer que se haya convertido en eso que tanto llegué a odiar en un momento. Como enloqueció pensando que Lori estaba enamorado de él, que yo no debía haber regresado y que solo llegué para destruir todo lo que él había formado. El dolor se apoderaba de mi cuando recordaba aquellas cosas del pasado. Mis ojos se humedecían, extrañaba a Lori y a Shane. Sé que Carl también lo hacía de vez en cuando, Shane le enseñó cosas que yo jamás pude, él era como su segundo padre.
FLASHBACKS
- Estaba desbordado. A penas pude sacar a tu familia. Dijo él.
- No puedo explicarte lo agradecido que estoy Shane. No se cómo explicarlo. Expresé.
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- Oye Rick ¿tienes balas en el arma? Preguntó.
- No. Dije.
- La última vez que estuvimos en el campo de tiro, terminé con unas balas sueltas tuyas. Dijo sonriendo.
- Tu y esa bolsa como el fondo del bolso de una anciana. Dije bromeando.
- No me gusta que hagas esto. Creo que es… irracional y riesgoso, pero… si vas a ir necesitarás balas. Dijo él.
- No si quiero disparar en la ciudad después de lo que pasó la última vez. Expresé con preocupación.
- Eso depende de ti. Cuatro hombres, cuatro balas. ¿Cuáles son las posibilidades? Esperemos que… sea tu número de la suerte. ¿Está bien? Preguntó cargando las municiones en sus manos.
- Gracias. Dije para luego marcharme en aquella misión suicida en busca de Merle.
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- Dilo. Dije mientras cavaba las fosas para enterrar los cuerpos de nuestra gente caída durante el ataque.
- Bueno. Creo que si te hubieras quedado. Si hubieras cuidado de los tuyos en lugar de irte con la mitad de nuestros hombres. Tal vez no se hubieran perdido tantas vidas ¿no? Dijo en tono frío.
- Sino hubieras salido a buscar esas armas creo que hubiera muerto mucha más gente. Tal vez todo el campamento. Dije alterado.
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- Te diré algo viejo esta gente no está convencida. Te vas al CDCE y tal vez estés solo. Tienes… que pensar bien si quieres poner a Lori y a Carl en esa situación. Dijo mientras caminábamos uno junto al otro en el bosque.
- Tengo que hacer lo mejor para mi familia. Dije.
- ¿Lo mejor para tu familia? ¿exponerlos a toda clase de riesgos? Preguntó irónico.
- ¿Cuál es la otra opción? ¿Cruzar 160 km de territorio hostil? Si buscamos un salvavidas nadamos hacia al barco más cercano no mar adentro. ¿Por qué no me apoyas? Pregunté.
- Mira quiero hacerlo es solo que… no pienso así. Dijo siguiendo mi paso.
- Ah… si fuera tu familia lo verías diferente. Dije sin pensar.
Hubo un silencio.
- ¿Qué dijiste? Yo les di seguridad viejo. Los cuidé como si fueran mi familia. Dijo enojado.
- Oye, oye. No quise decir eso. Dije algo apenado por el comentario.
- ¿Y qué quisiste decir? Dime ¿Qué quisiste decir? Preguntó molesto.
- Me entendiste todo mal me… mal interpretaste… E… escucha sabes que yo nunca podré pagarte esa deuda. Dije sintiéndome muy mal.
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FIN FLASHBACKS.
Recordaba cada conversación que tuve con él. Si me hubiera dado cuenta de que ese no era el Shane que conocía, era un tipo que estaba volviéndose cada vez más sombrío. A quien le molestaba mi presencia. Era duro sentir como su comportamiento iba cambiando con el correr del tiempo desde que volví, era como si para el yo estuviera muerto aún.
A veces deseaba haber encontrado esta comunidad desde un inicio, no hubiéramos tenido que pasar todo lo que pasamos. Me he acercado a personas de las cuales jamás pensé acercarme, he conocido nuevas también. Tanto buenas como malas. Ha sido un duro camino, pero a pesar de todo sigo en pie. Todo por mis hijos.
- ¡Hey Rick! Ya terminó tu guardia es mi turno. Dijo Glenn quien estaba esperando abajo con su arma preparado para su turno como vigilante.
- Si ya bajo. Dije bajando la escalerilla perdido en mis pensamientos.
- ¿Has visto a Carl? Pregunté cuando llegué al suelo.
- Estaba con Enid en tu casa y con Judith. ¿Te pasa algo? Preguntó preocupado.
- No solo quería saber eso. Gracias Glenn. Dije para luego retirarme del lugar caminando a casa. Vestido con mi uniforme policiaco que Deanna me había entregado hace un mes o dos. Caminé hasta la casa como de costumbre saludando a los vecinos. Carl y Enid estaban en el pórtico cargando a Judith.
