Un abrazo
— ¿Puedo abrazarte? Pregunto Alan que se recargó en el hombro del azabache.
—Supongo…que sí. Le contesto a la vez que un sonrojo se hacía presentante en sus mejillas. Se encorvo al sentir los brazos de su compañero rodearle, luego Alan empujo ligeramente la cabeza del chico contra su pecho.
— ¿A si está bien?
—aja. Dijo Ash tímidamente soltando un relajado suspiro.
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La desolación de la luna
Au (universo alterno)
Hombres lobos/ cambia forma
Su cuerpo yacía agitado por el recién enfrentamiento, jadeaba a la par que mostraba sus enorme fauces, y gruñía amenazante a los lobos delante de él. Era un hecho por las graves heridas y la sangre escurriendo de su cuerpo que ya no podían continuar con la lucha, así que con los rabos entre las patas, llorando y adoloridos mostrando las orejas hacia atrás se fueron retirando uno a uno.
Cuando les visualizo lejos y ya seguro que no pretendían volver, retorno su atención a su compañero, que estaba sentado, con la cabeza agachada, temblando descontroladamente aunque luchando al mismo tiempo por evitar dar esa imagen tan deprimente ante su acompañante. Alan se acercó y le lambió la espalda , donde tenía varias heridas, llego tarde para evitar que saliera lastimado, pero por lo menos evito que las cosas fueran a mayores. El más joven trago saliva, sacudió su cuerpo canino, y lentamente fue tomando su forma humana, Alan imitó su acción en des transformarse.
—Ash ¿Ya Estas mejor? Le pregunto tocándole del hombro.
—No debiste interferir—. Soltó denotando disgusto—, no debiste Alan…
Esto enfureció al más grande — ¡Acaso eres idiota!, mira cómo te han dejado. Le tomó de los hombros y le miro directo a los ojo, pero el azabache en poco tiempo evitó mirarle al rostro.
— ¿Y tú? has quedado peor que yo—.Con templo con gran tristeza y dolor las heridas de su compañero
—.Por eso te he dicho cientos de veces que te alejes de mí. Si seguimos juntos no te seguiré trayendo más que problemas con la manada.
Se quitó los brazos de Alan, y dio la media vuelta para alejarse pero éste le detuvo sosteniéndolo de la muñeca, se mantuvo inerte en el agarre al más joven, frunciendo el entrecejos, mordiéndose los labios por la mezcla de sentimientos entre rabia, decepción, impotencia, miedo y sobre todo tristeza.
—Eres quien elegí para ser mi compañero, de ninguna forma voy a permitir que te lastimen.
—No deberías hacerlo, no soy más que un hibrido, si quieres tanto sentar cabeza consíguete a alguien más, yo ya me canse de esto.
En un movimiento rápido le haló el brazo y le empujó hacia su cuerpo, lo cubrió con un abrazo poniendo su mentón sobre la cabellera de Ash.
—No me importa, que piense la manada, tampoco me importa que lleves en tus venas sangre humana, hago esto porque te quiero—.
Le sostuvo la cabeza y le planto un beso en los labios. El más joven sobre abrió los ojos sorprendidos, pequeñas lágrimas se asomaban en el borde de sus ojos, luchaba para que no escaparan aunque al final escurrieron en sus mejillas, agradeció que al menos pudiera evitar terminar en llanto.
—Idiota. Dijo Ash en susurro cubriendo su rostro en el pecho del mayor—.esto… está bien, me alegro que me eligieras, pero no quiero que te sigan lastimando por mi culpa. —Pensó con gran desolación, mientras separaban sus labios y se dejaba llevar por la tibieza del cuerpo de su compañero.
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Misión fallida
Era ahora o nunca, tenía mucho que perder pero también mucho que ganar, así que tomando una leve respiración Alan se armó de valor para confesar al fin sus sentimientos al azabache.
—Me gustas mucho.
—A mí también.
— ¡en serio! Comento entre alegre y sorprendido al saber que sus sentimientos eran correspondidos por Ash.
—eres un buen amigo.
— ¿Ami…Amigo? Para nada le gusto esa declaración
—Sí, eres un muy buen amigo Alan… ¿Dije algo malo?
—Olvídalo.
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No era lo que esperaba
AU (universo alterno)
Cuento de hadas
—No eres una princesa. Comento observando detenidamente el atuendo del joven de cabellos oscuros delante de él, que cuya vestimenta lo delataba como un simple campesino.
El presente se cruzó de brazos, alzó una ceja, y observo con el mismo detalle al recién llegado que interrumpió en la torre donde yacía cautivo.
—Y tú no eres precisamente un noble caballero con su galante armadura. Dijo con ironía el muchacho.
El huésped inesperado, sonrió ante la respuesta, tenía razón no era más que un mercenario en busca de algún artilugio de valor o gloria que le pudiera dar este castillo, pero quien sabe tal parece había encontrado algo mucho más interesante.
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Vaya sorpresa
Serena estaba que se desmayaba, Clemont parecía que se le saldrían los ojos de las cuencas, Pikachu tenía el pelaje de punta y Bonnie…Ella estaba dormida en uno de los sillones del centro pokemon junto a Dedenne dormido en su cabeza.
Mientras Ash tenía cubierto el rostros para ocultar el gran sonrojo que tenía en su cara tras el beso recién recibido por el entrenador de cabello índigo y mirada azulada, quien sonreía descaradamente sin arrepentimiento por sus acciones.
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Este no era precisamente el plan
Au(Universo alterno)
Cuentos de Hadas
Medieval
Matrimonio arreglado
Lentamente abrió sus ojos azules, sonrió al ver dormido a su acompañante plácidamente a su lado, apegado a su pecho. Nunca se había sentido así por nadie, y estaba contento por lo ocurrido, por conocer a Ash, por saber que era correspondido, por este momento juntos pero sabía que había cometido una falta y una muy grave contra su maestro: se había acostado con su futuro consorte, su gesto de alegría paso a preocupación ante recordatorio, se acercó más al más y le planto un beso en la frente, luego puso una mano alrededor del estómago de su acompañante.
Sin duda esto era traición, en cuanto su señor se enterada no dudaría en buscarles y hacerle pagar por su falta. Había sido su deber como el más fiel sirviente ir en búsqueda del muchacho a Kanto, y escoltarle hasta las lejanas tierras de Kalos.
Al principio se preguntó cuándo lo conoció que buscaba Lysandre de este muchacho,no era más que un plebeyo ¿Acaso se había enamorado su maestro? No, era otra cosa, que cabía dentro de sus egoístas planes, Ash era un descendiente indirecto de los guardianes de aura pero aun así poseía su enigmático poder, poder que Lysandre deseaba más que al joven mismo.
Le contempló una vez más y susurró—No dejare que te tenga.
Ya había tomado una decisión y era definitiva, el joven era más que su poder oculto, lo amaba eso estaba claro y no dejaría que nadie se lo arrebatara.