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Los tres caminos por MDValentine

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Notas del fanfic:

Disclaimer, los personajes y las frases usadas en esta historia no nos pertenecen si no a Riot games. No estamos de ninguna manera asociados a la compañía, esta historia está hecha con fines recreativos para fans por fans.

"Una serie de muertes causan angustia y preocupación, se levanta el telón, el show ha comenzado, es el inicio turbio para un viaje terrible"

 

Todos en Runaterra conocían el conflicto que protagonizaron los noxianos contra el pueblo de Jonia. Estaciones y años plagados de cualquier clase de horrores que conlleva un conflicto armado, sobre todo cuando existía una clara ventaja de poder, armamento, organización y malicia nata por parte de los noxianos. 

“Injusta” era la palabra que describía de mejor manera aquel conflicto, pues los jonianos eran un pueblo espiritual, que buscaba y anhelaba la evolución del alma; el poder de encontrar la iluminación y una paz interior. Sin mencionar que se encontraban encerrados en su propia sociedad, en sus usos y costumbres, lo que los atrasó varios años de avances tecnológicos en comparación con los demás pueblos alrededor del mundo.

Pero de una forma increíble el pueblo de Jonia resistió. Resistió años de violencia, masacre, hambre, desolación y más horrores. Resistió hasta encontrar ese fuego interno que motivó a muchos a pelear, a defender a sus familias y seres queridos, proteger a la naturaleza que daba vida a la isla, usar la magia que concentraban como camino a la iluminación a armas de defensa. 

La guerra que en teoría debía ser corta y violenta se transformó en una duradera que abrazó casi la década. El apoyo externo tardó, pero se hizo notar aunque fuera a cuentagotas: Algunos soldados y armas demacianas, restos de tecmaturgia de Piltover, inclusive con apoyo de heraldos de las estrellas y seres provenientes de la naturaleza. 

Cada gramo de ayuda fue útil y sirvió… La guerra terminó y el vencedor fue Jonia. 

El mundo celebró, se hicieron festejos en tantas partes, héroes de guerra ascendieron convirtiéndose en figuras públicas, hasta ser catalogadas en leyendas vivas. Las historias bélicas fueron hechas poemas, que no tardaron en ser prosas para cánticos.

El mundo celebró por meses. Hasta que volvieron a olvidarse de Jonia, una vez más. 

En este punto es cuando la sociedad sobreviviente de Jonia se da cuenta de lo que pasó. De lo que sacrificaron para ganar una guerra. Existía pobreza extrema, tazas altas de niños huérfanos y mortalidad infantil, enfermedades, hambre, caos social. Estaban muy alejados de la paz y la dicha prometida, de la motivación que tenían para terminar la guerra. 

Los noxianos se habían retirado, pero el mal persistía. Ahora los enemigos eran los mismos jonianos… 

La desestabilidad social se sentía presente en todos los ámbitos de la sociedad; Desde las cimas y cumbres de la política, monasterios, granjas, escuelas milenarias, ciudadanos comunes y corrientes. Todo había cambiado, nadie era el mismo después de una guerra tan espantosa y esos cambios se notaban. 

Existían personas que pedían volver a lo que fueron, atesorando las glorias de un pasado tan remoto que era ya difícil recordar con exactitud. Regresar a un estado de paz, olvidar y tirar las armas. Retomar el camino espiritual una vez más, si había funcionado en el pasado ¿porqué no intentar de nuevo? 

Otros más pensaron que la invasión noxiana fue un llamado de atención de lo atrasado y equivocados que estaban. El mundo cambiaba, y lo haría con o sin ellos. Argumentaban que era mejor adaptar costumbre de los demás pueblos, y eso conllevaba a tomar la ideología de la guerra, al menos como modo de defensa. Olvidar el tradicionalismo, era hora de modernizar.

Los argumentos se transformaron en discursos, debates, conflictos. Los conflictos terminaron por separar más al pueblo. A romper su hegemonía y equilibrio. Eventualmente las posturas tan opuestas ocasionaron que se alejaran familias, amigos, escuelas, e inclusive las discusiones ahuyentaron a entes naturales.

La política no fue tan diferente, siendo un reflejo de lo que su pueblo sufría. Gente con poder teniendo sus opiniones más peso y sus acciones marcaban severas consecuencias… Era cuestión de tiempo que la política terminará contaminada; Ensuciada por el miedo e intereses personales y egoísta. 

Eso abrió la puerta para un demonio encerrado por sus pecados.

Cuando parecía que la gente se encontraba más dividida y polarizada, estando separadas por su miedo y odio suprimido, una brisa de terror hizo que todos miraran hacia el mismo lado. Muertes explicitas en pequeñas aldeas, asesinatos que seguían un viejo patrón ya visto hace un par de años.

Las personas que sabían de las historias le parecía más aberrante la idea que los mismísimos asesinatos: El demonio dorado estaba libre, una vez más.

Las noticias corrieron con lentitud, siendo un rumor que corría por los alrededores de las zonas afectadas, pero poco a poco el rumor crecía, el horror de los cuerpos desechos, la forma en que la sangre corría de los cadáveres, hizo más sonado el posible caso del retorno de aquel demonio. 

La muerte era real y volvía acechar a Jonia, las personas temían una vez más, pues no solo revivían los episodios de Khada Jhin, sino que en sus actos traían al presente las abominaciones de los demonios extranjeros. Un solo hombre hacía temblar a una nación entera cual hoja al viento. 

Jonia temblaba ante una silueta como si se tratara de una legión entera del ejército noxiano.

Los hizo oscilar de una forma tan violenta que agitó los temores de las únicas personas que podrían rastrearle...y los hizo volver. 

Hizo que dos personas que no querían volver a verse en otras condiciones además de en el campo de batalla se vieran... 

Y se unierán.

◊◊◊◊◊◊◊

 

—El Demonio Dorado escapó —respondió Zed. 

—Imposible. —pero Shen sintió un vacío en el pecho. 

—La mayor victoria de tu padre. Y ahora, una vez más, su tonta misericordia empañó su legado —Zed sacudió su cabeza—. Ya sabes de lo que es capaz esa... cosa —Entonces, Zed se inclinó sobre la mesa, dentro del alcance de Shen, con el cuello expuesto a propósito—. Y sabes que somos las únicas dos personas capaces de acercarse lo suficiente como para detenerlo.

...


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