- Hola papa. ¿Qué tal todo? Preguntó Carl con una sonrisa.
- Todo bien. ¿Qué haces? Pregunté curioso.
- Nada le enseñábamos a Judith a hablar, pero parece que le falta. Dijo sin borrar su sonrisa.
- Me parece bien. Hola Enid. Saludé a la niña.
- Hola señor. Dije sonriendo de vuelta.
- Carl iré a dormir un momento. Entra a Judith pronto no vaya a ser que se resfríe o algo así. Dije serio.
- Seguro papa. No te preocupes. Dijo Carl cambiando su expresión de alegría a una más seria.
Asentí con la cabeza y entré a la casa para luego beber un vaso de agua y subir las escaleras recostándome finalmente en la cama cerrando los ojos y quedándome profundamente dormido.
- Escúchame Shane. Todavía hay una forma de volver de esto. Aquí no ha sucedido nada. Bajaremos nuestras armas y volveremos a granja. Juntos. De vuelta a Lori, de vuelta a Carl. Dejemos atrás todo esto. Dije intentando calmarlo. Cuando tomo su arma aprovecho la oportunidad y clavo el cuchillo en su pecho.
¡BANG!
- ¡AHHHHH! Grité despertando agitado. Era esa maldita pesadilla otra vez. Estaba sudando. Ya era de noche. Me levanté de la cama y salí al pasillo. Judith estaba con Carl en su habitación. Ambos dormían. Los observé unos minutos, verlos me hacía recobrar el sentido.
- Lo hiciste por ellos Rick. Me decía a mí mismo.
Salí a la calle a mirar quien hacía la guardia nocturna, era Sasha. Desde que Tyreese murió que ella no ha sido la misma. Caminé hasta donde estaba.
- ¡¿Todo bien Sasha?! Pregunté alzando la voz.
- Está todo bien Rick. ¿Por qué?
- Por nada. Sigue en lo tuyo.
Caminé a lo largo de la calle. Buscando algo que hacer, no quería dormir, no quería hacer nada en realidad. Era una de esas cuantas noches donde no podía conciliar el sueño y vagaba intentando encontrarme a mí mismo.
- ¿Otro paseo nocturno? Preguntó Michonne quien salió entre las casas de Eugene, Rosita y Tara y Glenn y Maggie.
- Si. ¿Tampoco puedes dormir? Pregunté curioso.
- No. Creo que será una larga noche ¿no crees?
- Es posible. Dije mirando el cielo estrellado.
- ¿Te sigue perturbando este lugar? Preguntó ella.
- No lo sé. Creo que no es el lugar sino yo. ¿comprendes? Dije con la mirada pegada al firmamento estelar.
- ¿Sigues pensando en tu esposa muerta? Preguntó.
- No solo en ella. También en otras personas. Dije en tono serio.
- ¿Familia? Insistió.
- Algo así. Dije mirándola de reojo.
- Cuando me hirieron en una persecución antes de que todo esto comenzara. Mi mejor amigo Shane se hizo cargo de mi familia. Cuando desperté del coma, estaba solo en un hospital. No sé cómo logré sobrevivir, pero lo hice. Fui a hasta mi casa y… no había nadie allí. Un hombre y su hijo salvaron mi vida esa tarde. Luego de eso seguí mi camino para buscar a mi esposa e hijo. Cuando entré en Atlanta casi me atraparon, centenares de ellos. Glenn me salvó y entonces conocí a un pequeño grupo que estaba atrapado en un centro comercial. Quienes venían de un campamento en una vieja cantera cerro arriba. Allí me reencontré con mi familia. Lori y Carl estaban a salvo. Y también estaba mi mejor amigo Shane. El… había salvado a mi familia y los mantuvo vivos. Expresé.
- ¿Fue una de las personas que perdiste? Preguntó mirándome de reojo.
- No en realidad yo lo maté. Dije sin tapujos. Él… tuvo una aventura con Lori mientras me creían muerto. Cuando yo volví desmoroné su ilusión. Digamos que él se obsesionó con mi familia. Lori le dejó claras las cosas cuando regresé, pero el no quiso escuchar, me tendió una trampa e intentó matarme. No quería hacerlo, pero no tuve opción… pude pararlo… pero sabía que la historia seguiría igual y no quería eso, estaba harto de que me viera como un obstáculo cuando ellos eran mi familia y no la suya. Agregué.
- Hiciste lo correcto, pero aun así te sientes culpable. Dijo ella.
- Digamos que ese suceso cambió mi forma de ver las cosas. De ver el nuevo mundo y cuando conocí al Gobernador, supe que él tenía razón en su filosofía de que si no peleas mueres. Y así siempre ha sido y lo será. Dije.
- Perdiste un amigo, pero ganaste otro. Agregó ella.
- Si. Daryl es genial, pero Shane siempre fue y será mi mejor amigo. Agregué.
- Todo lo que nos ata al pasado, al antiguo mundo, siempre nos hará feliz a pesar de que no esté. Dijo ella.
- ¿Extrañas a alguien además de tu familia? Pregunté.
- A Andrea. Fue una gran amiga ¿sabes? Expresó.
- Ella era una gran persona. Dije acordándome a su comentario.
- Hemos dejado muchas buenas personas en el camino. Es nuestro deber recordarlas. De Andrea aprendí que debes luchar a toda costa por lo que quieres y de que puedes dar la vida por un bien mayor. Dijo ella algo nostálgica.
- De Shane aprendí como funciona este nuevo mundo. De que debes luchar, de que a veces debes eliminar una manzana podrida antes de que pudra a todas las demás. Dije.
- Es bueno mantener los buenos recuerdos, imagino que tu amigo Shane estaría feliz de ver en el hombre que eres ahora. El sé equivocó, pero tengo fe en que cada persona con una esencia honorable siempre tendrá honor en ella, no importa cuánto cambie.
- Estamos sonando como esos filósofos ancianos ¿no crees? Dije sonriendo.
- JAJAJA es cierto. Nos volveremos sabios algún día. Bien creo que ahora podré ir a la cama tengo el turno de la mañana. Dijo esbozando un bostezo.
- Descansa. Dije esbozándole una sonrisa para luego continuar mi camino a la casa y recostarme un rato antes de que amanezca.
A LA MAÑANA SIGUIENTE
Carl y Judith se habían despertado temprano y ya estaban en la sala dibujando letras y animales. Me di una ducha y luego me vestí para comer algo. Unas latas de fruta y algo de pan que hizo una señora llamada Shelly Neudermeyer. Luego de la comida me preparé para ir a la calle y ver que tal marchaba todo. Michonne estaba montando su guardia. Maggie vigilaba desde el pórtico junto con Glenn. Carol sonreía a todo mundo y caminaba como una buena samaritana, todo iba normal hasta ahora. Me devolví hasta mi cuarto y busqué entre mis cosas. Aquella playera que le pertenecía a Shane, con la insignia de policía. La olía de vez en cuando para recordar viejos tiempos. Lo extrañaba muchísimo luego de todo lo ocurrido con el gobernador, Terminus. Todo lo vivido luego de su muerte, a pesar de haber tenido a Daryl. No se comparaba con la presencia de el aquí. Me gustaría que viera a su hija, Judith se parecía mucho a él. Podía negarlo muchas veces, todos podían hacerlo, pero yo sabía que Shane era su padre, sus gestos eran iguales. Solo me gustaría que las cosas hubieran sido distintas, si él y Lori no hubieran… tenido lo que tuvieron, estarían ambos aquí.
- ¡Papá! ¡papá! ¡papá! Gritó Carl.
- ¡¿Qué?! ¿Dónde está Judith? Pregunté asustado escondiendo la playera siendo interrumpidos mis pensamientos.
- Está bien. Maggie se la llevó un rato. Dijo.
- ¿Qué necesitas hijo? Pregunté recuperando la respiración.
- Nada solo quería ver como estabas, te he visto algo triste estos días ¿ocurre algo malo? Preguntó.
- No Carl. No hay nada malo solo… he pensado mucho y… Dije siendo interrumpido.
- Extrañas a Mamá ¿verdad? Preguntó el.
- Si obvio que la extraño Carl. Respondí.
- Porque te he oído nombrar a Shane últimamente. Dijo sin tapujos.
Sentí que el corazón se me salió.
¿Cuándo lo he nombrado? Pregunté.
- En tus sueños… a veces me despierto en la noche y voy por agua y te escucho gritar su nombre mientras duermes. Respondió.
- Son solo pesadillas hijo es todo. Dije tratando de evitar el tema.
- ¿Lo extrañas también? Insistió.
- Por supuesto que lo extraño Carl. Shane era como un hermano para mí, pero ya no está así que no le demos más vuelta al asunto. Respondí cortante.
- Está bien ¿saldrás a la reunión que organizó Maggie? Preguntó serio.
- Si iré en un rato. Dile que Judith necesita su leche y que por favor le diga a Glenn lo de las armas. Dije.
- Está bien Papá. Dijo retirándose del lugar mientras yo guardaba la playera de Shane en mi morral.
Caminé hasta la casa de Maggie para aquella reunión, con esperanzas de algo nuevo y como siempre esperando algún día despertar de esta pesadilla.